⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀—LO ÚNICO LINDO QUE tenía era la cara y el cuerpo, lo demás no valía la pena.

—Blair—le reprimió Aurora, dedicándole una corta mirada a su mejor amiga mientras le daba un sorbo a su café y chasqueaba la lengua—. Sé que quizás Drew no fue el novio adecuado, pero...

—Fue un novio terrible, ya te lo digo yo.

—Blair, vamos, sabes que no era tan así.

—¿En serio?¿Otra vez con esto?—Blair repuso con un poco más de fuerza de la que planeaba, sus labios tensándose en una línea recta mientras miraba a su mejor amiga—Era un egoista y un cretino, eso es lo que era.

Blair dejó su taza de té sobre la mesa con un golpe seco, haciendo que un poco del líquido salpicara sobre el platillo. Observaba cuidadosamente a su mejor amiga, que jugueteaba distraídamente con la manga de su suéter, mirando a las personas pasar por la ventana.

—¿Puedes escucharme, por favor?—cuestionó Blair, su tono más agudo de lo habitual, conteniendo el impulso de alzar más la voz.

Aurora le dirigió una mirada, pero no comentó nada. Sus labios temblaron como si quisiera responder, pero se limitó a encogerse de hombros. Blair soltó un suspiro cargado de frustración y llevó una mano a su frente, masajeando las sienes.

—¿Cuántas veces tengo que decírtelo, Aurora? Él nunca fue bueno para ti—dijo, señalándola con la cuchara que todavía sostenía, algunas gotas de té cayeron sobre la mesa, pero Blair no le tomó importancia a aquello.

—Lo sé, pero...—habló Aurora sin saber muy bien que decir, a este punto, ya no le quedaban demasiadas excusas o justificaciones.

—No, no lo sabes. Si lo supieras, no estarías tratando de justificarlo, como siempre. Era un narcicista, manipulador y te hacía sentir como si todo lo malo que le pasaba era tu culpa, ¿o me vas a decir que eso no es verdad?

Aurora parpadeó con rapidez, las palabras siendo un cubetazo de agua fría,  sintió un nudo en la garganta y solo atinó a ver a su mejor amiga, quien dejó caer la cuchara con un chasquido metálico y apoyó los codos en la mesa, inclinándose ligeramente hacia adelante.

—Mira, sé que es difícil ver las cosas por como fueron y salir de la burbuja, créeme, lo comprendo, pero...—el tono de voz de Blair se suavizó un poco, al percibir el conflicto en el rostro de la contraria—estuve ahí, Dylan también lo estuvo en todo momento. Ambos veíamos cómo te apagabas poco a poco, cómo dejabas de ser tú misma para encajar en su absurda idea de lo que debías ser.  Pero eso ya acabó, dulzura, no tienes que seguir buscando alguna excusa para justificar sus malos tratos.

—No estoy buscando excusas—repuso Rory en un susurro, pero la inseguridad en su voz lo hacía poco convincente.

—Claro que lo estás. Y, honestamente, estoy cansada de verte castigarte por alguien que ni siquiera lo merece.

El silencio se prolongó, cargando una tensión e incertidumbre, Blair tamborileaba los dedos contra la mesa, mientras que Aurora apartaba la miraba nuevamente hacia la ventana, sintiéndose un poco expuesta ante las crudas, pero verdaderas, palabras de su mejor amiga.

—Solo quiero que lo veas como realmente era, Aurora, no como tú querías que fuera—añadió Blair, esta vez en un tono más bajo, casi cansado mientras recostaba sus brazos sobre la mesa—. Y, me parece injusto que sigas creyendo que tú tuviste la culpa, cuando es todo lo contrario.

Aurora asintió débilmente, pero no dijo nada más, de todas formas, ninguna excusa era creíble y su mejor amiga tenía razón. Llevaba ya días castigándose por la ruptura, tanto que ya parecía hasta ridículo.

—¿Cómo reaccionó Dylan al respecto?—preguntó suavemente Blair, después de darle un sorbo a su té.

—Todavía no se lo he dicho—admitió en voz baja la rubia, bajando la mirada hacía su café y encogiéndose de hombros—. Ha estado ocupado estos días con sus nuevos proyectos, supongo que no quise molestarlo e interrumpir eso. Ya sabes cómo es Dylan, si se lo hubiese dicho probablemente fingiría que está enfermo para no ir al set y ver cómo estoy.

