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Los dibujos que Li-ge me señaló fueron los que parecían un zorro normal, un huli jing y una persona con orejas de zorro. —En general no hay muchas especies que conozcan la historia de su origen, y nosotros no estamos entre los que sí lo hacen. Pero a pesar de eso, sí sabemos que con mucho trabajo de cultivación, un zorro normal puede volverse un huli jing —señaló la línea con que había relacionado los dos primeros dibujos —y de la misma manera, un huli jing puede volverse un zorro normal si pierde su núcleo.
Esa parte ya la sabía, así que no le puse tanta atención, pero igual asentí con la cabeza para dar a entender que lo había hecho.
Él continuó, ahora señalando la línea entre el dibujo del huli jing y el del humano: —Después de reunir suficiente poder, podemos convertirnos en cualquier otra criatura, incluso en humanos, y si tenemos suerte, también podemos ascender como dioses. Pero eso es poco frecuente. No obstante, esta fase es en cierto modo, más peligrosa, ya que además del núcleo, también perdemos poder sin nuestras colas. Es como arrancar ramas de un árbol, no se muere pero queda débil.
—Ya veo —murmuré. Eso no lo había imaginado pero tenía sentido.
—En fin. Antes de que los humanos llegaran a esta isla, los huli jings no éramos tan numerosos, y podíamos cultivar energía espiritual sin muchos problemas. Sin embargo, cuando ellos llegaron y crearon Yue'an, algún demonio logró colarse entre ellos, o quizá se formó ya cuando ellos estaban aquí. Dudo que algún humano hubiera sabido su identidad, o habrían intentado matarlo desde el inicio, y las generaciones actuales sabrían de su existencia. Pero, quizá sabiendo que en una ciudad sin cultivadores no podría robar núcleos y para no arriesgarse a ser descubierto si causaba problemas por su propia mano, se guareció en una de las cuevas del bosque y comenzó a utilizar a los huli jings para sus propósitos.
La voz de Bai Lan Hua interrumpió la explicación —Sikosn, bu ma'aptik u ti'gausù jelba' ti' le ch'yúñalahbo', ku xino'ab ja'asik wa ku ky'ubar yo'al mo ytel huli jing.
Li Zhi Xiang torció los labios y me miró: —Méimei dice que no cree que eso se lo puedas contar a las niñas.
Pensé por un momento, quizá tenía razón pero podría comenzar por darles una versión más ligera de eso. —¿Entonces qué puedo contarles? ¿Crees que si lo comento casualmente como si se tratara de un cuento podría llamar su atención?
—¿Ba'ax hylba ba'ax xubk talo'obshi um
q'ajal? —exclamó Bai Lan Hua.
—Yaan makevn vich le ren uuk u le k'asniyo —respondió Li Zhi Xiang.
Los miré sin entender si estaban de acuerdo o no. En mi mente sonaba bien la idea, pero no podía asegurar nada. Suspiré y tomé la bandeja con los platos ya vacíos para levantarme y llevarla a la cocina. —Regreso pronto, espero que puedan ponerse de acuerdo mientras tanto.
Salí de mi cuarto y caminé hasta la cocina. Yun Zhan no estaba allí, así que solo dejé los platos y la bandeja y salí de allí. Mi mamá no estaba en la sala, así que ambas debían estar en su habitación. Decidí ir a comprobarlo, además así les daría unos minutos más a Li-ge y Xiao Hua.
Al llegar noté el murmullo de las voces de ambas, y aunque no entendía sus palabras me sentí tranquilo de saber que las dos estaban bien. Toqué a la puerta, y entré en cuanto escuché a mi mamá alzar la voz para decir: —Adelante.
Abrí suavemente la puerta y miré con atención mientras avanzaba despacio para acercarme a ellas. Yun Zhan estaba sentada frente a mi mamá, guardando algunas joyas en una cajita de laca. Wu Yan Yu me miró con una suave sonrisa y me hizo señas para que me sentara a su lado, lo cual hice de inmediato.
—¿Descansaste bien, Hao'er? —preguntó.
—Sí mamá, ¿y tú?
—También. Pero pensé que tal vez estarías nervioso por tu nuevo trabajo.
—Sí lo estoy, pero intentaré hacerlo bien —respondí sinceramente.
Mamá sonrió y dejó un beso en mi frente. —Será mejor que te apresures, no debes llegar tarde. Por cierto, ¿cómo está tu conejito?
—Creo que está bien, lo regresaré al bosque antes de ocuparme de las clases para las niñas —contesté tratando de no hacer nada extraño.
—Yo creo que aún no deberías hacerlo, pero lo dejaré a tu consideración —respondió ella.
Asentí levemente con la cabeza. La abracé por unos segundos y luego me puse de pie nuevamente. —Me voy, trataré de regresar pronto.
