De cuando algo se rompió

-Señorita Cassini, la Capitana Lance los llama al puente.

Giré los ojos cuando Gideon me "interrumpió". A pesar de negarme tanto tiempo, había terminado por caer en aislarme encerrada en mi habitación, no quería ver a nadie después de lo de Phil. Sólo pasaba el tiempo despierta viendo una y otra vez los videos de seguridad y el último mensaje de Rip. Obviamente esa santa IA estaba tratando de sacarme de ese bucle indefinido de estúpida autocompasión. ¿Cuántas veces había tenido que hacer lo mismo con el Capitán de su nave?

-¡¿Dónde estabas?!- preguntó Sara -¡Hubo un sismo del tiempo! ¿No lo sentiste?

-Ah... ¿fue eso?- ladeé la cabeza.

Todos me miraron con preocupación.

-¿Estás a ese nivel de insensible?- preguntó Amaya lo que supuse pensaban todos.

-Creo que sí- respondí rascándome la nuca.

-Asesinaron a George Washington, pero obviamente es una trampa- recapituló Sara lo que me había perdido.

-¿Está diciendo que no hagamos nada?- cuestionó Stein.

-Claro que haremos algo, pero tenemos que ser extremadamente cuidadosos.

Sara explicó que teníamos que sacar a Washington de una fiesta de Nochebuena, para evitar que fuera asesinado la mañana de Navidad. Todos estaban bastante ilusionados... una fiesta de Nochebuena... hubiera sido tan lindo ir con Rip.

-Buenas noches, señoritas, ¿una copa?- nos ofreció alguien en la fiesta, Sara y yo estábamos estudiando a los invitados y quien se nos había acercado felizmente resultó nuestro objetivo.

-Tenemos que salir de aquí, está en peligro- dijo Sara, aunque resultó muy poco convincente.

-¿Porqué estaría en peligro en una fies...-

Reaccioné tomando del brazo al hombre y echando a correr, en cuanto escuché metralletas disparando. ¿PORQUÉ TENÍAN METRALLETAS AUTOMÁTICAS EN 1776? Sara y Mick nos cubrieron y en un momento estábamos saliendo de la casa, oyendo el alboroto interior.

Me detuve de golpe, sintiendo que me brincaba el corazón y me flaqueaban las rodillas. Alguien había aparecido en el camino, unos metros frente a nosotros.

-¡Rip!- exclamó Sara -¿Cómo llegaste aquí?

-¿O eres... Phil?- aventuré, sin entender porqué no nos miraba, solo estaba parado de perfil. Tal vez estaba soñando.

-¿Rip?- escuché repetir a Sara.

-¿Cielo?- no pude evitar llamarlo, aferrándome a la idea de que estaba soñando. No parecía ser algo real.

-Hola, Lexell- un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, ante la frialdad de ese saludo.


Sus ojos verdes se me clavaron hasta la médula. Eran... tan fríos.

Escuché un disparo, sentí el impacto en mi costado. "Es una pesadilla, DESPIERTA" pensé desesperadamente, mientras mi cerebro asimilaba que Rip aún tenía la pistola humeante en posición de tiro, y que Mick me sostenía, maldiciendo.

-Adiós, Lexell- lo escuché decir, con total indiferencia -. Llévense a los demás.

Todo mi torso quemaba, sentí que Mick me soltaba y yo caía sentada, Sara gritaba repitiendo mi nombre, veía borrones empezando a alejarse; lo único que veía claro era a Rip, alejándose. El frío y la dureza del suelo en mi espalda al terminar de desplomarme me hicieron entender: no estaba soñando, Rip me había disparado, de frente, mirándome, sin dudarlo.

~.~.~

-¡Lex! ¡Lex, resiste!- Nate había llevado a la joven a la nave, encontrando todo a obscuras. Un pulso electromagnético había apagado todo, incluyendo el traje de Átomo que se había quedado atrapado en la miniaturización, y ni siquiera Firestorm podía fusionarse para brindarle energía a la Webrider.

-Jax- dijo débilmente la herida cuando la habían dejado en la camilla -. Fue Rip.

-¿Qué?- la miró incrédulo, mientras le tomaba la mano apenas con fuerza.