Sin embargo, Rory sabía que no era esa la razón exacta del por qué no se lo había dicho aún, honestamente, temía de cuál sería la reacción de su mejor amigo. Desde el inicio de aquella relación, Dylan nunca mostró ningún entusiasmo por ello, a veces ni siquiera se molestaba en disimular el desagrado que tenía frente a Drew.

—A Dylan jamás lo molestarías, puede que eso parezca porque detesta la gente, pero omite esa regla cuando se trata de ti.

Aurora asintió ligeramente, sin saber muy bien qué decir y con el nudo todavía en la garganta, afrontar la situación se había vuelto cada vez más complicado y, aunque era buena fingiendo y mintiendole a los demás, le parecía un desafío poder mentirle a su mejor amiga.

Blair, notando el cambio de humor de su mejor amiga, decidió dar el tema por cerrado en aquel momento, cambiando a temas más triviales cómo si había visto la nueva edición de Vogue o sí había comprado nueva ropa, que podía acompañarla a hacerse todo un cambio de look para superar a su ex, como siempre hacen en las películas.

Aurora agradecía los intentos de la contraria en animarla o querer distraerla, pero todavía no se sentía lista para poner una cara valiente y enfrentarse a un mundo sin la pareja que estuvo a su lado por más tiempo del que ahora apreciaba.

Aurora sabía que el mundo no se acabaría después de la ruptura, después de todo, nadie se moría por terminar con alguien. Sus amigos le repetían que estaría bien, pero ella no podía dejar de sentirse tan estúpida por haberse cegado durante meses. ¿De verdad su relación era tan mala como sus amigos le decían? Y, si era así, ¿por qué se quedó?

No lo sabía y eso le aterraba.

(...)

Aurora vaciló antes de enroscar su brazo con el de Dylan, tirando de él mientras paseaba por los pasillos de la tienda, buscando el regalo perfecto para su madre. Normalmente, evitaba cualquier caso que pudiera provocar una reacción para emparejarla con alguien, pero con Dylan eso era distinto, llevaban siendo amigos desde toda la vida y los medios ya estaban bastante acostumbrados a verlos juntos y, aunque todavia había varios emparejandolos, la cantidad era diminuta a comparación de sus inicios en el mundo del entretenimiento.

—No entiendo para qué necesitabas que viniese, si tú no sabes qué regalarle a tu mamá, ¿qué voy a saber yo?—musitó Dylan con un dije de desesperación, pero aún así la seguía a regañadientes—. Y, para acabar, a las nueve de la mañana... ¡en mi día libre!

—Deja de llorar, sabes que adoras pasar tiempo conmigo y, ¿qué mejor que acompañandome a comprar el regalo de navidad de mi mamá?—replicó Rory sin tomarle importancia a las quejas de su mejor amigo, paseando por la tienda en busca del pasillo correcto—. Además, amas a mi mamá, ¿no te complace ser partícipe de esta tan importante misión?

—¿Apoyar el consumismo? No, gracias, amo a la señora Archibald, pero considero que no necesito comprarle nada para poder demostrarle esto—respondió con seguridad el castaño con un ligero bostezo.

—Aguafiestas.

Dylan sabía que algo andaba mal con ella, no sabía qué era específicamente, pero sabía que algo estaba mal y, se estaba cansando un poco de ignorar eso. Aurora, quién normalmente aprovechaba cada situación para contarle todo sobre lo que sea, ya sea si comió su comida favorita, lo que pasó en el libro que estaba leyendo o en las series que veía y, lamentablemente, cosas sobre Drew.

En todo el tiempo que han estado juntos ese día, Rory evitaba hablar a cualquier costa sobre sus últimos días o cómo había estado y estaba volviendo loco a Dylan. "Grítame, maldice, dime la cosa más estúpida que haya escuchado".

—¿Qué te parece esto?—El chico salió de sus pensamientos ante la voz de su mejor amiga, que se había safado de su agarre y ahora se encontraba sujetando varias velas en sus brazos—. Podría agregarle una vela, junto a más cosas.

—¿Y qué quieres regalarle exactamente?—preguntó el de orbes marrones, un poco confundido, realmente no tenía la menor idea para que lo había arrastrado hasta ahí—. La roja se ve de su gusto.

