La pequeña chica se estaba dando un largo baño aquel día lluvioso. Se relajo en la bañera mientras leía un libro con velas aromáticas y una copa de un vino que había comprado recientemente. Disfrutaba de una buena lectura mientras escuchaba la lluvia golpear los duros cristales de sus ventanas.

Cuando salió, enrollo una toalla a su cuerpo para cubrirlo y otra más pequeña en la cabeza para secar bien su pelo y no ir goteando. Y por último, unas chanclas para no resbalar y caerse.

—Que buen día para estar en casa—se dijo sintiendo aún el calor en su cuerpo.

Fue hasta su habitación, pero para ello tenía que cruzar su salón. 

—Hola Levy—saludo una voz.

—Kyaaaaaaa—dio un enorme grito al ver a Natsu comiendo tranquilamente.

La toalla que llevaba puesta se cayo al suelo dejando por completo y a la vista del mago, la desnudez de su cuerpo. Ella estaba roja como un tomate y tapo usando sus manos las partes íntimas mientras daba otro grito.

Un fuerte golpe se escucho en la puerta dando paso a una figura, era Erza.

—¿Qué ocurre?—pregunto enojada.

Al ver a ambos en aquella situación se inclino.

—Perdón por interrumpir.

—¡No es nada de eso, ha entrado y me ha visto desnuda!—grito ella agachándose para recoger su toalla del suelo.

—Bueno, también he visto desnuda a Erza—señalo este.

—Tiene razón.

—¡Lo vuestro no es normal!—dijo llorando.

La pelirroja se acerco y abrazo a Levy.

—Lo siento Levy, se que puede ser duro no tener pechos grandes pero el valor de una mujer no se mide por el tamaño de su busto—aquello hizo llorar a la joven.

—Tiene razón Erza—asintió este conforme.

El mal trago paso y la pelirroja se marcho dejando a ambos solos. Levy salió ya vestida y aún enojada y avergonzada. Le sirvió una taza de té por cortesia.

—¿A qué has venido?—pregunto ella sentándose.

—Pues...a visitarte y a charlar un rato. Lucy me ha echado de casa—dijo recordando la patada en la cara.

—Ya veo—se acaricio los brazos. A pesar de estar todo cerrado, hacía frío debido a que aún no había reformado la casa para aislarla del frío.

Natsu se dio cuenta y usando su poder, encendió la chimenea con su magia. A diferencia del fuego normal, esta duraba más aunque no hubiera madera y proporcionaba mucho más calor.

—Gracias—dijo ella acercándose un poco al fuego.

—¿Te caliento el sofá?—ella le dio en la cabeza.

Ambos se sentaron cerca del fuego, contemplando las llamas.

—Natsu...quiero preguntarte algo—dijo con la mirada perdida en el fuego—¿Gajeel era feliz?—aquella pregunta le extraño.

—Si—dijo simplemente.

—Eso es bueno—esbozo una sonrisa sin mirar a este.

—Levy...

—¿Si?—desvió su mirada a este.

—Aye—puso la misma cara que Happy e hizo que la joven se echase a llorar de risa.

Ella incluso se tumbo al suelo, no se lo esperaba para nada y le entro la risa floja e incontrolable.

—Levy...Men—hizo las mismas poses que Ichiya.

Durante aquellos momentos, Levy olvido por completo todo. Mientras este hacia poses de magos, ella se le quedo viendo con ternura y una sonrisa.

Al cabo de un rato y tras hacer mímica, ambos se quedaron mirando con una sonrisa. Natsu esbozo la mejor que tenía y que tantas alegrías había dado a todos.

—Me alegra verte con una sonrisa—dijo este.

Y el corazón de la maga...palpitó por primera vez en mucho tiempo.

Continuara...