V.
―Traicioneros ―leyó Dumbledore.
―¿Qué habrá pasado? ―se extrañaron varios.
Cuando el profesor Longbottom los recibió a todos, Dana pensó que se desmayaría de la emoción. Se acercó a Rose, que parecía más tranquila que todos y le preguntó:
―¿Como crees que nos seleccionen?
―¡Ja, la niña Malfoy no sabe! ―sonrió Sirius con sorna.
―Con mi hija no, perro sarnoso ―siseó Lyra.
Rose apretó sus labios para no reír.
―¿No te dijeron? ―se aguantó las risas al ver que Dana negaba con la cabeza.
―No es como si hayas preguntado, Dana ―comunicó Scorpius, como si nada―. Yo en cambio si sé. Es con el sombrero seleccionador.
―Silencio, Malfoy ―pidió Longbottom cuando tuvo que interrumpir su discurso de bienvenida para callar a Scorpius.
―Sí, señor ―se apresuró a decir Scorpius.
Longbottom frunció el ceño, pero siguió explicando.
―En unos minutos será la selección, les recomiendo arreglarse. ―Y salió del lugar.
―Yo quiero quedar en Slytherin ―asintió con la cabeza Dana―. ¿Y tú, Albus?
―No lo sé, mi hermano dice que voy a quedar en Slytherin, pero tengo planeado amenzar al sombrero para ponerme en Gryffindor. Osea que tengo cinco minutos para comportarme como un Gryffindor ―respondió Albus con total sinceridad.
―Este es de Slytherin, definitivamente ―sonrió
―Emm, ¿Si sabes que eso es exactamente lo que harían los de Slytherin, verdad? ―Dana juntó sus manos y miró a Albus con una ceja alzada―. ¿O tu hermano, como sea que se llame, jamás te dijo como eran los Slytherin?
―Rayos ―masculló Albus como respuesta―. Bueno, si quedo en Slytherin al menos sé que no me van a desheredar. Por otro lado, si Rosie queda en Slytherin, el tío Ron se mata.
―Atrévete a hacerle algo a Rose, Weasley, y te acuchillo ―siseó Roseanne, siendo apoyada por Lyra.
Rose se rió ligermente.
―Otra razón más para quedar en Slytherin ―se burló tapándose la cara para ocultar su sonrojo.
Albus y Ara miraron muy ceñudos a Rose, pero Scorpius y Dana le sonrieron.
―¿Y si los cinco quedamos en Slytherin? ―propuso Ara sonriente.
Los cuatro restantes asintieron con la cabeza.
―Síganme ―pidió Longbottom
Los cinco chicos, más Rose, se sonrojaron al entender que Longbottom los había oído. Llegaron al Gran Comedor y los ojos de Scorpius se iluminaron al ver lo hermoso que era el lugar.
―Cierra la boca, que te entran las moscas, Scorpius ―se burló Dana, pasando un brazo por los hombros de su primo.
Todos vieron al sombrero algo quemado con expresión confundida, ¿qué le había pasado al sombrero? Entonces una voz, que extrañamente venía del sombrero, resonó en el lugar.
Oh, podrás pensar que no soy bonito pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar un sombrero más inteligente que yo.
Puedes tener bombines negros,sombreros altos y elegantes.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré dónde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,donde habitan los valientes.Su osadía, temple y caballerosidad ponen aparte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff donde son justos y leales. Esos perseverantes Hufflepuffde verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw, Si tienes una mente dispuesta,porque los de inteligencia y erudición siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin harás tus verdaderos amigos.Esa gente astuta utiliza cualquier medio para lograr sus fines.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo! ¡Y no recibirás una bofetada! Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).
Porque soy el Sombrero Pensante.
―La mejor canción del a-ño ―sonrió Sirius.
Todo Hogwarts aplaudió, orgullosos de la canción. Albus vio a su hermano, James, silbar
―Ese James me cae bien ―comentó Sirius.
―Claro, solo espero que no sea un bully. ―No lo dijo ni Roseanne ni Lyra. Lo dijo Harry.
―¿Harry? ¿Te poseyó Roseanne o algo? ―se burló Sirius, pero Harry no se rió.
―No le veo la gracia, Sirius.
―Yo tampoco ―mintió Sirius.
