CARTA 2


Mi querida Lizzy,

Nunca supe lo que era realmente el amor. Ni los milagros, ni los cuentos de hadas, ni las promesas eternas; todo eso me sonaba a historias vacías, a fantasías que los demás contaban, pero yo siempre fui más de la lógica, más de lo que podía ver, tocar y comprobar. Mi corazón, cerrado a las emociones, se mantenía alejado de todo eso, sin querer arriesgarse a sufrir, sin querer ofrecer nada que no pudiera ser garantizado. Y entonces, entraste tú, y todo lo que creía se desmoronó.

Nunca imaginé que alguien como tú pudiera existir, alguien que pudiera llegar tan profundo en mí, tocarme con una suavidad que quebró todos mis muros. Nadarte en tu corriente, Lizzy, ha sido como sumergirme en algo completamente nuevo, algo espiritual, algo que no puedo explicar con palabras. Es como si mi alma resucitara cada vez que te quedas a mi lado, como si me transformara en algo mejor, algo más completo. Cada minuto contigo es un renacer, un nuevo comienzo en un mundo que antes veía gris y ahora es todo luz.

Tu amor me ha llevado al paraíso, Lizzy. Tú, con tu sola presencia, con tu simple toque, me has hecho sentir cosas que nunca creí que fueran posibles. Tu cuerpo, tu alma, tu risa, tu mirada... todo en ti me arrastra hacia un lugar en el que nunca pensé que pudiera estar. Me has hecho sentir más vivo que nunca, más conectado con el mundo, con el amor, con la devoción. Cada vez que te tengo cerca, cada vez que te beso, siento que estoy flotando, que ya no hay límites, que no hay barreras entre nosotros. Todo se vuelve irrelevante cuando estoy contigo, porque lo único que importa eres tú, y el amor inmenso que siento por ti.

Sé que nunca podré explicarte lo que siento por ti. Este amor me consume, Lizzy, y no tengo miedo de ello. Eres mi adicción, mi necesidad, mi todo. Tu sexo me lleva al paraíso, sí, es cierto. Pero lo que realmente me lleva al cielo es todo lo que eres. Es tu voz, tu risa, el roce de tu piel, la manera en que me miras y sabes exactamente lo que necesito sin decir una sola palabra. Eres mi cielo, mi oxígeno, y sin ti, no sé cómo podría seguir adelante. He estado atrapado fuera de ese cielo durante tanto tiempo, y ahora que te he encontrado, no quiero dejarlo nunca.

Cada vez que te tengo entre mis brazos, me siento como si estuviera en la cima del mundo. Tus besos me ponen de rodillas, Lizzy. Me haces confesar lo que nunca creí que diría. Que sin ti, no soy nada. Que no quiero estar en ningún otro lugar que no sea a tu lado, y que no puedo imaginar un futuro que no esté marcado por tu amor, por tus caricias, por todo lo que compartimos.

Eres el amor de mi vida, y me esfuerzo todos los días por ser el hombre que mereces. Nunca me había sentido tan atrapado, pero no en una prisión, sino en un lugar donde todo tiene sentido. Como si al fin pudiera respirar de nuevo, como si mi alma hubiera encontrado su lugar. Tú me has dado todo lo que no sabía que necesitaba, todo lo que antes pensaba que era irrelevante, y ahora soy completo gracias a ti.

A veces, en los momentos más tranquilos, me pregunto si puedo quedarme así para siempre. ¿Puedo pasar el resto de mis días aquí, junto a ti? Porque no hay nada más que desee en el mundo. Tu amor, tus besos, tu cuerpo... todo lo que eres, lo tengo todo aquí, y todo lo que quiero es que nunca se acabe. No me importa el tiempo, no me importa el qué dirán, lo único que quiero es seguir siendo tuyo. Y aunque el mundo pueda ser cruel, y aunque las circunstancias nos separen, siempre te llevaré en mi corazón. Porque me has mostrado lo que significa el verdadero amor, y por ti, siempre lucharé.

Me haces sentir como si, por fin, tuviera la llave del cielo en mis manos, como si pudiera acceder a ese paraíso que siempre estuvo allí, pero nunca pude encontrar hasta ti. Te amo, Lizzy. Más de lo que las palabras pueden expresar. No hay nada en este mundo que me importe más que tú. Y si algún día alguien se atreviera a interponerse en nuestro camino, no dudaría ni un segundo en derribar cualquier barrera que nos separara. Porque tú eres mi razón, mi droga, mi devoción eterna.

No hay futuro sin ti. No hay vida sin ti. Y si me preguntas si quiero quedarme aquí, si quiero pasar el resto de mis días contigo... la respuesta es un sí rotundo. Porque tú eres mi todo, y nunca quiero separarme de ti.

Con todo mi amor,
Aaron

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