15° Cerca de ti ~Gracias, pero no gracias~

Pasaron varios días antes de que todos los de la legión de reconocimiento se recuperaran de la exhausta misión extra-murallas y para que ____(tn) reuniera todo el valor para aparecerse en la habitación de su capitán. Toco la puerta tres veces y se presentó, pidiendo el permiso para entrar. Era muy temprano en la mañana, el clima estaba nublado y muy frío, esperaba no haberlo despertado y no tener que tratar con un Levi amargado, sin embargo, la curiosidad contrariaba su preocupación, ¿cómo se vería el capitán Levi al despertar?. Calmando sus pensamientos, del otro lado, el capitán le abrió la puerta. Los ojos de la soldado se fijaron en el dorso desnudo de su superior, éste se regresó a su escritorio donde tomó un cepillo y una bota para disponerse a quitarle las primeras señales de polvo que tenían.

Las mejillas de ___(tn) tomaron un suave color rosado por la pena que sintió al admirar los músculos bien moldeados de su capitán, también apreció su espalda y cada centímetro de ella. El capitán solo traía los pantalones desabrochados y con algunas correas, no lo había despertado, pero era obvio que no había terminado de vestirse cuando ella decidió visitarlo a su alcoba. Levi, mientras tanto, no le incomodaba atender a su subordinada de esa forma, su poco sentido de vergüenza y el haberse acostumbrado a que al momento de luchar no importaban las diferencias de género, lo habían dejado sin pudores o tabúes ridículos.

Levi sacudía su bota minuciosamente y sin mirarla, le preguntó con desdén: << ¿Qué quieres?.>>  Pero no recibió respuesta. ___(tn) mantuvo un semblante serio, dejó de observar la semi-desnudez de su superior y lo miraba con intensidad, aún con el sonrojo y el corazón latiendo con fuerza. El capitán insistió. << Es temprano, ¿qué viniste a hacer?.>> Tampoco obtuvo respuesta. Ella sólo se acomodó la bufanda que él le había regalado anteriormente.

− Capitán Levi – dijo con una voz suave, pero firme, logrando que el superior la mirara por primera vez –. Lo que yo le dije en la expedición...

− No necesitas explicar nada – se le adelantó el capitán, volviendo su vista a la bota que estaba a punto de brillar de lo reluciente que quedaba.

____(tn) se quedó desconcertada y con la boca entre abierta, algo andaba mal. Levi no la miraba y se veía más impasible de lo acostumbrado. Frunciendo el ceño, ella se empeñó a decirle al capitán todo lo que sentía.

− Capitán, creo que no entiende... yo quiero decirle...

− ¿“Qué no entiendo”, dices? –  interrumpió nuevamente en un tono amargo.

− Si me permitiera, al menos...

− No quiero oír nada de ti – sentenció insensible a las peticiones de ella –. Estabas en un momento inestable y hablaste impulsivamente no...

− ¡Podría cerrar la boca y escucharme, maldita sea! – exclamó ___(tn) con cólera, harta ya de ser interrumpida – ¿Qué rayos sabe usted de lo que dije y por qué lo dije?

Levi abrió los ojos, estupefacto. ____(tn) respiraba con fuerza y lo miraba furiosa, había perdido los estribos y faltado el respeto al superior, pero sin arrepentirse. Respiró profundamente volviendo a su postura serena, caminó hacía él y se quitó la bufanda. Había planeado de antemano, que, si su confesión no salía bien, le devolvería la bufanda hasta que él le dijera lo que sentía, no importaba si la rechazaba o, quizás, le daba una oportunidad, sólo quería una respuesta. Se detuvo frente a él y se la devolvió con rudeza.

− Gracias por habérmela prestado – dijo con las sobras de furia que le quedaban –. Hace frío, abríguese.

Cuando Levi reaccionó, ella ya se había ido de su habitación. Vio su bufanda y la apretó consternado. De alguna forma, al principio no quiso oír lo que ella fuera a decir, temía que le pidiera olvidarlo cuando ya no podía. Se maldijo a sí mismo, pensando en qué habría pasado si la hubiera dejado hablar libremente, dejó de cepillar la bota y terminó de vestirse. Al final se alegró, un sentimiento agridulce recorrió su cuerpo, se colocó la bufanda y sintió el aroma a lavanda y la esencia de ___(tn).  

