De cuando tu novio se reencuentra con alguien... no grato.
-Oh, brookeeen... hearted hoover fixer sucker guy
Rip rió, no había parado de cantar eso por la calle bailando ridículamente. Si me había llevado a Nueva York específicamente en 2012, fue para... ver Once.
-Hay tantas canciones románticas en el musical y tú estarás repitiendo eso dos días- se quejó melodramáticamente.
-Si yo fuera esa chica, sería en el momento en que lo viera cantar eso que me hubiera enamorado de él.
-Menos mal que no eres ella- sonrió, tomándome de la cintura, con el impulso que llevaba por estar bailoteando giramos un par de veces antes de que me envolviera en sus brazos -. Porque odiaría que hubiéramos terminado como ellos.
-¿Escuchaste?- susurré, me había parecido escuchar algo acercándose.
-Tal vez sea un gato revisando una bolsa de basura, amor- dijo tranquilamente Rip, mientras sus manos bajaban por mi espalda.
El sonido se acercó y él me soltó, poniéndome detrás suyo. Apenas y alcanzamos a ver una persona corriendo hacia nosotros, que le propinó un golpe a Rip en el pecho y lo hizo doblarse.
Al notar que era un hombre desarmado, pensé en regresarle el golpe, pero me miró con unos ojos de iris amarillo y pupilas rojas que de alguna manera centelleaban, y me causaron un escalofrío que me paralizó.
-Corre- escuché mientras Rip tomaba mi mano y emprendía la huída. Estábamos cerca del departamento, pero me guió en dirección opuesta.
Al dar vuelta en una esquina me metió a un bar, donde nos sentamos en la barra agachando la cabeza y tratamos de recuperar el aliento hasta que la puerta se abrió estrepitosamente y nuestro perseguidor nos buscó con la mirada.
A la luz del bar, pude notar algunas líneas negras en su rostro, como venas salidas de sangre obscura.
-No mires- me ordenó Rip, girando el banco de la barra y mirando él mismo solo de reojo. Pidió una cerveza y tomó el mango.
Vi por el espejo detrás de las botellas en la barra que nuestro perseguidor nos reconocía y soltaba una clase de aullido agudo que me aguijoneó los oídos.
Rip levantó la botella en posición de defensa, mientras corría hacia nosotros. Pero antes de que pudiera alcanzarnos una llamarada amarillenta lo golpeó, haciéndolo retroceder hasta salir huyendo con ese chillido ensordecedor.
-¡¿Qué chingados fue eso?!- exclamé, mientras Rip me tomaba por los hombros y me preguntaba si estaba bien.
-Ese lenguaje no es de damitas- escuché la voz desconocida de alguien sentándose junto a nosotros -. ¿Desde cuándo te juntas con damitas con semejante boquita?
Volteé con curiosidad para averiguar quién le hablaba con tanta confianza a mi novio: un rubio teñido desaliñado, con gabardina, sonreía con un cigarro colgando entre sus labios.
-¿A quién tenemos aquí?- preguntó burlón -¡Nada menos que a Rip Hunter, El Loco del Tiempo!
-John Constantine- siseó Rip con desprecio.
Incliné la cabeza -¿Eh?
Observé al desconocido mientras apagaba su cigarro en el cenicero, volteó a mirarme sonriendo y no pude evitar sonrojarme... era bastante guapo.
-"¿Qué tal, John, gracias por salvarme la vida y la de mi amiga?"- ironizó -Muy linda tu amiga, porque obviamente no es nada más, eres un monógamo irredento, no podrías ponerle el cuerno a Miranda. ¿Me la presentas?
¿Cuántas palabras insulsas podía soltar al hilo este tipo?
-No es mi amiga- replicó Rip más frío que el hielo -. Miranda y Jonas...
La sonrisa se le borró -Lo siento, no tenía idea.
-¿Sabes qué era eso?- preguntó para cambiar el tema.
-Pues claro- volvió a sonreír, satisfecho -. Está desapareciendo gente por aquí las noches de Luna Nueva. Y tuvieron la suerte de ser los elegidos esta noche.
-¡¿Y sólo estabas aquí, bebiendo, y ahora lo dejaste ir?!- reclamé, no sabía cómo sentirme hacia esta persona.
-No parece que hayan corrido mucho, así que estuve muy cerca, ¿no? Y ahora podré seguir su rastro, así que sentémonos y pidan algo, yo tengo que terminarme esto antes de seguir a esa cosa. Por supuesto ustedes invitan: les salvé la vida.
-Eres el peor, John Constantine-masculló Rip.
-¿Puedo pedir algo?- pregunté inocentemente -Yo quiero saber más.
-Creo que no tenemos opción- Rip se pasó la mano por la cara -. Es casi imposible alejarse de Constantine mientras él no quiera.
Pedí un bourbon doble. Miré al aludido y me sonrió encantadoramente.
-No le creas esa cara de inocencia- me advirtió Rip mientras empezaba a limpiarse el reguero de cerveza en su camisa -. Cuando quiere te abandona en Alaska con un maldito yeti.
