X. Who Knows It And Who Doesn't


CAPÍTULO DIEZ
QUIENES LO SABEN Y QUIENES NO

"No-one heard a single word you said. They should have seen it in your eyes. What was going 'round your head. Ooh, she's a little runaway. Daddy's girl learned fast. All those things she couldn't say. Ooh, she's a little runaway"


—Llegamos a este mundo siendo inocentes, cándidos, vulnerables. A los padres les corresponde educarnos y protegernos. Por desgracia, nuestros padres fallaron por completo hasta en las tareas parentales más básicas. Pero no le debemos nada a ese pasado que crearon para nosotros—habla Klaus mientras los sirvientes hechizados sirven el desayuno en la mesa—Hoy nos espera un nuevo futuro. Dejad atrás el rencor que sentís por Elijah y por mi. Y uníos a nosotros contra quien, de verdad, merece vuestra ira: nuestras madre. Si lo hacéis, nosotros os recibiremos con los brazos abiertos.

—Bueno—acepta Kol en un suspiro, dispuesto a agarrar unas pastas—

Al ver su intención, Elijah aleja el plato de él.

—Pero si seguís actuando en nuestra contra, lo que menos te preocupará es que te deje sin pastitas—asegura Klaus, mirando a su hermano pequeño—

—Si querías una alianza contra nuestra madre, podrías haberlo dicho antes—se queja Kol—Y me hubieras ahorrado una noche encadenando.

—Eso fue idea de Niklaus—señala Elijah, atrayendo su atención—Mi recomendación fue arrancaros los miembros uno a uno, hasta que aceptarais.

Una pequeña carcajada abandona los labios de Klaus, mientras éste se pone en pie.

—No tenemos ningún interés en torturaros, siempre y cuando juréis estar de nuestro lado, como hermanos—declara el hibrido, colocándose detrás de Finn y Kol—

—"Hermanos"—repite Finn con incredulidad—¿Podríamos llámarnos así después de tantos siglos de traición? ¿Esa lealtad se vio alguna vez recompensada? Si es que si, dime, Niklaus ¿dónde está nuestra hermana, Rebekah? Te ha sido ciegamente fiel durante mil años, y ahora está desaparecida. ¿Dónde está nuestra hermana? ¿Cómo consiguió escapar de tus viles maquinaciones?

—¿Crees que yo soy vil?—cuestiona con una sonrisa, volviendo a sentarse en su sitio—Entonces, ¿cómo definirías a la que nos maldijo?

—Quiso volver a haceros mortales. Pero los dos os habéis negado—señala Finn, defendiendo a su madre—Lo que prueba lo bajo que habéis caído. Confío en que Rebekah responda de otro modo a su propuesta. A diferencia de vosotros dos, ella siempre se ha aferrado a su humanidad.

—Olvídate de Rebekah—le ordena Elijah, señalándole con un pequeño cuchillo—Si vas a por ella, haré que lo lamentes.

—No dejes que te provoque, Elijah—pide Arielle, entrando a la sala—Ni él ni Esther la encontrarán mientras ella no quiera ser encontrada. Y no quiere.

—No estes tan segura—le responde Finn, posando su mirada en ella—Esther se ha empeñado en dar con ella. Lleva buscando a Rebekah desde que regresó. De modo que será cuestión de tiempo.

Molesto, Elijah agarra a su hermano de su chaqueta, lanzándole sobre la mesa para luego morder su cuello. Ante aquella acción, Klaus se ve obligado a separarles y a sacar a Elijah de la sala. Lejos de los oídos de sus otros dos hermanos.

—Ya sabes cómo disfruto de un buen baño de sangre, pero nuestros hermanos tiene poder y conocen los planes de Esther—señala Klaus, acorralando a su hermano contra una de las columnas del patio del complejo—Los necesitamos vivos.

—¿Os imagináis qué les harían a Rebekah y a Hope?—cuestiona Elijah, su mirada viajando hacia Arielle, quien se encontraba a su lado—

—Rebekah está protegida por una magia poderosa—asegura Arielle—Juliette se encargó de ello.

—Si, así que céntrate en lo más urgente—le insiste Klaus a su hermano—Debemos convencer a nuestros hermanos.

—Estoy harto de palabras—se queja Elijah, dispuesto a volver a entrar a la sala—

Klaus actúa rápido, sujetándole del brazo para obligarle a que vuelva a mirarle.

—El mundo al revés—se queja Klaus, sujetándole de los hombros—Ahora soy yo el que te tiene que frenar a ti.

