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Cuando terminó la visita, no volvimos inmediatamente a casa. Mi papá, aun con el disgusto anterior, ya había planeado mostrarme un poco de Yue'an. Después de todo, era la primera vez que salía de casa, y no quería que me quedara con un recuerdo amargo de esa ocasión.

Estoy seguro de que lo había imaginado mejor.

Después de recorrer varios sitios importantes, nos detuvimos para comer en uno de los tres restaurantes formales que había en la ciudad. Había más lugares para comer, pero apenas alcanzaban el estatus de puestos, y obviamente no era muy elegante que el jefe de la ciudad y su primogénito se detuvieran en uno de ellos.

Wang Ya Kuang tuvo el buen juicio de escoger el que tenía un nivel medio de sofisticación, así que la comida era buena pero no demasiado cara.

Honestamente me sorprendí cuando probé los platillos y descubrí que sabían diferente a los de casa a pesar de llevar los mismos nombres e ingredientes, por lo que me costó guardar los comentarios que tenía para cada platillo, a pesar del esfuerzo de mi papá para mantenerme callado y sin llamar demasiado la atención.

Sin embargo, ya a los postres, un grupo de jóvenes entró también al local, y aunque tenían aproximadamente mi misma edad, no venían acompañados de ningún adulto, por lo que se tomaron la libertad de hablar con el volumen que quisieron, de manera que muchos volteamos a verlos, sin poder contener la curiosidad.

Ese grupo, formado por dos chicas y dos chicos, se acomodó en una mesa que quedaba casi enfrente de nosotros. Supuse que frecuentaban mucho el lugar, pues pidieron lo que iban a comer sin consultar al mesero, y este se movió rápidamente para llevarles los platillos. Aun así, no paraban de hablar, y debido a su tema de conversación, yo no podía parar de escucharlos.

El muchacho más grande del grupo se dirigió a las doncellas con falsa preocupación: —Lian-jie¹, no creo que te dejen cazar huli jings a pesar de todo tu conocimiento, y menos a Wu-mei². Pero tranquilas, su Yuan-xiong³ las mantendrá a salvo.

El otro joven, comparable a un fideo seco, pero con exceso de confianza, le respondió: —¡No se olviden de mí, ni que fueras el único cazador! Ya verán, dentro de uno, a lo mucho dos años, todos en Yue'an hablarán de mí, Wan Zi Yao, como el hombre que terminó con el zorro negro y el resto de los molestos huli jings. ¡Y entonces todas me...! — un golpe en la pierna lo hizo sentarse, reprimiendo un aullido de dolor, que a mí me hizo reír.

La chica que lo había golpeado se parecía demasiado a él, probablemente eran hermanos mellizos. Con casi la misma actitud y voz, le respondió: —De quien hablarán será de Wan Zi WU, o sea yo. Tantos años de hombres cazadores que han servido para lo mismo que rezarle a Huā Guān Wǔ Shén si no le das incienso también a Xuè Yǔ Tàn Huā. Ji Lin-jie tiene razón, las chicas lo haremos mejor.

Presté aún más atención al escuchar que hablaban de mi prometida. ¿Estos chicos serían amigos suyos? La mencionaban con bastante familiaridad.

El tal Yuan-xiong bebió un sorbo de té antes de replicar: —Ji Lin sólo lo dice porque tiene mala suerte de estar comprometida con mi primo. El pobre chico es tan frágil que no sale de su casa. Ni siquiera lo he conocido por esa razón.

¿Entonces ese era mi primo? Para no conocerme, me trataba como si no valiera nada.

Estuve a punto de ir a protestar, pero en ese momento la última joven, una doncella gordita y con mirada vivaz, finalmente intervino: —Como sea, si Ji-jie logra entrenar como cazadora, no sólo nos abriría las puertas al resto de chicas. También es probable que tenga mucha más eficiencia, ya que nuestra energía Yin es muy parecida a la de los huli jings, por lo que será mucho más difícil que los zorros la detecten hasta que sea tarde para ellos. Así que a pesar de lo que creas, Yuan-xiong, nosotras somos el futuro de la caza.

Mi padre había terminado su plato, así que dejó una pieza de plata en la mesa y me hizo seña de que terminara yo también de comer y nos fuéramos lo antes posible, a lo que obedecí y lo seguí fuera del restaurante.