-¿Yo fui quien quería buscar a ese bicho? Recuerdo que me buscaste tu- se rió -. Y no te abandoné, hice una retirada para replantear mi estrategia.
Fruncí los labios. No me encantaba lo que estaba escuchando, pero sentía una irresistible curiosidad hacia esa persona.
-Después fui por él y lo salve. No te asustes, primor- me guiñó un ojo.
-Oye, guárdate los primores para cualquier mujer que no sea mi novia- reclamó airado.
Me reí -No pasa nada, Rip. Que no sea su primor, no quita que sí sea un primor.
Constantine me señaló estirando un dedo de la mano con que sostenía la botella de cerveza que acababa de pedir -Tienes a una joya aquí, Hunter. Reconozco a una gran mujer cuando la veo.
-¿Y también las dejas con monstruos de la nieve?
-Claro que no, a las bellas damas debemos protegerlas. Solo abandono a los ingleses que pueden cuidarse solos.
No pude evitar una carcajada corta ante la impasividad del tipo y la consternación de mi novio.
-Bueno, ¿y qué es lo que nos atacó?- resopló robándome el trago.
-Una mujer me contrató porque su marido cayó en una secta- comenzó a explicar -. Estaban tratando de invocar algo, y obviamente lo lograron. Y aquí es donde entrarán ustedes.
-Te contrataron a ti, me parece.
-Pero yo no puedo sacarle el ente a ese tipo en particular, ustedes sí.
-¿Y cómo es que, casualmente, nosotros sí?- cuestionó mirándolo con odio.
-Porque ataca a personas consentimientos puros, y mientras más fuerza tengan esos sentimientos, más le atraen- explicó como si nada -. Esta cosa- puso en la mesa un amuleto de plata, con un corazón anatómicamente correcto tallado-solo puede ser usada por personas como ustedes. Porque tienen esa cara de "Quiero pasar la vida con esta persona y protegerla más que a mi mismo".
-¿Y porqué aceptaste el trabajo?-pregunté -Si no puedes usar esto, ¿solo estabas esperando que alguna pobre persona de sentimientos puros apareciera a ayudarte?
-Sí, y mira lo curioso que es el destino, que aparecieron ustedes- sonrió, brindando.
Empecé a pensar que Rip tenía razón y John Constantine era el peor.
-¿Si te ayudamos, nos dejarás en paz? No estamos aquí por un trabajo, nosotros dos venimos... a...
-Un descanso romántico, ¿eh? ¡Felicidades!- brindó de nuevo y dió un trago largo, mientras Rip se sonrojaba -Solo aparece en Luna Nueva, se los dije. Terminemos el trabajo y los dejaré seguir en lo suyo.
Salir de la luz rojiza del bar y sentir de nuevo la brisa de la noche veraniega de NY me revitalizó.
-Toma, prim...- Constantine me pasó el amuleto, pero Rip se lo arrebató antes de que pudiera tomarlo.
-Ella hará lo menos posible, ¿queda claro?- lo miró amenazantemente.
El otro solo se alzó de hombros -Sostenlo y haz que se balancee en péndulo.
Rip suspiró resignado, y obedeció. La cadena empezó a ir y venir, hasta que se puso tensa y señaló hacia unas manchas de luz azulada, como pintura brillante que se iba derramando por el camino.
Sin decirnos nada Constantine empezó a caminar siguiendo el rastro.
Nos llevó hasta un edificio con pintura roja y café deslavada, y una puerta medio abierta.
-Será mejor separarnos- indicó el rubio cuando entramos a una estancia grande, y ya no había más luces azules -. Regresemos aquí.
-Sí, ve con él, Lex- me pidió Rip, mirando a su alrededor.
-¿Poooor?- reclamé.
-Porque si hay algo mágico aquí, quien te sabrá cuidar mejor es él- explicó regresándome el amuleto.
-Muy sensato, Hunter. Vámonos.
Salimos hacia la derecha y Rip hacia la izquierda.
Llegamos a una cocina que se veía bastante vacía, solo había cajas de cereal y vegetales.
-Que los infiernos me libren de una secta- musitó mi acompañante -. Controlan lo que comes y peor: lo que bebes.
-Tus horarios, con quién te relacionas- completé -. ¿Qué haría si me prohibieran ver a Rip?
Él me sonrió y me despeinó sin ningún cuidado -Eres justo el tipo de persona que él quiere a su lado.
Me sonrojé.
Salimos a un patio con árboles secos y pasto descuidado con hierbajos.
-Constantine...-
-John- corrigió.
-John... ¿porqué hay tanto silencio en la noche donde sale su... cosa... a asesinar?
-Muy lista, primor- esta vez no sonrió-. Deberían hacer una fiesta o algo, ¿no? Esperaba encontrarlos reunidos afuera ya que la Luna es importante. Entonces debemos buscar un sótano o ático.
~.~.~
Rip Hunter escuchó murmullos sobre él, todo estaba obscuro y silencioso, hasta que alcanzó a ver una tenue franja de luz anaranjada desde una puerta.
