22
Phoebe estaba muy entretenida. Descansaba sentada en la larga banca acolchada de la cocina mientras lanzaba palomitas a la boca de Luffy quien estaba a su lado igual de divertido, atrapando cada una de ellas. Allí también se encontraba Zoro bebiendo despreocupado y Nami observando al par en su pasatiempo.
—Yo sigo sin entender cómo es que ustedes dos se llevan—dijo la de cabello naranja con expresión confundida.
—Destino—fue lo único que Luffy pudo decir antes de atrapar una palomita y masticarla.
Entonces, Usopp llegó con paso acelerado a la cocina robándose la atención de los demás. El de sombrero de paja hizo un puchero cuando Phoebe dejó de alimentarlo y también miró a su compañero.
—Que suerte que todos estén aquí. Tengo algo que presentarles—la princesa ladeó la cabeza curiosa, moviéndose un poco para poder verle de frente—¡nuestra bandera!
Extendió una tela negra de buen tamaño con una calavera pintada pero una muy peculiar. Tenía su bandana y nariz larga.
—Buen intento pero—Luffy se levantó para poder darle una palmada en el hombro—ya tenemos bandera...¡Oye! Y aparte no eres el capitán.
Se quejó arrugando la nariz. Nami y Zoro suspiraron sabiendo exactamente lo que se aproximaba.
—Claro que si. Somos la tripulación de Usopp.
—Mmm...nope. Somos la tripulación Sombrero de paja.
—Por supuesto que no.
—Por supuesto que sí. Es más, ¿porqué no le preguntamos a alguien de rango?—miró a Phoebe—¡princesa! ¿Quién es el capitán aquí? Yo, Monkey D. Luffy, futuro rey de los piratas ¿o este sujeto que recogí de la isla de no sé qué?
Ella soltó una risita ante la manera de ponerlo. No los conocía lo suficiente aún pero los puestos eran más que claros.
—¡Eso es trampa! ¡Claro que se pondrá del lado del perdedor no capitán de su novio!—exclamó el de bandana.
Los ojos de Phoebe se abrieron de par en par ante la declaración. Sus mejillas ardieron. Era obvio que se pondría del lado de Luffy siempre pero no por ese motivo. ¿Pensaba que eran novios? ¿Acaso eran novios sin darse cuenta? Esas y muchas más preguntas fueron reemplazadas por miles más cuando el barco se sacudió en compañía de un estallido.
Todos corrieron a la cubierta, ella siendo arrastrada por Luffy en un abrir y cerrar de ojos. Estaba confundida y todo se movía bajo sus pies por lo que se aferró con ambas manos a la del capitán como mecanismo de defensa.
Afuera pudieron notar la causa del alboroto: la Marina. Estaban siendo bombardeados por un barco de la Marina que se encontraba a suficiente distancia para apreciar el perro tallado de su frente y al rudo general observándoles.
—¡Princesa Phoebe de Cratos! ¡Por favor aléjese de ese delincuente y la rescataremos en breve!—habló dicho hombre a través del Mushi amplificador.
—Te lo dije, es mi culpa—Phoebe subió una de sus manos a su brazo, pegándose más a él—nos van a cazar y no dejarán de buscarnos y-
—Bee, tranquila—le dio una sonrisa cálida—es solo mi abuelo siendo dramático.
Los demás le miraron sorprendidos. No era la primera vez que ella escuchaba de su abuelo pero definitivamente no sabía que tenía tanto poder ante el gobierno por la manera tan sencilla en que Luffy se refería a él. Otra bala de cañón fue disparada dando esta vez en el barandal de la cubierta haciendo a la madera explotar. Luffy cubrió a Phoebe con su cuerpo parándose delante suyo. Usopp y Zoro corrieron al cañón del Merry con intención de contraatacar pero ninguno sabía usarlo.
—¡Muchacho, esta vez cruzaste la raya! ¡entrega a la princesa ahora y prometo ser poquito más gentil contigo!
—¡Nunca!—le respondió gritando con todas su fuerzas.
