capitulo 26.

Pov Afrodite:

Despues de que todos volvieramos de una buena comoda y unas horas de tranquilodad,regresamos a nuestros lugares para seguir la lectura.

Hestia pregunto amablemente.

-¿Quien quiere leer?-pregunto.

En eso levante mi mano.

-Yo querida-dije tomamdo el libro.

-Capítulo 14: Smooth Sailing- lei mientras sonreia.

Tántalo nos condenó a Tyson y a mí a fregar platos y cacharros toda la tarde en el sótano con las arpías de la limpieza. No es que nos cause mucha molestia, pues cada vez que le hacemos recordar sobre los cereales, vale cada segundo.

-Al menos sufre cuando se lo recuerdan-dijo hestia.

Los semidioses que estaban ahi le daban la razon.

Sin contar además que, al lavar la vajilla con el vapor de agua a alta temperatura, eliminaba todo germen que las arpías combatían arduamente todos los días. Al terminar esa tarea, ellas estaban prácticamente rogando a que me dedique a acompañarlas a lavar los platos todos los días.

"Mas les vale que no"pensaron las chicas jackson celosas.

Toda la sala reia a sus espaldas por los tan notorios celos.

Tan solo agradezco a Caos que, tanto Clar como Tia aparecieron para rescatarme antes de que ese grupo fanático de la limpieza me secuestrase.

-Bien-dijo Thalia y Reyna.

Las demas chicas asintieron de acuerdo.

Luego de que mis amadas esposas me rescatasen de las garras de aquellas frikis de la vajilla, pude aprovechar y pasar tiempo con ellas mientras que Tyson se fue a la forja. No solo disfrutamos los tres un momento en la playa, sino que también tuve la oportunidad de contarles sobre los sueños donde Grover salía, lo que había encontrado, donde se hallaba y con quien. Pero dejando de lado el hecho de que fuese travesti por el momento. Quería que fuese una gran sorpresa para todos.

-NO SOY TRAVESTI-dijo grover sonrosado.

Todos se reian de el.

-Ya no lo nieges grover tu AMAS los vestidos-dijo clar riendo.

Juro que voy a recordar hasta el día en que me muera las caras de todos cuando lo vean con ese vestido blanco de novia.

Grover se lamento por las risas que surgian y queria matar a percy su gran amigo.

-Si realmente lo ha encontrado, y si pudiéramos recuperarlo…- murmuraba por lo bajo Clar, tratando de hallar una forma de poder obtener una misión.

-Es el Vellocino de Oro, Clar. Si lo que me dijo sobre Polifemo y las ovejas carnívoras, entonces es una certeza que lo ha hallado por error. Después de todo, por lo que leí, los sátiros son atraídos por el- como insectos a una lámpara.

Grover miro mal al libro.

Eso me hace acordar que, una vez que saque a Thals del pino, ponga esa cosa en una de las ramas más altas. No quiero pasar por allí, y ver que todos los días los sátiros estén manoseándolo.

-Que considerado-dijo sonrojada.

-Percy, te acuerdas de lo que me contaste sobre las Hermanas Grises? Dijiste que Tyson te había pasado un papel con coordenadas. Y estoy más que segura que son para localizar el Mar de los Monstruos- y no te equivocas Tia…

-Nunca me equivoco querido-dijo Hestia.

-De hecho, luego de que nos asentamos en mi cabina con Tyson, me dediqué a localizarlo en un mapa planisferio. Ahora, imaginen mi sorpresa al saber que el mítico Mar fue transportado hacia el Triángulo de las Bermudas. Aunque eso explicaría muy bien las desapariciones de todo tipo de transporte, ya se aéreo y marítimo- manera de ocasionar problemas Circe, con su manía de transformar a los hombres en animales.

-Mas le vale que no te toque-dijo Sally/Clar.

-Lo que significa que, si deducimos alguna forma de ir en una búsqueda…- vas por el buen camino de pensamiento Clarisse.

-…Podríamos curar el árbol de Thalia con el Vellocino- cosa que ya no puedo seguir aguantando más, quiero tenerla en mis brazos.

Thalia se sonrojo al sentir la mirada de las otras chicas.

Al igual que Reyna e Hylla. Me estoy volviendo loco sin poder tenerlas cerca.

Ellas sonrieron.

Me pregunto si, midiendo bien los tiempos, podría tratar de ver a Piper…tendré que revisar bien el diagrama de viaje que he hecho para la búsqueda.

Piper sonrio al ver que queria verla.

-Y reforzaría también las fronteras del campamento, Percy. Pero el Vellocino de Oro lleva siglos perdido; montones de héroes lo han buscado sin éxito- eso sucede porque no tenían a una cabra travesti como amigo, si lo hubiesen tenido…sería otra historia.

-HEY-Dijo grover ofendido.

-CALLAR-dijo hestia.

Nadie dijo nada mas.

-Pero Grover lo ha encontrado. Salió en busca de Pan y ha encontrado el Vellocino de Oro, porque los dos irradian magia natural. Lo que significa que, si nos hacemos de él, lograremos dos objetivos sin habernos dado cuenta. Curar el pino junto a sus barreras y, recuperar a G-man- sin contar también a Thalia.

-Y si es una trampa? – bueno, se supone que el optimista depresivo en esta línea del tiempo soy yo Tia, no me robes el trabajo por favor querida…

La mencionada hizo un puchero.

