De cuando estás en negación

-No quiero tu lástima, mexicana.

-¿Lástima? Lo que da lástima es tener acceso ilimitado a chelas, sin tu compañero de chelas.

Había ido a ver a Mick, estaba cansada de que todos actuaran como si hubiera una bomba de tiempo en la nave; yo solo quería intentar pasar un rato con él, como antes. Me senté junto a una ventana de la celda por la que se podían pasar cosas, traía un six y dos tortas gigantes.

-Apuesto a que esos ojetes Maestros del Tiempo te dieron muy mal de comer- destapé una cerveza –. Por eso estás tan resentido.



-¿Crees que es solo por eso?- preguntó burlonamente.

-Te pones de malas cuando tienes hambre- destapé otra botella y le di un trago. Lo miré, desafiante -¿Vas a venir o qué? No voy a dejarte las cosas en el suelo, no eres perro.

-Eres todo un caso, mexicana- se levantó y caminó hacia mi -. Podría tomarte la mano y arrancártela cuando me pases la cerveza.

-Te quedarías sin que te pasara tu torta.- sentencié.

Nos sentamos solamente separados por el cristal y comimos en silencio.

-Tal vez te perdonaría la vida a ti- comentó después de un rato, como si no tuviera importancia -. Te borraría la memoria y te regresaría con tu mami. De hecho a todos, si me piden perdón lo suficiente. A los únicos que tendría que asesinar serían a mi ex compañero y al ridículo Capitanito de esta chatarra.

-Eso sería muy amable de tu parte- sonreí -. Pero si le pusieras una mano encima al Capitán te arrancaría las piernas y te tiraría por la escotilla de la Webrider. Le pediría a Gideon que tocara Highway to Hell mientras lo hago, para tenerte algo de consideración.



-¿Cómo es que te gusta ese cretino?

-¿Eh?

Se rió -¿Me partirías las piernas si asesinara a alguien más de por aquí?

-¡Pues claro que sí!- dije antes de darle un trago largo a la cerveza -O si volvieras a jugar con Gideon, como cuando nos dejaste en centrifugado en la Zona Temporal.

-Eso no fue lo que dijiste hace unos segundos, y con solo cerveza y media encima estás perfectamente sobria, compañera de chelas.

Sentí que mi cara se ponía caliente.

-¿Porqué no podrías perdonar a Leonard?- pregunté para cambiar el tema -Pudo haberte asesinado y no lo hizo, me parece que iba a regresar por ti.

-¿Ahora lo conoces más que yo?- se burló -De cualquier manera: elegir regresar con ustedes fue traicionarme.

-¡Ay por Dios! ¿Porqué los hombres son tan sentidos?- me quejé, destapando otra botella para pasársela.

-¿Tú lo perdonarías?

-La gente la caga, Mick- resoplé -. Me gustaría que me perdonaran si la cagara. Me gusta hacer por la gente lo que me gustaría que hicieran por mi.

-Pero si tocara a tu precioso Capitán Hunter, en vez de perdonarme, me arrancarías las piernas.

Solté un gruñido de frustración -¡Deja de decir eso!

-¿Qué? ¿Qué te gusta ese patán?

-¡Miiiiiiiiiick!- solté en un chillido agudo.

Él se rió y nos quedamos en un incómodo silencio.

-Si no lo aceptas nunca lo vas a superar.

-¿Qué?

-¿Pues de qué estamos hablando? De que te gus...

-¡BASTA CON ESO!

-Nos llevó a la fuerza para contarnos sus mentiras de que estábamos destinados a la grandeza. Ha soltado la verdad a cuenta gotas. Nos está usando como mejor le conviene. Dejé de convenirle y me sacó de la nave... aunque a su favor podemos decir que sin arrancarme las piernas. Ni siquiera pudo encargarse él mismo de sacarme del equipo. Y lo más importante: su idea es regresar con su esposa e hijo. Y a ti te gusta. ¿Eres masoquista o qué?

-¡No me gusta!- insistí - Y si te enfocas solo en lo malo nunca vas a entender a la gente.

