21



Luffy parecía arrastrarla por todo el barco hablando a velocidad increíble contándole cada detalle y dato curioso de hasta el rincón más insignificante. Y bueno, Phoebe le escuchaba con una sonrisa. Le mostró la inmensa cocina con el comedor, el cuarto de provisiones, la hamaca donde dormía junto a Zoro y Usopp y hasta la biblioteca que Nami también usaba para sus mapas. Entonces se detuvo frente a una puerta con una sonrisa emocionada.


—¿Estás lista para ver lo que hay aquí?—preguntó frotando sus manos.


—Seguro—dijo entre risas ante su acción.


El de sombrero abrió la puerta de madera dejándole ver una pequeña habitación la cual estaba segura quizá era una bodega más. No obstante había una cama en el centro con una almohada y una manta completamente nuevas, junto a ella un estante vacío y al lado la ventana con vista al mar. Una cajonera integrada al muro y una mesita de noche con una flor verde algo azulada seca bajo la lámpara claramente con años de uso. Aún así se notaba el empeño de alguien para que luciera decente. Incluso había un dibujo mal hecho pegado frente a la cama de un mapache.


—Su habitación, madame—hizo una especie de reverencia que no duró mucho pues ansiaba ver cada reacción suya.


Phoebe entró a paso lento para observar todos los detalles detenidamente en silencio, mismo que causó nerviosismo en Luffy. Se llevó la mano a la nuca.


—Sé que no es ni lo que mide tu clóset pero espero estés cómoda. Tuve un duelo de escobas por la cama porque Usopp la quería para él mismo y yo no dejaría que durmieras en el suelo por nada del mundo...—Phoebe se acercó a la mesita para tomar la flor—ah...no sabía exactamente cuándo estarías de vuelta pero aún así quería dártela porque es de tu color favorito. O bueno casi...lo lamento si no es a lo que...


—Me encanta—respondió tomando la flor en su mano para olerla, aún poseía su perfume aunque fuese suave—incluso el dibujo.


—Ah si—rascó su nuca con una sonrisa tímida—yo lo hice para decorar.


Se acercó a él para ponerse de puntillas y besar su mejilla.


—Muchas gracias, Lu—el mencionado bajó la mirada sintiendo sus mejillas arder y soltando una suave risa—iré por mis cosas.


Sin más salió de la habitación. Segundos después él la siguió.


La noche llegó relativamente rápido y se encontró sentada en la cama tras haber acomodado la poca ropa que trajo consigo. Vacío el saco que le dejó su madre sobre la sábana: una pesada bolsa de berries, paquetes de sus dulces favoritos, una libreta con los números mencionados, un mushi y un libro de astronomía marítima. Acomodó el mushi en su buró, el dinero en el cajón debajo junto a los dulces y la libreta quedándose solo con el libro. Tomó la flor de Luffy y lo abrió con la intención de meterla allí.


Un par de fotografías cayeron de entre las hojas. Sus hermanos, ella y su madre posando en el jardín. Sonrío recordando el momento. Detrás podía leer una oración en la letra de la reina: "te amamos". Los ojos de Phoebe se cristalizaron. Y lo hicieron aún más al ver la segunda: ella y su tío. Tenía siete años y él recién llegaba de un viaje obsequiándole una espada de madera. Ambos posaban sonrientes. Entonces con la visión borrosa trató de hacer a un lado el saco excepto que había algo más atorado.


Negó sonriendo al sacar dicha espada. Estaba desgastada y golpeada pero seguía en forma. Pasó sus dedos por el relieve de las letras grabadas que leían "para mi Phoe". Los recuerdos fueron tanto que no pudo dormir.


Salió de su habitación con su libreta y un lápiz directo a la cubierta. El aire salado le recibió junto a las estrellas en su máximo esplendor. No sabía qué hora era ni cuánto llevaba allí, perdida en la belleza del mar con el lápiz en mano.


—Aquí estás. Por un momento pensé que todo había sido un sueño y seguías lejos de mi con ese señor gruñón—dijo Luffy frotando su ojo algo somnoliento acercándose a ella—mmm...¿qué tienes allí?


—¡Oh! Pues decidí garabatear y...—giró la libreta en su dirección para mostrarle el dibujo una vez que se sentó a su lado en el suelo—noté que no hay bandera pirata aún. Es solo un dibujo tonto. No una sugerencia ni-


—¡Es perfecta!—exclamó tomándola con los ojos bien abiertos. La calavera con sombrero de paja en el centro de la hoja siendo el motivo de su emoción—perfectísima.


—¿De verdad?


—¡Sí! Tiene sentido que seamos la tripulación Sombrero de Paja ¿no?—ella asintió sonriente—¿saliste a dibujar?


—En realidad no podía dormir.


—Primera noche fuera de casa. Debe ser difícil.


—No difícil, solo diferente.


Se acercó más hasta poner su cabeza en el hombro de Phoebe y pasar su brazo por detrás suyo, recargándose un poco en ella. La princesa permaneció quieta por un momento ante la nueva posición del capitán y tras unos segundos, recargó su cabeza contra la de él.


Las estrellas sobre el mar infinito y la luna reflejándose sobre el agua siendo su panorama. Luffy sonrió dándole un vistazo a su rostro tanto como sus ojos le permitieron, no se atrevía a moverse por nada del mundo. La brisa fresca y el olor característico de su cabello a vainilla. Su respiración suave y el oleaje acariciando la cubierta. Definitivamente podía acostumbrarse a eso.

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