(estoy re atorada y pensé que cambiar a narrador omnisciente ayudará... veamos...)

–Calma – Rip tomó la mano de Lexell, la nave estaba tan silenciosa que el sonido del portal cerrándose la asustó haciéndola dar un saltito.

Se miraron dándose a entender que debían guardar silencio, ella respiró profundo antes de asentir y empezar a caminar.

Instintivamente se soltaron al acercarse al laboratorio y escuchar voces.

–¿No te ha quedado claro que somos un equipo? – Constantine se escuchaba diferente, no tenían idea de a qué se enfrentarían con él.

–Me queda muy claro quién eres – Lexell respingó ante la voz nueva – por eso el suero debe quedarse con su creador.

Era hora.

–A mi me parece que ese tal suero debe quedarse con el verdadero dueño de la nave en que fue creado – declaró Rip entrando al laboratorio, apuntando con el revólver mientras Lexell desenvainaba sus espadas.

El desconocido los miró perplejo por un par de segundos, mientras John soltaba una risa burlona.

– ¿Vienen a salvar a su amigo? – preguntó el hechicero con un tono que le heló la sangre a la mujer. Tal vez también a Rip, pero no lo mostró – Él ya no está. Pensé que eran más listos y entenderían que debían dejarnos en paz.

–¡Pero qué grosero, Constantine! – exclamó exageradamente el desconocido – Tenemos visitas y se preocupan por ti, podrías al menos saludarlos.

– Ugh – murmuró Lexell, recuperándose de la primera impresión, mientras Bishop se acercaba. En un segundo le había parecido más fastidioso que Vándalo Salvaje.

–¡Lexell Cassini y Rip Hunter! – continuó, mientras no le quitaban la vista de encima, analizándolo – Recobraron la memoria tan estrepitosamente que solo uno se puso el traje, ¿cierto? Que el otrora Gran Maestro del Tiempo esté en pijama, refleja quién lleva el mando en la relación.

"Gideon" pensó Rip con la prudencia de no mencionarlo en voz alta. Aunque no estaban atados en un cuarto de luz roja, no quería que terminara de una manera similar.

Bishop sonrió, con lo que Lexell se lamentó no haber descubierto nunca cómo meter una sonrisa por el... – ¿Vienen a salvar a su amigo de estar dominado por su lado más cruel? No creo que lo encuentren. Y si vienen a recordar sus tiempos como salvadores del mundo, primero tendrían que quitarme esto.

Mostró el frasco en alto, con lo que Rip reaccionó estirando el brazo esperando darle un culatazo en la mano para hacerlo soltar. El golpe apenas y tuvo fuerza, ya que Constantine había reaccionado lanzando una llama que el pelirrojo debió esquivar.

–¡Quietos ahí! – exclamó Constantine cuando Bishop salió corriendo perseguido por Rip, trató de seguirlos pero Lexell lo interceptó.

– ¡Tú te quedas aquí! – ordenó mientras empezaba a recordar los hechizos de defensa que había practicado, aún sabiendo que no tenía oportunidad.

Su inseguridad casi rayó el pánico con la frialdad de la mirada que le lanzó el rubio mientras reía fingidamente – ¿También tú harás el lloriqueo de "John tú no eres así"?

Ella sonrió, si lo hacía hablar ganaría tiempo – No, a mi no me sorprende. Dijiste que sin magia serías una mierda inservible. No me extraña que hayas tomado el camino fácil para tenerla artificialmente.

– ¡¿Fácil?! ¡¿Te parece fácil, depender de beber esa cosa asquerosa?! ¿Y cuando se me pase el efecto, éste pusilánime debilucho trata de retomar el control para tener una vida sumisa? – un brillo verdoso rodeó a Constantine, causando que Lexell retrocediera un par de pasos – Ese suero me dará acceso a recuperar mi magia para siempre, y más fuerte que nunca.

–¡Lo que hará es matarte! – conteniendo su miedo, la castaña trató de hacerlo entender – ¡Bishop te está usando!

–¡Mientes! – una flama más grande de lo que la chica recordaba que el hechicero podía hacer salió disparada hacia ella, saltó para esquivarla y corrió unos pasos para evitar quedar cerca de alguna pared.

–¿Porqué te mentiría? – cuestionó mientras nuevas flamas se formaban a manera de amenaza –¡Somos familia, John! No lo olvidaste, estoy segura. Olvídate de todo esto y ven a casa. ¿Lo que está pasando es Bishop? ¡Nos encargaremos!

–¿Eso quieres, cierto? – se burló el inglés – Que juegue con ustedes a la casita, sin magia seré una niñera gratis y jugaré al té con Gideon.

Lexell bufó – Mi familia no es un juego. Y tú dijiste que querías estar con nosotros. ¡Olvídate de todo, John! ¡Comienza de nuevo!

–Comenzaré a tratarte como lo que eres: una amenaza a mi magia, lo único que tengo.

"Aaah, mierda..." pensó Lexell al ver un rayo amarillento atacándola, improvisando un campo de defensa con sus katanas en cruz.

A Rip no le iba mucho mejor.

–¿Qué pasa? ¿Te dolió? – se burló Bishop cuando Rip miró con ojos asustados la pared a la que había hecho una abolladura – Te duele ésta nave, ¿cierto? Aún es parte de ti.

–Cállate – ordenó Rip, imaginando que haría justo lo contrario.

Su oponente sonrió, acariciando la abolladura con el dedo índice – ¿Porqué no recuperas tu nave? ¿Y evitas que la sigan usando a su beneficio? Si supieras todo lo que han hecho con ella. Y ahora me permitió hacer ésta belleza – agitó el frasquito desafiante –y llevarme a una fecha en que puedo usarlo.

–¿Qué pretendes hacer con eso? – preguntó, acercándose.

–La magia de John despertará a un ser que protege la Tierra de una invasión alienígena – comenzó a explicar –. La humanidad es una plaga, Rip Hunter, y ya que yo no tengo los medios para acabarla, llamaré a otros para hacer el trabajo.

–Creo que sobra decir que debo detenerte – sonrió Rip acercándose, mientras Bishop guardaba el frasco en un bolsillo interior.

– Claro que sobra, pero nos encantan los discursos – se burló el otro –. Aquí está el mío: toma esta nave, Rip Hunter, mete a tu familia en ella y vete a un tiempo en que falten tantos años para la invasión aniquiladora que no la presenciarán.

–¡Qué oferta tan amable! – el pelirrojo se alejó un poco más para pensar en su siguiente movimiento –Pero creo que olvidas que John también es parte de mi familia, y pretendes matarlo junto a ese protector.

–¿Todos o ninguno, eh? – se burló Bishop – Por eso estás en una vida de amo de casa, en lugar de protegiendo la línea del tiempo, para lo que estás entrenado hasta la excelencia.

Un puñetazo fue detenido por Rip, empezando una nueva ronda de forcejeos.

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Hasta mañana uwu.