Las palabras de Zoku se marcaron en la mente de Mike e Isla, que al verse se separaron; para así dar un asentamiento de que deben volver a la batalla, no dudaron en girar sus cuerpos para pasar por un pasillo un poco estrecho mientras Zoku iba a la cabeza vigilando la zona como todo el experto que era. Por su parte; en las afueras estaba Robert junto con cinco soldados nada más estaban quedando sin defensa se ocultaron en la parte sur, por el mismo bosque rocoso y espeso; pero los cadetes de su enemigo los tienen en la mira y son más que ellos.

Sin embargo; usaron las piedras como método de defensa para cubrirse dándoles un poco de tiempo, para que lleguen Zoku y Mike con Isla, algo le decía que ella estaba viva; por lo cual curvo una sonrisa, vio a siguiente objetivo y disparó de inmediato.

— Robert estamos cayendo. — le gritó del extremo derecho un soldado, que estaba con tres y seguían disparando.

— No se rindan estamos, por salir de aquí. —les devolvió la información, para seguir atacando a uno que decidió avanzar más.

El panorama era duro para ellos, eran solo cinco y después de unos tres minutos perdieron a otros de ellos, pero eso no los detuvo por nada balas iban y venían hasta que el enemigo contrario uso unas bombas para dispersarlos, cosa que Robert intuyo la cuestión dando el aviso rápidamente.

— Retírense. — grito de forma tal, que se alejaron de las rocas.

Mientras el sonido se escuchó, Robert vio a sus tres soldados venir cerca, pero fueron interceptados por otros más que no dudaron en disparar y ellos se defendieron la cara del pelirrojo se desencajo al recibir una bala en su cuello que lo rozó y tuvo que salir corriendo al darse la vuelta y dispararle en la frente al que lo hizo. A su vez; la voz grave de su último soldado cayo al suelo de tierra por recibir un impacto en su espalda.

— No. — volvió a gritar, evidenciando la muerte del que cuidaba su espalda.

Para este momento; ya no podía hacer nada solo defenderse tenía su mano puesta sobre su cuello; tratando que su sangre no drene más de lo que ya lo ha hecho su respiración era agitada al correr para perderlos de vista; aunque lo seguían los podía oír, al dar cada pisada, no se dejó llevar por el pánico siempre estuvo preparado para ello en la academia militar de su nación.

Las pisadas eran más fuertes; por cada paso que daba el bosque era grande tanto, que él sol daba el punto perfecto para que el ser humano drene sudor, ansiedad y cansancio esos eran los síntomas que sentía Robert en medio de su huida, tanto que no cesaba de correr, hasta que su cuerpo lo sintió nublarse la vista, si pasaba las montañas podría obtener los otros escuadrones; ya que su amigo Flavio vendría con ellos, eso le agrado oír en la conversación que tuvo con Mike, antes de entrar a esa fábrica en busca de la jefa.

Se fue hacia una piedra rocosa, llena de vegetación, allí logro esconderse pasando poco a poco su respiración lo requería, como pudo cortó un pedazo de tela de su camisa, antes de quitársela lo hizo con una navaja la tenía guardada en su tobillo izquierdo.

En minutos se tapo su cuello como pudo, haciendo una especie de bufanda en el mismo lugar afectado parando el sangrado e intentar liquidar de su camino a esos soldados que al ser fríos, no podían con él por más que quisieran suspiro por lo bajo al visualizar la zona en que estaba lleno de árboles algo cerrado mucha vegetación, pero no había nada de lluvia aunque al mirar el cielo detallo la acumulación de nubes dispuestas para comenzar la venidera lluvia, lo cual le agrado al hombre antes de oír un sonido de pasos se mantuvo alerta con sus dos armas la glop que llevaba, en su cinturón y la navaja que uso para cortar la tenía ahora en su mano.

Pudo colocarse de pie, había algunas gotas de su sangre esparcidas eso le dio el camino a los cadetes de seguirlo negó ante eso, pero decidió dar la vuelta para esperar un mejor ataque sorpresa si tendría que morir lo haría siendo valiente y con honor, rememoraba todo en su mente al estar en su posición dispuesto a atacar, cuando vio a tres soldados llegar al mismo sitio donde pudo oír lo que decían.