-Teniendo en cuenta que el árbol de Thalia fue envenenado por una toxina procedente del Tártaro, lugar donde mi queridísimo abuelo está vacacionando. Abuelo que está relacionándose de lo más bien con su bisnieto Castellan, quien se convirtió en un traidor por una rabieta. Con la cual, al decírmela, dejó muy en claro que le importaría una mierda matar a cualquiera que se le ponga en su camino- sin contar además a Chase y mi amadísima bisabuela.

Todo el consejo de olimpico se tenso.

Al final de todo somos la familia Ingalls de la mitología…

Atenea nego con la cabeza ante esa logica.

-Vale, vale. Ya entendimos Percy, no hace falta que te hagas el sabiondo, o no habrá más galletas para ti…- NO! ESO NUNCA!

Todas sonrieron ya sabian que hacer para que el haga lo que ellas digan.

Parece que lo que pensé se manifestó también en mi cara, pues estaban rodando en el piso, riéndose de mi desgracia, a lo que tan solo respondí de la manera más madura posible. Les saqué la lengua y, cruzándome de brazos me volteé.

Que sensible-dijo demeter.

Cosa que no debí hacer, pues fui derribado al suelo y allí aprovecharon para atacarme a base cosquillas y besos. Rogando para que se detengan por lo primero y devolviéndoles gentilmente lo segundo. Tan solo faltaban Reah y Christian aquí, y me sentiría más completo. Pero no debo dejar que la tristeza se note en mi cara, por lo que continúo sonriendo por la felicidad que tienen en sus bellos rostros.

Las chicas mencionadas suspiraron y pensaron "estupido",pero sabian que no cambiaria.

En la fogata de aquella noche, la cabaña de Apolo dirigía los cantos a coro. A pesar del ataque de los pájaros de Estínfalo, el humor que había en el ambiente del campamento, no era tan ameno. Me hallaba sentado en las gradas de piedra, admirando el cántico afinado del niño de mi cuñado, cerrando los ojos, y por un momento dejándome llevar, olvidando por unos minutos todos rastro de preocupación que inunda mi cerebro.

Possy suspiro ante eso.

No pude evitar esbozar una sonrisa al saber que, si alguien llegaba a descubrir ese pequeño reproductor de música que había dejado en una de las ramas del pino de Thals, estaría preguntándose cómo demonios llegó allí. Al menos sé que, hasta que regrese con el Vellocino, estará escuchando toda la discografía de Green Day que ha salido hasta ahora.

Ella sonrio encantada.

Porque después de todo, su felicidad está sobre la mía. Al igual que con las demás.

Ellas sonrieron.

Dionisio se retiró temprano. Tras aguantar unas cuantas canciones, farfulló que hasta las partidas de pinacle con Quirón eran más divertidas, le lanzó una mirada desagradable a Tántalo y se encaminó a la Casa Grande. Eso me hizo liberar un suspiro, al menos el idiota se había dado cuenta de lo insoportable que era el raquítico.

-No soy un idiota-se quejo.

Possy y tia hablaron.

-Callate y deja leer-dijeron.

Cuando hubo sonado la última canción, Tántalo, para la desgracia de todos los presentes, exclamó:

-Bueno, bueno! Ha sido precioso! – si tú lo dices…

Echó mano de un malvavisco asado ensartado en un palo y se dispuso a hincarle el diente en plan informal, pero antes de que pudiese tocarlo, el malvavisco salió volando. Tántalo intentó atraparlo a la desesperada, pero el malvavisco se quitó la vida arrojándose a las llamas.

Llamas que curiosamente estaban siendo controladas por una inocentona Hestia. Juro que esa carita de angelito me provoca una mezcla de ternura, para comérmela a besos, y un terrible escalofrío, a sabiendas que va a hacerle la vida imposible al preso.

Ella se sonrojo al maximo y caSi se desmaya.

Él se volvió hacia nosotros con una fría sonrisa. Bah...! A lo que podríamos catalogar como una "fría" sonrisa. Después de todo, ni siquiera entra en el top diez de la gente que conozco.

Grover nego con la cabeza por el comportamiento de su amigo.

-Y ahora, veamos los horarios de mañana- genial…como si no tuviese algo más interesante que hacer como para ponerme a escucharte decir sandeces. Incluso escupir sangre me parece más entretenido ahora.

Las chicas jackson se tensaron.

-Oye idiota! – al carajo los modales contigo, si no respetas a la gente, ni esperes que te retribuya con educación.

-Tiene razon-acepto sally.

Le entró una especie de tic en el ojo. Lo cual nos sacó una sonrisa a todos los presentes.

-Nuestro pinche de cocina tiene algo que decir? – Uff…que difícil pregunta. Si tuviese a mano aquellos gloriosos libros que hice junto a Leo en donde pusimos todo nuestro empeño en defenestrar a quienes nos caían mal…estaría hablando durante tres horas seguidas…

Pero me imagino que no me preguntó por eso. Una lástima.

-Hay una idea para salvar el campamento – comenté esta vez, cambiando la sintaxis de la oración, pues si señalaba a Clar, no le darían la misión.

-Sí, claro. Bueno, si tiene algo que ver con carros…- juro que Tia está aguantándose las ganas de llevar su mano a la cara para demostrar así su disgusto por el idiota que está frente nuestro.

Tia bufo ante el estupido que era tantalo.

-El Vellocino de Oro. Se encuentra en el Mar de los Monstruos y con él, podremos curar el pino de Thalia- respondí, obviando las petulantes ideas sobre carreras de carros que lo tienen tan emocionado.

