Nunca fue bueno con los regalos, en los muchos intercambios en los que participó, él siempre era el que daba los peores, pero realmente deseaba negar su falta notoria de creatividad a solo una semana del cumpleaños de su novio Seokjin, y no solo porque era su pareja, sino porque la respuesta era clara; cualquier objeto que se relacionara con Levi Ackerman, el atractivo personaje 2D del que su pareja estaba obsesionado, sería un regalo perfecto. Y a pesar de que llegaba a sentir tontos celos de ese inexistente personaje, no culpaba a Seokjin por enamorarse de él; vio toda la serie por su incentivo, y fácilmente podía decir que Levi era uno de los personajes más llamativos de Shingeki no kyojin, hasta el mismo podría admitir que era su favorito si no existiera Eren Yeager.
Pero ese cariño creciente que su pareja sentía por el personaje, lo llevó a tener su habitación y gran parte de su casa compartida, repleta de figuras, posters, tazas, cartas y demás objetos con la imagen de Levi impresos, por lo que Yoongi creía imposible poder regalarle algo más sobre su enamorado ficticio, si Seokjin ya lo tenía absolutamente todo.

Intentó darse por vencido y hasta pensó en otras opciones aún más tontas, pero la idea perfecta llegó a su mente como un mortal golpe cuando, entre sus miles de divagaciones, llegaron casuales las palabras de su novio.

"Tu nuevo corte es hermoso, Yoonnie, te pareces a Levi..."

Agradecía no haberselo cortado luego de ese comentario, y tras verse por varios minutos en el espejo de su habitación, comparando su aspecto y contextura física con la de uno de los tantos posters que decoraban las paredes, llegó a la magnífica conclusión de disfrazarse de Levi Ackerman, el soldado más fuerte de la humanidad.

Se tomó el poco tiempo que le quedaba para preparar ese día especial, buscando cada pieza para su representación. Cuando llegó el día y mientras colocaba ese ajustado arnés en sus piernas y seguidamente colocaba largas botas marrones en sus pies, no podía dejar de repetirse que lo hacía por él y que su cabello divido por mitad, se veía mucho mejor que peinado hacía atrás.

Se miró atentó al espejo, comparó cada detalle de su vestimenta con la del personaje, y notó que su parecido era extrañamente increible, hasta por su mente llegó a cruzar la idea de que Seokjin correspondió hace años sus sentimientos, solo por el parecido excesivo y sin mucho esfuerzo que tenía con su esposo ficticio. La molesta idea rondó pocos segundos por su mente, ya que la puerta principal de su hogar fue abierta, dándole la alerta de que su pareja, había llegado del trabajo.

Oyó como preguntó por el, pero simplemente no pudo responder, las palabras no salieron, y se sintió repentinamente timido y avergonzado ante la situación, a pesar de ello, quería seguir, respiró con profundidad, vio una última vez las imágenes de ese hombre 2D, y salió de su habitación, comprometido a cumplir con su regalo de cumpleaños y hacer la mejor actuación posible de Levi Ackerman.

—Oye, mocoso ¿dónde estabas?— Fue una muy mala pregunta, sabía que se encontraba en el trabajo, pero los nervios le ganaron y dijo lo primero que por su mente cruzó al ver su bonito rostro.

Se asustó por un segundo cuando la única reacción de Seokjin fue una mirada perdida en sorpresa, hasta deseó terminar con su mala actuación cuando lo vio así por tanto tiempo, pero su brillante sonrisa fue repentina y lo único de lo que fue capaz, es de subir las escaleras hasta encontrarlo invadiendo su espacio, con una sonrisa alegre y un sonrojo tan vivaz que Yoongi decidió vestirse así más seguido con tal de ver nuevamente esa felicidad.

—Muchas gracias, Yoongi, yo...— Su voz fue pausada por una clara señal de parte de su pareja, que posó sus dedos pálidos sobre sus gruesos labios.

—Son el capitán Levi Ackerman, me debes más respeto, niño— Yoongi agradecía internamente que su voz fuera naturalmente gruesa y profunda, de no ser asi, estaba seguro de que Jin hubiera notado lo nervioso que se encontraba.