— ¡Maldita sea! Debemos matarlo, el jefe odia los cabos sueltos y este es muy escurridizo. — pudo oír de un hombre de color con ese uniforme el mismo que su jefa tuvo una vez.

— La cuestión es que este idiota lo hirió, pero no lo mató. — la rabia del rubio fue hacia en pelinegro, cosa que él otro decidió no hablar solo buscar enmendar su error.

— Ya basta... vamos a solucionar y listo, debe estar por aquí lo más seguro. — indico el afroamericano, con su metralleta.

No podía mover un músculo; sólo tenía que dejar que sus oídos estuvieran cerca como su vista también, para ver cada paso que daban los tres enemigo, por suerte no había más, era seguro que los demás esperen la señal de que ellos lo van a matar, cosas que no lo van a poder lograr se decía así mismo al tener a uno de ellos en la mira.

Acto seguido; lo pudo capturar al disparar en su sien el sonido alerto a los demás, pero se volvió a esconder sin que lo notarán.

— Maldición lo mató, debemos movernos está aquí. — le gritó el rubio al Afroamericano que se apresuro de ver cada área.

— Oye... no te despegues está usando la estrategia de dividir. — explico el hombre de color y él otro asintió volviendo a estar cerca, pero sin dejar de ver la zona igual.

El pelirrojo vio el asunto como algo impropio de unos novatos que seguramente el propio Atticus no entreno bien; era un punto a su favor, por lo que usaría su instinto de defensa sin armas para ejercitarlos y terminaba con su arma de fila para cualquier novedad, sonrió internamente y tocó su brazo derecho, activando su ubicación en los otros soldados que pudieran auxiliarlos, esperaba que Isla estuviera mejor que el.

***

Las guerras eran fuertes y más los soldados, eso lo podía detallar Isla, junto con sus dos mejores cadetes; teniendo a la vez a treinta hombres con ellos el pasillo que pasaron los llevo a una ruta nada grata, quedando en el centro de la misma fábrica, dónde habían mas soldados no los pudo contar, pero sabía que eran mayoría. Es decir; respiró por lo bajo sujetando bien el hacha, con la que a matado o herido a muchos de ellos, antes de ver los ojos avellanas de su tío sonreír de forma macabra y los demás seguirles como títere.

Mike estaba al lado de Isla, podía sentir su cuerpo tensó la miro de reojo; dándose cuenta que estaba agotada, pero sumando sus heridas y más la del abdomen que no paraba de sangrar; haciendo ver su piel más pálida de lo normal, se inquieto por buscar estar en otras circunstancias llevándola, al hospital para ser atendida.

Zoku estaba apretando los puños y tiró su chicle con molestia al verse en esta situación, por suerte las dos armas en sus manos estaban cargadas, para el momento de accionar era necesario hacerlo, pero su profunda preocupación por sacar a su jefa lo tenía igual de tensó que los demás.

La situación el ambiente y todo lo que sucedía a su alrededor, se podía percibir en un estela de aire muy tensa, cosa que Isla decidió romper con el silencio tan ensordecedor que había, esperaba que su tío reaccione.

— (¡Ya basta! no es bueno seguir con esto.) — hablo en turco, haciendo que del lado contrario se creará un murmullo de risas y otras de confusión.

Atticus en su posición se reía por la ingenuidad de su sobrina, no dejo de verla; aún golpeada por su mano, seguía siendo hermosa, lastima que deberá morir, se fue acercando con cautela en el centro, siendo siempre vigilado sacó el revolver, detrás de su espalda y todos se alarmaron activando sus armas por el escuadrón contrario.

— (Tranquilos. Solo vengo por lo que quiero, así que dámelo Isla.) — anuncio con severidad, eso hizo que la aludida, apretara más el arma de sus manos.

Tuvo el impulso de acercarse, pero Mike la tomo del brazo deteniéndola, cosa que eso género en ella molestia, pero él no le importo mirándola, para decir una palabras antes de ir a su enemigo.

— ¡No lo hagas! Isla eso quiere, podemos buscar otra solución. — hablo con rotunda seguridad, pero ella negó su proceder.

— No... debes saber Mike, que es mejor terminar con esto, quiero paz. — lo manifestó con total cansancio y dolor eso le impacto más al Afroamericano.

Enseguida bajo la mirada y después la elevo; para decirle lo que necesitaba saber.

