Sinopsis: En un mundo donde todos están destinados a una pareja cuenta la leyenda que sabrás que esa es tu pareja cuando la mires a los ojos estos se iluminarán y un milagro ocurrirá.

Liam caminaba tranquilo por las calles con el destino claro, la cafetería "Leyenda" es una de las favoritas de él, además del delicioso café, el ambiente tranquilo y dulce que había en ese lugar le hacía querer volver a diario.

Así que ahí estaba formado en la fila para hacer su pedido, un libro aguardaba debajo de su brazo y es que por mucho que nadie le creyese él amaba la lectura y esa cafetería era perfecta para ello.

Ya con el café en una mano caminó hasta una mesa, pero tan sumergido en sus movimientos no se fijó por donde caminaba y llegó a chocar con una persona causando que ambos terminaran en el suelo, pero el grito que había pegado la otra persona le avisó que había pasado algo.

Y es que Liam había tirado un vaso de agua sobre un pequeño joven moreno con lentes obscuros.

—Lo siento — Se disculpó Liam mientras ayudaba al menor frente a él a levantarse y también le brindó una servilleta —No veía por donde iba, perdón.

—No te preocupes, yo también estaba distraído —Una vez ambos estuvieron parados, Liam miró que el chico, del cual no sabía su nombre, estaba empapado del agua que había derramado sobre él.

—Te he mojado todo el suéter — Habló Liam viendo como Zayn desabrochaba su suéter negro y se lo quitaba, Liam decidió brindarle su chamarra, así que la quito de su cuerpo —Toma, es mi chamarra —Dijo tomando el suéter de Zayn y pasándole su prenda, el llevaba un suéter extra abajo.

—Muchas gracias, pero aun no sé tu nombre —Liam se sonrojó al notar las confianzas que estaba tomando.

—Soy Liam y ¿Tú? —

—Soy Zayn —Ambos sonrieron.

—Bien, Zayn, siento haber derramado el agua sobre ti, además tu suéter quedó empapado y por eso te ofrezco mi chamarra, y espero que me dejes invitarte un café de disculpa — Zayn sonrió después de todo el discurso de Liam.

—Me parece muy bien, Liam, pero como sé que no quieres hacer algo malo conmigo — Insinuó Zayn y ahora fue el turno de Liam de reír.

—Tendrás que confiar —

—Está bien, pero antes... ¿Te puedo tocar? — Liam se sorprendió ante esa pregunta, pero Zayn se apresuró a aclararse —Lo que pasa es que soy ciego y es la única manera en la que te puedo conocer — Explicó Zayn mientras el rojo se subía a sus mejillas.

Liam asintió y luego se golpeó mentalmente por hacerlo, Zayn no podía verlo —Esta bien — Las manos de Zayn se estiraron a Liam y este las tomó para guiarlas a su rostro.

El tacto de Zayn era suave, rozando los dedos con delicadeza por cada facción de Liam, desde su barbilla hasta sus pómulos, sus cejas, nariz, labios, etcétera.

—Eres muy guapo, Liam —Y ambos se sonrojaron por ese comentario, Zayn por decirlo y Liam por el cumplido.

Una vez la vergüenza fuera, decidieron tomar asiento y conocerse un poco más mientras Zayn tomaba té y Liam un café.

— ¿Es costumbre tuya derramar el agua encima de chicos y luego invitarles un café? — Ambos rieron de aquel comentario totalmente fuera de situación que dijo Zayn, a Liam le gustaba ese sentido del humor.

—Sí, es la estrategia con la que todos caen — Dijo aguantando las carcajadas.

—¿Y después?

—Después los llevo a mi casa diciéndoles que les daré dulces, los encierro en una caja y los intercambio por cabras a los rusos — La expresión cambió de gracia a confusión, pero con un toque de diversión.

—¿Por qué los intercambias a los rusos por cabras — preguntó Zayn

—Porque cabrrras son poder, poder son cabrrras — Dijo Liam haciendo un mal intento de ruso, remarcando mucho las "r", y ya o pudieron contener más las carcajadas, era sorprendente su facilidad de palabras a tan poco tiempo de conocerse.

Al final se quedaron todo el día hablando y cuando se dieron cuenta ya estaban cerrando el local, Liam se ofreció a acompañar a Zayn hasta su apartamento, además de que Zayn quería regresarle su chamarra.

Liam cuidando cualquier cosa que Zayn pudiese hacer, aunque este le diga que tenía todo controlado con el bastón.