Los siguientes días ____(tn) se la pasó limpiando cada centímetro del cuartel, como un auto-castigo por haberle faltado el respeto al capitán y para mostrarle su determinación. Hubo momentos en los que Hanji casi se pone de rodillas, lloriqueando, para que ella dejara de limpiar, temiendo que se volviera una loca de la limpieza como el enano. Ellos dos no volvieron a tener un encuentro “no casual”, y sus conversaciones se limitaban a preguntas de rutina y respuestas cortas. No porque se odiaran o mantuvieran un rencor mutuo, era porque se sentían más atraídos hacia el otro y era difícil disimular tales sentimientos.

____(tn) firme en su idea de no dar su brazo a torcer hasta recibir una respuesta clara, evitaba quedarse con él solas o dar señales equivocadas. Levi se negaba a caer en los delirios de pasiones de simples ilusos, por lo tanto, se limitaba a observarla y preocuparse desde la distancia. De esta forma, sin que ninguno de los dos quisiera darse cuenta, sus cuerpos empezaban a anhelar la compañía del otro, en especial el del capitán, cuyo amigo sufrió de varias erecciones de las que tuvo que deshacerse con mucha agua fría. Si ambos no fueran igual de orgullosos y fieles así mismos y se dejaran llevar por los deseos terrenales, hace mucho tiempo habrían descubierto los secretos del otro, esos misterios ocultos de los demás, pero no hubiera sido tan importante o satisfactorio.

Levi se despertaba a media noche, sudoroso y asfixiado, recordando a ____(tn), imaginándola en todo su esplendor, sin saber el nombre de aquel sentimiento, irritándose por no poder darle una respuesta correcta.

Los días de noviembre habían terminado, el frío no parecía irse, lo contrario, parecía querer quedarse todo diciembre hasta mediados de enero. El comandante entraba a su oficina seguido de su capitán, quien se sentó sin pensarlo dos veces. Erwin se dirigió a la gaveta de la derecha y sacó su whisky importante. No elegante, sino importante, porque para gente en la Legión no había momentos elegantes para beber sino solo momentos definitivos.

Dejó la botella sobre el escritorio y regresó con dos vasos, uno se lo dio a su capitán quien aceptó con gusto. Erwin vio por la ventana el clima nublado y comentó:

− Ya es diciembre, Levi. ¿Qué deseas de regalo?

− No me interesan esas cosas – contestó con indiferencia.

− No cumples años todos los días – dijo Erwin –. Sin embargo sigues viéndote igual de joven.

− Sólo te pido que no me vengas con una de tus ridículas fiestas sorpresa para cabrearme – agregó el menor, recordando una de ellas que no terminó nada bien.

Erwin rió, susurrando: << no puedo garantizarlo. >> Levi había alcanzado a oír algo y le lanzó una mirada acusadora que le dio más risa al mayor. Siguieron conversando un rato, la imagen de ___(tn) llegó a la mente del comandante cuando encontró una carta fuera de su lugar, era de Julian y ya la había visto, pero creía haberla guardado bien, por lo que la toma y la guarda en una gaveta a su izquierda. Levi observó extrañado como su superior se había vuelto serio al ver la carta.

− Levi, ¿y ___(tn)? ¿cómo está? – preguntó de pronto.

− Se ha adaptado bastante bien a la vida en la Legión – contestó Levi desviando la mirada.

Guardó silencio, meditaba las palabras correctas para preguntarle a Erwin sobre lo extraño que se había estado sintiendo, pero seguía sin decidirse en ir con la cuatro ojos. El comandante también desvió la mirada y sonrió.

− Hubo una vez, hace mucho, cuando era un cadete, una muchacha que me gustaba – confesó Erwin.

Levi se quedó sin habla ante las palabras de su superior. Nunca antes Erwin mencionó a su amada, era la primera vez que el capitán lo oía y no podía creerlo, siguió escuchándolo en silencio.

− Tuve la oportunidad de estar con ella, pero terminé escogiendo a los titanes – continuó con aires de nostalgia sin ni una sola pizca de arrepentimiento.

− Fue estúpido – bufó Levi. Sorprendiéndose a sí mismo de llegar a esa conclusión.

