IX. Find My Way Back


CAPÍTULO NUEVE
ENCUENTRO MI CAMINO DE VUELTA

"I told a story before I knew the ending. I got an answer before I heard the question. How did a stranger ever end up being you? Oh, in the quiet way you caught my eye. Oh, got enough to get you memorized"


Arielle llevaba alrededor de una hora en Mystic Falls. Cuando se adentró en la mansión Lockwood, lugar donde sus hermanos vivían ahora, Stefan fue el que la recibió. No estaba muy animado, pero aún así una sonrisa aprecio en sus labios al verla.

Ahora, ambos se encontraban en el salón, preparándose para la fiesta de Lily.

—Oh, ¿sin corbata?—Stefan frunce el ceño al ver a Damon entrar en la sala—Vale, sin corbata.

—Ni corbata ni nada. Yo no voy.

Arielle frunce el ceño.

—Has leído lo de Julian—señala Arielle, agarrando su invitación—Tú vas. Sobretodo si yo tengo que ir.

—Tú vas porque te da la gana, nadie te obliga—se queja Damon, posando su mirada en ella—¿Quieres que vaya para ver cómo Lily le pone ojitos a un zombi imbécil? Prefiero quedarme en casa y golpearme el dedo del pie repetidamente.

—¿Te das cuenta de que ese zombi imbécil está viviendo en tu casa? ¿Bañándose en tu bañera? ¿Comiéndose tus cereales?

—Si, lo sé. Y también sé que es el amor de su vida. De mamá, la que hizo que Kai vinculara la vida de Elena a la de Bonnie, amargándome las próximas seis décadas.

—¿Y qué?

—Julian la hace feliz, Arielle. Cuanto más tiempo pasen juntos, más le dolerá cuando yo le arranque el corazón dentro de 6 meses.

—¿Seis meses?—Stefan se gira hacia él, frunciendo el ceño—

—Más o menos—asiente el ojiazul—Dejaremos que se haga ilusiones, que planeen su eternidad y entonces, morirá.

—Pues tenemos un problemilla—admite el más joven—Porque Arielle y yo habíamos pensado matar a ese cabrón está noche.

Damon entrecierra sus ojos con confusión mientras procesa su respuesta, acto que Stefan aprovecha para abandonar la sala. Arielle sonríe, poniéndose en pie para seguir a su hermano pequeño, pero antes golpea el hombro de Damon de forma cariñosa, dejándole así su invitación.


La puerta de la casa Salvatore es abierta y al otro lado Lily sonríe al ver el rostro de su hijo más pequeño. Stefan le devuelve el gesto rápidamente.

—¿Puedo pasar o tiene que venir la asistenta a invítame a entrar?—cuestiona, entrecerrando los ojos—

—Tuvimos que prescindir de sus servicios—responde Lily—Era demasiado cara.

—Oh, entonces como tu ego—comenta Arielle, pasando por su lado para adentrarse en la casa—

Lily la sigue con la mirada.

—Arielle—sonríe—Que sorpresa que hayas aceptado mi invitación.

—La sorpresa es que te acuerdes de mi nombre—responde, formando una mueca—

Stefan se adentra en la casa, acercándose a su madre con una botella de vino en sus manos.

—Cortesía de la bodega Lockwood—sonríe, atrayendo su atención hacia él—

—Oh, gracias—sonríe, agradecida—

—¿De dónde sale toda esta gente?—inquiere Arielle, observando el salón principal—

—De pueblos vecinos—responde Lily, colocándose a su lado—Les ofrecimos venir a charlar y tomar una copa.

—O sea, les has obligado—suspira la rubia, cruzándose de brazos—

—Queremos convivir en paz—asegura Lily—Somos una familia civilizada. Nadie corre peligro.

—Ya. Retira lo de familia.

—¡Venga, hombre!—exclama Damon, acercándose a ellos—¿Sin corbata, Stefan?

El rubio frunce el ceño, dando un paso adelante.

—¿Qué haces aquí?—inquiere, observándole con confusión—

—Lo echaba de menos—sonríe, enseñándole la copa de bourbon en sus manos—

—Chicos, estáis en vuestra casa—asegura Lily, dedicándoles una sonrisa a los tres—Guardaré esto.

Arielle ruda los ojos, quitándole la copa de bourbon a su hermano mayor, mientras que Stefan le abraza por los hombros para poder hablar con él.

