INTRODUCCIÓN
La guerra rugía a su alrededor. Los Decepticons no daban tregua, y las explosiones retumbaban en el horizonte, pero en el corazón de Optimus Prime solo existía una constante. Lizzy. Una humana. Su humana. Un ser que nunca había esperado, ni deseado, pero que ahora dominaba cada uno de sus pensamientos. Cada vez que la miraba, sentía como si todo el universo girara a su alrededor.
Optimus Prime había enfrentado muchas batallas, había perdido a amigos, a seres queridos, pero nunca había conocido un enemigo tan implacable como sus propios sentimientos. Lizzy había penetrado en su núcleo más profundo. Y ahora, incluso mientras luchaban por la supervivencia de su mundo, la presencia de ella lo arrastraba con fuerza, como una tormenta que no podía controlar.
El líder de los Autobots, con su alma de metal, había creído que podría controlar todo, pero Lizzy, con su bondad y su inteligencia, lo había conquistado por completo. Estaba profundamente enamorado de ella. Y eso lo aterraba. Ella no solo era una humana, sino una mujer que se destacaba por su pureza, su corazón de oro, y su increíble intelecto. Todo en ella lo atraía con una intensidad que nunca imaginó que sentiría por alguien tan diferente a él.
"Dejaría que el mundo ardiera por ti." Esa era la verdad que se retorcía dentro de él, una verdad que sentía que nunca podría expresar en voz alta, pero que cada fibra de su ser le gritaba. Si ella no podía ser suya, si su amor era una imposibilidad, entonces no quedaba nada más que dejarlo todo ir.
Lizzy, en medio del caos, lo miró, sus ojos brillando con una intensidad que solo alguien como ella podría tener. ¿Por qué él sentía todo esto por ella? Ella también lo sabía. Algo más que la simple atracción. Algo mucho más profundo. Pero aún así, la incertidumbre seguía acechando. ¿Sería suficiente su amor para salvarlos? O era solo un fuego destructivo que consumiría todo a su paso?
—Optimus... —susurró Lizzy mientras el ruido de la batalla se desvanecía a su alrededor. Era como si en ese momento, el tiempo se detuviera, dejando solo espacio para el peso de lo que estaba a punto de decir.
Optimus la miró fijamente, sus ojos brillando con la emoción que nunca había experimentado. No podía ignorar lo que sentía por ella. Ni siquiera su razón de líder podía vencer la verdad de su corazón.
—Si no puedo tenerte, Lizzy... —dijo con una voz grave, casi quebrada, marcada por una desesperación que nunca había sentido—. Entonces, nadie podrá.
El sol se ocultaba tras el horizonte, pero la verdadera oscuridad comenzaba a caer sobre ellos. Una oscuridad que no solo se refería a la guerra, sino a los propios demonios internos de Optimus. El amor que sentía por Lizzy era más grande que cualquier batalla, más grande que cualquier desafío que su mundo pudiera presentar. Y en ese momento, mientras el fuego iluminaba el campo de batalla, sabía que ella era lo único que importaba. No importaba qué fuera necesario. Si el mundo tenía que arder, entonces lo haría, porque no podía dejarla ir.
Lizzy, atrapada en la misma tormenta emocional, entendió que lo que compartían iba más allá de lo posible, más allá de las reglas y las diferencias. Juntos, dejarían que todo ardiera.
Perdido en la niebla
Temo que aún hay más por caer
Es peligroso porque lo quiero todo
Y no creo que me importa lo que cueste
No debería haberme enamorado
Mira en qué me he convertido
Te dejé acercarte demasiado
Para despertarme solo
Y sé que crees que puedes huir
Tienes miedo de creer que soy el indicado
Pero no puedo dejarte ir
Dejaría que el mundo ardiera
Dejaría que el mundo ardiera por ti
Así es como siempre tuvo que terminar
Si no puedo tenerte, entonces nadie podrá
Dejaría que ardiera
Dejaría que el mundo ardiera
Solo para escucharte gritar mi nombre
Viendo todo arder en llamas
Hay miedo en sus ojos
Ceniza lloviendo del cielo color naranja rojizo
Aseguré que todos supieran que eres mía
Ahora es solo cuestión de tiempo
Antes de que seamos barridos en el polvo
Mira en qué me has convertido
Te dejé acercarte demasiado
Para despertarme solo
Y sé que crees que puedes huir
Tienes miedo de creer que soy el indicado
Pero no puedo dejarte ir
Dejaría que el mundo ardiera
Dejaría que el mundo ardiera por ti
Así es como siempre tuvo que terminar
Si no puedo tenerte, entonces nadie podrá
Dejaría que ardiera
Dejaría que el mundo ardiera
Solo para escucharte gritar mi nombre
Viendo todo arder en llamas
Deja que todo arda
Ah, quemaría este mundo por ti
Ah, cariño, lo dejaría arder
Por ti
Dejaría que el mundo ardiera
Dejaría que el mundo ardiera por ti
Así es como siempre tuvo que terminar
Si no puedo tenerte, entonces nadie podrá
"Tus ojos... no sé cómo explicarlo, pero cada vez que te miro siento que todo lo demás desaparece. Como si el mundo no tuviera importancia, solo nosotros."
"Sé que soy solo una humana, pero prometo que lucharé a tu lado hasta el final, Optimus. Porque a veces, las batallas no se ganan con fuerza, sino con corazón.
"El mundo puede estar ardiendo a nuestro alrededor, pero mientras estemos juntos, todo tendrá sentido."
"Si alguien te daña, Lizzy, ya sea un Decepticon, un humano, o quien sea... el mundo entero ardería para que puedas estar a salvo. Porque tú eres mi persona. La única que me ha hecho sentir cosas que nunca pensé que un ser como yo podría sentir."
"Nunca creí que alguien tan pequeño, tan frágil, pudiera ser tan fuerte. Lizzy, tu corazón es lo que me hace seguir adelante."
"En este vasto universo lleno de guerra, encontré algo que nunca creí que existiera... paz. Y esa paz se llama Lizzy."
"He luchado muchas batallas, pero ninguna como esta. Nadie me había enseñado a temer tanto a perder a alguien... hasta que te conocí."
"Cada vez que te veo, Lizzy, me pregunto si lo que siento es real... si puedo permitir que mi corazón me guíe. Pero no puedo ignorarlo... Te necesito en mi vida."
"Si tuviera que sacrificarlo todo por ti, lo haría. Porque lo que siento por ti es más grande que cualquier guerra."
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