Al pasar un par de días los chicos ya les estaban enseñando a las chicas que cosas podían tocar, y que cosas no, más que nada sus cosas privadas, como cualquier cosa que puede haber en sus habitaciones a no ser que estuvieran ellos y les dieran su permiso, fuera de eso empezaban a llevarse relativamente bien, solo en ocasiones tenían unas pequeñas discusiones o desacuerdos, pero normales hasta un punto.

-Oigan, no creen que es hora de que las chicas tengan su propia habitación?- pregunto la afroamericana mientras comía una rebanada de pizza

-Uh?, porque?, ya se llevan bien con rafa y miguel- le respondió Leonardo mientras estaba sentado en el sofá

-Bueno, pero aunque se lleven bien, una chica necesita su propio espacio?, así como ustedes necesitan de su privacidad, ellas también deben de necesitarlo- les dijo abril mientras se terminaba su rebana de pizza

-podríamos abrir un espacio, pero aun así necesitaría de materiales extras- dijo con desinterés donatelo mientras estaba ocupado en su teléfono

–Pero tendríamos que reunir dinero, no?, los billetes no siempre caen por la alcantarilla- añadió Leonardo mientras se estiraba, parecía que la sola idea le daba un poco de flojera

-De que están hablando?- pregunto Rafael mientras se acercaba al grupo –Trataba de enseñarle a Kampfer como acomodar la hamaca- explico la tortuga mayor para sentarse alado de la afroamericana y tomar una rebanada –Entonces, de que hablaban?- volvió a preguntar el mayor

-de que las chicas necesitarían su propia habitación- le respondió Abril con el bocado en la boca –Pero leo tiene razón, tendrían que reunir el dinero para hacerlo- añadió la afroamericana

-Donie!, Kreativ volvió a entrar en tu cuarto!- se escuchó la voz de Miguel Ángel gritándole al más listo y en seguida se escucharon cosas caer

-Como vuelva a romper algo la diseco!- grito el más listo levantándose rápidamente de su lugar –Haremos su mugroso cuarto!- dijo molesto antes de irse rápidamente a su cuarto

-Entonces tendremos que recaudar dinero?, pero, somos mutantes- dijo Rafael mientras comía su segunda rebanada, pero lo interrumpió el ver a Kampfer acercarse – acabaste con la hamaca?- le pregunto amable y solo vio como la chica afirmo con la cabeza –que bien, come un poco si quieres, Kreativ llegara en un rato, no te preocupes- le dijo sonriendo como si anticipara lo que pensaba la pelinegra, asique en respuesta fue ver como la chica se sentó alado de abril y tomo un pedazo con su mano normal para empezar a comer

-No es justo!, Tienes muchas cosas!- se escuchó a la castaña que cuando la vieron esta estaba siendo llevaba a rastras por el más listo y detrás venia miguel angel –Solo quería saber que hacia ese pequeño robot- decía mientras forcejeaba

-exacto, son mis cosas, Y no toques a Sheldon!- le regaño el más listo para dejar a la castaña alado de la pelinegra –Estoy tentado a hacerte una jaula en lugar de un cuarto!- termino de decir molesto para sentarse

-Que egoísta, y yo que creí que las tortugas eran de los animales más compartidos- termino de decir cruzándose de brazos y poco enojada, aunque solo vio como la pelinegra le ofreció una rebanada y de inmediato le brillaron los ojos –Es la comida circular con piezas triangulares!- dijo para tomar la rebanada y comerla contenta

-Vamos a hacer cuartos?- pregunto Miguel Ángel sentándose añado de Leonardo y nuevamente inicio la conversación del tema que se encontraban discutiendo antes

Y tras caer el anochecer se encontraba el equipo en la superficie, o más específico en el parque de juegos, donde se encontrarían con la afroamericana, mientras los chicos jugaban un poco en los juegos y les enseñaban a las chicas a como jugar

-wooouu, esto es divertido- decía contenta la castaña mientras se encontraba columpiándose junto con Miguel Angel, ambos parecían que competían de quien llegaría más alto –Kampfer deberías probarlo!, es muy divertido!- le decía a la pelinegra que se encontraba de cabeza en el pasamanos, parecía que el solo hecho de estar colgada le gustaba

-solo harás eso?- le pregunto Leonado mientras la veía –Puedes usar cualquier juego, el tobogán talvez, o los caballitos- le sugería mientras iba señalando los juegos pero solo recibió una negación con la cabeza por parte de la chica pelinegra –a veces me pregunto si no sabes hablar o no quieres hablar- dijo derrotado Leonardo al tratar de obtener una respuesta verbal de la chica

-Chicos, ya tengo la solución- se escuchó hablar a la afroamericana que llegaba corriendo cargando una bolsa gris, y una vez ya estuvo frente a ellos les monstro muchos volantes de empleo –encontré todos estos volantes de empleo, incluso están solicitando en la tienda de zapatos del pie- les dijo mientras les iba enseñando

