De cuando tienes que vivir sin él
(Capítulos 2 al 8 de la segunda temporada)
Un Velocista. Un Maldito Velocista. ¿Qué se puede hacer contra un Maldito Velocista?
Por si no estuviera suficientemente preocupada por las historias que Sarah y Ray contaban sobre Damien Dahrk, ahora resultaba que estaba aliado con un velocista. Estaban buscando unas reliquias, y tratábamos de averiguar para qué servían. Parecían máquinas pequeñas, pero Nate no había visto nada parecido en algún libro o documento.
Nos habíamos vuelto compañía habitual en la biblioteca, mientras yo trataba de encontrar a Rip. Esperaba... o me imaginaba... que en algún lado me hubiera dejado un mensaje.
Me aferré a pensar en el momento que abriera un libro y leyera "Ven por mí", tanto que muchas veces lo soñaba: se volvió un jodido sueño recurrente que él apareciera a lo lejos, pidiendo "Ven por mi", en lugares diferentes, o flotando en la línea temporal infinita, y yo corría para jamás alcanzarlo.
Al contrario de con Nate: huía lo más posible de la nueva integrante del equipo. Amaya, o Vyxen, miembro dela Sociedad de Justicia de América. Habíamos empezado de lo peor.
~.~.~
-No vayas a destrozarla, mexicana- me pidió Mick con un tono más bien retador, yo tenía a Vyxen detenida por las muñecas contra una pared de la cocina. Se había colado en la nave, nos había atacado y con mi metabolismo había despertado un par de segundos después de dejarme tirada en un pasillo, para encontrar que estaba amenazando a Mick.
-¡Yo sabré!- rugí, empujándola un poco más -¡¿Qué demonios quieres?!
-¡Él asesinó a Rex Tyler!- dijo Vixen metiéndome una patada, pero ya que no había usado el collar con que llamaba el poder de algún animal, lo soporté -¡Sus últimas palabras fueron "Viajero del Tiempo"!
-¡¿Y porqué chingados asumes que alguien en esta nave mataría a un superhéroe?!- reclamé, eso era el colmo -¡Nosotros también protegemos personas, estúpida! ¡Y vienes y atacas a mis amigos! ¿Porqué no te haría pedazos ahora mismo?
-Porque a Rip no le gustaría que asesinaras a un miembro de la Sociedad- se burló Mick -. Eso seguro que haría un cambio importante en la Historia.
No pude evitar aflojar un poco ante el trancazo emocional de entender eso, con lo que Vyxen se soltó de una mano y trató de alcanzar su collar. Logré reaccionar y le metí un puñetazo en la cara que la dejó inconsciente. Le quitamos el collar y la llevamos a la celda.
~.~.~
No le hablé a Sara por dos días, después de aceptar que se quedara. Por más de una semana solo quería lanzar a Amaya por la borda.
Sara había tomado el mando de la nave. Mick se enojó un poco conmigo, me insistía en que debía ser yo, al ser la más cercana a Rip. Pero no podía, con trabajos y lograba obedecer... estaba dispersa, arisca... golpeaba más fuerte y más veces de lo necesario en las peleas, y varios días después de despertar me quedaba en la cama por horas si no teníamos nada urgente qué hacer. Gideon me había sugerido más de una vez tomar algún antidepresivo leve, pero no quería meterme nada mientras no me colapsara por completo.
Lo que me había regresado a la realidad y obligado a mantenerme sin caerme del todo, fue Ray, que perdió el traje cuando tuvo que destruírlo porque un señor feudal japonés se había hecho con él y no podían dejárselo. Nos volvimos compañeros de pérdida, y Nate tenía una afinidad natural con él, así que nos volvimos una tercia; especialmente desde que Mick se empezó a llevar mejor con Amaya y me alejé.
Estaba haciendo mi mayor esfuerzo, pero lo que tenía que pasar, sucedió...
-¡Lex!- Nate, volviéndose de metal, había logrado detenerme, aunque yo seguía pataleando y luchando por zafarme -¡Voy a lastimarte, basta ya!
Gideon los había llamado a la Zona de Carga, donde yo estaba pateando y golpeando cajas, entre gritos.
