Epílogo


Nota Importante: Si ven todo lleno de números y simbolitos extraños, es que a Wattpad no le gustan los acentos y las eñes. A los hispanos nos va mal jajaja.



EPÍLOGO


Volví a la enfermería como Madam Pomfrey me indicó, ya que lo último que necesitamos es que nos resten puntos por no hacerlo y que Slytherin vuelva a tener la copa. Jamás permitiré que eso pase. Estoy sentada en la camilla, leyendo una de las tres tarjetas que me enviaron para que me mejore. La primera es de tía Bella, que de alguna manera se enteró de lo sucedido y me desea felices vacaciones. Esa mujer es increíble. La siguiente es de Cedric. ¡Qué amor! Me la envió ayer, al parecer, pero recién ahora la veo y me siento mal por no haberle agradecido cuando nos encontramos hoy. Luego le explicaré.

Cuando estoy por leer la tercera tarjeta, Madam Pomfrey vuelve con una tabla con mis resultados y un gesto aprobador en la cara.

—Muy bien, señorita Blair, parece que pronto estará en óptimas condiciones —dice con una sonrisa—. Espero que su madre no esté muy preocupada, no me gustaría tener a una Alesia Black enojada por aquí.

—A mí tampoco —admito—, pero quédese tranquila de que no estará preocupada.

Alguien golpea la puerta, y Neville abre, asomando la cabeza tímidamente.

—Perdón...

—Pasa, pasa. —Madam Pomfrey parece estar de un excepcional buen humor. —Señorita Blair, ¿sabes si el señor Potter vendrá?

—Seguramente —me apresuro a decir—. Creo que ahora tiene que hablar con Dumbledore. —Mi mentira la convence, y se va a su oficina para dejarnos solos.

—Leyla...

—Neville, no sabes cuánto siento que te hayamos hecho eso —digo antes de que pueda decirme nada.

—No, no, fue importante. Estuvo bien que lo hicieran, no sabía que iban a hacer algo tan genial.

—Sí, no sabes lo genial que fue combatir a un troll. Y casi morir asfixiada por el lazo del diablo. Y correr peligro de que unas piezas enormes de ajedrez me hicieran añicos. Etcétera, etcétera.

Él sonríe.

—En realidad creo que fuiste muy valiente —dice, sonrojándose—, al salvar a Harry y a Hermione y enfrentarte sola a ese troll.

—Y tú te enfrentaste a nosotros —le recuerdo—. No hay nada más temible que nosotros —le digo con una sonrisa—. Te voy a extrañar, Neville.

—Yo también. Te invitaría a mi casa en las vacaciones, pero... no es exactamente lo mejor.

—Tranquilo, mi casa es un infierno. Jamás te pediría que vinieras, no soy tan mala. Eso sí, Barbas y Trevor podrían pasar un tiempo maravilloso escapándose juntos.

Ambos reímos de solo recordar cuando nos conocimos a principio de año en el andén 9 3/4. Parece tan lejano... Han pasado demasiadas cosas desde entonces. Neville se despide porque tiene que hacer su baúl, y antes de leer mi última tarjeta me quedo pensando en las cosas sucedidas en este primer año en Hogwarts. Justo cuando pienso en mis desventuras amorosas alguien vuelve a tocar la puerta y no espera a que lo deje entrar. Como si hubiera sentido que pensaba en él, George Weasley acaba de aparecer en la enfermería.

—Hola —digo, notando que hace muchísimo que no hablamos. Ya creo haber perdido la naturalidad con la que conversábamos antes.

—Hola —dice—. Tienes razón, sé que estás pensando en que los últimos días no pasamos mucho tiempo juntos, pero vengo a compensarlo. —Mi corazón da un vuelco. ¿Compensarlo? ¿A qué se refiere con eso? —Eres genial, Leyla. Sin ti no hubiésemos podido ganar la copa.

—Tampoco es para tanto.

—Pero es cierto. Luego dime cómo venciste al troll, porque necesito nuevas tácticas para sobrevivir cuarto año.

Es la primera vez en bastante tiempo que río junto a él, y se siente bien. Cruzo las piernas en la camilla y lo invito a sentarse en la otra punta.

—¿Y esas tarjetas?

—Secreto. —Me llevo un dedo a los labios y pongo la mejor cara de "soy Madam Pince". —Y... ¿qué es de tu vida?

Sus ojos se iluminan.

—Te quería contar algo —dice—, pero no quería que fuera nuestro primer tema. Pero como ya lo sacaste...

—Vamos, suéltalo.

—Bueno... Viste que yo estaba saliendo con una chica, ¿verdad?

Oh, no otra vez. Ya había superado este tema.

—Ah, sí. Laura, ¿no? O Lauren, algo así.