-Tonterías. No necesitamos ninguna salvación- seguro Tántalo, lo que tú digas…

Zeus estaba enojado.

-Cuando pones el "mos" en tu oración, te refieres a ti y tu flaco trasero? – oí murmurar a Tia, a lo que tuve que morderme la lengua para no reírme.

Todos se reian.

Todo el mundo lo miró fijamente hasta que empezó a sentirse incómodo.

-Además, el Mar de los Monstruos? No parece una pista muy exacta que digamos; no sabrían ni por dónde empezar a buscar- claro, porque tú eres un eximio navegante, tarado.

-POR ESO IRA MI HIJO ESTUPIDO-grito possy como si fuera logico.

-Cualquier persona con dos dedos de frente sabría perfectamente que el Mar de los Monstruos se caracteriza por presentar desapariciones de todo tipo de transporte junto a su tripulación. Lo cual, si lo trasladamos a algo similar para los mortales, nos daría el Triángulo de las Bermudas, el cual presenta las mismas características…Claro, obviamente sin contar que antes de llegar aquí las Hermanas Grises, quienes están relacionadas con los Sinos, me dieron una serie de coordenadas geográficas que, curiosamente me indican ese lugar. Por lo que debemos de emprender una operación de búsqueda! - quieres que te haga un dibujo Tántalo? Porque estoy hartándome con tu actitud, quiero irme ya!

-Vete y cura a mi hija-dijo zeus visiblemente enojado y tenso.

-Un momento- demasiado tarde Tántalo, ya planté la semilla.

Todos los campistas se pusieron a corear:

-Una búsqueda! Una operación de búsqueda! -

Tia también se propuso a ayudar con la moción, pues las llamas se alzaron aún más.

-No hace falta- insistió Tántalo.

-Una búsqueda! Una búsqueda! – je je, jaque mate imbécil.

-Está bien! Quieren que autorice una operación de búsqueda, mocosos? – no, que te parece?

-IDIOTA-dijo zeus.

-Sí! – unísonamente resonó en el campamento.

-Muy bien. Daré mi autorización para que un paladín emprenda esa peligrosa travesía, recupere el Vellocino de Oro y lo traiga al campamento, o para que muera en el intento- sí, sí, lo que sea, pero que sea rápido el trámite.

El corazón se me hinchaba de emoción nuevamente en esta línea temporal. No permitiría que mi familia sufriese, no mientras aún pueda ser un dolor de cabeza para los traidores que tienen los días contados. Nada me detendría.

Hermes sintio pena y tristeza por su hijo.

-Permitiré que nuestro paladín consulte al Oráculo. Y que elija dos compañeros de viaje. Creo que la elección es obvia. Ese paladín tiene que ser alguien que se haya ganado el respeto de todos, que haya demostrado sus recursos en las carreras de carros y su valentía en la defensa del campamento. Tú dirigirás la búsqueda…Clarisse! – bien hecho querida, te lo ganaste, después de todo tú cruzaste la meta. Sin contar que fuiste tú quien acabó con ese toro de Cólquide.

Clar sonrio orgullosa.

El fuego chisporroteó con un millar de colores diferentes. Tia demostraba que estaba feliz por su amiga, sí dije amiga, y con ello lo demostraba en la fogata. La cabaña de Ares empezó a patear el suelo y estalló en vítores:

-Clarisse! Clarisse! -

Ella se puso en pie, atónita. Pasé mi mano por su espalda y le sonreí, dándole a entender que se relaje y que haga lo que mejor le parezca. Tragó saliva y su pecho se hinchó de orgullo.

-Acepto la misión! – bien hecho amor.

Los de Ares la vitorearon aún con más fuerza. Chase protestó, pero esta vez los demás campistas de Atenea no se sumaron a su protesta. Después de todo, la última vez Clar había vuelto sana y salva, lo cual era un gran punto a su favor. Incluso para sus contrapartes de la cabina seis.

-Silencio, mocosos! – oh no…aquí vamos de nuevo con la tristísima historia de su vida.

-como si nos importara-dijo Tena y Hestia.

Su tono me dejó pasmado a los más jóvenes.

-Siéntense! Y les contaré una historia de fantasmas- oh genial…espero no dormirme a los dos minutos.

-Érase una vez un rey mortal muy querido por los dioses. Ese rey incluso tenía derecho a participar en los festines del monte Olimpo. Pero un día trató de llevarse un poco de néctar y ambrosía a la Tierra para averiguar la receta, y entonces los dioses lo castigaron. Le cerraron la puerta de sus salones para siempre! Su propia gente se mofaba de él, incluso sus hijos le reprendían su acción. Sí, campistas, tenía unos hijos horribles. Chavales como… vosotros! –

La cagaste, seamos sinceros Tántalo. Eras de lo más feliz y la cagaste magníficamente. Agradece tan solo que no fue Arty a quien mandaron, o si no ni siquiera estarías aquí.

-Como si eso fuera posible-dijo ella.

-Pues que lastima-lamento Tia.

Señaló con un dedo encorvado a unos cuantos de la audiencia, yo entre ellos, por supuesto. A lo cual tuve que reprimir una sonrisa burlesca.

-Saben lo que les hizo a aquellos niños ingratos? Saben cómo se vengó de los dioses por aquel castigo tan cruel? Invitó a los Olímpicos a un festín en su palacio, para demostrarles que no les guardaba rencor. Nadie notó la ausencia de sus hijos, y cuando sirvió la cena a los dioses, mis queridos campistas, adivinan lo que había en el guiso? -

-estupido-mastullo hera.