-¡Tú no puedes decirme lo que debo hacer! ¡Ni Sara! ¡Nadie! ¡Sólo se lo permito a Rip!- vociferé, mientras Nate luchaba por no apretar demasiado.
Terminó por detenerme contra la pared, y Mick me apuntó con su arma -¡Ya deja de retorcerte, mexicana!
-Dispara, Mick...- musité, empezando a llorar.
-No seas idiota- sonrió -. Solo tienes un ataque de histeria, no vamos a matarte por eso.
-Ya estoy muerta- sollocé.
-¡No, no lo estás!- Ray se acercó -¡Suéltenla!- Mick se apartó y Nate me soltó, yo me dejé caer en los brazos de Ray -Amiga, no has dejado de luchar, no te rindas ahora.
-¡Quiero a Rip!- grité, sintiendo un nudo enorme en la garganta -¿Cómo es posible que me encontrara otra vez con el imbécil de Jonah Hex, y tuviéramos que salvarle la vida, y pelear junto a él, y no podamos encontrar a Rip?
-Así que eso es lo que la terminó de desbalancear...- aseveró Martin, mientras sentía que Ray me acariciaba la cabeza que tenía recargada en su hombro, empapándoselo de lágrimas.
-Quiero a Rip...- repetí, casi sin fuerzas.
-Lexell... sabes que no hemos podido encontrarlo- se acercó Sara y acarició mi espalda -. ¿Quieres regresar a casa? ¿Para tomar un respiro?
-No quiero rendirme. Rip va a odiar eso- sollocé, frustrada.
-No vas a rendirte, solo descansa un poco de esta nave y de las misiones- siguió Sara -. Despéjate e iremos por ti en una semana, ¿de acuerdo? En este estado solo podrías lastimarte o comprometer a alguien más. Y eso sí que lo odiará Rip.
Asentí, y me dejaron terminar de llorar.
-Gideon, mi amor, perdóname- suspiré acariciando el panel de control un par de horas después-. Necesito estar lejos de todo lo que me recuerde a Rip, y tú... tú eres parte de él, al ser el alma de la Webrider... de esta nave que tanto ama. Por favor: no te enojes conmigo.
-Parte de mi trabajo es garantizar su bienestar- escuché la voz tranquila de la IA -. Si eso incluye que salga de esta nave un tiempo, yo estaré satisfecha. ¿Desea alguna copia de los videos de seguridad de la nave y las misiones, que acostumbra ver?
-¡No, para nada!- resoplé cubriéndomela cara -Eso sólo me tentaría a quedarme en casa, a resignarme de que Rip no va a volver.
No había querido que nadie me acompañara a casa, ni me despidiera, porque sólo me lo harían más difícil; así que sólo Gideon me dijo "Hasta luego", mientras salía del puente y de la nave. Salía con las manos vacías: para convencerme de que debía regresar, no llevé conmigo mi traje ni mis armas.
Me derrumbé al entrar a casa, y que mamá preguntara inocentemente "¿Dónde está tu Capitán?". Regresar me pareció al principio una derrota, me quedé en mi cama por un par de días, hasta que me animé a salir para hablar con amigos, familia, caminar de nuevo por mi ciudad.
Sí, estaba renovando fuerzas: ya sonreía, y pensaba en que un día Rip estaría conmigo de visita en la ciudad donde había pasado toda mi vida antes de la Webrider. Hasta que llegaba la noche, y el sueño recurrente volvía. Al despertar tenía que volver a empezar.
Llegó el día pactado en que regresaría a la Webrider, no tenía idea de qué esperar. Iban a respetar mi semana de asueto, y a regresar por mi si les hacía falta o si encontraban a Rip.
Tocaron a la puerta y yo fui a abrir, esperando que fuera lo primero: que estuvieran en un problema de proporciones épicas y necesitaran un par de manos más.
Abrí la puerta y solo estaba Ray, queme miró con una sonrisa más grande que nunca.
-¡ENCONTRAMOS A RIP!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Yo cuando empecé a ver Legends y me enamoré de Rip a primera vista:
¡ENCONTRARON A RIP!¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!
¡AAAAAAAAAAHHHHH!!!! ¡AAAAAAAAHHHHHHH!!!!!
Preparen los kleenex pa mañana... de hecho tal vez pal resto de la semana...
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