Seokjin quiso gritar en ese momento, lo tenía, era su novio con el cosplay del personaje que más ha amado en su vida, y lo mejor era que se veía exactamente igual, fue claro el esfuerzo que la representación tenía de fondo, y agradeció al mundo entero por recibir ese regalo de cumpleaños, hasta la actitud dura y fría que alababa de Levi eran únicamente para el, representada de forma perfecta por Yoongi, no podía pedir más, y su exigencia fue menor cuando su firme mano lo sostuvo de la nuca, bajándolo sutil a su altura para acercar su rostro al suyo.

—Capitán...— Su voz tembló, fue tan clara en su emoción y sopresa, que la cercanía le fue dolorosa y su beso, inevitable.

Si le preguntaran a Seokjin que era mejor que ser besado por el personaje que más admiraba, sin problema respondería que ese personaje fuera su novio, porque no podría haber beso mejor que ese. Una de las manos ajenas seguía firme en su nuca y la otra sostenía fuerte la corbata complementaria a su traje laboral, mientras sus labios eran atrapados en un acercamiento que casi hace fallar sus piernas. Fue inevitable que sus brazos rodearan los fuertes hombros de su novio e intensificará el pasional beso.

Yoongi fue más allá de lo que esperaba, ansioso por continuar, y guiado por cumplir esa idea de su novio y por el deseo creciente en el, dado por ese beso fogoso y cruel. Estaba demasiado perdido, de un segundo a otro, la simple presencia se Seokjin, escuchar su voz melódica llamarlo Capitán, sus labios de movimientos ansiosos, sus manos acariciando su espalda y hombros, y su magnífico cuerpo frotándose sutil con el suyo, era la cima de un placer único.

Sus labios impacientes se separaron de él, viendo en su mirada la emoción por seguir. Quitó suave su formal saco, se desprendió de sus zapatos, y lento se permitió abrir algunos de los botones de su camisa, los suficientes para mostrar su pecho y abdomen desnudos, solo porque le encantaba ver la mirada de Yoongi perdida en su cuerpo.

El sencillo gesto de su beso volvió cuando lo vio así, fue casi inevitable que no quisiera hacerlo, se sentía desesperado por continuar, y supo que Seokjin se sentía igual, porque no dudo siquiera un segundo en guiarlo hasta su habitación, haciendo que su espalda baja golpeara suave con el escritorio del lugar. De inmediato su mirada brillante y sonrisa coqueta se mostraron divertidas, no supo bien por qué, pero al verlo bajar hasta arrodillarse en suelo, abriendo sutil el pantalón blanco de su disfrazas, quitando su cinturón y llegando a su duro miembro, comprendió todo.

Yoongi se sentía agradecido con la vida por la imagen preciosa de su novio de rodillas frente a el, introduciendo en su calida zona bucal su miembro sin una pizca de pudor, mientras lo observaba a los ojos y presionaba con fuerza sus piernas cubiertas por ese blanco pantalón y marcadas por ese sexy arnés. Y Seokjin juraba que no podía haber mejor situación que hacerle una felación al personaje que amaba; porque el parecido increíble que tenían, era devastador y sus gestos tan similares, demasiado calientes, no podía quitar su mirada de la seria que Yoongi le mostraba, y mucho menos mientras cubría sutil su boca para no dejar escapar sonido alguno, mostrando esa gran mano de venas marcadas que deseaba lo tocaran, y como si su sola mirada le dijera todo, una mano se poso tan fría y suave en su rostro, acariciando su mejilla mientras el seguía con sus lentos movimientos.

—Mierda... Lo haces bien— Sus gruñidos eran reales desde que él comenzó, el hecho de que fuera tan bueno, no podía ser normal, esa boca hacía milagros y creía que estaba muy pronto a acabar si no alejaba esos gruesos labios del calor latente de su viril miembro.

Su mano, esa que con amor acariciaba su rostro, fue dura a su castaño cabello, tirando de él con una brutalidad suficiente para alejarlo, convencido de que Seokjin disfrutaba de sus acciones firmes, tal y como muchas veces en la intimidad de su fetichista vida sexual había demostrado, además de que juró escuchar más de una vez su extraño deseo de ser físicamente maltratado por el personaje al que representaba.