— (Sabes que de dar la orden, todo se termina jefa). — le hablo en inglés y ella asintió para después separarse e ir hacia su tío.

Los pasos de ella fueron cautelosos, mirando en todas las direcciones, hasta que puedo llegar a dos pasos de su tío, se miraron mutuamente otra vez; pero en este caso no sentía odio por la persona, que estaba delante de ella como antes lo sentía en su ser como alma, lo pudo intuir también Atticus, que no la dejó de visualizar recayendo en sus ojos avellanas, ahora más opaco y con un dolor intenso, además de sus heridas seguro que no sobreviva, así que al tener ambos sus arma las tiraron al suelo apartados de su vista; eso causó que los demás bajarán la suyas viendo el enfrentamiento de ambos jefes, solo uno de los escuadrones ¡sabía que hacer! al momento de ver injusticia, estando de acuerdo con el cierre de toda esta violencia solo por un dispositivo.

— Vaya... hierva mala no muere. — hablo con sorna, pero ella elevo una ceja al respecto.

— Que curioso que digas eso tío; pero te diré esto no pienso seguir huyendo o peleando, ya no más. — expresó lo que su corazón le pedía de forma más comprensiva.

Hubo un silencio y su tío, sólo atino a reírse en su cara, dejo que lo hiciera vio por un momento a Mike, que la instaba a continuar lo cual hizo.

— ¿Acaso dije una broma?

— No... pero fue buena la estúpida actitud que tomas ahora, no me digas que cambiaste; la tortura te abrió el cerebro. — volvió a burlarse tocando su pecho, pero ella no se inmuto en ningún momento.

— Velo como quieras tío, pero te daré lo que tanto anhelas. — agrego cambiando de tema, eso lo dejo más sereno al castaño, para verla mejor.

— Espero no me engañes Isla Yilmaz; porque de todas formas nadie saldrá de aquí somos mayoría y morirán, no pienso dejar cabos sueltos. — advirtió, dónde la pelinegra respiró hondo tocando su hombro derecho.

— Te diré solo una cosa, esto no te hará feliz este chip; como dijo mi abuelo, fue creado para soldados que estuvieran a favor de la justicia y no la destrucción. Espero hagas lo correcto. — resaltó; la última palabra, dando un sonido extraño en el aire, la multitud del lugar se dio cuenta.

— ¿Y ese sonido? — dijo comenzando a molestarse, pero solo negó la aludida.

No le prestó atención al leve sonido de un pitido, que mermo después de un minuto, como tenía su blusa de tirantes con corsé algo maltratado y lleno de sangre ajena; tocó su brazo colocó dos de sus dedos en la zona, dando movimiento circulares tres veces, para así dejar a su tío impresionado de ver el chip, salir de su cuerpo eso le generó dolor a Isla, al sacarlo la sangre quedó en el mismo chip, pero se lo entrego con la mano extendida.

— Eso es magnífico, ahora es todo mío. — comento orgulloso, al quitárselo de sus manos y sacar un pañuelo para limpiarlo para detallar mejor la pieza.

Por quitarlo; se tocó la zona evidenciando que su piel estaba sensible, no le quitó nada solo dejo esa sensación de vacío, que no podía dejar de tener; apretó sus ojos sintiendo otro mareo pudo volver a vencerlo al respirar con más suavidad; no podía caerse necesitaba seguir, así le costará, eso meditaba hasta que vio como Atticus no dejaba de estar alegré y anonadado de tal creación, después la vio, sonriendo canalla; haciendo que ella tragué grueso.

— Gracias por entregarme lo que por derecho, es mío sobrina. — dejando el chip en su bolsillo interno; detrás de su chaleco.

— Ya que lo tienes; déjanos ir. — pidió y él otro negó elevando un brazo dando una orden que no dejaron de lado sus cadetes.

Eso activo a Isla, que giro su rostro a los demás parpadeando con rapidez, fue todo tan rápido que comenzó la lluvia de balas en todas partes tanto que la sangre, se veía en cada rincón del mismo amplio lugar era inevitable, así que ella tomó su hacha como pudo, pero su tío fue veloz al darle una patada, haciendo que caiga al suelo jadeando por el dolor; pero eso no la detuvo como pudo se levantó viendo que ambos estaban sin armas.