Elijah suspira con frustración. Pero antes de poder responder, su teléfono comienza a sonar, anunciando una llamada. Dando un paso atrás, agarra su teléfono del bolsillo de su traje.

—Soy yo—anuncia Rebekah al otro lado de la linea—Tengo a la niña y vamos a huir. Esther nos ha encontrado. De momento estamos a salvo. He esquivado a sus estorninos, pero no sé adónde ir.

—Dile que vaya al oeste—le pide Arielle—Llamaré a mis hermanos.

—Esther es demasiado lista—se queja Rebekah tras oír la respuesta de su amiga—Nuestra única ventaja es que cree que la niña está muerta. Mandadme un mensaje con el plan.

Cuelga la llamada.

—Iros—ordena Elijah, mirando a Klaus y a Arielle—Yo me encargaré de Kol y Finn.

—¡Estupendo!—exclama Klaus con sarcasmo—En tus manos, estarán muertos antes de que anochezca.

—Me controlaré—asegura—Hope necesita a sus padres.

—Lo que ella necesita... Lo que necesitamos son aliados para vencer a nuestra madre—le corrige Klaus—Finn y Kol deben estar de nuestro lado. O no habrá lugar adonde Hope puede huir.

—Niklaus, vuestra hija...

—Hemos esperado meses para ver a nuestra hija—interrumpe Arielle—Podemos esperar un día más.

Elijah baja la mirada ante su respuesta. Entonces, tras aceptar su decisión, comienza su camino para abandonar el complejo.

—Elijah—le frena Klaus—Haz lo que sea para mantenerla a salvo.

—Tenéis mi palabra—asegura, mirándoles a ambos—

—Damon y Stefan no responden a mis llamadas—se queja Arielle entonces, mirando su teléfono—Mándame el plan a mi también. Iré a Mystic Falls.

Elijah asiente, abandonado el complejo.

—¿Estas segura de ir allí?—Klaus se gira hacia Arielle, dudoso—

—Les necesitamos—señala con seguridad—Y tengo que asegurarme de que están bien. Tú encárgate de tus hermanos y yo de los míos.

—Está bien—acepta en un suspiro—

Arielle baja la mirada entonces, guardando de nuevo su teléfono.

—Estará bien—murmura entonces para si misma, intentando auto convencerse—

A pesar de que su voz salió como un susurro, Klaus fue capaz de oírla aún a varios metros de ella, apuntó de volver a entrar en la sala donde Kol y Finn se encontraban. Entonces no dudo en usar su velocidad vampírica para volver a colocarse frente a ella.

—Lo estará—asegura, mirándola a los ojos. Arielle asiente, tomando una bocanada de aire—Elijah y Rebekah se encargarán de ello.

Tras recibir un pequeño asentimiento por su parte, Klaus la sujeta de las mejillas, acariciando su rostro con sus pulgares antes de romper el espacio entre sus bocas para unir sus labios en un beso.


—Stefan responde a mis llamadas o juro que te matare yo misma—se queja Arielle, dejándole un mensaje en el contestador de su teléfono mientras aparca su coche delante de la cafetería de la universidad de Whitmore—

Soltando un suspiro de frustración, Arielle abandona su vehículo para adentrase en el lugar. Extrañamente la cafetería se encontraba completamente vacía. Excepto por la presencia de este chico quien parecería estar persiguiendo a una de las camareras.

—Siento que no me hayas reconocido—habla él, sin darse cuenta de la presencia de Arielle—Significa que papá borró toda prueba de mi existencia. Las fotos familiares, las películas, una huella de mi mano en forma de pavo. ¡Cretino!

La chica de cabello rubio comenzó a subir las escaleras, asustada. Arielle entonces se fijo en su rostro y el del chico que la perseguía. Ella se parecía mucho a Luke Parker. Y él sin duda era el chico que aparecía junto a Jo en las fotos de su infancia que Alaric había encontrado en la casa de Joshua.

Kai Parker, el cual había encontrado la manera de escapar del mundo prisión donde había estado encerrado desde 1994.

—No te acerques a mi—exclama la chica, usando su magia para colocar varias mesas en medio de ellos, separándola así de Kai—

—Nunca se te dio bien esconderte—observa Kai con una sonrisa—Claro que tenías cuatro años, pero ya se te daba fatal.

Al verle apartar las mesas con su propia magia, Arielle vio que debía actuar y ayudar a la joven. Así que, usando su velocidad vampírica, subió al piso superior y empujó a Kai a través de la barandilla.

