Albus Dumbledore era ( según el público mágico inglés) " El mago más grande de la historia".

Vencedor del terrible mago oscuro Geller Grindelwald.

Jefe de magos del Wizengamoth.

Gran hechicero de la confederación internacional de Magos.

Actual director del colegio Howarts de Magia y hechicería.

Y un hombre.

Porque sí, a  pesar de todos sus titulos Albus Dumbledore era solo eso: Un simple hombre.

Uno con tantos títulos políticos como nombres y demasiado ego, pero uno al final del día.

Sentado en su oficina Dumbledor se llevó un caramelo de limón a la boca mientras pensaba. Era entrada la noche, a su lado Flawkes  dormitaba en su perchero.

Durante horas estuvo pensando en muchas cosas. Sobre todo en Harry Potter. Había pasado un día desde la segunda prueba del torneo, prueba a la que su querido muchacho salió bien parado. Albus no era un desalmado, de hecho veía al chico  como su nieto, sin embargo, tenía su destino trazado. Es por el bien común.

Su mente siguió divagando por todo lo que sabía, la profecía y sus planes para Harry y un fuerte sentimiento de culpa y remordimiento lo atravesó. Flawkes ahora despierto lo miraba de forma acusadora, como si supiera lo que estaba pensando.

- Si solo hubiera otra manera mi querido Flawkes - dijo afligido mientras acariciaba la cabeza del fénix-. Si hubiera otro camino te juro que lo haría.

Apenas terminó esa declaración la oficina fue iluminada por un intenso brillo que desapareció en cuestión de segundos, dejando atrás un libro con una nota en el escritorio del director.

Confundido y cauteloso Dumbledor paso varios minutos aplicando hechizo tras hechizo en el libro  y la nota para comprobar que no fuera nada dañino, unas cuantas runas también fueron utilizadas en el proceso. No se podía ser lo suficientemente cauteloso, después de todo se supone que las salas de Howarts evitarían cosas como está.

Al estar seguro que no sería maldecido hasta el infierno y de vuelta Dumbledor tomo la nota, al leerlo sus cejas se perdieron en la línea del cabello por la sorpresa. Hizo falta leerlo dos veces más para poderlo asimilar.

" Hemos escuchado tu juramento y te hemos tomado la palabra.

En el libro está la historia de una amiga nuestra. Historia que contiene datos del futuro que les serán de gran ayuda para lo que se avecina, pero se puede evitar. Estamos seguras que encontrarán muchas similitudes...

Les estamos dando una oportunidad única.

Como ya dijimos antes hemos escuchando tu juramento y tomamos tu palabra, estamos seguras que eres lo suficientemente inteligente como para no romper un juramento mágico, más aún con nosotras.

Sigue las instrucciones que están detrás de está nota.

No intentes pasarte de listo Albus Dumbledore.
A pesar de lo que puedas pensar de ti mismo solamente eres un mortal. Mortal cuyos hilos pueden ser cortados prematuramente si busca nuestra furia.

Att: Las Moiras"

  Efectivamente al reverso de la nota se encontraba una serie de indicaciones que rezaban que el libro debe ser leído en el Gran Comedor y debían ser  invitadas una serie de personas. También explicaba que al no ser leído en dichas condiciones el libro no podría abrirse.

Dumbledor decidió comprabar eso último, pero desistió al recibir una fuerte descarga. A su mente llegó la no tan sutil amenaza de las Moiras y decidió seguir sus términos, aunque no le gustará no saber.

Después de escribir invitacione a las personas requeridas las envío por medio de un elfo doméstico, no podía confiar en cuanto durarían las lechuzas.

Con todo listo se volvió a sentar en su escritorio y llevo un caramelo de limón a su boca.

- No esperaba ente giro de eventos. Creo, que nadie lo haría - le dijo al  fénix que lo miraba fijamente-. Las cosas prometen ser muy interesante mi querido Flawkes...

⚡

Ya hacían dos días desde la segunda prueba del torneo y el trío de oro estaba tomando tranquilamente su desayuno en Gran Comedor.
Harry Potter estaba sentado entre sus mejores amigos comiendo tranquilamente sus huevos, después de varios días era relajante poder comer tranquilamente sin preocuparse por posiblemente morir ahogado en el lago negro.

- ¿ Qué planeas hacer ahora Harry? - preguntó Ron rompiendo el silencio. No que hubiera mucho en la mesa de Gryffindor -. Quiero decir, ahora que ya pasaste la segunda prueba y  faltan varios meses para la tercera.

Debe descansar un poco y practicar para la tercera prueba - respondió Hermione -. No puedes volver a buscar todo a última hora Harry.

- Tienes razón en eso. Recuerdenme comprarle un regalo de agradecimiento a Dobby - dijo Harry. De no ser por el elfo imperactivo ahora estaría en el fondo del lago siendo comida para tritones, le debía una a Dobby -. Pero ahora solo quiero relajarme.

- Pero Harry... - comenzó Hermione peor fue interrumpida por Ron.

- Por Merlín Hermione, Harry ya enfrentó un dragón cabreado y hace dos días casi se convierte en el nuevo peluche del calamar gigante. Déjalo descansar un poco.

- Si lo dices así - dijo ella-. Tienes razón, pero igual debe practicar y no dejarlo para el último minuto.