-No está bien. La Legión debió hacerle algo. Por favor, tenemos que recuperarlo- suplicó desesperadamente, antes de perder el conocimiento.

Martin se quedó con ella, sin nada funcionando, tenía que encargarse de la bala él mismo. Nate y Amaya fueron a buscar a los que se habían llevado prisioneros, Ray miniaturizado debía encender manualmente la energía de la nave. Y Rip estaba invadiendo la Webrider con un par de soldados.

~.~.~

Por un segundo me regresó la esperanza de que había estado dormida, abrí los ojos y estaba mayormente a obscuras, con una luz tenue y temblorosa.

Pero sentí el dolor, y se me escapó un gemido, sin saber si era por la debilidad, el dolor, o recordar lo que había sucedido.

-¡No se mueva!- escuché a Martin, tomando mi mano que me había llevado a la herida.

-Martin... ¿tú...- susurré, mirando cómo su preocupación se convertía en alivio.

-Sí, todo va a estar bien- me sonrió.

-Oh, lamento interrumpir este momento de tierna fraternidad- una punzada de miedo me atravesó el pecho... Rip estaba en la puerta de la enfermería. Con esa mirada helada y amenazante.

-¡Martin, no!- grazné alarmada, cuando se puso de pie para interponerse entre nosotros.

-¿Qué es lo que quiere?- mi alarma aumentó al escuchar la seguridad con que lo enfrentó.

-¿Y en serio tiene que preguntarlo? Pensaba que era un genio, Profesor Stein- se burló.

-¿El trozo de la Pica que recuperamos? ¡No nos dijeron a todos en dónde la guardarían!- afirmó.

-¡Rip!- supliqué, mirando que se acercaba -¡Rip, déjalo! ¡No lo sabemos!

Cerré los ojos al escuchar un impacto, de un solo puñetazo en el rostro derribó a Martin.

-No sé dónde está- repetí.

-Seguro que no lo sabes- sonrió con sorna -. ¿Porqué te lo dirían, siendo la más débil e insignificante en esta nave?

No pude evitar las lágrimas.

-¿Qué te hicieron?- sollocé -Rip... Cielo... sé que no me harías daño.

-¿Segura?- preguntó, sin ninguna emoción en sus ojos o su voz, apresando mi garganta en su mano.

-Sí- luché por seguir hablando -...este no eres tú. He esperado tanto por recuperarte, y seguiré...

Apretó un poco más, y ya solo podía esforzarme en seguir respirando. Ni siquiera pude seguirme repitiendo a mi misma "No es Rip". Jax entró corriendo.

-¡Rip, suéltala!- exigió, más asustado que imperativo -¡Es Lexell! ¿Comprendes? ¡Por favor... es Lexell!

-Repites su nobre como si me importara... no es así.

Todo empezó a darme vueltas por la falta de oxígeno, alcancé a escuchar que Jax le decía que el trozo de pica estaba escondido en el telescopio; antes de sentir que apretaba como si sus dedos fueran una dentellada de lobo, y algo se rompía, físicamente en mi garganta, pero también en el fondo de mi espíritu.

~.~.~

-¡No, Jax!- el muchacho escuchó una voz en su espalda, había seguido a Rip, quien había conseguido salir de la nave con el trozo de Pica.

Estaba más allá de furioso, quería destruirlo, y frustrado hasta la médula porque no había tenido el valor de hacerlo de frente.

-¿Lex?- preguntó, sin dejar de apuntarle al objeto de su odio, que había volteado sorprendido.

~.~.~

-Ray logró encender la nave, Gideon y Martin no me dejaron morir... Rip formó un excelente equipo- traté de sonreír, sin saber si volvería a atacarnos -Por favor, no dispares.

-¡Deja de protegerlo!- gritó frustrado -¡Lo que te hizo, y a Martin, volvería a hacerlo!

-No se trata de protegerlo a él.-susurré, acercándome -Quiero protegerte a ti... Jax... ¿Qué día es? Es Navidad... el día de ser la mejor persona que podamos ser...

Rip me miró con fastidio, Jax bajó la pistola. Y lo miramos alejarse.

-¡Lex!- gritó asustado, lo había tomado de la mano pero en pocos segundos me había caído de rodillas, echándome a llorar.

-No es Rip...- repetí -... ¿verdad que no lo es, Jax?