—Tampoco lo hace tan mal—señala, viéndole caer. Sus ojos entonces viajan hacia la chica, quien la observaba asustada y confusa—Liv Parker, supongo.

Aún agitada por lo ocurrido, ella asiente.

—Vámonos de aquí—le ordena Arielle, sujetándola de la muñeca—

—¿Quién eres?—inquiere, dejándose guiar fuera del local—

—Arielle Salvatore—se presenta con una sonrisa, frenando sus pasos junto a su coche—Conoces a mis hermanos. Así que, dime, ¿dónde está Damon?

Liv se lo contó todo. Al parecer Damon y Elena se encontraban dentro del mundo prisión de Kai, buscando a Bonnie. Les quedaba apenas una hora en el interior del lugar, pero cuando Tyler apareció y le contaron lo de Kai, él exigió que Liv los sacará. Arielle podía esperar, pero Tyler parecía mucho más alterado que ella.

—No, no, no—se queja Elena, apareciendo delante de ellos—Todavía no es el momento, nos quedaba otra hora.

Su mirada se posa en Liv y en Tyler.

—¿Qué has hecho?—exige saber, molesta—

—Kai está aquí—le informa Tyler—Tenemos que ir a Mystic Falls antes de que le robe más magia.

—No. Envíame de vuelta—ordena Elena, mirando a Liv con desesperación mientras sujeta el ascendente en sus manos—

—No puedo—se lamenta—

—Bonnie estaba de camino. ¡Envíame!—insiste, intentando acercarse a ella—

Da varios pasos hacia la chica, pero entonces su anillo de sol comienza a fallar, quemando su piel.

—Estas sobre la frontera—señala Damon—

Elena se queja de dolor, dando varios pasos hacia atrás hasta que su anillo recupera su magia.

—Lo siento, Elena—se lamenta Tyler—

Los ojos de Liv viajan hacia Arielle.

—Gracias por salvarme—declara, dedicándole una pequeña sonrisa de agradecimiento—

Arielle se la devuelve como respuesta. Elena y Damon se giran entonces hacia ella, dándose cuenta de su presencia allí.

—¿Lizzie?—Damon la observa con confusión—¿Qué haces aquí? ¿Qué ocurre?

—Código Verde—declara ella en respuesta. El rostro de Damon cambia rápidamente a uno de preocupación—Elijah y Rebekah están en ello. Nik sigue en Nueva Orleans. ¿Dónde está Stefan? Tenemos que irnos.

—Espera. ¿Qué demonios significa eso?—cuestiona Elena, confusa—¿Qué pasa?

—Lo siento, Elena, no puedo decírtelo—le responde, antes de volver a mirar a su hermano mayor—Nos vemos aquí en dos horas. Buscaré a Stefan.

Damon asiente viendo como su hermana desaparecía con su velocidad sobrenatural.


Arielle no sabía por dónde empezar a buscar a su hermano pequeño. Pero por suerte lo encontró rápidamente en una calle cercana a la universidad. No estaba solo, una chica le acompañaba y pronto Matt se unió a él, bajándose de su camioneta.

—Oye. ¿Estás bien?—los ojos de Matt observan a la chica que ahora se alejaba de Stefan—

—¿Quién eres?—le pregunta ella, confusa—

Matt frunce el ceño, levantando su mirada hacia Stefan.

—¿La has obligado?—observa, confuso—¿Por qué?

—No es mi familia, es una impostora—declara Stefan en respuesta—Solo intento que se vaya. Lárgate.

Antes de que Arielle consiga alcanzarles o de que la chica se vaya de su lado, Enzo aparece allí, sujetándola de los hombros.

—No grites, cielo, y no te muevas—le ordena, usando la compulsión—

—Enzo, ¿qué estás haciendo?—Matt le observa alterado—

—Hola, preciosa—saluda Enzo al ver Arielle situarse junto a Stefan—Quiero toda la historia, Stefan. Una que no se vea interrumpida por la batidora.

—Te he dicho que es una impostora—declara Stefan con firmeza—Sarah Salvatore murió de bebé cuando Damon mató a su madre.

A pesar de que sus palabras despertaron algo en Arielle, ella supo ocultarlo bien para que Enzo no se diera cuenta. Sarah Salvatore era el último miembro vivo de su familia. La hija de Zach y Gail, los últimos propietarios de la mansión Salvatore. Ambos ahora muertos.

—¿Y de eso habéis hablado durante 20 minutos?—Enzo le observa incrédulo—Dime, Elle, ¿es cierto lo que dice Stefan?