- Practicaré - le aseguro Harry -. Pero lo único que quiero hacer ahora, por dos semanas al menos es ponerme al día con todo el sueño que perdí, estudiar un poco, montar en mi escoba y comer tarta de melaza.

Para Harry eso era un plan perfecto.

Todas las conversaciones se detuvieron abruptamente cuando las puertas del comedor se abrieron y un muy alegre director entro sosteniendo un grueso libro. Después de instalarse en la mesa de profesores se aclaró la garganta para llamar la atención del cuerpo estudiantil, todos lo miraban curiosos, incluso los profesores lo miraban confundidos.

- Buenos días a todos - comenzó alegré -. Tengo un anuncio muy importante que dar, pero antes de eso es necesario que estén presente varias personas. Pasen por favor.

Unos segundos después el matrimonio Weasley junto a sus dos hijos mayores, Bill y Charlie, entraron al comedor seguidos del matrimonio Malfoy, Lady Longbottom, madame Bones, Nimphadora ( no me digas así) Tonks, el ministro de magia y Remus Lupin junto a un sombrío.

Los Malfoy, Weasley y Lady Longbottom se sentaron junto a sus hijos y nieto en sus respectivas mesas;  Remus se dirigió a la mesa de Gryffindor donde abrazo cálidamente a Harry antes de  sentarse a su lado, el sombrío lamió cariñosamente su cara; el resto de ellos fueron ubicados en la mesa de profesores ( excepto Tonks que se sentó junto a Charlie).

- ¿ Que hacen aquí? - le pregunto Ron a sus padres.

Todos se preguntaban lo mismo pero al parecer los adultos estaban casi tan confundidos como ellos. Harry que había desarrollado en sexto sentido para este tipo de cosas le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

- Estoy seguro que todos ustedes se estarán preguntando que está sucediendo, ya les explicaré - comenzó Dumbledor -. El día de ayer mientras estaba en mi oficina apareció ante mi este libro - obviamente evitó la parte en la  accidentalmente hizo un juramento mágico con entes superiores -, adjunta estaba una nota que explicaba que en la historia de este libro se hallan hechos tanto pasado como futuros que nos servirán como guía y van influenciar profundamente en nuestras futuras decisiones.

- ¿ Es un libro que muestra el futuro? - preguntó escéptica Pansy Parkinson desde la mesa de Slytherin.

- Por decirlo de alguna manera señorita Parkinson, pero es un poco más complejo que eso - le respondió él director aún alegré -. Sé que es difícil de creer, sin embargo, no solo yo verifique su veracidad, si no también madame Bones, el profesor Moddy y Lord Malfoy que se mostraba especialmente escéptico - Lucius solo le lanzó una miraba sucia.

>>Antes de comenzar es muy importante aclarar algunas cosas. Uno,  las clases se cancelaran hasta que se termine la lectura - esto levantó gritos emocionados de muchos, especialmente de los gemelos Weasley. Después de que se calmaron continúo-. Dos, es importante resaltar que está prohibido enviar lechuzas a su familia sobre lo que aquí se lea, igualmente según la nota del libro ellas se encargarán de que no se pueda filtrar información a personas que no deben saberlo - solo Snape noto la mirada de segundos que le dió a Lucius Malfoy -. Por último, todas las personas que están aquí hoy es porque fueron requeridas para la lectura, yo no tuve nada que ver, es muy importante respetar eso; esto es importante ya que entre nosotros se encuentra Sirius Black ¿ Por favor Sirius?

El sombrío miro fijamente al director y al recibir un asentimiento de este  se convirtió de nuevo a su forma humana. El prófugo de Azkaban Sirius Black.
Los gritos asustados de los estudiantes no se hicieron esperar, los que estaban cerca de él se apartaron apresuradamente y todos los adultos en apuntaron a Sirius. Snape ya tenía un hechizo en la punta de la lengua, solo esperando a que Black moviera un músculo.

- ¿ Qué es esto Dumbledor ? - exigió madame Bones- ¿ Todo este tiempo supiste dónde estaba Black?!

- Dumbledor - comenzo Fudge.

- ¡ Silencio todos! - ordenó Dumbledor liberando su Magia - ¡ Abajo las varitas! Sirius es inocente, pero eso no es lo importante ahora, él fue convocado aquí y se debe respetar.

Muy arregañadientes ( sobre todo Snape) todos bajaron sus varitas.

- Te extrañe mucho Sirius - dijo Harry abrazando a Sirius.

- Yo también cachorro - dijo sentándose al lado de su ahijado.

Al ver que el chico al que supuestamente Black quería matar lo abrazaba cariñosamente todos se calmaron lo suficiente para volver a sus puestos, la señora Weasley y el profesor Snape le lanzaban miradas sucias y desconfiadas a Sirius.

Los murmullos emocionados surgieron de nuevo y Harry se ponía cada vez más nervioso.

Por favor que no tenga nada que ver conmigo, pensaba una y otra vez.

- Ahora que ya todo está claro es hora de comenzar. Yo leeré primero - aplaudió alegre Dumbledor. Sus ojos brillaban como locos por la emoción -. El título del libro es Harry is Harriet.

- ¡Malditasea! - maldijo Harry golpeando la mesa con su puño. Lo único que pidio fueron dos semanas ¡ Solo quiera tarta de melaza!