2-Superación

La pequeña maga fue abriendo los ojos lentamente, sentía un pequeño escozor en ellos. Se restregó despacio para tratar de aliviar aquella molestia y saber donde estaba. Estiro su cuerpo para desperezarse un poco ya que sentía el cuerpo algo agarrotado.

—¿Donde estoy?—dejo escapar un leve bostezo y miro a su alrededor.

Estaba en su habitación y retiro un poco la manta para poder salir de la cama.

—¿Qué demonios?—retiro la sábana y vio que estaba Natsu—¡Natsu!—dijo alterada.

El mago dio signos de despertar y ella se tapo la boca. Por suerte, este no se despertó.

—Fiuu.

Al verlo detenidamente, un rubor apareció por toda su cara ya que este se encontraba sin camisa ni bufanda con el pecho al aire.

—No me digas que...—se miro ella y vio que estaba vestida y suspiro muy aliviada—será mejor que me vaya—pensó tocando el suelo y poniéndose sus zapatillas.

Fue con cuidado hasta la puerta tratando de no hacer ruido.

—Oye Levy, ¿vas a desayunar?—ella soltó un kyaaa asustada—¿qué ocurre?.

—Na-Natsu...¿qué ocurrió anoche?—pregunto con temor de escuchar algo que no quería.

—Oh eso...te quedaste dormida tras llorar mucho así que te deje aquí en tu cama. Aunque la estaba tan cómodo que me quede dormido—explico.

—¿Y tu camisa?.

—Pues tenía mucha calor, aquí con todo cerrado—dijo agarrando su bufanda.

—¿Entonces no paso nada?—pregunto.

—¿A qué te refieres?—pregunto este extrañado y con cara de no entender nada.

Ella recordó que era Natsu, que no sabía nada sobre el amor y que no tenía mucho conocimiento sobre ello.

—Voy a desayunar, ¿vienes?—pregunto.

—Si ahora enseguida voy—contesto.

Ella espero fuera y cuando este salió bajaron a desayunar.

—Gracias por lo de anoche—dijo ella comiendo una tostada.

—No tienes que agradecer nada, somos familia después de todo—ella alzo su mirada.

—Quiero formar una familia contigo en un futuro Levy—resonó en la mente de la joven que solo podía pensar en Gajeel.

Los recuerdos invadieron su mente, desde que la ataco hace años hasta las misiones que realizaron juntos para ganar dinero o ayudar al consejo. Realmente no lo ha superado y el saber que esta con otra hace que le duela mucho.

—No me quema...no me quema...me quema—una lagrima salió de su ojo.

—Oye Levy, se que puede ser doloroso...pero eres fuerte y se que puedes con ello—aquel comentario hizo que abriera la boca sorprendida.

¿Aquel era Natsu o era un sueño?.

—Gracias—fue todo lo que pudo decir.

El camino de regreso fue peor para Natsu que estaba muy mareado. Levy esta vez había comprado un medicamento para los mareos y el mago se sentía estupendamente.

—¡Genial!—dijo haciendo alarde de sus fuertes brazos.

Levy se echo a reír por las caras que ponía este, realmente lo necesitaba, dejar de pensar en lo negativo y esbozar una sonrisa. Natsu llevaba razón, debía superar a Gajeel...aunque resultaba mucho más fácil decirlo que hacerlo.

Y luego, cada uno se fue a su casa.

Al cabo de unos pocos días, la maga salió a tomar un poco el aire al exterior de Fairy Hills.

—Que brisa tan fresca—dijo respirando profundamente.

—Hola—irrumpió una voz haciendo que se cayera.

—¿Natsu?—pregunto sobando su trasero adolorido.

—El mismo.

—¿Qué haces aquí?—pregunto ya en pie.

—Pues estaba paseando cuando he visto que viene un autor llamado...Félix Herber y me he acordado de ti que me hablaste de él cuando hicimos la misión.

Ella abrió los ojos como platos.

—¿Era hoy?—fue hasta su cuarto corriendo y tomo un ejemplar para ir a la firma.

Cuando llego a la librería, vio la cola que llegaba hasta uno de los callejones.

—Hay mucha gente—dijo triste.

—¿Quieres que me los cargue?—pregunto el mago.

—Idiota—dijo golpeando con sus pequeños brazos.

—Mira que bonita pareja—dijeron unas señoras mayores que pasaban contemplando la escena.

Levy tuvo un pequeño sonrojo.

—¿Acaso me veo como su pareja?—rondó su mente.

Tras hacer la cola, llegaron hasta el autor.

—No tenías que hacer cola también—comento ella.

—No es problema, además, no tenía nada mejor que hacer. Y me gusta pasar tiempo contigo—aquellas palabras le sacaron una sonrisa.

Ya con el autor, este vio a ambos y cuando miro a Natsu salto de alegría.

—Mi buen amigo Natsu—dijo en su acento.

—¿Quien eres?—pregunto extrañado.

Cayo al estilo anime. Tuvo que recordar el favor que le hizo. 

—¿Es tu novia?—pregunto sonriente.

—Ah...

—¡No, no lo somos!—se apresuro ella roja.

Ella además de un ejemplar firmado se llevo una foto con él. Salieron sonrientes de allí, especialmente ella.

—Te invito a comer—propuso la peliazul.

—¿De verdad?, ¡que bien!—dijo este alzando el puño.

Y así emprendieron el camino, un camino que sería el inicio de sus vidas sin que ellos supieran que estaban destinados a estar juntos.

Continuara.

Tardaré en actualizar, más que nada por tema de salud. Quiero descansar un poco porque entre esto, la universidad y otras cosas, necesito un pequeño respiro.


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