Cuatro
Farah veía al chico de ropa holgada desde su asiento, deseaba poder ir hacía él y preguntarle por qué llevaba más heridas en su rostro. ¿Acaso Jungkook lo había vuelto a golpear? No, ella no creía eso. Descartó aquella pregunta porque su novio no se ha despegado de ella desde el día de ayer que salieron del instituto. Aún no entendía como sus padres le permitían dormir con Jungkook cuando ellos siempre han sido muy protectores con ella.
Taehyung se encontraba alejado de todas las mesas, como de costumbre pero no era impedimento para la chica. Podía verlo perfectamente, su novio y demás amigos estaban en la mesa hablando de cualquier tontería que a ella no le interesaba.
—¿Que es lo que estás viendo?—Preguntó Jungkook mirándola, la chica desvío la mirada pero él logró darse cuenta de que era...o mejor dicho, a quien veía. Mordió su labio esperando los reclamos de su novio—¿Tanto interés tienes por él? Anda, vez y hazle compañía.
—No, es solo que fue algo raro verlo muy golpeado. ¿Acaso tú...?—Hablo en voz baja, Jeon soltó una risita irónica y negó con la cabeza.
—No, no lo golpee. ¿Como puedes creer que fui yo? Es decir, estuvimos juntos todo el tiempo—Alzó ambas cejas, Farah se encogió de hombros y decidió beber un poco del jugo de manzana que tenía frente a ella.
—Lo sé, solo déjalo así.
—Anda, vez y pregúntale porque se encuentra de esa manera—Lo señaló, la chica negó y Jungkook soltó un bufido. Min y Yoongi los veían discutir con una sonrisa en sus rostros algo divertidas. Sabían que su mejor amigo era un total celoso con Farah.
—Te he dicho que lo dejes así, no tiene caso seguir discutiendo—Declaró. Jungkook asintió mientras pasaba su lengua por el interior de sus mejillas, lo hacía cada que se encontraba molesto y prefería no decir algo. Su novio se levantó de su asiento haciendo la silla rechinar y se fue de la cafetería, dejándola completamente sola con sus amigos.
—Entiéndelo, se pone demasiado celoso por el nerd ese—Hablo Jimin, la chica lo observo revolver un poco de vodka en su termo para después cerrarlo. Sabía que se trataba de esa bebida porque no era la primera vez que lo hacía, siempre lograba adentrarlo disfrazándolo.
—Tampoco es para tanto, es decir, solo me preocupe un poco como cualquier otra persona. Su rostro realmente se ve muy mal.
Farah volvió su mirada a Taehyung, parecía que el chico no quería comer lo que se encontraba dentro de su tupper. Se veía muy cabizbajo y pudo notar que algunas pequeñas lágrimas resbalaban por sus mejillas. La chica se levantó de su lugar sin importarle que sus amigos le dijeran algo o que Jungkook se molestara pero quería saber que le sucedía al chico, se sentía muy mal verlo de esa manera.
—Hola, ¿estas bien?—Preguntó sentándose a su lado, Taehyung se alejó un poco de ella al sentir su presencia muy cerca. Miro hacía todos lados para verificar que Jungkook no estuviera cerca y pudiera hacerle algo.
—Eh, si—Susurró, Farah miró sus bonitas facciones, ahora que no llevaba puestos sus gafas lo hacía verse muchísimo mejor a pesar de tener su rostro golpeado.
—Dime, ¿Jungkook te volvió a golpear?
Taehyung negó rápidamente con frenesí, su cabeza se encontraba agachada. Tenía temor de que lo volvieran a golpear. Farah saco una bolsita de gomitas de su bolso y se la extendió a Kim.
—Tómalas, para que te sientas un poco mejor. No me gusta verte triste y una vez más, perdón por todo lo que ha hecho Jeon. Haré todo lo posible para que no se vuelva acercar a ti ¿si?—Deposito su mano derecha en su hombro izquierdo, Taehyung asintió con una pequeña sonrisa y abrió el paquete de gomitas. Pero antes de tomar una, todo su alrededor empezó a temblar causando gritos de todos a sus alrededores. Un sismo se estaba haciendo presente. Farah empezó a colocarse demasiado nerviosa por que todo empezaba a caerse de su sitio, la alarma empezó a sonar por toda la ciudad dando aviso. Algunos estudiantes salieron corriendo y era lo que menos se debía hacer. Kim miró a la chica totalmente asustada y tomó su mano para conducirla por la salida de emergencia donde «sorpresivamente» solo pocas personas iban saliendo por ella.
