Si crees que estar en tu habitación otorga seguridad, con esta leyenda lo pensarás. Se conoce también como "suerte que no encendiste la luz".

La trama se basa en dos chicas universitarias que compartían cuarto; una era extrovertida y fiestera; y la otra prudente, estudiosa y poco sociable, solo se le veía con su novio.

Una noche tras la insistencia por parte de la chica juerguista para que su compañera fuera con ella y se relajara de tanto estudiar, terminó muy mal para una de las mujeres. Debido a los tragos y el desgaste, la primera llegó muy extenuada, negándose a continuar la fiesta porque su cuerpo ya no daba más. Entró en su habitación procurando no hacer mucho ruido y no despertar a su amiga; estuvo a punto de prender la luz y así evitar tropezarse con algo o caerse, pero como percibió unos movimientos pensó que sería un gravísimo error interrumpir, así que con mucha cautela logró llegar a la cama y caer como una piedra, no sin antes escuchar unos gemidos que le confirmaron que su compañera no estaba sola, y que por eso no la había logrado convencer.

El despertar fue doloroso debido a la resaca, su cuerpo no contribuía a querer levantarse, menos con el dolor de cabeza. Fue la sed la que ganó y la impulsó a erguirse. Le extrañó ver que su compañera todavía estaba durmiendo. Cuando sus ojos se adaptaron a la luz, lo que vio hizo que su organismo se estremeciera y lanzara un grito de horror; los ojos de su compañera de cuarto estaban desencajados, su mirada vidriosa; la boca cubierta con un pañuelo, su cuerpo mutilado, en especial su pecho abierto de par en par. Lo más cruel e inhumano fue el mensaje escrito en la pared con la misma sangre.  

Las investigaciones determinaron que el asesinato había sido cometido la noche anterior, la chica recordó los sonidos y los movimientos, se aterró al imaginar cómo su amiga moría mientras ella dormía, como había estado a unos pasos de un asesino y la forma en que se salvó.  La estudiante, antes alegre, pasó a ser nerviosa y desconfiada, mucho más a la hora de encender la luz. Tiempo después pocos estudiantes se animaron a vivir en los dormitorios de la universidad, o a compartir habitación.

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Existen otras versiones de esta leyenda, algunas cambian los detalles del fatal acontecimiento, lo similar de estas es el mensaje escrito.

Versión 1

Trata de 4 chicas que comparten habitación. Llegado el viernes dos de ellas deciden partir a sus respectivas ciudades para pasar el fin de semana con su familia, dos se quedaron en el piso del campus; sin embargo una de ellas ya tenía planes de ir a pasar la noche en otro cuarto. A la media noche cuando llegó al otro piso, se percató que no había llevado ropa para dormir, sin perder tiempo se devolvió, como no quería despertar a la compañera que ya se hallaba dormida, no prendió la luz, tomó rápidamente lo que encontró y salió.

A la mañana siguiente su piso estaba custodiado por la policía y repleto de gente nerviosa y alterada. Al llegar a su habitación vio un cuerpo sobre una cama cubierto con una sábana. Uno de los policías le confirmó que la chica había sido asesinada pasada la medianoche, al parecer un ladrón se coló en el piso y engañó a la chica para entrar y matarla después de tomar el dinero. Lo misterioso de todo era que en el espejo había un mensaje escrito con pinta labios rojo que decía: 

Versión 2

En esta se cambia la manera en cómo se descubrió el cuerpo, aquí la chica que regresó de la fiesta se despierta al sentir humedad en su cama, cuando nota que es sangre, pega un salto y grita al ver la cabeza cortada de su amiga con un pañuelo en la boca. Ve como toda la habitación estaba ensangrentada, y en la pared el mensaje escrito con la sangre de su amiga. 

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