La lluvia ha vuelto enfurecida está noche, un poco confundida y algo torpe,

Avanza lentamente, un paso a la vez, con gotas de aparición efímera y que rápidamente desaparecen en el suelo,

Sin dejar huella de su andar o tan siquiera una prueba de que estuvo aquí,

Más que solo su ruidoso caminar,

Una gota a la vez,

Alejándose cual fantasma entre las penumbras y las nubes,

Dejando un desastre que desparece y que nadie ve, como la venganza de un dios qué jamás existió,

Sin embargo, cada noche, y ocasionalmente cada tarde,

La lluvia vuelve enfurecida, un poco confundida, algo torpe,

Y se desquita con nosotros.