Ahora su preocupación era Jungkook, no sabía donde se encontraba. El más grande temor de Farah son los desastres naturales. Llegaron a la avenida donde muchas personas estaban en ella, algunos llorando de lo asustadas que estaban y otras con teléfonos móviles en sus orejas. De su bolso sacó el suyo rápidamente para llamarle a su novio, sus manos temblaban demasiado con temor al mismo tiempo que se preguntaba dónde se encontraba.
—¿Jungkook?—Preguntó asustada, un grito salió de su garganta en cuanto un edificio pequeño colapsó cerca de ellos. Taehyung la abrazo contra su cuerpo lejos de cualquier riesgo.
—¿¡Farah!? Donde estás!?—Grito desesperado, no podía escuchar con claridad debido a todo el ruido que estaba a su alrededor. Las ambulancias, la policía y los gritos de las personas. La ponían aún más nerviosa.
—Por la tercera puerta de emergencia, estoy afuera pero todo bien. ¿Estas bien? ¿Donde estás?—Pero la llamada se término en segundos, Farah trago saliva y a su mente vinieron muchas posibilidades. Tenía temor de que algo malo pasara.
—¿Algo malo sucede?—Pregunto Taehyung. La voz del chico le sorprendió, había salido más ronca de lo normal. Ella asintió sintiendo sus lágrimas acumularse en sus ojos.
—Jungkook...colgó de repente y...no lo sé, tengo miedo—Balbuceó, se reincorporó y miró al chico castaño. Taehyung tomó su mano con delicadeza y la llevó hacía la entrada principal del instituto. El sismo había parado pero ahora era todo un caos.
Farah visualizo a su novio a los lejos y soltó la mano de su acompañante enseguida, parecía que él se encontraba desesperado mirando a todos lados. Un suspiro de alivio salió y camino hacía él para abrazarlo.
—Dios mío, Farah. ¿Te encuentras bien? ¿No te sucedió nada?—Echó su cabello hacía atrás y la visualizó de pies a cabeza buscando un rasguño, pero no había nada. Ella asintió.
—Todo bien, no te preocupes. Taehyung me ayudo a salir del lugar—Se volteo para mirarlo mejor y dedicarle una sonrisa. El chico realizó una reverencia corta y trató de no mirar al novio de la chica que le gusta.
—De acuerdo, gracias Kim—Le agradeció por haber cuidado de su novia, su rostros se encontraban serios y solo se dedicaron una mirada. Taehyung solo pronunció "De nada" y se fue del lugar rápidamente en busca de su familia.
Taehyung empezó a caminar más rápido para llegar a casa y verificar que su madre estuviera bien. De su padre no quería saber después de que lo había golpeado sin razón alguna. Pero se llevó una gran sorpresa en cuanto hizo presencia, su casa estaba derrumbada de la parte de arriba. Su corazón empezó a latir rápidamente y corrió hasta los hechos donde un montón de personas hacían un círculo. Su madre se encontraba en el piso llorando por la pérdida de su hogar.
—¡Mamá!—Gritó Taehyung. Ella alzó la mirada y se unieron en un fuerte abrazo.
—Cariño, ¿estas bien?—El chico asintió, lloraban juntos—¿Ahora que haremos? ¿A donde vamos a ir, Taehyung? No tenemos donde quedarnos y mucho menos dinero.
La señora sufría demasiado, no por el hecho de que había perdido lo material si no de la preocupación de donde podrían vivir ahora. No tenían dinero para costear un departamento. Lo peor de todo es que, probablemente los centros de refugio ahora mismo estaban llenos porque no fueron los únicos en perder su casa. Taehyung soltaba pequeñas lágrimas de preocupación, ¿tocaría vivir en las calles? Lo que siempre temió. Pero tal vez no había de otra.
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