―Sí claro, entonces porqué te ríes ―acabó Harry.
junto con sus mejores amigos, y con Dominque Gabrielle Weasley, la hija de Bill Weasley y Fleur Delacour (Albus sospechaba que a James le gustaba Dominique).
―Pero si son primos ―se asqueó Sirius.
―Tus padres son primos, Black ―le espetó Roseanne.
―No me digas, no sabía.
―¿Por qué te da asco, si tus padres eran primos? ―alzó una ceja Harry.
Longbottom emezó a llamar a gente hasta que llegó a la "M".
―Malfoy, Dana ―llamó.
En cuanto el sombrero rozó los rubios cabellos de Dana, gritó:
―¡SLYTHERIN!
―¿Cómo no, si es una Malfoy? ―oyó Rose que decían, y se propuso quedar en Slytherin, solo para probar que el apellido no lo es todo.
―Espero que Rose quede en Slytherin ―sonrió Lyra burlona.
―Malfoy, Scorpius ―llamó Longbottom.
Pasó lo mismo que con Dana, y los primos se abrazaron cuando se encontraron.
―Nosferatu, Aradisia ―llamó Longbottom, y el sombrero lo pensó un minuto antes de gritar Slytherin.
Se saltó la "O", y llegó a "Potter".
―Potter, Albus.
Longbottom pudo jurar oír a Albus decir "Por favor Slytherin" y frunció el ceño, pensando y deseando que el sombrero no le haga caso.
―¡SLYTHERIN!
―¡Já! Chúpate esa, Black ―sonrió Roseanne triunfante―. Albus Potter es una serpiente.
Albus sonrió como nunca, y aún temblando se sentó junto a Dana y Ara. Longbottom siguió llamando a gente hasta que llegó a la "W", y llamó a Rose.
―Weasley, Rosebund.
Rose susurró firmemente.
―Con Albus, con Albus.
―Con Albus, ¿eh? ¿Eso quieres, Rose? ―Rose asintió ante lo dicho por el sombrero―. Si tu lo dices... ¡SLYTHERIN!
―¡SÍ! ―chilló Roseanne, muy feliz―. Chúpense esa, manga de inadaptados. ¡Nosotros los Slytherin vamos a tomar el control de Hogwarts!
Algunos Gryffindor de abuchearon.
―¡Con Roseanne no, inútiles! ―gritaron algunos Slytherin en defensa de Roseanne.
Se formó un silencio que se rompió por los aplausos de la mesa verde y plata, Rose sonrió como niño en navidad y se sentó junto a Albus y Dana. Parecía irreal decir que Rose Weasley había quedado en Slytherin, pero al parecer, la chica no se arrepentía de nada.
―Soy Dylan Zabini ―le sonrió un chico moreno.
―Hola, Dylan ―le sonrió Ara amigable.
―Tu madre es Pansy Parkisnon, ¿verdad? ―preguntó Scorpius, Dylan asintió con la cabeza, confundido―. Sí, tienes su nariz.
Dylan miró a Scorpius sorprendido.
―Pensé que tenía la nariz de mi padre ―comentó.
―Albus ―sonrió Dana de repente―. Tienes una mancha en el labio.
―¿Ah? ―balbuceó Albus, entre sonrojado y confundido.
Dana rió negando con la cabeza y agarró una servilleta y limpió el labio de Albus, quien se sonrojó fuertemente, pero alzó una ceja al ver que Scorpius lo miraba con los ojos entrecerrados.
―¿Qué?
―Hazle algo a Dana y te parto la cara bonita que te cargas, Potter ―sonrió con falsa felicidad Scorpius.
―Cara bonita... ―se burló Sirius―. Creo que a tu hijo le gusta el hijo de mi ahijado, Malfoy.
―No lo creas, Black, yo digo que a Dana le gusta Albus ―espetó Roseanne.
―Augh, deja de ser tan sobreprotector, Scor ―se quejó Dana, tomando una manzana y dándole un mordisco―. Iugh, está dulce.
―No le gustaba lo dulce ―se quejó Lyra―. Es una deshonra.
Scorpius rodó los ojos.
―Esa es la gracia de la manzana roja; que esté dulce ―sonrió por un segundo y luego se puso completamente serio.
Ara se rió de su expresión.
―No le veo la gracia.
―Deja de ser tan gruñón, Scorpius ―sonrió Ara como si nada.
Scorpius no lo pudo evitar, sonrió también.
―Fin del capítulo ―acabó Dumbledore.
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