10-Hogar

Durante unos cuantos días, la pareja estuvo buscando una casa a la cual irse a vivir, obviamente tenían que decidir muy bien ya que sería seguramente donde pasarían el resto de sus  vidas.

Las primeras fueron un poco cutres o demasiado pequeñas para el gusto de la joven que no dejaba detalle al azar haciendo muchas preguntas. Natsu llego a pensar que estaba solo de adorno, aunque su pensamiento fue: si luego hay quejas, la culpa no es mia.

—Esta casa esta situada cerca de la ciudad pero lo suficiente alejado para estar tranquilos. Aunque como todo, eso añade valor al precio final—explico el vendedor.

—Bueno, es una muy buena zona y tiene unas vistas excelentes—comento la peliazul viendo todo el interior de la casa.

—Opino lo mismo—dijo este.

—Muy bien, nos la quedamos—a la maga le gusto sobretodo la gran habitación del piso superior que tenía enormes estanterías para poner libros.

Resulta que esa casa de nada menos de tres plantas, había sido propiedad de un bibliotecario. Al enterarse de su pasión y conocimientos por la lectura, de hecho, se lo demostró con unas charlas sobre libros a los que Natsu desconecto, le supuso una gran bajada del precio final.

Natsu fue el primero en llevar todas sus cosas allí, era el que menos tenía y así podía organizar todo mientras la maga empaquetaba las suyas.

—Levy—dijo Erza triste.

Todas las chicas estaban allí presentes, no comprendían el porque se iba. Así que finalmente se atrevió a decirlo, tomo aire y les explico la situación.

—No puedo creerlo...Levy y...Natsu—Lucy no salía de su asombro.

—Es normal entre un hombre y una mujer—Erza asentía con una gran sonrisa.

—Me alegro por ti y Natsu-san—Wendy estaba encantada.

Al revelar su relación, tuvieron que hacer una reunión de chicas para que esta les contase todo al detalle.  Lucy pensaba en lo mucho que había madurado su compañero, Erza casi lloraba de emoción por la pareja y Wendy se puso roja cuando esta contó algunos detalles que eran para adultos.

Le vino bien contarlo ya que la ayudaron a cargar con todos los paquetes para llevarlos hasta la nueva casa y de paso enseñarla. Se quedaron con la boca abierta al ver tal magnitud de casa, Lucy pensó en cuanto tendría que ahorrar para pagar solo la entrada.

—Ah, ya estás aquí—Natsu estaba cubierto de polvo, sin camisa y sudando.

Una imagen que a todas les pareció especialmente atractiva ya que parecía un obrero de la obra marcando músculos. Levy se percató de este pequeño detalle y casi tiene que cerrar las bocas de sus amigas que les  faltaba poco para que se les cayese la baba.

—Bueno, pasad—invito el dragon slayer.

Todas entraron y fueron viendo cada una de las habitaciones y salas de la casa. Aquello era enorme, podrían vivir perfectamente diez personas como mínimo. Tras hacer la visita, ya era casi de noche así que prefirieron dejarlos a solas.

—Me alegra haberlo contado, me he quitado un peso de encima—comento Levy tapándose con la sábana.

—Si, yo también me alegro—Natsu había salido de la ducha e iba sin camisa.

—Natsu...yo...podríamos...ya sabes...—dijo juntando los dedos.

Este miraba extrañado.

—¡Podríamos hacerlo!—grito.

Su voz resonó levemente haciendo que se repitiera la frase y avergonzando a esta.

—Je, je, ya lo sabía, solo quería fastidiarte—ella le dio unos pequeños golpes en el pecho mientras decía que era un idiota.

Aunque no duro mucho ya que este le beso, y poco a poco, la cosa aumento dando paso a una noche de pasión.

Continuara...

Próximamente, Capítulo 11: Muere el héroe, adiós Natsu.

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