Pensó en bajar a buscar a los demás, pero decidió acercarse a revisar y correr.
Subió unas escaleras medio alumbradas rogando por no causar ruido, hasta que su cabeza se asomó a un ático que más bien era un piso entero, lleno de personas vestidas denegro, de pie formando círculos en dos filas. Sintió un escalofrío, al recordar que estuvo en una situación similar que incluía el cuerpo de un compañero caído.
Distinguió al tipo que los había atacado en la calle, y a una mujer rodeándolo haciéndole una especie de limpia. Decía algo acerca de regresarle fuerza para que intentara con otra presa.
Un escalofrío le recorrió el cuerpo, cuando sintió algo pasándole por las piernas. Miró alarmado hacia la escalera, encontrándose con un gato negro restregándose por su pantalón.
Sacudió la pierna para tratar de alejarlo sin tirarlo, pero lo esquivó saltando al siguiente escalón y regresando a frotarse en él.
-Shu- susurró lo más bajo que pudo, sin éxito. Decidió arriesgarse a tratar de detenerlo, alcanzando a sostenerlo por una pata y obteniendo que maullara indignado.
-¿Quinoa? ¿Regresaste? Oh, vaya...-escuchó mientras trataba de huir, pero el gato lo arañó distrayéndolo y su cabellera rojiza no alcanzó a desaparecer de la vista del inicio de las escaleras.
-¿Qué nos trajo el gato?- preguntó la mujer acercándose -¿Una presa para que ya no salga por ella?
Rip trató de acomodarse para huir, pero el gato se soltó y se le atravesó por los pies, sin dejarle espacio.
-Oh, no... solo es un hombre. Necesitamos a una mujer, gatito bobo.
"Pinche gato" pensó, imaginando que Lexell diría lo mismo cuando le contara lo que sucedió.
-Bueno, Quinoa, ¿cómo defines a este intruso? ¿Una rata? ¿Un ratón? ¿Una cucaracha? Si está acechando es más bien una comadreja flaca, ¿no te parece?
El animal por fin subió las escaleras, su dueña extendió las palmas a los costados y sus ojos se pusieron en blanco. Rip dió la vuelta para huir, pero sintió que algo lo envolvía por la espalda, haciéndolo caer.
~.~.~
Volvimos a entrar en la casa hasta llegar al recibidor, intenté de nuevo con el amuleto sin que reaccionara.
-Hay algo que lo bloquea. Alguien es muy poderoso aquí.
Escuchamos un golpe arriba e instintivamente nos pusimos en posición de defensa.
Algo se acercaba corriendo, escuché a Constantine decir algo que no entendía mientras una luz verdosa se juntaba en sus manos.
Por el corredor superior y bajando las escaleras, miramos un gato negro bastante grande persiguiendo a un hurón pequeño.
-¡Pobre!- exclamé corriendo a las escaleras, desde donde el hurón saltó a mis brazos. El gato lo imitó, pero me quité para que no tuviera a donde caer más que el suelo.
Bufó indignado antes de salir corriendo hacia la cocina.
-¿En serio, nos detenemos a salvar a esa cosa apestosa?-
-No es una cosa apestosa- repliqué, abrazándolo, podía sentir su corazón palpitando acelerado -. Y no iba a dejar que ese gato gigante se lo cenara.
Constantine lo miró un poco y pareció entender algo -Ohhh... sí, sálvalo entonces.
-¿Lo atrapaste, gatito?- escuchamos desde arriba, tras mirarnos alarmados buscamos donde escondernos, pero apareció una mujer en el corredor y se nos quedó viendo desde arriba.
-¡Vaya, lo atrapó alguien más!- sonrió, de una manera que me puso los pelos de punta -Qué oportuno, al final no tendrás que salir a buscar otra presa para esta noche.
-Huyamos- susurró Constantine.
-¡No sin Rip!- repliqué.
Del ático bajó el hombre que nos había atacado empezando todo ese lío en que estábamos metidos -Yo sé lo que te digo: ¡huyamos!
Decidí confiar y corrimos a la puerta, aunque de pronto sentí que mis piernas no avanzaban más y todo a mi alrededor se diluía en tonos ocre.
-¡John!- grité al voltear y no verlo-¡Constantine!
-¡Estarás bien, primor! ¡Encuentra la puerta!- lo escuché a lo lejos, mientras mi vista se acostumbraba a mi alrededor. Era el mismo recibidor, daba a la misma cocina, tenía el mismo corredor superior y las mismas escaleras, pero todo estaba en blanco y negro.
Y no había puerta principal.
-John Constantine es el peor- mascullé, abrazándome al hurón que no había soltado.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Holi. En el tablero de mensajes expliqué mis razones para el hiatus. Pero ya estoy aquí, y bueno... ¡tenemos a Constantine!
El fandom suele decir que Rip y Constantine se conocen, aunque no se cruzan en la serie, así que me encapriché de repente con que debía aparecer y debía ser ahora o nunca. ¡¡¡Resulta que es tan fácil de escribir el señor!!!!
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