Detrás de ellos la batalla de armas de fuego era increíble, pero los sonidos lo sintió lejanos la pelinegra, tenia un objetivo buscar la salida y recuperar el chip familiar, así que se colocó en guardia para comenzar, eso lo pudo ver Atticus, sonriendo dándole la dicha de enfrentarlo. Por consiguiente, el dio el primer golpe que ella esquivo con facilidad no dejando de cubrirse por las balas que pudieran llegar a ellos, así continuaron, su labio inferior sangraba como su cabeza por los golpes de su tío, pero él no estaba ileso logro marcar sus uñas en el ojo izquierdo y mejilla algo que no le gusto.

— Golpeas bien querida.

— Ya tienes lo que quieres, solo déjame en paz. — grito tan frustrada por todo.

— La paz se consigue muriendo hija mía. — la desafío, cosa que grito aproximándose a él, para herirlo más.

— ¡Jamás! fuiste ni lo serás nunca Atticus Cruz. — aclaró al golpearlo en el estómago y dándole una patada, pero eso no lo detuvo como pudo se puso en pie, para jalarla de la muñeca y tenerla prisionera

El forcejeo inicio de ambas partes, Isla buscaba la manera de herirlo en sus partes, le tenía una mano y la otra al estar libre logro clavarla en su ojo derecho incrustando algo filoso, que no vio venir el hombre; ya que el dolor fue agudo y la sangre destilarse al tocar esa zona.

— Maldita mi ojo. — grito, pero al quitar su mano la sangre siguió su cursó; le había vaciado un ojo que ni operado; podría recuperar la vista.

— Perdóname... pero no pienso dejar que muera más gente. — susurró, pero pudo oírla el hombre.

— No me interesa tu perdón Isla, solo quiero verte muerta. — finalizó al dar zancadas rápidas, pero una bala llegó a su pecho seguido de otras más para verse caer en el suelo de cemento gris.

Enseguida la pelinegra vio eso, quedando en shock y una voz detrás de ella la alertó, como la hizo volver a la vida girándose de inmediato para ver a Liam junto a Flavio, que lo tenía sujeto del brazo mientras disparo a su único pariente en este caso no de sangre, pero igual fue familia. Dejo de lado; ese pensamiento al curvar una sonrisa por verlo y así acercarse poco a poco a ellos.

— Liam...

Su corazón se oprimió al verlo, tanto que sus ojos se nublaron llorando sin detenerse, estaba tan feliz de verlo como su alma necesitaba decirle algo muy importante, pero la voz de Liam la sorprendió alertándola en su lugar.

— ¡Isla! — el grito fue tan grande, que ella volteó y fue un error.

— Vete al infierno sobrina. — hablo rápido Atticus, al incrustar en su abdomen su navaja especial, la hundió tanto que la saco drenando más sangre de la que pudiera tener, algo que de inmediato Isla boto al sentirla salir por su garganta.

Sus ojos quedaron tan tristes y sus lágrimas seguir drenando, que cayó al suelo, tocando su gran herida; el castaño estuvo feliz de poder lograr matar a la tan abnegada Belicosa, que muere tan rápidamente; pero otra bala lo saca de órbita al ser llevada a su cráneo cayendo definitivo del otro lado.

Con prisa ayudado por Flavio llegó Liam a ella, se agachó sacando algo de fuerzas que no sabía de ¿dónde? Para cargarla en sus piernas por estar arrodillado, la vio y tocó su cuerpo lleno de rabia que grito al tenerla en ese estado su preciosa dama, no paraba de botar sangre, se llenó de la misma tocando su mejilla su situación era grave la voz de Flavio lo sacó de su dolor.

— Está muriendo Liam... no pode...

— Cierra la boca. — Pauso molesto, al verlo y así decir. — No morirá mi Isla no lo hará. — termino de gritar y el rubio negó para ver el panorama y más al tal Atticus.

Se acercó, para ver si estaba muerto y así fue, la puntería de ese turco era increíble, tanto lo dejo fuera de base lo reviso para hallar el chip de Isla cosa que guardo en una caja metálica; para ser entregada a uno de sus soldados, en eso siente a otro hombre cerca y estar llorando tocando a la vez su cabeza de forma desesperada; por la escena, solo saco su teléfono llamando al ¿Alguien importante? Pero después, se acercó a una distancia prudente logrando oír unas pequeñas palabras que eran dirigidas al Hombre de mirada gris.

— Te amo Liam...