Mi adorada Lizzy,

Esta carta, aunque nunca pensó nadie que llegaría a existir, es el único medio que tengo para expresar lo que siento por ti sin ser descubierto. Sé que lo nuestro es un secreto, algo que debemos guardar bajo llave, algo que el mundo no puede saber, aunque a veces mi corazón quiera gritarlo a los cuatro vientos. A veces me pregunto cómo pudimos llegar hasta aquí, cómo, siendo lo que somos, nos hemos mantenido a salvo en las sombras, mientras mi amor por ti crece con cada minuto, con cada respiración.

Te voy a cambiar el nombre, Lizzy. Lo haré no porque no quiera llamarte como lo que eres para mí, sino porque el secreto que compartimos necesita protegerse. Te llamarás Gloria, porque para mí eres eso: la gloria de mi vida, la razón por la que me levanto cada día, la razón por la que mi corazón late con tal fuerza. Eres mi todo, y sin embargo, no puedo ser quien quiero ser contigo, no puedo amarte como realmente quiero hacerlo. Las circunstancias nos obligan a vivir este amor entre susurros y miradas furtivas, escondidos de todos, incluso de nuestro propio equipo.

Aunque el mundo no sepa lo que siento por ti, no puedo cambiar lo que hay en mi corazón. Podemos estar rodeados de personas, pero ante todos seré solo tu amigo, tu compañero, el que siempre te mirará con la misma adoración, aunque no pueda mostrártelo como me gustaría. Es un castigo, Lizzy, un castigo cruel tener que mantener este amor en silencio, como si fuera algo prohibido. Pero el dolor de no poder tocarte, de no poder besarte cuando mi cuerpo lo desea con desesperación, me consume.

Recuerdo, como si fuera ayer, esa mirada tuya, tan llena de comprensión, tan llena de amor. ¿Cómo es posible que, aun estando rodeados de tantos, tú y yo podamos sentir algo tan inmenso y profundo que no podemos compartir con nadie más? Me muero por ti, Lizzy, por tocar tu piel, por sentir tus labios contra los míos, por perderme en ti como nunca antes. Cada vez que estamos cerca, siento que el control sobre mí se desvanece, y quisiera no tener que esconderlo, pero el respeto hacia los demás, hacia el equipo, me obliga a ser discreto.

Pero te prometo, mi amor, que aunque tenga que llamarte Gloria, tú eres la Gloria en mi vida. No importa el nombre que te dé, ni lo que el mundo piense, porque lo que tú y yo compartimos es eterno. No hay nada, ni nadie, que pueda cambiar lo que siento por ti. Y, aunque el mundo nunca lo sepa, cada suspiro mío es tuyo, cada pensamiento es sobre ti, cada latido de mi corazón te pertenece.

Sé que esta es una historia que solo nosotros entendemos, una historia que no necesita ser narrada en voz alta, porque, para mí, basta con mirarte. Lo que siento por ti es tan profundo que, aunque no pueda gritarlo, lo llevo grabado en mi alma. A nadie le importa lo que compartimos, pero te aseguro que, para mí, eres lo más importante en este mundo, y nunca cambiaré eso, sin importar cuánto me duela esconderlo.

Te amo, Lizzy. Más que a nada ni nadie, más que ayer y menos que mañana. Y aunque me toque vivir este secreto, te juro que cada día que pase sin poder tenerte a mi lado como quisiera, me dolerá más. Pero no cambiaré lo que somos, no cambiaré lo que siento por ti. Para mí, siempre serás la Gloria.

Siempre tuyo,
Aaron