En serio Tántalo, apúrale con el cuento que me estoy durmiendo. Es más, Tia ya lo hizo, a lo que aprovecho y la deposito en mi regazo para que esté más cómoda. Abrazándome instintivamente.

Tia sonrio algo sonrojada.

-Ah, los dioses lo castigaron en la vida de ultratumba. Vaya si lo hicieron; pero él también gozó de su momento, no es verdad? Sus niños no volvieron a replicarle más ni tampoco a cuestionar su autoridad. Y saben qué? Corren rumores de que el espíritu de aquel rey mora en este mismo campamento, a la espera de una oportunidad para vengarse de los niños ingratos y rebeldes. Así pues…alguna otra queja antes de dejar que Clarisse emprenda su búsqueda? –

Juro que estoy tentado a preguntarle si la policía sabía que los de asuntos internos les tendían una trampa, pero sin la presencia de Leo o Nico era bastante solitario hacer esa clase de chistes. Creo que voy a tener que ponerme de acuerdo con los Stoll para luego hacerle muchas bromas a Tántalo mientras yo no esté.

Tántalo le hizo un gesto con la cabeza.

-El Oráculo, querida. Vamos-

Clar se removió inquieta, como si ni siquiera ella deseara la gloria si había de ser el precio de convertirse en su mascota. A lo que tomé su mano y la apreté suavemente, dándole nuevamente mi apoyo para que vaya.

Ella me esbozó una torpe reverencia y se apresuró hacia la Casa Grande.

-Y tú, Percy Jackson? Ningún comentario de nuestro lavaplatos? - preguntó Tántalo, a lo solo le respondí con una sonrisa lúdica.

-Oh…Tan solo quería estar seguro de una cosa…La moraleja de tu historia es que, no hay que ser un cabronazo con quienes te dan una mano? O no jugar con fuerzas divinas si no tienes fuerza suficiente para resistir? O la comida hecha a partir de tus hijos no es buena para los comensales? –

Todos se reian aunque esa comida fue la peor que pudieron tener.

Pude ver como su cara se transformaba en una de total furia. Pero también vi un pequeño destello de dolor por mis palabras. No es como si me importase demasiado, pero saber que se da cuenta de la idiotez que hizo y lo condenó, le da un plus.

Con eso hecho, él hizo un gesto con la mano y la hoguera se extinguió. Los campistas desfilaron en la oscuridad hacia sus cabañas.

Terca.

-Es Clarisse-dijo segura Tena.

Empedernidamente terca.

-Sip es clar-acepto Thalia.

Clarisse por su parte se sonrojo.

Esa era la definición que tenía para Clar luego de que la momia le dijo la profecía sobre la búsqueda y, ella quería que fuese junto con ella. No podía explicarle toda la situación pues simplemente me replicaba diciéndome que tan solo yo no quería ir con ella, que la despreciaba.

-CLAR COMO PUEDES PENSAR ASI-grito bianca.

Esta por su parte bajo la cabeza avergonzada.

A lo que tuve que sentarla y hacerle recitar una y otra vez lo que el Oráculo le había dicho. Hasta que se dio cuenta que, si yo iba con ella, ambos nos perderíamos, que la mejor opción era que ella vaya primero con un grupo de suma confianza, y yo siendo hijo del mar iría atrás de una manera u otra a rescatarla. Porque mal que le pese, eso tenía que ocurrir.

Tena asintio deacuerdo.

Finalizando la discusión, pasamos al momento en que ella empezó a pedir disculpas una y otra y otra y otra vez, a lo que respondía simplemente que no se hiciese problema. Que tan solo sepa que nunca la despreciaría. Decir que me abrazó casi tan fuerte como Tyson era el eufemismo de la semana.

Se sonrojo pero sonrio al saber que a el no le importaba que le diera muestras de afecto.

Cuando volví a mi cabina, me detuve antes de acostarme y me propuse a decirle a mi hermano que nos fuésemos a preparar, pues íbamos a partir unas horas después de que Clar y su grupo saliese en dirección del Mar. Al principio me miró extrañado, pero tan solo duró unos segundos, regalándome una sonrisa similar a la de un infante y sacudió la cabeza afirmativamente. Luego de eso dejé que descanse pues estaríamos muy ocupados a la hora de irnos y no quería retrasarnos con la presencia de la traidora queriéndose colar.

-Siempre causando problemas-dijo poseidon.

Me levanté de la cama y me puse algo de ropa, saqué una toalla de playa y un paquete de seis Coca—Colas de debajo de la litera.

Salí de la cabaña, pues, y me encaminé hacia la playa. Hora de hablar con mi primo.

-¿Cual de todos?-dijo Apolo.

El cielo se veía despejado y plagado de estrellas. Extrañaba esos momentos que Zoe me observaba desde lo alto, brillando cada noche, levantándome el ánimo. Incluso esos momentos cuando habían estrellas fugases y les contaba a mis niños que era ella cazando monstruos en el cielo para cuidarnos. Estaba tan perdido en mis memorias que solo respondí cuando Hermes me habló nuevamente:

-Hermoso, verdad? – puede que falte la presencia de mi cazadora, pero el saber que ella está viva ahora mismo lo compensa con creces.

-La noche, la luna y las estrellas siempre son hermosas Hermes. Cómo estás? – pregunté con total naturalidad, a él nunca le agradó que lo trataran con títulos y demás parafernalia.

