10. Besar de forma distinta

No fue un beso.

Fue algo mucho mejor.

Me tomó de la mano y preguntó:

—¿Te gustaría ir por unas donas? Yo invito.

El equipo entero y mis amigas celebraron ese touchdown con gritos, abrazos y silbidos. Los Jaguars incluso levantaron a Bill gritando «¡Qué viva el amor!».

Creo que se precipitaron. No sabemos si esto será amor, pero el hecho de que estén tan emocionados —y que él y yo lo estemos— me hace creer que la película valdrá cada segundo, sea cual sea el desenlace.

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