21

Por algún motivo, en mis sueños siempre solía estar solo y haciendo algo tranquilo, como mirar a las nubes o tocar música. Pero esta vez soñé que estaba aún cargando a Li Zhi Xiang. Tal vez fue por memoria muscular, ya que esa tarde había pasado casi todo el tiempo con él en mis brazos. La cuestión es que por este sueño, cuando desperté pensé que aún lo estaba cargando, y al darme cuenta de que no era así, me senté tan rápido que me mareé.

Tomé unos segundos para recuperarme, que también me sirvieron para recordar que había dejado a Li-ge durmiendo junto a mí, así que me tranquilicé y giré mi cabeza para mirarlo, pero descubrí que ya no estaba junto a mi almohada.

Me levanté rápido de la cama, queriendo buscarlo, pero fui tan brusco que me caí, quedando tendido en el suelo. Al siguiente instante escuché la pequeña y malvada risa de Bai Lan Hua, y alcé mi cabeza para mirarla. Se había vuelto más grande y parecía haber recuperado los rasgos originales de su rostro, pero sin dejar de ser una evidente bola de fuego fantasmal.

—Xiao Hua, buenos días.

—Ma'olib haazalk'iin, Wang-xiong.

—Buenos días, Wang-di —la voz de Li Zhi Xiang, resonando suavemente al lado mío, me hizo saltar por un momento.

Me senté en el suelo para mirarlo. Estaba de nuevo en su forma de zorro, y parecía tranquilo, por lo que, a pesar de que tuve el impulso de abrazarlo, solamente me animé a acariciar su cabeza. —Me asusté cuando no te ví, Li-ge. ¿Te sientes mejor? ¿Por qué andas de nuevo en tu forma original?

—Sí, estoy un poco mejor. Y es incómodo estar mucho tiempo como conejo, sentía que mis dientes estaban creciendo rápido y no creo que quieras que tenga que estar mordiendo algo a cada momento —contestó, con un tono de indiferencia en su voz que ya me empezaba a parecer habitual.

Sonreí a pesar de eso, y respondí mientras me ponía en pie: —Me alegro de que estés mejor, y por suerte para ti, solo tendrás que ser un conejo un rato más, en lo que regresamos al bosque. Los llevaré y luego volveré para ayudar a Lian-xiaojie, así tendrás tiempo para buscar una casa nueva y nos veremos en la tarde otra vez. ¿Está bien?

Saqué un hanfu y me oculté detrás del biombo para vestime.

Li Zhi Xiang contestó mientras tanto: —Supongo que está bien. Pero explícame algo, ¿acaso tu habitación es una especie de refugio temporal para huli jings o qué?

Tenía los brazos ya en las mangas del hanfu, pero el cinturón se resbaló de mis manos cuando escuché la pregunta. Me agaché para recogerlo. —¿A qué te refieres Li-ge?

Noté que su mirada parecía seguir a mi sombra mientras hablaba: —Cuando desperté y bajé de tu cama noté un leve aroma de tres huli jings que estuvieron aquí.

Até el cinturón y coloqué el colgante al final de este. —Sólo fueron dos... hace dos días las rescaté de... Ellas habían sido capturadas igual que Xiao Hua...

Terminé de acomodar el cuello y los puños del hanfu para que no se torcieran. Li Zhi Xiang no dijo nada por unos segundos, pero cuando salí de detrás del biombo, pude ver su expresión triste nuevamente, igual que cuando el día anterior me cuestionaba sobre qué haría en su lugar.

—Wang-di, realmente debería haber más humanos como tú —dijo en un murmullo. No pude evitar sonrojarme ligeramente. Pero era un sentimiento confuso, estaba halagado y avergonzado al mismo tiempo.

Sin poder contestar nada, me senté frente al espejo y sin mirar a mis propios ojos, solté mi cabello trenzado para luego de peinarlo un poco, recogerlo completamente en un bollito. Escuché el leve crepitar de las llamas de Bai Lan Hua y el suave caminar de Li Zhi Xiang en dirección a donde estaba mi ropa guardada. Ninguno de los tres se atrevió a hablar ni media palabra, y me hundí en mis pensamientos.

Teníamos muy poco tiempo de conocernos, así que no quería darle tanta importancia a las palabras de Li Zhi Xiang. Aparte de por ayudar a los huli jings, ¿por qué debería haber más humanos como yo? Además, ¿tan rápido había olvidado que yo lo había herido? No era mejor que un cazador. Él estaba equivocado, yo no debería ser alguien para admirar. De hecho ya ni siquiera me sentía capaz de cumplir con la tarea de suplir a Lian XiXi mientras estaba castigada. Respiré profundo y me levanté, sin saber muy bien qué debería hacer, pues no me sentía con ánimos de salir de mi habitación, pero al estar acompañado por Li Zhi Xiang y Bai Lan Hua, no me atrevía a volver a acostarme. 