-Soy un olimpico defectuoso-dijo el.

-Bien, cansado, pero bien. Puedo sentarme contigo? Hace una eternidad que no me siento- no puede evitarlo, tuve que sonreír, el pobre siempre está haciendo los mandados ajenos.

-Eres libre de hacerlo primo, nadie ni nada te detiene-

Él sonrió.

-Tu hospitalidad te honra. Ah, Coca—Cola! Puedo? – adelante, como dije anteriormente.

Se sentó en la otra punta de la toalla, abrió una lata que le lancé y echó un trago.

-Uf, esto es ideal. Paz y tranquilidad en…- no debiste ni haberlo pensado Hermes, siempre te sucede lo mismo…

Hermes suspiro frustrado nunca tenia tiempo para el.

Su móvil sonó en su bolsillo. Sé que se moría de ganas de arrojarlo mar adentro, pero si lo hacía, sabía que al rato tendría que ir a buscarlo.

-se ve que me conoce muy bien-dijo.

Suspiró. Sacó el teléfono, cuando extendió la antena, George y Martha empezaron a retorcerse en el lugar.

Hermes tan solo divisó la pantalla y soltó una maldición. Era gracioso verlo discutir por un regalo de Prometeo que no se pudo entregar por falta de datos, solo para que él los despache con Eris en atención al cliente.

-Bien, dónde estábamos…? Ah, sí. Paz y tranquilidad- casi similar al del ojo de un huracán.

Cruzó las piernas y levantó la vista hacia las estrellas. Si hubiese sido como generalmente charlábamos en la línea anterior, le diría que trate de no mirar con ojos libidinosos a mi Zoe, pero ahora que ella no está ahí, no resultaría.

Ella sonrio.

-Hace muchísimo que no tenía un rato para relajarme. Desde que apareció el telégrafo, ha sido un no parar. Tienes una constelación favorita, Percy? – tenía…

Zoe sonrio aun mas al saber que es importante para el.

-Hmm… me gusta la constelación de Escorpio- en realidad fue mi segunda favorita luego de sacarme la venda de los ojos con respecto al hijo de puta de Hércules.

-Por qué? – bueno…

-En verdad, porque persigue eternamente al bastardo violador de Orión. Hay veces que desearía haber estado en esa época para castrarlo en vez de dejar que Artemisa le haga frente…- en serio lo hago. No pueden imaginarse las veces que me desperté en las noches para tranquilizar a Arty, ella aún se siente mal por no haber podido cuidar mejor a Opis.

Arty sonrio feliz.

Hermes se rio a carcajadas, creo que, de todas las respuestas, nunca se esperó una similar a la que le di.

-En serio le tienes tanta estima a mi hermana, no? – ya lo dije antes, daría voluntariamente mi vida por ella, incluso si ella no me conoce ahora.

Ella se aonrojo pero sonrio.

-Más de lo que piensas…-

-Eres un joven interesante. Y entonces…ahora qué? – podríamos continuar charlando sobre trivialidades, pero sé que ahora no es el momento.

Antes de que pudiera responderle, salió de su bolsillo la voz amortiguada de Martha:

«Tengo a Deméter en la línea dos.»

-Ahora no. Dile que te deje el mensaje- no creo que sea muy buena idea primito.

Demeter fruncio el seño.

«No le va a gustar; la última vez que lo hiciste se marchitaron todas las flores en la sección de envíos florales.»

-Habla con ella Hermes, no hay apuro por el momento, la noche es larga a la luz de la luna. Además no quisiéramos que tu próxima entrega floral sea todo un desperdicio. Por cierto, mándale mis saludos y si es posible que me regale un poco de cereal azucarado mejor- creo que no debí decir la última parte, pues me está mirando con los ojos bien abiertos, casi a punto de salirse de sus órbitas.

Demeter sonrio -Te doy los que quieras-le dijo al libro.

Aunque no me crean, es prácticamente lo único con lo que desayuno aquí por el momento, sin contar las galletas que hacen Tia o mi madre. Ya que son prácticamente las únicas cosas que puedo comer mucho sin que me den ganas de vomitar.

Eso tenso a todos.

Después de varios minutos en donde se oyeron algunos pedidos de mi tía, algunos regateos de precios por parte de Hermes, algunas quejas de George y Martha por la falta de ratas. Ellos terminaron la comunicación. Una pena pues era bastante divertida de ver.

-Ustedes dos, compórtense, o los dejo en modo vibración! Bueno, Percy, todavía no has respondido a mi pregunta. Qué piensas hacer respecto a la búsqueda? - …vaya manera de cambiar de tema…

-Pienso salir luego de unas horas de diferencia con el primer grupo-

Hermes sonrió.

-Conocí una vez a un chico… Mucho más joven que tú. Casi un niño, en realidad- no es que me queje, pero ya estoy harto de historias el día de hoy. Sin ofender Hermes.

George y Martha volvieron a discutir sobre lo que iba a pasar, pero luego de una nueva amenaza por parte de mi primo, ellos se detuvieron.

-Una noche, cuando la madre del chico no miraba, se deslizó fuera de su cueva y robó unas cabezas de ganado que eran propiedad de Apolo- él sigue sin poder creer que un crío le robase sin que se dé cuenta.

Apolo asintio de acuerdo.

