Las calles Lucian completamente vacías y eso me daba mucho terror.

Llevo alrededor de cuatro horas buscando algún sobreviviente... Alguien, pero no había absolutamente nadie y lo peor del caso es que ya había buscado hasta por debajo de las rocas.

Me asustaba el hecho de ser yo la única sobreviviente de esta ciudad.

No digas eso Lex: pensé.

¿Que será de mi? Solo soy una torpe chica tratando de sobrevivir en este desastre y nose si llegué a lograrlo.

Pero debo hacerlo.

Escuché unos pequeños ruidos a mi costado y levanté mi arma apuntando hacia aquellos contenedores de basura que se encontraban en la zona. Una chica y un chico salieron de allí con las manos levantadas y baje el arma.

—¿Son sobrevivientes?—Pregunte y ellos asintieron con la cabeza.

—Mi nombre es Lauren y el es mi hermano Leonel—Hablo la chica.

—Encantada. Soy Lex—Estreche mi mano con la de ella y lo mismo hize con su hermano.

—Creiamos que eran uno de esos hombres vestidos de negro y nos escondimos alli—Leonel señaló los contenedores de basura.

—¿Los conocen?—Pregunte.

—No, pero uno de ellos intento dispararle a Leonel y logré detenerlo—Suspiro—Logramos escondernos y vimos como aquellos hombres asesinaban a las personas inyectandoles algo, nose que es.

—Es un virus lo que les inyectan no entiendo porque lo hacen pero eso es lo de menos, ahora debemos hallar la forma de sobrevivir y ayudar a los que quedan con vida—Recorde lo que me dijo Jhonathan.

Caminamos por las avenidas hasta ver un pequeño lugar que parecía desierto.

—Pasaremos la noche aquí y en la mañana iremos a otro lugar... No es recomendable que nos quedemos en un mismo lugar.

—¿Porque lo dices?—Ambos hermanos preguntaron.

—Esas personas están buscando sobrevivientes hasta por debajo de las piedras y si nos quedamos aquí ellos nos encontrarán—Entramos en el pequeño lugar que parecía ser una tienda de comestibles.

—Lex tiene razón Lau. No nos conviene estar aquí por mucho tiempo... De lo contrario nos asesinaran.

Divisé movimiento a mi izquierda y le entregué un arma a Leonel, hice lo mismo con su hermana y ellos me siguieron apuntando las armas en esa dirección.

—¿Quien está ahí?—Escuche una voz aguda y una chica salió de su escondite.

Ella temblaba y sollozaba así que le hice una señal a los hermanos para que bajarán sus armas.

—No te haremos nada Niña—Lauren hablo—¿Cuál es tu nombre?

—Jane—.

—Que lindo nombre tienes. No te haremos nada y puedes estar tranquila—Ella relajo los hombros—Buscamos sobrevivientes y te encontramos a ti.

—¿Significa que puedo quedarme con ustedes—Dijo y yo asentí.

—¿Estás sola?—Pregunte y ella asintió—De acuerdo, pasaremos la noche aquí y en la mañana partiremos a otro lugar.

Todos buscamos entre los pasillos de la tienda algo para comer y por mi parte me dedique a comer algunas golosinas y papas. Tome asiento alado de Jane y ella me sonrió.

—¿De dónde sacaste todas esas armas?—Señalo mi mochila que se encontraba abierta dejando ver las armas y cartuchos que habían dentro de esta.

—Las tome de una tienda, se que las necesitaremos—Ella asintió con la cabeza—¿Cuántos años tienes?

—14—Respondio.

—Eres joven... ¿Que hay de tu familia?

—Ellos... Murieron, unos hombres vestidos de negro les inyectaron a mis padres algo y cuando trate de reanimarlos... Ya era tarde—Derramo unas lágrimas.

—Jane... Te entiendo perfectamente—Ella me miró—Mi madre también murió a manos de esas personas. Al igual que tú también estoy sola y solo los tengo a ustedes. Debemos sobrevivir a esto Jane y ayudar a los que lo necesitan.

Nos quedamos un rato en silencio comiendo aquellos comestibles y luego decidimos armar unas camas improvisadas.

—¿A dónde iremos mañana?—Lauren y Jane estaban acostadas alado de mi.

—Al norte de la ciudad—Dije—Estoy segura de que hay más sobrevivientes y es probable que en esa zona encontremos un lugar seguro.

—Entonces es hora de dormir—Lauren cerró los ojos mientras que Jane y yo hicimos lo mismo.

Al salir el sol decidimos partir al norte de la ciudad, era algo agotador ya que teníamos que llegar allá caminando para pasar desapercibidos.

El camino no fue para nada aburrido ya que entre nosotros contábamos anécdotas de nuestras vidas antes de todo este caos. Logré conocer mejor a Jane y Lauren.

Nos tomo todo el día llegar al norte de la ciudad, el sol ya pronto se iría y en su lugar estaría la luna. Después de tantas horas de viaje por fin llegamos al norte de la ciudad.

No sabíamos con que nos encontraremos aquí, pero ahora está es nuestra vida.

Sobrevivir.