Cap. X

  Los encuentros inesperados salen solo en películas o series que muchas personas en casas ven; pero en este caso la mente de Liam no podía dejar de ver a esa mujer que tanto a buscado y jamás pensó que estaría tan cerca de él, sus ojos miel con sus grises se conectaron de una forma única, mientras la tenía apuntada en su rostro con solo cinco pasos de distancia, todo su cuerpo estaba en tensión vio si tenía lo que buscaba y no era así; fue extraño para él no verla con esas carpetas importantes.

La sonrisa de ella no se borraba, estando de brazos cruzados miraba a su oponente, que tenía muchas cosas en su mente, para Isla entendía que era nuevo lo que veía y más sabiendo de su búsqueda, por todo el mundo gracias a la petición de su tío Atticus; dejo de lado eso para ver al hombre; que con el tiempo sigue siendo atractivo uno muy bueno en la cama, volvió a sonreír con picardía para ver la rabia de él presentarse.


— (¿De que te ríes Belicosa?). — hizo la pregunta, teniendo un semblante serio ante su persona.


— ( Ahora dando orden Nohán) — respondió, evadiendo la pregunta del aludido.


— Déjate de juegos Isla Yilmaz, sabes que estar aquí te pone en desventaja, pero que tengo orden de llevarte conmigo sí así se presentaba. — le hizo saber, cosa que ella negó, sin perder su sonrisa de lado.


— Por favor Nohán. Enserio ¿le creerás a Atticus? Incluso cuando solo espero que fuera su carnada, para llevarlo directo a su objetivo. — hablo con tranquilidad y él otro fruncir el ceño.


— Tus palabras ahora, son irrelevante cadete Yilmaz; así que no perdamos más tiempo date la vuelta, porque voy a esposarte. — dio la orden, pero ella no se movió por nada a su mandato.


— No lo voy hacer Liam.


— Pues entonces pelearemos cadete; porque está noche no huiras de eso me encargaré yo. — Contrapunto, bajando el arma y quitando todo lo que pueda usar, como arma contra su oponente.


Para Isla; era normal ver esa acción de su parte, sabía que no podía darse el lujo de hablar, solo debía atacar con puños, necesitaba llegar a un acuerdo con él, para que puedan trabajar juntos o al menos, alejarse de su trabajo no quiere problemas, solo solucionar el ¿porque su tío guarda secretos? Y más, al encontrar esa carpeta que la pudo entregar a uno de sus soldados, que la están esperando en su zona, pero oyó el carraspeo del hombre y supo que debía hacer lo mismo.

No perdió tiempo; se quitó su arma que tenía en su muslo interno del derecho, como una segunda media, tenía su Kunai y en su tacón había otra navaja la retiró para dejar al hombre tranquilo claro no dejaba de ver su cuerpo una y otra vez; es como todo veía en los ojos de él, que la quería siempre lo vio, pero nunca se dejó llevar por los sentimientos; solo la venganza de sus enemigos, que ahora están a tres metros bajo tierra.

En su mente, solo tenía el blanco para eliminar, pero su corazón estaba sin vida; hasta que llegó Omar a desestabilizarlo todo, sumado ahora que no está cerca de ella la pone a un de mal humor, decidió despejar su mente subiendo un poco su vestido blanco hasta más arriba de las rodillas para mayor movilidad, todo bajo la atenta mirada de Liam que se quitó su chaqueta de cuero, quedando solo en su camisa blanca y pantalones de mezclilla trono su cuello, pero ella estiró un poco sus manos alzándolas y colocándose en modo ataque, mientras Liam hacia lo mismo.


— ¡Lista preciosa! — hablo con sorna, ella sonrió de lado, dándole la respuesta.

Es ahí; donde ambos comenzaron a pelear, mientras Liam se acercaba y daba el ataque ella lo esquivaba lanzando una patada, que sólo rozó su hombro, luego el golpe de él vino por la derecha haciendo que ella reciba, el primer golpe en su mejilla, pero eso no la detuvo luego la izquierda impacto en la cara de él, alejándose un poco de su posición, mientras Isla buscaba tocar su mejilla que tenía un corte y al verlo dedujo que su labio era producto de su golpe, pero su poca sangre que brotaba la tomo con su dedo y chupo el mismo valiéndole un comino el sabor de su misma sangre.

Se colocaron nuevamente en posición, descubriendo que Liam ha cambiado ahora es más frío y duro, eso la mantenía muy alerta después de unos giros como puños que iban como venían, junto al forcejeo de cuerpos, no vio Isla en el instante que esquivaba el golpe, tomando ventaja al tomar su muñeca y la jalaran al cuerpo contrario que la tomo en brazos, haciendo su llave de presión en ambos cuerpos, ahí empezó su forcejeo y más al sentir el goleó de Liam en su frente eso la dejo mal mirando algo borroso, por el golpe emitido.


— ¡Ríndete Isla! no me hagas hacer algo, que después me arrepienta. — hablo y ella negar ante eso.


— Jamás Liam, la única forma de rendirme es estando muerta. — le gritó, cosa que pelinegro mostró un semblante más duro y lleno de ira soltándola para tirarla al suelo.


— Imbécil.


— Y a Mucha honra preciosa. — ella lo miro desde el suelo, pero se puso de pie rápido.

Volvían a la posición inicial, mientras Isla miraba a todos lados buscando la manera de quebrarlo, pero no obtuvo nada, debía usar su otra arma, solo negó ante eso y se quedó quieta sin moverse.