—Lauren —confirma él. Como si yo no supiera...—. Corté con ella, al fin. Ya sabes, a mí me gusta otra.

Mi corazón se acelera, pero le ruego que se calme. Lo único que falta es que salga volando de mi pecho y rompa la ventana. Dudo que alguien vaya a recogerlo más tarde, por lo que sería un magnífico aperitivo para el calamar gigante.

—Estuve con ella nada más por... Bueno, por presión, más que nada. Puedo confiar en ti, ¿verdad? —Yo asiento fervientemente, y mi corazón acelera aún más. —Corté con ella también porque hasta hace poco no sabía que cierta otra chica estuviera enamorada de mí.

Me pongo roja de la vergüenza. ¿Cómo lo supo? ¿Quién me traicionó? Sospecho inmediatamente de Draco. Quizás fue su venganza por haberlo derrotado. Ja, no soporta no ganar. Si es así, tomó una muy buena revancha.

—Ah, ¿sí?

—Sí. Una chica con la que me llevo muy bien, y somos buenos amigos. La paso muy bien con ella.

George, por favor, ¡deja de dar rodeos!

—En ese caso —digo yo, antes de que siga—, yo creo que deberías decírselo. Ya sabes, directamente. —Hago una pausa. Como no dice nada, insisto. —De manera clara. Que se entienda bien.

—No es tonta.

—Pero puede llegar a tener muy poca confianza en sí misma —digo. ¿Tanto le cuesta decírmelo en la cara? ¡Si sabe que me gusta, está en camino seguro!

—No, para nada. Es muy segura de sí misma. Es decidida y valiente. —Me sonrojo, aunque no me está mirando, tiene ojos soñadores y mira hacia el techo. —Tiene fuerza de voluntad, es... —Suspira. —No lo sé, simplemente estoy enamorado de ella.

Otra vez entro a la fase de cara de tomate. Si fuera pelirroja como él, no se distinguiría mi rostro del cabello, como sucedió con Ron en el Gran Salón. Y es posible que ahora mismo mi cabello esté cambiando de color...

—Insisto, George. Debes decírselo. Pero antes —digo, levantando una mano para que no me arruine el momento de decisión— debo decirte algo. Sobre mi persona especial.

Por favor, qué feo que suena eso. ¡Corten! Me encantaría poder hacer esta escena de nuevo sin mis odiosas interrupciones.

—Adelante —dice él.

Abro la boca para declararme finalmente, sin rodeos, sin escondites. Solamente George y yo... y la verdad. Luego de enfrentarme a ese troll puedo con cualquier cosa.

—Me... No, de veras creo que hablo demasiado. Esta vez deberías empezar tú. —Él niega con la cabeza. —Sí, en verdad lo creo. Vamos, ¿qué es lo que puede pasar si me entero?

—Tienes razón. Escucha —dice con entusiasmo—, te lo diré. Es... —Mi corazón seguramente, ahora sí, saldrá volando por la ventana. —Angelina.

No me aguanté toda esta escena incómoda para esta enorme decepción. Por suerte me faltan las fuerzas, sino ya le hubiera pegado un puñetazo en la cara.

—¿E-en serio lo dices? ¿Angelina Johnson?

—Sí —dice él con una sonrisa—, y no sabes lo feliz que me siento de que al final lo sepas. Estoy contento de haberlo podido decir, pensé que jamás le contaría a nadie. Pero dejemos de hablar de mí, ¿quién te gusta a ti? ¿Quién es tu persona especial? —dice, usando mis palabras.

—Cedric —respondo de inmediato, sin pensarlo—. Cedric Diggory. —Me aferro a la tarjeta que me envió y él la mira.

—¿Él?

Parece decepcionado. Ojalá él fuera capaz de sentir mi dolor, ojalá estuviera sufriendo...

—¿Te gusta? ¿Estás segura?

—No sé si sea mi gran amor... Pero, sí, me gusta; es muy atractivo, y una excelente persona, y siempre quiere ayudarme. Y juega al Quidditch.

—Conozco mejores jugadores de Quidditch para ti —dice, y yo lo miro con desconfianza. ¿Ahora se recomendará a sí mismo?—. Harry, por ejemplo. Oh, diablos, ¡incluso mi hermano! Cualquiera menos Diggory, Leyla.

—Ya sabes bien que Fred está con Dala, y no estoy segura de si la está engañando con Lauren.

—Yo estuve con Lauren, y quisiera ahorrarle el dolor de cabeza a Fred. Fue un grave error. Como sea, ¿estás segura, Leyla?

—Sí. —Suspiro—. Estoy completa y locamente enamorada... de él.