—Liam no seas tan exagerado, está bien que sea ciego, pero no soy estúpido —

—Te creo, pero es solo que me preocupo por ti — Liam sonrió

—Lo sé, pero ¿¡Es necesario cargarme en tus brazos!? —

—¡Sí! Muy necesario — Exclamó apretándolo más a su pecho mientras este se removía buscando la libertad

—¡Por favor! Haces que me sienta más inútil —

—¡Vamos, Zayne! Es divertido — Zayn no pudo evitar sonrojarse al escuchar ese apodo, y es que saliendo de los labios de Liam lo sentía tan diferente que cuando su familia lo llamaba de esa manera. —¡Te ves tan lindo sonrojado, Zayne!— Liam pellizcó sus mejillas haciendo que el sonrojo no bajara de sus mejillas.

—¡No soy lindo! ¡Soy rudo! ¡Soy un chico malo! — Exclamó Zayn con un pequeño puchero, pero a la vez tratando de ser rudo, obviamente fallando en el intento.

—Muy rudo, Zayne, por supuesto — Liam rodó los ojos mientras bajaba a Zayn de sus brazos y lo colocaba a su lado para luego ayudarle a acomodar su ropa y abrir el bastón que le ayudaba a guiarse, y siguieron caminando.

—¡Exacto! Muy rudo — Y sin más siguieron caminando con dirección a casa de Zayn.

La casa de Zayn no quedaba bastante lejos de la de Liam, de hecho, pasaba por ahí cuando se dirigía al trabajo, así que una vez que Zayn estuvo en su casa Liam le prometió que vendría a por su chamarra, que no se preocupara por entregársela ahora, aunque antes Zayn le había entregado un suéter de su padre para que Liam no se fuera sin algo con lo que cubrirse, podía apostar que afuera estaba helando, no podía dejar que se fuera de esa manera.

Después de varias suplicas e insistencias Liam aceptó el suéter que Zayn le ofrecía.

Y ambos con una sonrisa se despidieron, prometiendo volver a verse.

...

Y la promesa se cumplió, después de varios meses Liam y Zayn se habían vuelto en muy buenos amigos.

Aunque no podían esconder que desde el principio ambos habían sentido una atracción bastante rara, ambos eran amigos, pero sus sentimientos querían decir lo contrario, había sido más de una vez en las que ambos terminan con las mejillas encendidas en el sonrojo por cualquier comentario que se llegaba a escapar de los labios de Zayn, algo que él denominaba como "Vomito verbal."

Se había hecho rutina entre ellos el caminar por el parque que estaba fuera de la cafetería, caminaban por ahí todas las noches y Liam le contaba sus historias a Zayn. Así que ahora ambos se encontraban caminando uno al lado del otro.

Zayn se tropezó con una grieta y sus lentes cayeron volando. Liam rápidamente lo ayudó a levantarse y mientras lo hacía tomó los lentes negros de Zayn.

Ya cuando ambos estuvieron levantados Liam se paró frente a Zayn para colocarle los lentes, no sin antes mirar sus ojos, eran de un hermoso color miel.

—Tienes unos hermosos ojos — y justo en ese momento estos comenzaron a brillar en un tono dorado.

Sus ojos brillaban.

Liam y Zayn contuvieron la sorpresa, los ojos de Liam también brillaron en un potente café.

—¿Liam? — preguntó Zayn con millones de sentimientos peleando en su estómago, la vista se le comenzó a aclarar y los colores de hacían presentes, las luces volvían a sus ojos, estaba recuperando su vista.

Un milagro pasó.

—¿Sí? —

—¿Eres castaño? —

—Sí, pero como lo- — él mismo se interrumpió cuando entendió lo que pasaba, Zayn recuperó su vista.

—¿Sabes lo que eso significa, Zayn? — Zayn asintió sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas, sin esperar un segundo más se lanzó a los brazos de Liam, llorando desconsoladamente sobre el suéter del contrario. Liam no dudó en corresponder el abrazo.

Tal vez él destino había planeado esto, ellos no eran muy religiosos, pero agradecían intensamente a esa fuerza o suerte que los unió en una cafetería, la historia de amor perfecta.

Cuenta la leyenda que encontrarás a tu pareja destinada cuando la mires a los ojos y estos brillen, después ocurrirá un milagro...

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Uno de los más bonitos que tengo y nadie cree que yo lo haya escrito :'v