Una bala más fue lanzada pero a juzgar por su trayectoria tenía el propósito de ir directo a ellos. Phoebe cerró los ojos esperando el sonido de la madera crujir e incluso preparándose para sentir el agua salada. Pero no pasó. Abrió un ojo temerosa solo para notar la nueva forma que Luffy tenía. Su abdomen se había inflado como globo haciendo a la esfera rebotar y dar justo en su mástil.
—No sabía que podías hacer eso—dijo Nami a la izquierda de Phoebe con la boca abierta.
—No tenía idea...—murmuró Luffy al volver a su forma normal. Miró a Phoebe preocupado—¿estás bien?
Asintió frenéticamente mientras veía a Nami darse prisa para girar el barco. Él sonrió pasando un mechón de cabello tras su oreja para después correr a ayudar con la nueva dirección. Estaban yendo directo a la neblina oscura que dentro de nada se los tragó, perdiendo de una vez por todas a la Marina.
No era la primera vez que estaba rodeada de neblina pero si en la que estaba navegando por el mar durante un clima así de sofocante. Observaba a su alrededor tratando de ver más allá de la cubierta pero fracasó así que se dio por vencida luego de un rato curioseando. Caminó directo a Luffy quien estaba sentado en la orilla del medio destruido barandal con su sombrero en manos.
Se sentó a su lado dejando que sus pies colgaran al vacío que parecía infinito al no ver el agua debajo. Miró al joven y notó lo que hacía por lo que extendió su mano para que le entregara el sombrero.
Luffy dirigió su vista a la mano abierta y luego a su rostro. La pequeña sonrisa cálida, su cabello negro cayendo en su rostro aquí y allá...se lo dio sin separar la vista de sus rasgos tan hipnotizantes.
Admirar era la palabra correcta para describir lo que hacía mientras ella arreglaba el par de rasguños en la paja. Se acercó más hasta que sus piernas se tocaron sintiendo esa necesidad de estar siempre en contacto con Phoebe, aún más después de haber tenido contacto con su abuelo de esa manera luego de tanto. Veía con atención como sus delicadas manos hacían a la paja volver a su lugar cuidadosamente.
—¿Estás bien?—habló Zoro acercándose por detrás suyo, sacándolo el trance.
—Ah. Si pero mi sombrero se dañó. Bee lo arregla—ni siquiera se molestó en quitar los ojos de la mencionada.
—Y...¿quieres hablar de eso?
—Nope.
—Okay—fue lo único que dijo antes de dejarlos solos de nuevo.
Menos de un minuto después ella terminó y tras examinarlo detenidamente giró un poco para poder ponerlo de nuevo a donde pertenecía. Luffy sonrió al tenerlo sobre su cabeza y lo hizo aún más cuando Phoebe acomodó los mechones de su rostro apenas rozando su piel.
—Listo—le devolvió la sonrisa pero más sutilmente—y oye Lu...
—¿Qué pasa?
—¿De verdad no quieres hablar de eso? Sé que no ves a tu abuelo en un buen tiempo...
—Nah, estoy bien.
—¿Seguro?
—El barco no se hundió, nadie está herido y sigues conmigo. Estoy más que bien.
Phoebe ladeó la cabeza un poco analizando su rostro. No había ni una pizca de mentira en lo que dijo así que decidió dejarlo pasar al menos por ese momento.
—Espera ¿es eso...?—se levantó dejarlo golpe olfateando exageradamente.
Ella hizo lo mismo para seguirlo, tan confundida como los demás al ver su reacción.
—¡Carne! Hay comida cerca—se abalanzó sobre el borde distendiéndose de la madera.
—¿Cómo va a haber comida aquí? Estamos en medio de la nada—dijo Nami.
—¿Algún barco cercano quizá?—añadió Usopp—¿o Luffy está más malito de la cabeza de lo que pensábamos?
—No, hay luces—Phoebe señaló más allá de Luffy, luces anaranjadas entre la neblina.
—Pero no hay islas cercanas...—la navegante recurrió al mapa que tenía en sus manos.
Entonces las luces tomaron forma. No era una isla, más bien era otro barco. Uno que parecía ser restaurante o al menos eso tenía escrito.
—¡Les dije! ¡Oye, Bee!—se dio la vuelta para verla junto a Nami curiosear el mapa. Más en cuanto escucho su nombre levantó la cabeza—te invito a cenar ¿qué dices?
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