Mamá sonrió —No iré a ningún lado, ve con calma Hao'er.
A veces no es tan gracioso cuando las personas hacen bromas de sus problemas, pero no objeté nada y salí de la habitación para ir por Li Zhi Xiang y Bai Lan Hua. Pero ya que estaba por entrar, noté que había ignorado casi por completo a Yun Zhan, lo que me hizo sentir un poco mal, pero al mismo tiempo fue extraño, pues mientras estuve con ella y mi mamá, fue como si hubiera olvidado que ella estaba allí.
Decidí recoger primero a mis amigos huli jings y volver después a disculparme con Yun Zhan. Abrí la puerta de mi habitación y entré rápido, encontrándome que Li Zhi Xiang de nuevo era un conejito negro, que se encontraba echado tranquilamente sobre la mesa. El hanfu que había usado estaba doblado con cuidado a un lado. Me sentí un poquito decepcionado, pues esperaba verlo aún en su forma humana, pero ya había mencionado que en realidad no se sentía cómodo en ella... mi ilusión había sido un poco egoísta. Por otro lado, Bai Lan Hua estaba tranquila, flotando sobre su hermano, y sólo se agitó un poco como saludándome.
Me acerqué y tomé a Li-ge en mis brazos con cuidado. —Creo que está todo listo, así que vamos al bosque y luego regresaré a la ciudad por un rato.
—Ya lo habías dicho, no es necesario que lo repitas —refunfuñó él.
No contesté nada para no molestarlo, y seguidos por Xiao Hua, salimos de mi habitación, que dejé cerrada con cuidado, aunque Yun Zhan no entraba a ella sin avisar, y luego salimos de la casa. Justo al poner los pies en la calle volví a pensar en que me había olvidado de Yun Zhan, pero antes de poder volver para buscarla, Yan Zi Wu y Yan Zi Yao aparecieron a mi lado como un par de fantasmas, pero más aterradores, puesto que ellos estaban vivos y con cuerpo físico.
—Buenos días... ¿qué hacen aquí ustedes? —pregunté nervioso, cubriendo con mis mangas a Li Zhi Xiang.
Afortunadamente esta vez no se interesaron en él, pero cada uno tomó uno de mis brazos y contestaron: —Vinimos porque vas a llegar tarde y no podemos permitir eso.
No me quería arriesgar a lastimar a Li-ge, así que no traté de deshacerme de su agarre, pero protesté con mis palabras: —Yan-jie, Yan-xiong, en realidad nunca se acordó una hora, ¿recuerdan? Además no solo ustedes pueden acusarme con Lian-jie, yo también puedo acusarlos a ustedes.
Los dos se quedaron quietos por un momento, como considerándolo, pero justo cuando creí que me soltarían, me sujetaron más fuerte y prácticamente me arrastraron con ellos. Sin embargo, no tardaron en detenerse cuando se dieron cuenta de que no sabían hacia dónde tenían que llevarme exactamente.
Yan Zi Yao preguntó a su hermana: —A-Wu¹, ¿si no podemos ver a Lian-jie, aún así debemos ir a su casa?
—¿Yo qué sé? En todo caso, si no nos quedamos allí, al menos deberíamos esperar a que las niñas se reúnan con nosotros y luego... Pues veremos dónde ir —dijo ella, sin mirarlo a los ojos, pues parecía estar tratando de concentrarse mejor.
Aclaré mi garganta e intervine: —Creo que es más importante que le informen a las niñas dónde serán sus clases, o nos meteremos en problemas si se pierden por no saber a dónde ir.
Sentí que ambos aflojaron su agarre de mis brazos, y contestaron al unísono: —Es cierto. Iremos por ellas, no te muevas de aquí o cuando te encontremos te romperemos las piernas —. Y tan rápido como llegaron se fueron.
Respiré profundo y reí nerviosamente, aunque realmente no creía en sus palabras, pero no por eso me sentía menos preocupado. Descubrí a Li Zhi Xiang de debajo de mis mangas, aunque de nuevo las estaba royendo. Suspiré resignado y le hablé: —Creo que me daré prisa a regresarte al bosque, o esos dos me darán problemas.
—¿Con quién hablas, Li Hao?
Salté asustado de inmediato al escuchar la voz de Yue Shun detrás de mí. —¡Shifu! Yo... bueno... —me giré para mirarlo, encontrándome con que no venía solo; un señor viejito acompañaba a mi maestro y nos miró a mí y a Li Zhi Xiang con sus ojos pequeños pero analíticos.
¹ "A", o "Ah" en las traducciones al inglés, es un prefijo que se coloca en el último caracter del nombre de pila, como forma de cariño para familiares. También se usa en los nombres de los sirvientes cuando no tienen un apellido (y de aquí me podría poner a explicar muchos datos culturales pero no los quiero saturar de información).
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