—Si—declara, cruzándose de brazos—Suéltala, ¿vale? Ella no es Sarah. Sarah murió. Y necesito hablar con mi hermano, urgentemente.

—No—se niega, apretando su mandíbula con molestia—Aún no entiendo para qué quería hablar con ella en privado. ¿Y por qué borrarle la memoria? Ella sabe algo.

—Vamos. No lo hagas, déjala—le pide Stefan—

—¿Veis? Insiste. Es fácil pillar a un mentiroso—asegura—¿Qué tal una cuenta atrás? Es justo para todos, ¿no? Cinco segundos.

—Enzo—Arielle da un paso hacia él—

—Cuatro, tres...

—Deja que se vaya o te juro que...

—¿Qué?—Enzo interrumpe a Matt—

—Te matare—le asegura—

—¿Ah, si? Porque los cinco segundos se han terminado—declara, rompiéndole el cuello a la chica—

Al verla caer al suelo sin vida, Matt se dispone a atacar a Enzo, pero Stefan le sujeta rápidamente, impidiéndoselo.

—No seas idiota.

—Piénsalo, todo esto podría haberse evitado contándome la verdad—declara Enzo, su mirada fija en Stefan—No importa. La descubriré igualmente.

Sonríe, dándose la vuelta para alejarse de ellos. Arielle suspira con frustración, posando su mirada en su hermano pequeño.

—Código Verde—le informa—Nos vemos en el cementerio en una hora.

Stefan asiente dudoso, viendo como ella seguía los pasos de Enzo hacia el parque situado en la calle contigua.

Mientras Stefan y Matt se hacían cargo del cuerpo de la chica que había asegurado ser Sarah Salvatore, Arielle se encontró a Enzo en el parque. Estaba sentado en uno de los bancos, su mirada perdida en los árboles y flores del lugar.

—¿Se puede saber que ha sido eso?—exige saber, sentándose a su lado—

—No confió en Stefan. Le odio—explica, apretando su mandíbula con molestia—Se rindió con Damon y luego me entregó a un cazador. Te hizo daño y ahora tú pareces haberle perdonado.

—No le he perdonado—asegura, bajando la mirada a sus manos—Pero mis hermanos y yo tenemos la costumbre de pelearnos y luego protegernos a toda costa. Lo que quiere decir que si le tocas un solo pelo, Enzo, yo misma te mataré.

Los ojos del británico se posan por primera vez en ella. Un suspiro abandona sus labios, dejando el tema de Stefan de lado.

—¿Qué haces aquí? ¿Te has aburrido del híbrido Original?—sonríe, divertido—

—No—niega, devolviéndole la sonrisa—Necesito a mis hermanos para algo.

Ante la falta de detalles, Enzo vuelve a aparta su mirada de ella.

—Más secretos—se queja en un murmullo—

—Si. Y hay cosas que deben permanecer así para que la gente que nos importa esté a salvo—le explica, colocando una mano sobre su hombro—Si lo supieras, sé de más de uno que te mataría por ser un entrometido. Así que, hazme un favor y deja esto de lado.

—Entonces no me dirás que es eso del "Código Verde", ¿no?

Eleva sus cejas, volviendo a posar su mirada en ella.

—Lo siento, pero no—niega, soltando un pequeño suspiro—Tengo que irme. Me alegra haberte visto. A pesar de las circunstancias.

—Suerte con el secreto. Espero que todo vaya bien.

—Gracias.


Cuando Arielle volvió al cementerio para reunirse con sus hermanos junto al cripta de su familia, la noche ya había caído sobre Mystic Falls.

—¿Qué ha pasado?—Stefan no pierde ni un segundo al verla llegar frente a ellos—

—Esther Mikaelson—declara, acercándose a ellos—Ha encontrado a Rebekah.

—Espera, espera. Alaric mató a Esther—recuerda Damon, confuso—Por no hablar de que es imposible que haya encontrado a Rebekah. Juliette las protegían con su magia, ¿no?

—Esther volvió a la vida en otro cuerpo, junto a Kol y Finn—le explica su hermana—La historia es larga.

—Os la contaremos por el camino—declara Klaus, atrayendo la atención de los tres hermanos—

—¿Qué haces aquí?—Arielle le observa, confusa—

—Kol está de nuestro lado—informa él—Nos vamos.

—¿A Nueva Orleans?—frunce el ceño—

—A ver a nuestra hija—aclara él, mirándola a los ojos—




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