—Dime que has venido a ayudarnos—susurra el más joven—

—Tenía muchas ganas de redecorar—sonríe Damon antes de bajar el tono de su voz—No dejaré que lo hagáis.

—¿Y por qué no?—cuestiona Arielle, devolviendole la copa al sentirse mal después de beber un trago—

—Porque Lily acaba de reorganizar los muebles—señala con obviedad—Démosle tiempo para disfrutarlo. ¿No os mola todo ese rollo feng shui?

—Déjame adivinar. ¿Seis meses?—cuestiona Stefan con molestia—

—Vale, tío, me rindo. ¿Qué me he perdido? ¿Por qué te preocupas tanto?

—Digamos que el mobiliario que Lily acaba de comprar es psicótico y hay que deshacerse de él de inmediato.

—Caballeros. Bella dama, bienvenidos—un hombre se acerca a ellos con una sonrisa en sus labios—Soy Julian.

Sujeta la mano derecha de Arielle y deposita un suave beso en su dorso, pero ella la aparta rápidamente.

—Yo Damon—habla su hermano, atrayendo las atención de Julian hacia él—

—Lily me hablo mucho de ti—admite, dándole un apretón de manos—Claro que, entonces, solo eras un niño y ahora eres, bueno, tú. Stefan, Arielle, mucho tiempo, ¿no?

—No lo sé. Perdí la cuenta cuando dejé de pensar en ti—responde la chica—Que fue alrededor de... oh, si, ya me acuerdo, el momento que en el que me di la vuelta y me fui de esa feria.

Julian sonríe falsamente ante su respuesta, pero Damon y Stefan sonríen orgullosos de su hermana.

—Mi encanto no te impresionó—observa—

—Si, a mi tampoco—admite Stefan—

Julian posa su mirada en él, asintiendo en silencio.

—Bueno, seguro que estaréis secos—comenta, cambiando de tema—Beau, ¿te importaría traerles algo de beber?

El hereje asiente, dándose la vuelta para dirigirse a la bodega. Arielle suspira, sacando su teléfono de su bolso al sentirlo vibrar.

—Tengo que irme—susurra hacia sus hermanos—

El mensaje que acababa de recibir era de Alaric y era urgente.

—Claro, tranquila—responde Damon con una sonrisa—Vuelve cuando puedas.

Arielle entrecierra sus ojos, advirtiéndole con la mirada que no hiciera ninguna estupidez. Pero Damon mantiene su sonrisa mientras Arielle coloca su mano en el brazo de Stefan en señal de apoyo.


Cuando la puerta del piso de Alaric se abrió unos segundos después de llamar al timbre, Arielle no sé espero encontrarse con aquella mujer. Cabello rubio, ojos azules, y la piel tan perfecta como la última vez que la había visto. Valerie Tulle, la primera persona que la había atraído tanto romántica como sexualmente. La chica que le había hecho saber que no solo los hombres le interesaban de esa forma.

—¿Qué haces tú aquí?—cuestiona, frunciendo el ceño y manteniendo la compostura—

—Caroline me estaba ayudando con algo, me dijo que la esperara aquí, que tenía que hacer algo—le explica—Veo que has venido a la fiesta de Lily.

—Si, bueno, ahora ya no—suspira, pasando por su lado para adentrarse en el apartamento—Ric me ha mandado un mensaje. ¿Dónde está?

—Ahí—indica, señalando una habitación—

Arielle asiente, dispuesta a adentrase en esa habitación.

—Arielle, espera...—la voz de Valerie le obliga a frenar sus pasos—Desde que vi a Stefan he estado esperando verte. Quiero que sepas que...

—Ahórratelo—la interrumpe, dirigiéndose a la habitación—

Allí sus ojos se encuentran con Ric y con Jo. O, bueno, la vampiro que salió de la piedra Fénix y se metió en el cuerpo de Jo.

—¿Qué ocurre?—cuestiona con preocupación al ver a Jo toser—

—Empezó a sangrar por la nariz y después... se puso así—le explica Alaric, elevando su mirada hacia ella—

—Toma—Arielle se sienta junto a Jo, mordiéndose la muñeca—Toma mi sangre. Bebe. Te curará.

Jo la observa con confusión antes de posar su mirada en Alaric, quien asiente asegurándole que puede confiar en Arielle. Aún dudosa, Jo le hace caso, bebiendo de la sangre de Arielle. Sin embargo, al terminar, comienza a vomitarla.