-Menudo dolor de cabeza le debió de dar-

-Hmm… no. De hecho, la cosa salió bastante bien. Para compensarle por el robo, el chico le dio a Apolo un instrumento que había inventado: una lira. Apolo estaba tan encantado con la música que se olvidó por completo de su enfado- esa es tu versión de los hechos…la última vez que te escuché tocar algo desafinaste bastante.

-Y la moraleja es…? -

-La moraleja? Cielos, lo dices como si se tratase de una fábula. Es una historia verdadera. La verdad también tiene moraleja?

-Puedes definir realmente lo que es la verdad Hermes? Ahora déjame que te cuente la historia de dos niños. Uno que nació en la luz, mientras que el otro lo hizo en la oscuridad. Los niños pasaron toda su vida sin ver a sus padres, mientras que sus madres se esforzaban inhumanamente para darles todo lo posible-

los olimpicos se incomodaron.

Pude ver como entornaba sus ojos, cruzándose con los míos. Ninguno de los dos compartía en este momento aquel brillo juguetón que nos caracteriza. Son ojos de personas que han visto demasiado. Y es por eso mismo que él decide no interrumpirme.

-El niño de la luz, a pesar de los esfuerzos de su madre, creció rencoroso con el paso de los años, odiando todo aquello que le recordase a aquel padre que nunca vio. Mientras que el niño de la oscuridad, valoró a su progenitora, reconoció el dolor y la angustia, y de ellos aprendió a cómo combatirlo. El niño nunca pensó mal de su padre a pesar de abandonar a su madre. El niño de la luz se corrompió totalmente desde un principio, no por culpa de lo que iba a suceder, sino por propia voluntad. El niño de la oscuridad se impuso ante la pena y decidió que él tenía que brillar por los demás, trayendo así una oportunidad por los venideros-

-Y la moraleja es…? – preguntó él esta vez.

-Nadie nace bueno o malo. Son las decisiones que uno hace a cada segundo de su vida. Desencadenando un efecto mariposa. Adhiriendo un eslabón más de sucesos a cada paso que damos. Somos responsables de nuestros propios hilos, no los Sinos-

Todo era silencio en el gran salon.

Una brisa desde el mar sopló sobre nosotros, envolviéndonos en el salado aroma del mar. Él está recapitulando cada palabra que dije, mientras que yo tan solo pienso en que, si Caos no hubiese aparecido a último momento, el último eslabón de mi vida hubiese sido el filo de Susanoo por mis venas.

"Que bueno que llego"penso possy.

-Ya lo tengo. Los jóvenes no siempre hacen lo que se les dice, pero si logran lo que se proponen y hacen algo fantástico, a veces se libran del castigo. Qué tal? – no está mal ese pensamiento, pero lamento decirte que tanto Castellan como Chase no se librarán de su castigo.

Todos estaban de acuerdo y hermes a su pesar lo aceptaba.

-Si te hace feliz el querer pensar de esa manera, no soy quien para discutirte. Después de todo, te ganaste una lira de Apolo hace tiempo, no? – respondo tranquilamente, tratando de recuperar un poco de ambiente jovial.

Los ojos de Hermes centellearon.

-Martha, me pasas el primer paquete, por favor? -

Martha abrió la boca… y la siguió abriendo hasta que se volvió tan ancha como mi brazo. Eructó un bote de acero reluciente. Era un termo anticuado con tapa de plástico; tenía los lados esmaltados con antiguas escenas griegas en rojo y amarillo: un héroe matando a un león; un héroe levantando por los aires a Cerbero, el perro de tres cabezas…

-No es que me queje de un regalo…pero tenía que ser justo de ese cabronazo? -

-Sabes una cosa, serías perfecto para las cazadoras de Artemisa…odias prácticamente a todo aquel que haya lastimado a una mujer- prácticamente no. Los odio, y no solo por lastimar a mujeres sino también a niños pequeños.

-Mientras no me conviertan en un jackalope o en una mujer, no tendría ningún problema en sentarme a charlar con ellas- lo cual hacía con total naturalidad antes de venir aquí.

"No seria mala idea"penso.

-Bueno, continuando con ese objeto, el uso para el que está diseñado para desatar los cuatro vientos para que te impulsen en tu camino. Ahora no! Y por favor, cuando llegue el momento, desenrosca sólo un poquito la tapa, los vientos son un poco como yo… siempre incansables. Si los cuatro se escaparan al mismo tiempo… Pero bueno, estoy seguro de que andarás con cuidado. Y ahora, mi segundo regalo. George?

George abrió la mandíbula casi hasta dislocarla y expectoró un bote de plástico lleno de vitaminas masticables. Esta vez me comeré la mitad de ser necesario para entrar a la isla de Circe y rescatar a Reyna e Hylla.

-Nueve vitaminas esenciales, minerales, aminoácidos…Todo lo que necesitas para sentirte bien-

Me lanzó la botellita.

-Bueno, gracias. Pero…por qué me ayudas, Hermes? – sé perfectamente sus motivos, pero si no le hago abrir los ojos desde temprano, Castellan seguirá utilizando su carta de niño poseído involuntariamente contra él.

Hermes suspiro.

-Quizá porque espero que puedas salvar a mucha gente en esta misión, Percy, no sólo a tu amigo Grover- Nop, también a mi niña de la guerra, a mi reina amazona y a mi pretora. Y si me es posible, trataré de aprovechar las corrientes para enviarle una carta a Calipso.

Lo miré fijamente.

-No querrás decir… a Luke? – trato decir ese nombre con el menor veneno posible.