Ambos miramos el suelo blanco y esterilizado de la enfermería. Luego de un largo suspiro levanto la vista, y él me imita.

—Bueno, supongo que luego me contarás cómo progresa tu, eh, esto... lo que sea con Cedric.

—Y tú me contarás sobre Angelina, supongo.

Él asiente.

—Nos veremos, no te preocupes —me dice, y la tensión se alivia un poco—. Ron seguramente te invitará a casa en el verano y podremos jugar al Quidditch o algo por el estilo.

—Sí, claro —digo, aún resentida, tratando de disimular la gran decepción—. Será genial.

—Por supuesto. Este... nos vemos, Leyla.

Se va de la enfermería, y yo me quedo con un "Adiós... amigo" en la punta de la lengua.

...

En el expreso de Hogwarts estoy en el compartimiento con Harry, Ron y Hermione. Neville hace rato que se fue tras Trevor, pero no me sentía con fuerzas de ir a ayudarlo. A pesar de que estoy algo triste por lo de la enfermería, decidí que eso no arruinará mi verano. Tengo amigos incomparables y una única experiencia, y ahora puedo decir que al fin logré ganar nada menos que cincuenta puntos para Gryffindor. Supongo que un par de cartas con tía Bella arreglarán todo lo malo que pueda llegar a pasar estando en unos reducidos metros cuadrados con toda mi familia, furiosa porque Ravenclaw no ganó y Gryffindor sí.

Pensando en Bella me acuerdo que tengo aún una tarjeta sin leer. Está arrugada porque la tenía en la mano cuando George entró a la enfermería, pero además de eso no tiene nada extraño. La abro y comienzo a leer.

Leyla:

Sé que quieres saber la verdad, pero no fui capaz de contártela. Aún no he podido contarte todo sobre tus poderes, sobre el origen de ellos, sobre tu origen... Espero que el año que viene podamos encontrarnos sin mayores problemas. Tienes derecho a saber la verdad.

Recupérate pronto.

No está firmada, pero sé bien quién la envió. Snape. Si hay algo seguro es que este año no será nada comparado a lo que está por venir.



....................


NOTA FINAL Y AGRADECIMIENTOS:

¡Hola lectores Leyláticos! (no, eso no existe, pero se me ocurrió recién).

Nuestra querida Leyla ha terminado su primer año en Hogwarts, y quiero agradecer a todos por acompañarnos a ambas en este viaje. Es el primer fanfic que terminé (el One Shot de Romione no cuenta), y también la primera novela, y estoy muy feliz de poder compartirla con ustedes. Tuvo una muy buena acogida la historia, y ustedes fueron los que me impulsaron a seguir y llegar al final. ¡Muchí­simas gracias!

Y, gracias a ustedes, también empecé la segunda parte, que está disponible en mi perfil, llamada "Leyla y la Cámara Secreta". No olviden agregarla a sus listas de lectura.

También les agradezco por votar y comentar, ya que ayuda a que la historia crezca y llegue a más lectores que pueden disfrutarla. Además, es una linda muestra de gratitud, ya que no les pido nada más :)


Y por último, aunque no es menos importante, quiero saludar y despeinarles el cabello a las siguientes personitas que conocí­ gracias a Leyla:



@reads_books (superwholock_125), una lectora tan fiel y constante como la mismísima Barbas de Merlí­n <3 (Jajaja, perdón Dala, te comparé con una lagartija). Ella fue la inspiración para Dala Henderson.

ImIndependent, a quien inspiré para "Dana Lupin y la piedra filosofal" (jajaja me hago la importante). Suerte, linda, y vuelve a Wattpad cuando quieras. :)

odiandomundis: Técnicamente creo que la conocí­ por su fic, "La hija de Voldemort" (recomendado para todos ustedes, es gracioso, la protagonista es toda una badass y tiene muuuuuchos capí­tulos), pero ella también vino a leer el mí­o. ¡¡Kat, te adoro!!

RipleyWylde, que aunque no le gusta Harry Potter me dijo que el fanfic era bueno y me animó a seguir. Y fue mi primer comentario. Gracias <3 (Lectores queridos, si no la conocen tienen que ir YA mismo a su perfil, porque se están perdiendo de cientos de historias maravillosamente perfectas y asdfghjklñ <3)

CalafWagner, que siempre me apoya y me ayuda con las portadas ;)

NaiiPhilpotts, porque soy su mini Rowling y ella es mi madrina de letras.

MadeInSevilla, por la imagen que me regaló.

nepaca13 por comentarme cada capítulo tan asdfghjklñ-mente con besos unicorniales (vos me entendés).

Y a todos ustedes, mis hermosos, por leerme. No serí­a nada sin mis pequeños fans.


¡Saludos y nos leemos pronto!


Madame Weasley.

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