—¿Qué le está pasando?—cuestiona Ric, confuso y preocupado—

—Yo diría que el alma de un vampiro no está hecha para un cuerpo humano—responde Valerie, apoyándose en el umbral de la puerta de la habitación—

—¿Qué significa eso?—cuestiona Jo—

—La piedra Fénix contiene almas de vampiros—explica Valerie—Oscar ya tenía cuerpo de vampiro. Al meterse el alma se puso como loco. Jo es humana. Esta claro que un cuerpo humano es incapaz de contener la esencia del alma de un vampiro. A todo eso hay que añadir que te estás descomponiendo.

Arielle se pone en pie, suspirando con frustración. Su mano se aferra a la muñeca de Valerie, tirando de ella fuera de la habitación y hacia el salón del apartamento.

—Gracias, Valerie. Apreciamos tu sensibilidad—declara con sarcasmo—Veo que has cambiado en estos 150 años. Te recordaba más amable.

—Solo digo que es un cadáver destinado a seguir siendo un cadáver...

—Lo sé—la interrumpe con frustración—Ya te he oído. Pero ese cadáver es de la mujer de Ric, que murió el día de su boda, embarazada de dos bebés.

—Lo siento. No... no tenía ni idea—se disculpa rápidamente—

—Pues ahora ya lo sabes. Así que siéntate y cállate mientras se despide.

Valerie asiente levemente, sentándose en el sofa mientras Arielle posa su mirada preocupada en Ric. Pero el sonido de su teléfono anunciado una llamada la obliga a apartar la mirada rápidamente.

—Elijah, hola—salida—¿Qué ocurre?

—Los Strix han ido a por Rebekah. Me temo que vamos a necesitar tu ayuda.

—Estaré ahí lo antes posible, pero necesito solucionar un par de cosas urgentes aquí, Elijah. ¿De verdad me necesitáis tan urgentemente?—inquiere, nerviosa—

El original suspira, compartiendo una mirada con Hayley y Olivia.

—No. Creo que podremos arreglárnoslas. Pero...

—No tardare en volver—le asegura, interrumpiéndole—Y, por favor, procura que la exnovia de Klaus se mantenga bien alejada de él.

—Aurora y Niklaus están ahora pasando tiempo juntos. Pero no deberías preocuparte. Es... estrategia pura—le asegura—

—Si, lo sé. Es solo que... No la conozco y no me fio de ella. Si es como Lucien y Tristan...

—Haces bien en no confiar en ella, pero te aseguro que la tenemos controlada. Al menos si alguien puede hacer eso aparte de Tristan, ese es Niklaus.

—Está bien—suspira, notando la mirada de Valerie puesta en ella—¿Está Hope bien?

El original se dispone a responder, pero Hayley le quita el teléfono antes de que pueda hacerlo.

—Jackson la está cuidando—le informa la hibrida—Ella esta bien.

Arielle suspira aliviada.

—Gracias, Hayley. Y... agradéceselo a Jack también. Decidle que volveré pronto, ¿vale?

—Por supuesto—sonríe antes de dar por terminada la llamada—

No fue mucho el tiempo el que pasó para que Alaric saliera de la habitación. El cuerpo sin vida de Jo ya no podía soportar la presencia del alma de un vampiro en él, y pronto ella también acabó muriendo. Arielle había pasado ese rato a solas con Valerie. En silencio y sin saber muy bien que decirse la una a la otra.

Arielle se sentía tan incomoda que había decidido irse a la cocina para prepararle algo a su amigo.

—¿Quieres la sábana blanca o la beige?—Arielle se acerca a Alaric con dos juegos de sábanas en sus manos—

—Me da igual—responde—Elige tú.

Arielle asiente dudosa, adentrándose en el salón con él, donde Valerie parecía estar viendo el vídeo de boda de Jo y Alaric.

—¿Qué estás haciendo?—Alaric se acerca a la hereje, pero esta se mantiene en silencio, observando el video—

—¿Eso es el vídeo de la boda?—Arielle frunce el ceño, situándose al lado de Ric—

—Si, después de la explosión—asiente él—No he podido ver más allá de los votos nupciales.

