De cuando la mexican cuisine llega al rescate emocional

Era increíble lo rápido que cambiaba de humor el Capitán, a los pocos segundos de poner las manos en un panel abierto en la pared empezó a murmurar lamentaciones que no entendí.

-¿Qué opinas, Gideon?

-Que hay un 6% de probabilidad que acepten seguir con la misión.

-Yo preguntaba sobre la nave...- replicó frustrado.

-¿Y yo estoy pintada?- reclamé.

-Solo quiere quedarse por la máquina de comida.- respondió Gideon.

-Tienes a tu IA rencorosa y a esta.- resoplé.

-Pobre Gideon, traicionada tan pronto.- sonrió, antes de alejarse gruñendo de la pared cuando saltaron chispas... de verdad que cambiaba muy rápido de humor.



-Sucedió otro lamentable incidente debido al ataque de Cronos, ¿desea saberlo?

-No.- nos quejamos al mismo tiempo.

Kendra y Carter no parecieron escucharnos, porque nos informaron que el lamentable incidente era la muerte de su hijo.

Sentí que me temblaban las piernas. No llevábamos ni un día y ya había muerto alguien.

Los demás llegaron al puente, habían decidido quedarse. Yo me alivié un poco, ¿qué se supone que iba a hacer Rip quedándose solo con una novata para salvar al mundo?

No teníamos que viajar de nuevo en el tiempo, solo debíamos encontrar a Vándalo Salvaje en una subasta de armas nucleares, y robar una daga de su tiempo que podría matarlo.

Spoiler: todo salió mal.

Tuvimos que ir a rescatar al equipo que iba a robar la daga, y solo pudimos herirlo cuando él asesinó a Carter y dejó malherida a Kendra.

-Qué pinche desastre...- exclamé frotándome la cara, mientras esperaba algo de comer en la cocina.

-Lenguaje...-escuché detrás de mi, en un regaño con bastante desgano. Era Rip.

-Perdona, Capitán.- solté.

-Aunque tiene razón- suspiró -. ¿Qué se supone que vamos a lograr si en tan poco tiempo perdimos un miembro del equipo y está en riesgo otra?

-¿Chilaquiles?-pregunté, tomando un plato de la máquina, esperando disminuir la tensión.

-¿Porqué huelen tan bien?- preguntó frustrado de que había logrado distraerlo de la tragedia.

-Porque los hice yo- alcé los hombros como si no tuviera importancia, dejé el plato en la mesa y empecé a teclear de nuevo -. Anda come un poco.

Nos miramos unos segundos, él se veía tan culpable de simplemente sentarse a comer en medio de todo lo que estaba sucediendo, que yo no pude evitar sentirme mal  -Si se enfrían te odiaré-apuré. Se sentó por fin.

-¿Qué huele tan bien?- irrumpió Mick entrando.

-Todos tuyos.-masculló Rip pasándole el plato.

-Mmmmm... ¿tendríamos que avisar a los demás?- pregunté, tecleando que quería dos porciones más.

-¡OIGAN TODOOOOOOSSS!!! ¡¡LA MEXICANA HIZO COOOMIDAAAAA!!!!- gritó Mick, nosotros apenas alcanzamos a cubrirnos los oídos -No vienen, más para mi.- empezó a comer.

-¿Comida mexicana?- se asomó Ray -Eso es altamente calórico, pero creo que lo merezco.

Tecleé tres porciones.

-Entonces- dijo sonriendo, sentándose -: ¿Qué haremos ahora?

Rip gruñó -Necesito un par de horas para pensar.

-Pero ahora come, por favor.- indiqué, pasándole el primer plato que salía.

-Claro: no puedes desaprovechar que una mexicana prepare comida mexicana, es una invaluable experiencia gastronómica- explicó Ray.

-Esto está tan bueno que no deberías ensuciarlo con esas palabras nerds tuyas-sentenció Mick con la boca llena.

Rip picoteó el plato con desgano y la cara le cambió al probarlo por fin.

-Nunca había probado algo así, ¿le agregas algo, o usas diferentes cantidades, o...?- preguntó asombrado.

-Sí, "algo", pero si te lo dijera tendría que matarte- me reí.

-¡Gideon, hackea la memoria de la máquina de comida!- ordenó sonriendo antes de otro bocado.

-En seguida, Capit...

-¡GIDEON!-exclamé, abrazando la máquina de comida -¡Si te atreves: viajaré en el tiempo para hacer realidad la ley de casarme con ella!

-Lo siento, Capitán, no puedo permitir eso.

-Traidora...-rumió Rip.

-¡Uauuu esto es mágico!- exclamó Ray -Si todo sale mal podemos poner un restaurante y volvernos Leyendas de los Chilaquiles.

A nadie le causó gracia y se quedaron comiendo en silencio, me alegró que les gustaran a ellos, porque cuando finalmente obtuve mi plato y un café negro, a mi no me supieron casi a nada.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Les diría que le pongo a los chilaquiles y las enchiladas... pero tendría que matarlos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top