5-Dolor y Alegría
Pasaron unos cuantos días desde lo sucedido con Natsu. Para suerte de ella, no había vuelto a saber nada de este ya que se fue a una misión, eso le daría un poco de paz y tranquilidad, no solo a ella, si no también a su corazón que estaba confuso.
Se acomodó el pelo y con un precioso vestido salió a hacer la compra. En Magnolia es muy querida e incluso popular, todas las personas saludaban a su paso y ella devolvía el saludo con una sonrisa. Cargada con todo lo necesario dio media vuelta para regresar a casa.
—¿Levy?—pregunto una voz conocida.
—Gajeel...—estaba solo, sin acompañante.
Cuando se quiso dar cuenta, estaban tomando café en una cafetería. Ella miraba su taza, la ventana...cualquier cosa para evitar contacto visual.
—Me cruce con Natsu, me contó lo de esa misión—empezó este.
—Si...a mi me dijo que te vio—dijo ella.
Hubo un silencio incomodo, ninguno decía nada, solo tomaban su bebida.
—Te veo bien...Gajeel-san—dijo con una sonrisa.
—Y yo a ti...dime...¿has...has encontrado a alguien?, no es que me moleste...solo...curiosidad—se apresuro a decir.
Ella removió el contenido de su taza suavemente en círculos, se mantuvo en silencio y luego miro a los ojos del dragon slayer.
—Puede...aunque aún no estoy segura de mis sentimientos. Y tampoco quiero dejarme llevar—contó.
—Ya veo—dio un sorbo—bueno, he de irme, me están esperando—se levanto un poco nervioso de su asiento y pago el café de ambos.
Cuando estaba ya en la puerta, ella le llamo.
—Cuídate—dijo con una gran sonrisa sincera.
Este asintió con la cabeza, luego, salió por la puerta. Aquello significaba el final de manera definitiva, no volverían esas caricias, ni sonrisas, el tiempo que pasaron juntos quedara como un simple recuerdo del pasado ya sea para lo bueno como para lo malo.
Se quedaría allí sola, contemplando la nada, con su café enfriándose...pero poco le importaba. A través del cristal contempló como el que un día considerase el amor de su vida se marchaba para nunca regresar a su lado. Ella no sería la que le dijera que le quería, ni diera besos ni abrazos...ya no le daría nada...salvo su enhorabuena.
—Levy, ¿qué haces aquí?—pregunto una voz.
—¿Natsu?—ella levanto su cabeza, se había quedado embobada.
—He terminado antes la misión. ¿Te acompaño a casa?—pregunto preocupado por la cara de esta. No era normal verla en aquel estado.
—Claro.
Caminaron lentamente hasta Fairy Hills, Natsu cargaba con algunas bolsas a pesar de las peticiones de esta de que no hacia falta. Levy caminaba mirando el suelo, estaba muy distraída. Fue entonces cuando este la paso el brazo y la rodeo para que no se distrajera del camino.
—Ya hemos llegado—comento.
—Ah...si—Levy restregó sus ojos un poco—gracias—tomo las bolsas y se inclino un poco a modo de agradecimiento.
Ambos se despidieron, el joven comenzó a andar de vuelta a casa cuando la voz de su amiga le hizo parar.
—¿Ocurre algo?—pregunto viendo a esta acercarse.
—Gracias—se puso de puntillas y le dio un pequeño beso en la mejilla.
—No hay de que.
Al acceder al interior de su vivienda, guardo todo lo que había comprado y se tumbo en el sofá roja por su acción de hace un rato.
—Natsu...—abrazó el pequeño cojín recordando la escena.
Continuara...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top