-Y dijo que no me quería en el equipo pero venía en paquete con Snart, y que tengo la inteligencia de un burro. Pero hasta yo, con inteligencia de burro, me doy cuenta de que te gust...

-¡Oye oye oye! ¿Te dijo qué? ¿Cuándo?

-En la bonita celda donde nos encerraron los piratas espaciales del genial John Valor.

-¡Pero qué pedazo de... insensible! ¡Necio! ¡Cretino!

-Te gusta. O no te molestaría tanto. O le dirías palabras más feas.

Gruñí.

-No me gusta. Pero va a escucharme- me levanté de un salto y salí casi corriendo.

-¿Porqué tuvo que dejar la cerveza del otro lado?

-Bueno, señor Rory, estos días he tenido la misma sospecha que usted. Y tengo entendido que un ser humano en ese estado es despistado- respondió Gideon. Afortunadamente no la escuché, porque entonces sí que me casaba con la máquina de comida en ese momento.

-¡RIP HUNTER!

Entré intempestivamente a la biblioteca, donde el aludido estaba revisando unos papeles y dió un sobresalto antes de mirarme con los ojos abiertos como platos.

-¡¿Porqué me llamas "Rip Hunter"?!

-¡Rip Hunter!- repetí -¡¿Porqué le dijiste a Mick que no lo querías aquí y tiene la inteligencia de un burro?!

Se puso un poco pálido -Te lo contó...-

-¡Rip!- exclamé, sin saber si estaba más enojada o sorprendida.



-Fui un idiota.

Me desarmó al darme a entender que no quería pelear. Yo tampoco quería.

-Estaba tan furioso y dejé que me provocara- continúo -. Y no pude ni enfrentar lo que hizo para desquitarse: se lo pedí al Señor Snart. Y todos hemos estado en peligro por mi culpa. ¿Quién se portó con la inteligencia de un burro?

"Tú" pensé. Quería reclamarle y echarle toda la culpa, pero sabía que no serviría de nada.



-Deberías decírselo, Rip...- musité.

-Al menos ya no usaste mi nombre completo- sonrió a medias -. Si me perdonas tú, con algo de suerte me perdonarán los demás.

-No te des por perdonado aún- fruncí el seño -. Nos pusiste en peligro a todos... más del que ya de por sí implicaba este asunto. Y me molesta más que fuiste cruel con Mick, cuando no se lo merecía.

Vi como se frotaba el cabello con cierta frustración.

-No volvamos a hablar de esto, ¿quieres?- propuse - Hay que enfocarnos en qué hacer de ahora en adelante.

Asintió sin mirarme.

-Descansemos todos unas horas. Tengo algunas acciones que proponerles, y lo ideal hubiera sido no llegar al punto de recurrir a ellas. Así que será mejor si van a dormir un poco.

-Rip- lo nombré preocupada al verlo tan serio, no quería dejarlo así -... tú también duerme, por favor- fue lo único que logré decir.



-¿Gideon?- llamé a la IA cuando ya me había acomodado para dormir... no tenía sueño.

-¿No tiene sueño, no es así, señorita Cassini?- me respondió su voz acompasada.

-Estoy cansada pero no tengo sueño. Es una sensación odiosa- expliqué -. Pero no te llamé por eso... no te pedí privacidad cuando fui a hablar con Mick... ¿qué opinas? ¿Con esos datos puros y duros de tu base de datos?

-¿Segura que quiere oírlo?

-Excelente respuesta, Gideon: en un segundo acabo de darme cuenta de que no quiero. Mejor lo dejamos a la vieja usanza de la humanidad: no mover nada y a ver qué pasa.

-Entonces sugiero empezar la secuencia auditiva para inducir el sueño.

-Quisiera llevarte a casa conmigo cuando esto termine... no me digas que no es posible, por favor, solo empieza con eso que acabas de decir.

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Aquí se empiezan a poner las cosas verdaderamente complicadas, oigan...estoy a un pelo de alcanzar lo que ya estaba escrito, pero como guión, limpiarlo va a estar cañón)

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