—Capitan Levi... Por favor, no me haga esperar más...— Su voz suave y rogante era su perdición, y verlo con únicamente su camisa blanca del trabajó, rogando por continuar, aún arrodillado delante suyo, y con su miembro entre sus suaves y delicadas manos, era la perdición.

—Mocoso malcriado, tendré que ceder porque eres sumamente molesto— Yoongi ocultó su humedo miembro dentro de su ropa interior, para seguidamente arrodillarse a la altura de su novio, viendo el brillo hermoso y perdido en placer de sus bellos ojos.

Procuro ser suave al pasar de nuevo sus dedos por su cabello, y acercó de nuevo su rostro al suyo con tal de besarlo, no pudo evitarlo, su actuación apenas se mantenía y con la lujuriosa imagen que le mostraba ese hombre perfecto, fue difícil no ceder

Fueron segundo los que duro ese morboso beso, aunque por su mente aún fluía sus palabras rogantes pidiendo más, por lo que, luego de levantarse, le extendió su mano, logrando darle una vista increíble a Seokjin, donde tenía a Levi extendiendo su mano hacia él con una comprensiva acción de apoyo, y una coqueta sonrisa, esas de las que el personaje pocas veces mostraba y que amaba aún más si eran las de Yoongi.

Él recibió su mano e inmediatamente fue atrapado de nuevo por esos finos labios y dos fuertes brazos que rodearon su cuerpo. Se sentía caliente, demasiado caliente; el poco aire agitado que lograba producir era consumido por su pareja en la morbosa acción que ya no podía llamar beso.
Sus pasos fueron lentos y esos brazos fuertes lo soltaron solo cuando la parte de atras de sus rodillas tocaron la cama, obligándolo a caer de espaldas en el cómodo mobiliario.

—Mierda, siento demasiado calor...— Sus palabras gruesas provocaron un temblor en su débil cuerpo, y solo vio como con una de sus fuertes manos de venas marcadas quitaban esa molesta capa verde, la incómoda chaqueta pardo, y el llamativo pañuelo blanco para seguidamente desprender varios de los botones de su camisa —Muéstrame más, mocoso... Abre las piernas— Agradecía que le obedeciera, solo así confirmaba que Seokjin seguía su extraño rol y no había notado el sonrojo abismal que comenzó a sentir por sus propias desvergonzadas palabras.

Se permitió admirar por varios minutos la obscena escena de Seokjin ensalivando sus propios dedos, de la misma sucia forma con la que poco tiempo antes lo había hecho con su miembro. Se sentía aún más duro con solo verlo, y cuando sus dedos húmedos y tímidos bajaron hasta la intimidad oculta entre sus piernas, para introducirse en su cuerpo, mostrándole unos gestos fascinantes junto con la musica melódica que eran sus gemidos, creyó sentir un repentino orgasmo.

Fueron solo minutos, porque Yoongi no se atrevió a detener esas acciones, solo disfrutó de la incontrolable escena hasta que Seokjin le rogó acercarse a él, fue un susurro tan sutil como seductor. Esos ojos lo llamaban a más y encontrándose en la situación en la que estaba, era imposible negarse.

La velocidad de sus acciones fueron de admirar, de un segundo a otro, Seokjin vio que ya no existía distancia entre ellos, el espacio entre sus largas piernas fue invadido totalmente por Yoongi, y su sensible cuerpo fue emboscado por ese viril miembro que se hundió en su más oculta perdición, arrebatándole un gemido abrumado en placer y al mismo tiempo satisfecho por tenerlo.

Fue bestial, no había cuidado alguno y lo amaba. Yoongi solía cuidarlo demasiado en su intimidad, y no era como si le desagradara oír palabras bonitas mientras era acariciado con cuidado, pero si solo podía conseguir ese gozo duro y cruel cuando su novio estaba en el papel de un brutal personaje, lo quería todo el tiempo y cada día.

Se ahogaba en placer con cada arremetida al delgado cuerpo de Jin, la adrenalina en conjunto con la euforia creciente era un sentir devastador para sus energías, y no importaba la posición que probaran, cada una de ellas se sentía mejor que la anterior.