Hermes no respondió.

-Dime algo primo…si tu fueses un mortal, y delante de ti hay cinco personas que apuntan con un arma a la cabeza de una hija tuya. Te dicen que la dejaran libre si te matas con un arma que tienes en tu mano, te lo juran por lo más sagrado que tienen. Qué harías tú? –

-Si me lo juran, pues accedería a su pedido…-

Arres nego con la cabeza ante esa repuesta.

-Y quien te dice que ellos acatarán al pie de la letra el juramento? Quién te asegura que no le harán nada a tu hija? Tenías un arma, podrías haberle disparado al que le apuntaba. Podrías haberla salvado y a tu no la hubieses dejado huérfana-

-A qué quieres llegar con ello? –

-Quien nos asegura que Luke accederá a no dañar a nadie más en caso de aceptar sus términos? El ya robó dos símbolos de los tres grandes. Se coló en el campamento y envenenó al pino de Thalia, debilitando así toda barrera que tenía el campamento. Y te aseguro que mientras nosotros seguimos hablando aquí, está intentando reclutar niños que no fueron reclamados por sus padres, jugando con las emociones, y en caso de que no acepten, no los dejará ir indemnes a sabiendas que le han visto la cara-

-El tiene razon-dijo hera.

Callamos nuevamente. El mensaje había sido enviado. Ahora tan solo dependía de él la decisión que tomaría. Salvar a uno y condenar a los demás, o condenar a ese pícaro y salvar a los inocentes.

No pude evitarlo, y me acerqué un poco frente a él, empujando su frente con dos dedos, haciendo que me mire, llamándole la atención. De la misma forma que hice con Silena. Puede que sea mayor que yo, pero eso no me impide darle un correctivo. Puede que no sea uno de mis niños, ni tampoco uno de mis amores, pero él es parte de la familia. Y juré que lo cuidaría. Ya sea de Castellan, o de sus propios temores internos.

Oí la voz de Tyson, que gritaba desde un poco más lejos de las dunas.

-Espero haberte hecho bien el equipaje. Tengo cierta experiencia en cuestión de viajes- eufemismo nuevamente Hermes…

Chasqueó los dedos y aparecieron a mis pies dos petates amarillos.

-Son impermeables, claro. Y si se lo pides con amabilidad, creo que tu padre podría ayudarte a alcanzar el barco- le pediré un barco esta vez, más le vale que no sea tacaño y se haga el sordo, o le diré a Anfitrite que lo haga dormir en la misma habitación que Delfín.

Possy sintio panico.

Sus hermanos se burlaban de el.

-Qué barco? – pregunté como la vez anterior.

Hermes señaló con el dedo el Princesa Andrómeda que estaba atravesando el estuario de Long Island Sound. Sus luces blancas y doradas resplandecían sobre las aguas oscuras.

—Yo en tu lugar me decidiría en los próximos cinco minutos. Que es cuando las arpías vendrán a devorarte; y ahora, buenas noches, primo. Y…me atreveré a decirlo? Que los dioses te acompañen- payaso, suficiente tenemos con tío Zeus haciéndose el misterioso para que vengas a imitarlo.

Estaba contemplando las olas cuando Tyson me encontró por fin. Venía al trote con dos mochilas a cuestas, a lo que pude ver que eran las que dejamos preparadas hace unas horas.

-Y esto? – preguntó con semblante curioso al ver los petates que mi primo me había dado.

Le conté mi conversación con Hermes. Para cuando terminé, ya empezaba a oírse un chillido a lo lejos: era la patrulla de arpías, que habían olfateado nuestro rastro.

-Percy, tenemos que irnos ahora a buscar a tu novia- lo sé, lo sé, no hace falta que me lo recuerdes cada cinco minutos. Después de todo es mi esposa…novia…Agh! Aún me da dolores de cabeza a la hora de utilizar la palabra correcta en esta línea del tiempo.

Recuerdo que cuando era joven, siempre me costaba un montón llamar a mi padre, o rezarle, o como quieran llamarlo, pero, en fin. Ahora me metí en el agua. Esta vez me oiría por su propio bien.

Possy espero que le esperaba.

-Papá, sé que me puedes oír, quisiera pedirte por favor dos cosas. La primera es que nos envíes dos hipocampos para acercarnos a cierto yate. Y segundo, si puedes dejarnos una embarcación a una distancia considerable una vez que terminemos el trámite con la gente del yate. Si me entero que intentaste hacerte el sordo, te mando al frente con tu esposa…sí, puedo pensar cosas que te harían temblar. Así que lo dejo a tu disposición- y te conviene que aceptes, o Anfitrite estará más que dispuesta en hacerte dormir con tu súper amigo Delfín.

Possy se sintio chantejeado.

-Percy…acabas de chantajear a nuestro padre? – Ehhh…

-No como crees-dijo apolo riendo.

-Tan solo diré que hay cosas de las que no estoy orgulloso…- en serio, ni una palabra más.

Al principio, no pasó nada. Las olas siguieron estrellándose contra la orilla como siempre. Las arpías sonaban como si ya estuvieran detrás de las dunas. Entonces, a unos cien metros mar adentro, surgieron dos líneas blancas en la superficie. Se movían muy deprisa hacia la orilla, como uñas de una garra rasgando el océano.

Al acercarse más, el oleaje se abrió y la cabeza de dos hipocampos surgió entre la espuma.