—Valerie, apaga eso—pide Arielle, viendo como le estaba afectando—

—Cállate—le ordena ella, sorprendiéndola—Reconozco ese canto. Ese chico Geminis, Kai, creía que le enviaban al mundo prisión.

—¿Qué más da? Apágalo.

—No, no lo entiendes. No le estaban echando. Estaban intentando salvar a la próxima generación de gemelos Geminis—explica, posando su mirada en Alaric—Creo que tus hijos podrían estar vivos.

Alaric frunce el ceño, compartiendo una mirada con Arielle.


—Los gemelos son el alma del aquelarre Géminis. Si una madre embarazada está en peligro, una trasferencia mágica garantiza su seguridad—explica Valerie mientras Alaric coloca un mapa encima de la mesa—No se suele hacer, pero a veces se hace.

—Ric, esto es una locura—asegura Arielle con frustración—

—Mi mujer, muerta desde hace meses, me ha mirado y se ha despedido de mi—señala él—¿Por qué no?

—No era tu mujer—suspira—Era la vampiro dentro de su cuerpo. Si pudiera hablar con Jo gracias a mi collar estoy segura de que ella me diría que debes pasar pagina. Que te quería, pero debes dejarla ir. Ella no volverá.

—Eso lo sé—asegura, frustrado—

—Es que no quiero que te hagas ilusiones con algo que es una locura.

No es tanta locura—habla Luke apareciendo a su lado—Mi padre nos lo explico. Ella puede tener razón.

Arielle le mira de reojo, soltando un suspiro.

—Bien—acepta entonces—

—Necesito tu sangre—Valerie levanta su mirada hacia Alaric—

Con un simple asentimiento, Ric estira su mano hacia ella. Valerie agarra un pequeño cuchillo y le hace un corte en la palma, dejando caer la sangre sobre el mapa.

—La pondremos aquí, en Indonesia. El punto geográfico más alejado de Mystic Falls—señala—Obviamente, tus descendientes llevan tu ADN. Si están vivos, la sangre recorrerá el mapa. En cuanto esté cerca de los bebés, el mapa arderá. Cierra los ojos. Despeja la mente.

Asintiendo levemente, el hombre hace caso a sus palabras. Valerie comparte una mirada con Arielle y entonces comienza a recitar el hechizo.

Fesmatos cuore infantatum. Fesmatos cuore filios. Ado file ceraeum—la sangre comienza a moverse a través del mapa —Nuc temos rogamus. Condudis en sanguinem. Fesmatos cuore infantatum...

Arielle comparte una mirada con Luke al ver como la sangre llega a Estados Unidos. Sin embrago, esta no se para en ningún punto, si no que continúa moviéndose hasta caer de la mesa al suelo a los pies de la chica Salvatore.

—Chicos, creo que no funciona—les informa—Oye, deja el hechizo, ¿vale? La sangre se acaba de salir del puto mapa.

Valerie abre los ojos, dejando de pronunciar el hechizo.

—Te advertí que no te hicieras ilusiones—declara Arielle, levantando su mirada hacia Alaric mientras agarra un papel para limpiar la sangre—

Pero, entonces, el papel estalla en llamas, ardiendo con fuerza a la vez que el mapa. Arielle da un paso atrás, asustada y sorprendida.

—¿Qué demonios ha pasado?—Alaric dirige su mirada a Valerie cuando el fuego se apaga solo—

—No es posible—murmura la hereje, sus ojos puestos en Arielle—

—¿Qué no es posible?

—Los bebés. Están aquí—declara—

—¿Dónde? ¿Flotando en una barquita en algún lugar del Pacífico?—cuestiona Arielle con incredulidad—Mira el mapa. Tu hechizo no ha funcionado.

—No están en el mapa, Arielle—niega Valerie, acercándose a ella—Están dentro de ti.

—¿Qué?


Cuando Arielle volvió a la mansión Salvatore, el lugar se encontraba completamente vacío. Pero sus oídos no tardaron en escuchar las voces de Lily, Julian y Stefan provenientes de la cocina.

—¿Qué te he hecho para que me odies de ese modo?

Lily observaba a su hijo más joven con confusión y dolor mientras Julian se arrancaba una estaca de madera del abdomen.

—No es por ti—asegura Stefan, posando su mirada en el vampiro—

—¿Que no es por mi?—cuestiona, incrédula—Desde que he vuelto, lo único que has hecho ha sido procurar que no sea feliz. Dime. ¿Qué he hecho mal?