—Te amo Capitán... Levi... Te amo— agradeció esa confesión con caricias suaves, muy a pesar de entender que no eran palabras para el. Lo sabía, todo lo que estaba pasando, lo que su novio hacía y decía, todo era para Levi Ackerman, no para Min Yoongi.

—Feliz cumpleaños... Seokjin— su mano certera se posó en su rostro, deseando que sus palabras parecieran dichas por el personaje que representaba, a pesar de haber nacido de los más profundo de su ser.

Fue brusco con sus últimas estocadas, sabiendo que en poco tiempo iban acabar con ese increíble sexo. Sostuvo con más fuerza la cintura estrecha del cuerpo que estaba sobre el, dando pequeños saltos desesperados y certeros para ayudarlo.

—Yo voy... A acabar...— Sus palabras entre cortadas por jadeos melódicos y sonoros, fueron lo suficientemente fuertes para escucharlo a pesar de ruido potente del choque entre sus cansados cuerpos.

—Solo... Di mi nombre antes de hacerlo— Sus miradas desechas se cruzaron y sus manos no dejaban de presionar con dolor su cintura —Di mi nombre...— Quería escucharlo, asegurarse de que seguían en esa actuación, oír claro el nombre de Levi, aunque en el fondo, infantilmente esperaba el suyo.

—Por favor... Yoongi...

Oírlo fue suficiente para sentir un orgasmo devastador recorrerlo entero, que finalizó por acabar con toda energía de su cuerpo y le dio un cierre especial a su gran e inolvidable acto sexual.

Pasaron minutos para lograr oír la interrupción de alguna de voz, porque mientras calmaban su respiración, fue imposible no recordar todo lo que hicieron, y con el regreso de su vergüenza, toda la situación fue aún peor.

—Yoongi... Ah, no sé por dónde comenzar... Gracias por esto... Fue increíble— Intentó calmar sus palabras, soltando un suspiró pesado que poco le ayudó —Yo... Bueno, no sabía que mis piernas podían abrirse tanto...— Su amable sonrisa ante sus palabras, tranquilizó mucho más la situación, y Seokjin se sintió con el suficiente valor para recostarse de lado solo para verlo, encontrándose fijamente con la mirada atenta y comprensiva de Yoongi.

—Me alegra saber que te gusto. Siendo sincero, solo planeaba pasar la tarde vestido así para darte tu pastel y cantar para ti antes de que soples las velas; el sexo fue solo un extra— Sus manos se juntaron mientras el sonrojo de sus rostros se atenuaba con los segundos gracias sus divertidas rosas —Yo... Quiero agradecerte también, Jinnie... esperaba que dijeras su nombre, pero no lo hiciste, fue un alivio para un diota como yo, que se siente celoso de un personaje— Su sonrisa fue conmovedora, enterneciendo por completo a Seokjin.

—Cariño, amo a Levi Ackerman... Pero siempre amare mucho más a Min Yoongi, de hecho, en un principio se convirtió en mi personaje favorito porque se parecía demasiado a ti. Levi debería hacer un cosplay de ti— No creyó que sus palabras fueran tan cálidas para el, pero de un momento a otro, Yoongi sostuvo su rostro con el único fin de besarlo, contento por escuchar esa conmovedora confesión.

—También te amo, Jinnie...— fue suficiente con una amorosa mirada de comprensión, para que su ambiente vivaz pasará a ser mucho más calmado, como una representación similar a su dulce relación —Así que, por favor, la próxima vez que hagamos esto, usa el disfraz de Eren para mi.

Entre muchas risas, Seokjin aceptó sin siquiera dudar su petición, contentó por oírlo y anhelando que el día llegara. Tiempo después se encontraba agradecido por el crecimiento de su castaño cabello y por sus grandes ojos, ya que al repetir la situación, y mientras usaba el disfraz de Eren Jaeger y su novio el de Levi Ackerman, volvieron a disfrutar de uno de sus más acalorados y mejores encuentros sexuales de sus vidas.

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Yo solo quiero concluir con un Riren y Yoonjin novios, fin, besos y abrazos, espero les haya gustado, y gracias por leer. ❤