— Vamos pelea o piensas hacerme caso y ¿rendirte? — le hizo saber, buscando acercarse.


— No me conoces bien Liam, sabes que yo no abandono pelea. — Le respondió, al tocar su frente evidenciando su moretón a un lado.


— ¿Entonces? — pidió sin bajar la guardia, conoce que ella no va a rendirse sin dar pelea.


— Es sencillo Liam. Tú buscas respuesta ¿no? — preguntó, colocando sus manos en su cintura.


— ¡Ahora no! Solo te voy a llevar a qué te hagan juicio y pagues por todo lo que has hecho Isla. — confesó una parte, pero sabía que ella hablaría.

Por un momento Isla caminaba; tocando su mentón para analizar cada palabra o proceder de parte de su ex mano derecha, hasta que se fue acercando elevando las manos y quedar frente a él, que era mucho más alto, eso le agrada en gran manera, pero para Liam era no bajar la guardia se mantuvo quieto con sus manos a sus costados.


— Seguro ¿que no deseas saber la verdad? — le hizo la pregunta, para así elevar su mano y tocar su pecho, pero fue detenido ante la mano de él.


— No me interesa.


— Mientes Liam, te conozco muy bien. — sonrió de lado.


— Eso crees tú Isla, así que terminemos con esto. — le dijo, al bajar su mano de golpe dejando a Isla algo confusa.


— Tienes irá acumulada Nohán, te pensé más sereno; pero supongo que mi huida te tomo desprevenido. — hablo con seguridad, dándose la vuelta para estar un paso lejos de él.


— Hablando de eso, es obvio que lo sienta sabiendo, que el tal Omar Topal está contigo; mientras yo estaba en misión tú solo buscabas deseos antiguos. — Contrapunto molesto.

En eso la pelirroja niega en su posición, jamás pensó que Liam tuviera celos ante Omar en parte lo entendía, porque eso sentía ella igual por la ilusa de Teressa la casi futura esposa; apretó sus puños en su lugar de solo recordar cómo mencionó que la amaba por encima de ella, pisoteando su orgullo como corazón, se giró para verlo mejor a sus ojos grises que estaban muy dilatados; es ahí donde el ambiente comenzó a cambiar entre ellos, evidenció la hora en el escritorio, al lado de él estaba por llegar las cinco de la mañana, no pensó que tardaría de más.

Tanto que sus soldados, pronto podrían aparecer ante ellos en la oficina, volvió a ver a Liam que apretaba sus puños; sin detenerse, así que entendió que debía cambiar su proceder, algo que ella apenas está entendiendo en su mente y emoción se fue acercando a él nuevamente para colocar rápidamente sus brazos en su cuello sin tener objeción de parte del caballero.


— ¿Que haces? — pronunció él.


— Solo cállate. — Protesto, para así acortar la distancia entre ambos acercando sus labios a los suyo.


— Debes saber, que esto no va a terminar aquí Isla Yilmaz. — susurró, donde ella miro sus ojos cautivadores.


— Eso lo sé...

Con eso fue que ella, pudo sellar sus labios con los de él, comenzando con roces; que después se convirtieron en besos demandante llenos de hambre como sed en ambos, tanto que Isla misma se sorprendió de su osadía, porque sus labios se sentían diferentes junto a los de Liam mientras la tomo a ella de la nuca y cintura acercándola más a su cuerpo, no se negó a darle su momento, porque algo si tenia claro le debía este momento que jamás imagino abrir algo en su interior, cosa que no pensó al ser elevada, para colocar sus piernas en su cintura; sintiendo los gruñidos de gusto de Liam dejando sus labios y comenzar con su cuello haciéndala estremecer.


— Liam... — decía, pero no la oía, la sentó arriba del escritorio y se posiciono sobre ella.


— Hummm ...


— Debes oírme no tengo tiempo, solo te pido perdón por todo. — confeso una verdad, que jamás pensó decir de sus labios; haciendo detener la acción de pelinegro.

La mirada de Liam fue hacia ella, no creyendo lo que oyó tanto que lo manifestó.


— ¿Que acabas de decir?


— No me hagas repetirlo Liam, es difícil de creer lo sé; pero estoy pasando por algo que no...


— Puedes ni entender. — completo interrumpiéndola.


— Si lo dices así, es cierto. — susurró al bajar la mirada.

De un momento a otro, siente una mano sobre su mentón elevando su cara hacia él.


— Isla...


— No digas nada Liam, solo necesito que te mantengas al margen, porque Atticus Cruz, no es de fiar. — aclaró de manera sería, dejando a Liam fruncir el ceño.


— Sabes, que debo cumplir mi misión.


— Eso lo sé Liam; pero al tener mis evidencias me darás la razón; así que sigue trabajando sin levantar sospechas. — termino el tema, saliendo del escritorio.

Dio pasos hacia sus armas, mientras Nohán se mantenía viendo cada movimiento que hacía, se colocó cada una en su sitio y fue a la puerta, pero antes de abrirla la voz grave de él, la hace detenerse.


— ¿Te veré otra vez?


Isla se giró para verlo y sonreír de medio lado, moviendo su cabeza en afirmación.


— Todo es posible. — dejo, por sentado al salir de esa oficina privada.

Al estar solo en ese espacio, se tocó su frente, dándose cuenta que hay mucho que saber y poco que conoce a las personas, para las que trabaja, pero lo que más rondaba su mente; era el perdón de Isla siendo algo nuevo de conocer como oír, sonrió internamente reconociendo que esa chiquilla lo tiene mal de mente y cuerpo. 


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