− Lo fue – admitió Erwin –. Pero tú puedes escoger a ambos

Miró a Erwin y su sonrisa lo encegueció y ante ella no podía hacer nada. Levi decidió guardarse el siguiente comentario y en cambio lo ahogó en el resto de alcohol de su vaso.

− Si no te das prisa, puedes perder a uno en la boca del otro – añadió Erwin a la vez que se terminaba el contenido del vaso y se lo volvía a llenar.

− No es como que son fáciles estas cosas – suspiró Levi.

− Ya veo – asintió el Comandante –. Aunque es extraño que el hombre más fuerte de la humanidad se sienta inseguro respecto a la influencia femenina.

− No tiene nada que ver – maldijo Levi con las orejas rojas.

− Tus intentos de iniciar una vida íntima con una muchacha mucho menor que tu, pero con la misma experiencia en esos temas, suena más complicado de lo que es – dijo Erwin con seguridad. Levi chasqueó la lengua –. Sólo necesitas preguntarte ¿La quiero solo por una noche o en muchas? O, tal vez, ¿la quiero porque me hace sentir menos miserable y deseo protegerla?

Levi le lanzó una mirada reprochadora, el Comandante solo rió.

**

Los fríos días de diciembre pasaban con más rapidez, las heladas noches parecían ser más largas que en los otros meses y los primeros copos de nieve habían caído por primera vez una semana después de la conversación de Levi y el comandante. Y sin que ocurriera ningún cambio, ___(tn) acompañaba a sus compañeros de escuadrón a casi todos lados, como un gato en busca de compañía, porque ni los gatos soportaban pasar todo un día junto a la Jefa Hanji, encerrados en un cuarto oscuro lleno de objetos raros.

Con quién mejor se entendía era con Erd, anteriormente ella no hubiera querido relacionarse con nadie, pero la cruda experiencia le afectó en un grado de intolerancia a la constante soledad que iría apaciguando con el tiempo.

Navidad era la única fecha de descanso de los soldados, se les permitía ver a la familia, reunirse y beber cuanto alcohol quisieran. Era el único momento en que se olvidaban los problemas políticos y económicos, donde la luz de la esperanza era más brillante y el cuartel se llenaba de cantos alegres. ___(tn) había decidido no ir a ningún lado, debido que Julian había tenido que arreglar unos asuntos importantes que no le mencionó a su pupila.  El día veinticinco, desde muy temprano en la mañana, vio a Petra yendo de un lado a otro reprendiendo a Auruo con más severidad de la normal, también se le veía ansiosa y energética. Tropezó accidentalmente con Gunter quién llevaba una gran caja. Sintiéndose un estorbo, se hace a un lado, buscando con la mirada a alguien más calmado que le pudiera decir que ocurría.

Hanji se apareció sonriente y altiva y, con un humor que parecía provenir del sufrimiento ajeno se coloca al lado de la soldado con grandes aires de satisfacción.

− ¿Qué trama? – preguntó ___(tn).

− Jo jo jo, ____(tn)-chan, ¿qué te hace pensar que tramo algo? – “disimuló” la Jefa –. No es cómo que quisiera hacer una fiesta sorpresa para el enano que nunca pidió, pero que sé que quiere – explicó.

− ¿Fiesta sorpresa... para el capitán?  

− ¡Oh! ¡No me digas que no sabías! – exclamó la Jefa, extrañada de no habérselo contado, porque creía que si lo había hecho, pero que había pensado hacer –. ¡Hoy es el cumpleaños del enano!  

La noticia dejó impactada a ____(tn). Fue como un balde de agua fría, porque esa misma mañana había visto a Levi ir junto al comandante a algún lado y lo que iso fue saludarlo con un “Buen día” e irse. Pensó que, tal vez, por eso el capitán la había mirado como esperando oir algo más y sorprendido, porque jamás lo escuchó.

− ¡¿Ahh?! – volvió a exclamar incrédula –. ¡No puede ser!

− Impactante, ¿cierto?  – dijo la mayor – ¡Quién iba a pensar que el enano cumpliría un veinticinco de diciembre!

Mientras Hanji soltaba una carcajada que solo podría compararse con la de un villano malvado, y ___(tn) trataba de imaginar la forma adecuada de desearle un “Feliz cumpleaños” a Levi sin que sonara extraño, angustiándose a si misma, se apareció nuevamente Petra corriendo hacia ellas.

− ¡El Capitán Levi ya llegó, a sus puestos!

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