—A lo mejor es que no mereces ser feliz—responde Arielle, situándose al lado de su hermano pequeño—

Los ojos de Lily viajan rápidamente hacia ella.

—Habla la niña a la que le di todo. Comida y un techo donde dormir, a pesar de no ser mi hija—se queja, mirándola con desprecio—

—A ver si te entra en la cabeza, Lily,. No fuiste una buena madre—le recrimina, molesta—No, no era tu hija biológica, pero eso no era culpa mía. Y aún así me despreciaste. Cada inseguridad en mi vida la causante tú. Y luego tienes la cara de invitarme a una fiesta como si nada hubiera pasado.

—Que más da. Te has ido apenas ha empezado la fiesta—señala—

—Porque hay personas que me importan mucho más que tú.

Damon tuerce sus labios en una mueca al adentrarse en la cocina.

—Ah, veo que el plan de Stefan ha ido como la seda—comenta, atrayendo la atención de todos hacia él—Eso explica por qué se han ido todos tus invitados.

—Sentaos—ordena Lily entonces—Los tres.

—No querríamos estropearos la bienvenida—responde Damon sujetando a su hermana del brazo, lo que la tranquiliza de inmediato—Hermanos, nos largamos.

—Siéntate, hijo—ordena Julian entonces, cruzándose en su camino—O tendré que obligaros yo.

Arielle da un paso adelante.

—Inténtalo—le reta con decisión. Pero Damon la sujeta de la muñeca, impidiendo que haga nada—Tú no eres mi padre.

—Vale, tranquila—susurra Damon en su oído, guiándola hasta la mesa—

Stefan suspira cabreado y se sienta junto a sus hermanos.

—Más de 100 años metido en esta cosa—habla Julian, enseñándoles la piedra Fenix—Aunque ahí, en mi infierno hecho a medida, el tiempo no significaba nada, el dolor, el vacío, la total ausencia de humanidad eran literalmente infinitos.

Se deshace de su chaqueta y agarra una estaca de madera.

—Todos los días eran iguales. Levantarse, intentar escapar, pero al final acababa matando a la persona a la que más he querido nunca—su mirada viaja hacia Lily—Todos los días, una y otra vez, le clavaba una estaca a vuestra madre.

—Eso es lo que se llama una relación sana—murmura Arielle para si misma, cruzándose de brazos—

—Con eso bastaría para que hasta la mente más cuerda se volviera loca—continúa Julian, ignorando su comentario—Pero con 475 años, uno ha aprendido algunas cosas. No podía ser real. Porque yo nunca le haría daño a vuestra madre. El infierno jugaba conmigo. Intentaba vencerme, pero no lo iba a permitir. Si bajaba la guardia, él me vencería.

Se da la vuelta de golpe, dejando la estaca de madera sobre la encimera.

—No sería un hombre. Sería un monstruo—murmura, haciendo Damon y Stefan compartan una mirada—

Pero Julian la interrumpe al lanzar un cuchillo justo entre sus cabezas.

—¡Julian!—exclama Lily, asustada—

—Tus hijos no te respetan—declara, lanzando ahora la estaca de madera hacia Stefan, quien la atrapa sin problemas—

Enfadado, se pone en pie y se lanza contra él para devolverle el golpe, pero Julian es más fuerte y le lanza contra una pared para luego comenzar a pegarle puñetazos.

—¡Julian!

—¡Ya basta!—exclama Damon, separándole de su hermano—

Sin embargo Julian es más rápido y comienza a golpearle a él también mientras Lily continúa gritando su nombre. Cegado por la ira, Julian continúa golpeándoles, pero cuando se dispone a clavarle una estaca a Damon, Arielle usa sus poderes.

—¡Ya basta!—exclama, provocándole un aneurisma—No pienso dejar que toques a mis hermanos. Eres más viejo que nosotros, pero yo soy más poderosa.

Aumenta el hechizo haciendo que Julian caiga de rodillas al suelo a causa del dolor.

—¡Ya basta, Arielle!—exclama Lily, acercándose a él—Marchaos. ¡Ahora!

—¡Y una mierda! Voy a matarle y luego a ti—declara la rubia, pero Damon se acerca y la mira a los ojos—

—Ya está, ¿vale?—murmura, agarrando su mano—

Arielle comparte una mirada con él, hasta finalmente asentir y seguirle.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top