-Tyson! -

-Eh? -

-Vamos! Se nos hace tarde-

Recogimos las bolsas y montamos en nuestros corceles.

-Arre! – exclamé, con Tyson detrás de mí imitándome.

Era una pena que tal hermoso yate estuviese en posesión de un tarado como Castellan, y por más que quisiese dejar salir a flote los genes de pirata, debía de dejárselo para que ciertas cosas sucedan como la vez anterior.

-Cómo vamos a subir a bordo? – me preguntó Tyson, quien no le hizo falta gritar en medio de las olas, pues directamente no nos afectaba de esa manera a nosotros.

Pero no hubo de qué preocuparse. Los hipocampos parecían saber lo que queríamos; se deslizaron hacia el lado de estribor del barco, cruzando sin dificultad su enorme estela, y se detuvieron junto a una escala de mano suspendida de la borda.

-Vamos Tyson, muévete! -apúrate hermanito, quiero meterme ya en una de las suite y dormir un buen rato, que mañana entablaré una amistosa charla con Castellan.

-No podemos llevarnos a Rainbow? – a menos que tenga piernas y pulgares opuestos, no lo creo. Lo siento.

-Lamento comunicarte que nos será imposible. Pero si quieres dile que vaya al palacio de papá, conociéndolo lo más seguro es que te lleve con él al finalizar la misión- lo cual no es mentira, él ira con nuestro padre.

Todos miraron a poseidon.

Tyson se sorbió la nariz y apretó la cara contra la crin del hipocampo.

-Te voy a echar de menos, Rainbow! – menudo problemón por el caballo de mar. Total, lo verá en unos días de nuevo.

La escala conducía a una cubierta de servicio llena de botes salvavidas de color amarillo. Había una doble puerta cerrada con llave que logré abrir rápidamente con una ganzúa que los Stoll me habían regalado luego de darles todo un programa de bromas para hacer sufrir a Tántalo en mi ausencia.

Habíamos pasado por delante de cuarenta o cincuenta camarotes y, luego de hacer todo el ruido posible, todos seguían dormidos como troncos. Podría tranquilamente hacerle un funeral vikingo, digno de Magnus, al yate y ellos ni enterados.

-Tyson, antes de meternos en una de las habitaciones, sácame una duda. Hay monstruos a bordo? – le pregunté con curiosidad fingida, pues lo vi nervioso y quería distraerlo.

-Sí. Hay mal olor- lo lamento por ello hermanito, siempre, junto a Grover, fueron los que olfato más fino tenían del grupo.

-Nivel pájaros de Estínfalo; toros de Cólquide; o Lestrigones? – quisiera ofrecerle más opciones, pero él no ha visto ningún monstruo más.

-Entre los dos últimos. Mal olor. Muy malo- Geez…genial, ahora podemos ir a dormir.

Exploramos unos cuantos corredores más, hasta que dimos en el noveno nivel con una suite vacía. La puerta estaba abierta, pero esta vez no le presté atención. Tan solo advertí a Tyson que no comiese nada proveniente del barco.

Abrimos nuestros petates por primera/segunda vez y nos pusimos de acuerdo en ordenar lo que Hermes nos había brindado: mudas de ropa, artículos de tocador, víveres, una bolsita de plástico con dinero, también una bolsa de cuero llena de dracmas de oro. Claro, todo esto sin contar el paquete de hule de Tyson, con sus herramientas y piezas metálicas.

Cerramos la puerta con llave. Solo por costumbre. En caso de que alguien indeseado pasase por el umbral de la puerta, no podría dar más de dos pasos sin tener al menos un miembro menos. Puedo estar enfermo y muriéndome, pero siempre estoy alerta para cualquier situación.

Al final, me venció el cansancio. Caí dormido…juro que, si volvía a escuchar a Kronos en mi sueño y, justamente interrumpía alguna memoria de mis amadas, le cortaría las pelotas apenas lo vea.

Luego de un breve parloteo por parte de mi querido abuelo y, los desvaríos de mi amigo la cabra travesti, me desperté con el sonido de la sirena del barco y una voz por megafonía: un tipo con mal acento australiano que hacía sangrar mis oídos.

-No soy travesti-dijo grover.

En cuanto estuvimos todos vestidos, nos aventuramos por el barco durante un buen rato, adentrándome en los camarotes y tomando cualquier cosa de valor o utilidad, metiéndolo en la misma mochila que había utilizado el año pasado, la cual tuve que volver a manipular para poder meter más cosas de lo normal. Era bastante reacio a la hora de usar mis poderes divinos, aún no era tiempo para revelarme ante todos como una maldita bengala.

Entonces, al cabo de unos quince minutos, luego de asaltar casi todas las cabinas junto a mi hermanito, oímos otra voz fuera. Una voz que me dejó con ganas de liberar a Susanoo y desmembrar lentamente al culpable del actual sufrimiento de mi Thals.

Después de oír una discusión de pareja entre sodomizado de Castellan y Agrius hasta que sus voces se perdieron por el fondo del pasillo, decidimos hacer nuestra parte.

Tyson dijo en un susurro:

-Nos vamos ahora? – Nop…

-Lo siento, pero no. Primero frustramos los planes del traidor y luego vamos a buscar a Clar, que conociéndola con lo terca que es, se debe de haber metido en algún problema-

-Es un buen plan-dijo Tena.

-Fin del capitulo-anuncio Dite.

En eso aparecio caos.

-Chicas venir conmigo ocurrio algo con percy-dijo preocupada.





Continuara...

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