-Sí, que bien, pero alguno es para mutantes?- pregunto Donatello mientras veía algunos volantes –porque aunque seamos apuestos dudo que alguien quiera ver estas caras cuando vallan a comprar algo- aclaro Donatello para mirar a su amiga humana

-No creerán que no pensé en eso?, quienes van a trabajar serán ellas- dijo señalando a las chicas –ellas son humanas o al menos parecen serlo, no tendrán problema en conseguir trabajo- dijo sonriendo miro la cara que ponían las tortugas y ella suspiro –sé que piensan que es mala idea, pero estaremos ahí con ellas- les dijo para tranquilizarlos

-estaremos?- pregunto Donatello nuevamente, para a lo lejos ver una figura acercarse y una vez la vio cerca la identifico – Alessandra?- dijo curioso el listo al ver a la chica pelinegra

-Llegue tarde, perdón, el autobús tardo en pasar- dijo llegando hasta estar frente a ellos un poco cansada –Hola- les dijo saludándolos con la mano y después sintió como abril la abrazo por el hombro

-nosotras iremos con ellas a las entrevistas, veremos que no causen problema- les dijo con una gran sonrisa llena de confianza

-Y todos son trabajos sencillos, sería imposible que algo salga mal- les dijo la pelinegra de cabello esponjoso, ambas parecían confiadas –nosotras las llevaremos a cada lugar, seguro que en alguno son contratadas- añadió por ultimo con una sonrisa amable

Y con eso dicho las chicas se las llevaron en busca de sus futuros trabajos, o al menos esa era la intención, y sorprendentemente resulto muy mal, cada trabajo que habían buscado termino con un muy mal resultado, y todos se reunieron en el "Run of the Mill Pizza" cuando la Afroamericana les mando un mensaje, además que consideraron que sería una buena oportunidad para mostrarle a Alessandra y a las otras chicas la pizzería favorita de los chicos, más que nada porque era la única pizzería donde no tenían que esconderse, ya que era una pizzería para Yokais

-Entonces, no las contrataron?- inicio la conversación la tortuga más grande Rafael, y quería saber porque la afroamericana y la pelinegra de cabello esponjoso tenían helado, dulces, y partes quemadas en su ropa

-Fueron vetadas de algunos lugares, y en otros casi destruían el lugar- hablo abril como si recordara lo que vio –Quien rayos quema un helado, COMO QUEMASTE UN HELADO?- le grito a la pelinegra de partes robots

-Esperen?, quemo un helado?- pregunto sorprendido miguel angel por lo que acababa de decir la afroamericana

-literalmente!, el helado estaba en llamas y se activaron los extintores- les dijo nuevamente la afroamericana, y cuando miraron a la pelinegra esta estaba como si nada, sin ninguna expresión –no entiendo si fue accidente o lo hizo a propósito- termino de decir derrotada

-y ella que hizo?- pregunto Leonardo señalando a la castaña que estaba desarmando lo que antes era un teléfono

-ella desarmo cada máquina de cada lugar- respondió esta vez la pelinegra de cabello esponjoso –cuando fuimos a la entrevista de un cine la dejaron en el área de dulces, y desarmo la máquina de palomitas y de los dulces- termino de decir al recordar el suceso

-pero si ahora disparaba perfectamente las palomitas- hablo la castaña con una sonrisa mientras saco de su bolsillo unas palomitas que se llevó a la boca –mmm deliciosas y mortales, una perfecta combinación- dijo contenta mientras comía

-las palomitas son solo comida, no balas!- le reclamo la pelinegra de cabello esponjoso –aunque al final fue la única que se quedó con un trabajo- agrego ganándose la mirada de sorpresa de las tortugas

-donde se quedó trabajando? Y quien fue el pobre que la contrato?- pregunto esta vez Donatello aun sorprendido

-Fue en una tienda de electrónicos, al parecer la tienda vende y repara muchos aparatos- explico con una sonrisa la pelinegra de cabello esponjoso

-me dejan abrir estas cositas!- dijo emocionada cuando termino de armas nuevamente el teléfono –Y me dijeron que puedo hacerlo con muchas cosas!- se podía notar la emoción de la castaña

-una tienda de electrónica, si le quedo, y al menos dejara así mis cosas- dijo más tranquilo Donatello –entonces aún falta la otra para que tenga un trabajo- añadió al ver a la otra chica pelinegra –me resulta difícil pensar que nadie la contrato- comento cruzándose de brazos

-Bueno, tu contratarías a alguien que no habla ni para la entrevista?- pregunto la afroamericana señalando a la chica –no respondía nada de lo que le preguntaban, asique no la contrataban- termino de decir para recargarse en la mesa

-y realmente habla?- pregunto la pelinegra de cabello esponjoso aunque al ver el mesero tipo un pez mutante que les dejo una pizza se asustó un poco –todos son mutantes aquí?, pero no me molesta claro!- dijo lo último rápidamente para no sonar grosera