Rory bajó la mirada hacía la vela, haciendo un pequeño mohín mientras consideraba la decisión, pero al final asintió y dejó las demás en su lugar, sujetando con fuerza la vela de canela, como si se fuese a escapar si no la sujetara con la fuerza suficiente.

—Cuando era pequeña, la familia de mi mamá no tenía tanto dinero y, con tres hijos, era difícil darles todos los regalos que querían o los que le pedían... bueno, recuerdo que mamá me dijo que una navidad había pedido uno de esos bebés realistas—comenzó Rory suavemente, caminando hacia el área de juguetes, esperando encontrar lo que buscaba—vi ese trend en redes sociales y, no sé, supongo que sería buen detalle, ¿sabes?

Dylan solo se le quedó viendo, un poco atento a sus expresiones faciales y con una pequeña sonrisa, eran aquellos momentos en los que no dudaba del por qué había empezado a gustarle... y la frustración que sentía porque estuviese con alguien que no la valorara lo suficiente.

—¿Qué pasó?—finalmente, el actor rompió el silencio, soltando la pregunta que llevaba carcomiendolo por dentro durante días.

—¿Uhm?—la rubia se hizo la desentendida, detallando los miles de juguetes que habían, ignorando el pequeño salto en su corazón que apareció ante aquella pregunta.

—Vamos, Aura, sé que algo está pasando—presionó ligeramente el mayor, pero con un tono suave y comprensivo, sin intentar sonar intrusivo—. Sabes que puedes decirme lo que quieras, ¿sí? Puedo notar que estás mal y, aunque quise ignorarlo para darte tu tiempo y que lo digas tú, ya no puedo más. ¿Hay algo que está sucediendo?

Se quedó callada, sin saber qué responder aquello y sintiendo el nudo aparecer en su garganta, no había llorado demasiado sobre lo sucedido, pero ahora que estaba frente a su mejor amigo y al notar su preocupación, su caparazón poco a poco se rompía y, temía que rompería en llanto justo ahí.

No supo exactamente cuando, pero pronto sintió las lágrimas deslizarse por sus mejillas, incapaz de aguantarlas más tiempo—. Ey, Aura, ¿qué pasa?

Aurora intentó hablar, responder algo, aunque sea solo una sílaba, pero las palabras se quedaron atascadas en lo más profundo de su ser y solo salió un sollozo. Dylan, cuidadosamente agarró la vela entre sus manos, dejándola en una repisa y, atrayendola a sí mismo para envolverla en un dulce abrazo.

Hubiera mentido si dijera que no le dolía verla así, cómo sentía el corazón apachurrarse dentro de él al sentir las lágrimas mojar su camisa, los sollozos ahogados que salían incontrolabemente de su boca. Con pequeñas caricias en su cabello y dulces murmuros, se mantuvieron los dos parados ahí, en medio de un pasillo mientras la rubia finalmente se derrumbaba.

—Todo estará bien, bonita, estoy aquí, ¿sí?—murmuraba suavemente, sujetándola con fuerza a su propio cuerpo, intentando protegerla de los ojos ajenos.

—Drew....—con escuchar su nombre, Dylan sintió el coraje incrustarse en su pecho como dolorosas navajas, pero se obligó a mantenerse sereno—rompimos...

Aquelllo le golpeó como una cachetada, un poco desubicado, O'Brien se mantuvo quieto por unos segundos, sin esperar aquella confesión de la nada. Sin embargo, no dijo nada ni la juzgó, simplemente se quedó sujetándola con fuerza y, cuando los sollozos poco a poco disminuían, tuvo el valor de separarse ligeramente para verla.

Era un poco egoísta pensar aquello en ese momento, pero Dylan no pudo sentir el corazon latirle con fuerza al ver sus ojos ligeramente hinchados, sus mejillas rojas por el llanto, pero simplemente se dedicó a limpiar las lágrimas que todavía yacían en su rostro y dejar un suave beso en su frente.

—Todo estará bien, estoy aquí, lo prometo.

Hola holaa, primer capítulo listo. ¿Qué tal les pareció? Muchas gracias por leer las pequeñas locuras de mi cabeza, nos vemos en la próxima!!

Capítulo dedicado a: Reeserdxs Sefhysv