-No, amiga, no es Rip. Vamos a recuperarlo, estarán juntos de nuevo, te lo prometo.

Me ayudó a levantarme y regresar a la Webrider, donde no pude decir nada ante los interrogatorios de todos en el puente, y solo caminé en automático a mi habitación. Dejándome caer en la cama.

-¿Lexell? ¿Amiga?- la voz de Ray y unos golpes rítmicos en la puerta de la habitación me despertaron, ni siquiera recordaba cuándo me había quedado dormida.

-¿Qué pasa, Ray?- pregunté, sintiendo la boca seca.

-Sara pensó que era una buena idea hacer una cena de Navidad- respondió inseguro -. Todo está listo, nos gustaría mucho que vinieras.

Me senté en la cama, sintiéndome vacía. ¿Una cena de navidad? ¿Debería sentirme feliz de que me invitaran? ¿U ofendida porque con lo que estaba pasando habían organizado una cena de navidad, y esperaban que me la pasara bien junto a ellos? No sentía nada, o más bien sentía lo que se me había roto en el fondo del alma, emanando vacío, que se extendía a todo mi ser.

Rip Hunter me había roto el cuello y, al mismo tiempo, creado un jodido hoyo negro en mi interior.

-Voy- dije mecánicamente, y mecánicamente me levanté y vestí. No pude evitar cruzarme con el espejo. Estaba pálida por la pérdida de sangre, y mi rostro tan vacío de emociones como mi espíritu.

Solo alcé los hombros, pensando "Esto es lo que hay".

Me senté en la mesa, donde todos estaban muy animados. Reían y hasta se habían preparado un par de regalos. "Sonríe, el equipo está feliz" me repetía mentalmente y me forzaba a hacerlo, aunque curvar los labios se sintiera solo como un movimiento mecánico, como hacer abdominales.

Sara hizo un brindis, diciendo que éramos... una familia.

Y de pronto las emociones volvieron. Como un maldito tsunami apocalíptico, y mis lágrimas también.

-Les dije que debían dejarla en paz, estúpidos- escuché decir a Mick, y unos brazos me rodearon por los hombros.

-Lo siento, Lex, de verdad pensé que te animaría- escuché a Ray a unos centímetros de mi oído.

Asentí, sin poder decir nada.

Me tomó del brazo y me levantó de la silla, las piernas no me respondieron para seguir de pie. Jax se acercó y entre los dos me llevaron a mi habitación, sentándome en la cama.

-¿Me perdonas?- insistió Ray.

-Claro que sí- alcancé a sollozar, acariciando su mejilla. ¿Cómo no iba a perdonar a mi amigo, que era la reencarnación de lo puro e inocente? -. Estaré bien, diviértanse en la cena.

-¿Tienes hambre, te traemos algo?- se añadió Jax.

Negué con la cabeza.

-Evitaremos que Mick arrase con todo y te guardaremos un poco- sonrió.

Les insití en irse, quería quedarme sola. No pude evitar que se fueran con su cara de culpa.

-¿Gideon?

-Estoy aquí- me respondió con su voz calmada.

-¿Puedes ponerme el video de seguridad de... ya sabes?

-Creo que sólo empeorará su ánimo.

-Sí, lo sé, Gideon. Y eso es lo que necesito. ¿Cómo sacas el agua sucia de un vaso lleno, sin mover el vaso?

-Haciendo que se desborde el agua sucia con agua limpia- razonó.

-Necesito eso... recuérdame cuando el agua estaba limpia, por favor- supliqué, acomodándome frente a la pantalla de la pared.

-Está bien, señorita Cassini- la imagen de una ventana con vista a mi ciudad, cambió a un video de seguridad de la biblioteca. En que Rip se paseaba frustrado de un lado a otro, hasta que se detenía y me daba un beso... su primer beso.

Dejé las lágrimas caer, mientras acariciaba la pantalla. Había perdido a Rip, y hasta a Phil, y al menos por ese momento, no lograba convencerme de recuperarlo. Había perdido al hombre que amaba.

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Nop... definitivamente no estaba lista para escribir este capítulo, por más que traté de hacerme a la idea por días... pero bueno, ya lo hice... No he vuelto a ver los siguientes capítulos, así que menos mal que es viernes.

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