-Son Yokais mas bien, aquí no nos sentimos raros y podemos comer tranquilos- dijo Leonardo respondiéndole a la chica –Y su pizza es lo máximo- añadió al final para así comer una rebanada de aquella extraña pizza que parecía tener vida propia

-pero regresando al tema, que vamos a hacer?, no creo que sea justo que solo Kreativ trabaje- hablo miguel angel mientras tomaba una rebanada de aquella pizza

-por mí no hay problema, si puedo desarmar más cosas así, es como un sueño!- entro a la conversación la castaña mientras mostraba el teléfono de hace un momento ya armado y como nuevo

Y mientras el equipo discutían de que poder hacer con respecto a la pelinegra mitad robot, no eran los únicos que tenían una discusión, en otra mesa se podía ver lo que parecía un enorme Yokai similar a un gorila pero purpura y con lo que parecía llevar una armadura, este se encontraba gritándole a un mesero, por lo que se vio que un esqueleto andante con traje y sombrero se acercó tratando de intervenir en aquella pelea.

-Oh vamos amable caballero, no creo que deba crear un alboroto- hablo amablemente el esqueleto con traje mientras el mesero retrocedía –estoy seguro de que podemos solucionar el problema, si me lo explica- volvió a hablar este para oír el reclamo del gorila, que para su mala suerte era un reclamo tan ridículo que simplemente le sacaría canas verdes si tuviera cabello o piel al menos –me está diciendo, que el problema, es que encontró una cucaracha terrestre en su platillo?- aclaro con una clara mueca de enojo en la sonrisa que mostraba al cliente, sin embargo entre gritos y gruñidos parecía que era el medio por el cual se comunicaba con este y al parecer le exigía algo que hizo que se sobresaltara el huesudo sujeto –Que la comida sea gratis?! ... bueno, es cierto que tenemos ese tipo de compensación cuando hay algo malo en nuestros platillos... pero usted se comió lo equivalente a un bufet de lujo- le dijo como un reclamo, ya conocía ese tipo de clientes y normalmente no eran un problema pero aquel enorme cliente seguro destruiría su adorado restaurante

Mientras aquella discusión parecía empezar a subir más y más de nivel se pudo ver como aquel enorme sujeto tomo al hombre esqueleto con una mano levantándolo del suelo y sacudiéndolo, eso sin duda llamo la atención de todos, e hizo que la mitad robot se levantara de su lugar para acercarse a ambos, y lo que termino de sorprender a todos los del restaurante fue el hecho de que la chica pese a la enorme diferencia de tamaño fácilmente derribo al enorme Yokai con una patada, teniendo al Yokai literalmente bajo su pie, lo miraba sin expresión ni emoción alguna, causaba incluso una cierta sensación de miedo, pronto el Yokai pago o más bien arrojo el dinero para después salir corriendo del restaurante

-Y no regrese!- le grito aquel esqueleto mientras parecía quitarse el polvo de su traje –Te agradezco jovencita, hoy en día uno piensa que puede comer gratis por cualquier ridiculez- le dijo con desagrado recordando a varios clientes que han hecho tal táctica –Pero me ayudaste a que ese tipo pagara, estoy muy agradecido por eso- le agradeció con una gran sonrisa pero tras unos segundos al ver que la pelinegra no le respondía se sintió algo incómodo –Dije algo malo?- pregunto ya que solía estar acostumbrado a un pavoneo constante de los que llegaban a ayudar a veces, pero antes de seguir sintió un brazo pasar por sus hombros, y al ver de quien se trataba su sonrisa se borró –La tortuga azul- dijo con cierto desagrado

-el mismo huesitos- le dijo Leonardo con una gran sonrisa mientras tenía su brazo en los hombros del esqueleto –Oye, si estas realmente agradecido porque no le das comida gratis?- propuso como si este fuera un buen trato

-acaso era una treta?, no hay comida gratis para nadie- le dijo para moverse dejando caer a la tortuga mientras se acomodaba su traje –Aunque su fuerza me vendría bien, si soy honesto- admitió mientras se acomodaba su sombrero y al girarse vio a todo el equipo de las tortugas frente a el –que?, no daré nada gratis- les dijo mientras mostraba una expresión de desagrado

-No no no, no queremos eso- tomo la palabra la tortuga más grande –en realidad queríamos saber, bueno... si no quieres contratarla- le dijo para jalar a la pelinegra poniéndola frente al esqueleto  

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Hola a todos!, ya se que deje esta historia muy abandonada al igual que otras mas, pero es de mi gran placer informarles que ya me eh graduado, por lo que ahora puedo tener mucho mas tiempo para poder trabajar en las historias que aun tengo pendiente y en nuevas que tengo como proyectos

Claro que no prometo una actualizacion diaria, pero ya no me voy a demorar meses en publicar

Eso es todo, espero aun disfruten de esta historia tanto como yo disfrutare haciendola