El sonido de las llamas de Bai Lan Hua de repente cambió como si hubiera respirado un golpe de aire frío, pero luego soltó una pequeña risa, que fue lo que llamó mi atención, y la miré: —¿Qué estás planeando Xiao Hua?

Ella simplemente se volvió a reír. Antes de poder quejarme, sentí una mano en mi costado. Aunque claramente ese no podía ser otro más que Li-ge, (aunque no me explicaba por qué de repente había tomado forma humana), por lo repentino de su acción alcé mi mano para empujarlo en un acto reflejo, pero él fue más rápido y sostuvo mi brazo por la muñeca. Giré mi cabeza para mirarlo y protestar, pero no pude cuando mi mirada encontró su rostro, que de no ser por la quemadura ya en cicatrización, luciría tan claro como el hielo y limpio como el jade¹. Quizá no habría debido sorprenderme tanto, después de todo ya lo había visto así antes, pero en esta ocasión, ambos estábamos de pie, con lo que se notaba más nuestra diferencia de altura, y él tenía puesto un hanfu que yo nunca había podido usar porque aún me quedaba grande, pero en Li Zhi Xiang era prácticamente perfecto. Lucía elegante con el negro y lila de las telas, que contrastaba con la claridad de su piel, mas su cabello negro estaba suelto y rebelde, de manera que reflejaba lo salvaje e independiente de su naturaleza. Mi respiración se detuvo, de manera que sentí con más claridad su aliento cálido tocando mi cara. Parecieron minutos largos, pero en realidad solo estuvimos tan cerca por un instante, ya que me soltó en cuanto me giré. 

De todas maneras la impresión que me había causado persistió, dejándome aturdido incluso cuando él habló. No pude poner atención a sus palabras, aunque sí escuché el sonido de su voz, resonando en la habitación como un tambor. Y cuando ya me estaba recuperando del aturdimiento, noté que en realidad aún mostraba sus orejas de zorro y estaba descalzo, por lo que se acentuaba más su apariencia indómita.

Si no fuera porque Bai Lan Hua se acercó a mí y con sus llamas frías acarició mi mejilla, haciéndome saltar por la sorpresa, probablemente mi estupor habría durado mucho tiempo. La pequeña fantasma rió y flotó alrededor de mí antes de situarse al lado de su hermano y susurrarle algo que lo hizo enrojecer un poco y ahuyentarla con la mano. Sentí que aparte del frío que ya se disipaba después del toque de la llama de Xiao Hua, algo más me estaba causando la misma sensación bajo mi boca, así que deslicé mi mano, encontrando que había dejado caer un hilo de saliva. 

"DianXia, estaría muy agradecido si justo ahora me desapareces sin dejar rastro" fue lo único que pude pensar.

—No escuchaste nada de lo que dije, ¿cierto, Wang-dì?

"Xuè Yǔ Tàn Huā, soy yo de nuevo..."

Traté de sonreír y contesté: —Lo siento Li-gē, es que me sorprendiste. Por favor, repíteme lo que dijiste, prometo que esta vez pondré atención.

Li Zhi Xiang resopló y se cruzó de brazos. —Dije que si vas a enseñarle a otros humanos, deberías hacer algo para que dejen de cazarnos. Si lo prometes, te contaré algunas cosas más sobre nosotros.

—Oh... ¡Oh, entiendo! ¡Es una gran idea! —de pronto pensar en enseñar a las niñas volvía a tener sentido —¡Prometo de nuevo que no usaré nada de información en tu contra! 

Por primera vez lo ví sonreír sinceramente. 

—Perfecto, entonces toma papel y pinceles; explicaré lo más que pueda antes de que esta ropa se me haga insoportable. Pon atención porque no quiero repetir lo que te diga.

Asentí muchas veces y acomodé materiales sobre la mesa. Li-ge se sentó frente mí, tomó un pincel y yo otro, y comenzó a trazar algunas líneas después de hundirlo en la tinta. Sin embargo, antes de que pudiera explicarme nada, escuché un pequeño sonido en la puerta, seguido de la voz de Yun Zhan: —Joven amo, ¿está todo bien?

Pensé que era seguro que en ese momento, Huā Guān Wǔ Shén estaba ocupado con algo y Xuè Yǔ Tàn Huā decidió divertirse a mis expensas mientras esperaba a su compañero.

¹ Exactamente como imaginas hielo y jade: impecable; intachable; incorruptible.

MinXiuying nos hizo otro dibujo, esta vez con Li Hao y Li Zhi Xiang.

La verdad es que el dibujo inspiró la escena 🤭 lo amé.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top