Caminamos por calles que aún no lograba memorizar, pero no era difícil deducir que nos dirigimos hacia nuestra casa. Ninguno de nosotros dijo una palabra, lo que fue incómodo, pero ambos teníamos la sensación de que hablar en ese momento sería peor que soportar el silencio.

En casa, mamá y Yun Zhan nos esperaban tranquilamente, recibiéndonos con contenida emoción; mas no duró mucho al ver nuestras expresiones de decepción.

Mis padres nos mandaron a Yun Zhan y a mí a nuestras habitaciones, ya que ellos tenían que hablar de lo acontecido con la familia de Ji Lin. Ambos obedecimos, ya que yo no estaba de humor para recordar los hechos y Yun Zhan, supuse que tenía cosas qué hacer.

En realidad ella se desaparecía constantemente cuando mamá y papá tenían que hablar o hacer algo juntos; parecía que le tenía cierto recelo a Wang Ya Kuang.

Descargué mi frustración tocando frenéticamente el qin, olvidando por un momento que al usarlo en mi habitación resonaba por toda la casa, pero en cuanto hice vibrar la última nota, noté que mi mamá estaba hablando un poco más alto que de costumbre, volviendo a su tono normal en cuanto la música se detuvo.

Me dejé caer en el piso, aprovechando que nadie me veía para regañarme por mi falta de modales, y traté de regular mi respiración para calmarme. Mi cuerpo se tranquilizó, pero mi mente aún no lo hacía.

Un par de minutos después, me levanté y guardé el qin, dejándolo arrumbado para siempre en el armario. "Para siempre" era lo mismo que hasta la próxima clase, que en ese momento no pensaba volver a recibir. Tenía que convencer a mi padre de que me entrenaran para cazar huli jings y así demostrar a mi prometida que sí podía ser digno de ella.

Salí de mi habitación para ver el jardín con la tenue luz del anochecer, que desde pequeño me hacía sentir mejor en los momentos de contrariedad. Mirando los tres árboles de duraznos que florecían en el centro del jardín, caí en cuenta de que realmente me estaba haciendo demasiadas ilusiones, no era tan fuerte ni para subir a un árbol sin caer antes de llegar a las ramas. Probablemente no podría ni levantar una espada o tensar un arco.

Inmerso en mis cavilaciones, seguí caminando y entré a la casa por un momento, sólo para decidir ir a la parte del frente, donde se encontraba la puerta principal. El destino fue quien me mandó allí, pues a los pocos instantes me sorprendió el aumento en el murmullo de las voces de la calle, que se convirtió en exclamaciones de miedo y caos.

Con cautela, abrí la puerta para ver qué era lo que sucedía. Al principio no noté a ninguna persona, pero las voces se acercaban, no debían estar muy lejos. Estuve a punto de cerrar la puerta cuando una especie de sombra brillante cruzó frente a mí. Un gran zorro de nueve colas, de pelaje negro acendrado.

Quedé asombrado por él, era la primera vez que veía en la realidad a un ser mágico, y justo me tocaba tener frente a mis ojos al zorro negro.

¹ Jie (姐) viene de "jiejie" (姐姐) que significa "hermana mayor", se usa entre conocidos para dirigirse a una mujer un poco mayor a uno mismo.

² Mei (妹) tiene el mismo uso que jie, pero en este caso es para una mujer de menor edad, ya que viene de meimei (妹妹) que es la hermana menor.

³ Xiong (兄) es una forma de dirigirse a un hombre de la misma o ligeramente mayor edad, el significado también es "hermano" pero de una manera un poco menos formal, tirando más a "amigo".

De ser posible, tomen captura o anoten lo anterior porque son palabras que verán constantemente a lo largo y ancho de la novela. ✍️
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Por cierto, Huā Guān Wǔ Shén y Xuè Yǔ Tàn Huā son estos chicos de la imagen, Wan Zi Wu los llama por sus títulos porque son dioses y en el contexto de las creencias chinas hay que tratarlos con mucha reverencia, pero sus nombres reales son Xie Lian y Hua Cheng.

La novela en la que aparecen es La bendición del oficial del cielo, de Mo Xiang Tong Xiu.

Así que en esta historia, todos los personajes son de religión HuaLianista (⁠。⁠•̀⁠ᴗ⁠-⁠)⁠✧

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