Capítulo 26: Rueda de prensa
Con Bakugo a su lado, Dabi revisaba todo el guión que debía seguir sobre su vida. Era cierto que la mayoría había sido modificado, casi todo para ser sincero. A los villanos no les colaría todo esto pero supuso que los héroes tendrían sus estrategias por si alguno quisiera decir lo contrario.
¡Infiltrado! Eso era lo que querían que dijera, que había sido un infiltrado, pero aun así, había un dato mucho más aterrador tras ello: asesinó a más de treinta personas inocentes en su época de fechorías y eso no era lo que un héroe hacía, siendo o no infiltrado. Posiblemente no había prueba de ello, pero pese a ello, era algo que a Dabi le asustaba que pudiera salir a la luz, porque no podría defenderse de algo así. ¿Hasta qué punto los héroes sabían de su vida como para intentar defenderle?
Shoto observó a su hermano y luego, desvió la mirada hacia Luka que seguía dibujando ignorando el tema del que hablaban los adultos. Deku pareció percatarse enseguida de lo que ocurría y por eso mismo, con una gran sonrisa, se dirigió hacia el pequeño.
— Ey, Luka, ¿quieres que vayamos al parque a jugar al baloncesto o algo? – preguntó Deku con esa sonrisa con la que Shoto sabía que solía acabar convenciendo a todos de hacerle caso.
— ¿Puedo? – preguntó el pequeño mirando en dirección a Dabi y luego, hacia Shoto como si pidiera permiso.
Dabi parecía algo indeciso de que fuera a ir su hijo solo con Deku, al menos eso fue lo que Shoto intuyó al ver cómo mantenía ese silencio como si dudase.
— Iré con vosotros – dijo finalmente Shoto para calmar toda duda que pudiera haber.
— Vale – dijo finalmente Dabi – pero tened cuidado en el parque.
El silencio que antes no molestaba demasiado a Bakugo ahora le resultó intenso e incómodo. Para ser sincero, no le gustaba demasiado estar con Dabi y menos a solas. No se fiaba de él. Intentaba mentalizarse de que era el hermano mayor de Shoto, de su compañero pero... no podía verlo así, lo veía más bien como el villano que lo había engatusado y que seguramente querría algo. Un villano rara vez hacia algo por el bien ajeno, debía tener algún plan secreto detrás y eso era lo que le daba mala espina a Bakugo, sus segundas intenciones.
— No te gusto nada – sonrió Dabi al ver las muecas de disgusto de Bakugo.
— ¡No! – le aclaró Bakugo abiertamente sin ningún tipo de duda o remordimiento por lo que diría.
— Ya veo. Qué sinceridad abrumadora.
— Yo nunca me ando con rodeos y menos si son temas que conciernen a mi novio o a mi compañero. Nadie les hará daño jamás mientras yo esté aquí.
— Amo a Shoto – aclaró Dabi con la misma sinceridad que Bakugo le ofrecía – no tengo intención de hacerle daño.
— Eres un villano, claro que vas con intención de hacer daño. Fuiste el primero en herirle. Lo secuestrasteis, ibais a por él desde el inicio. ¿Crees que porque tuvisteis una noche de sexo y ahora aparezcas con un crío cambia mi opinión sobre ti? – sonrió Bakugo – lo que creo es que quizá todo esto es parte de tu plan para destruirle porque odias a tu padre. Destruir a Shoto y su sueño haría pedazos a toda tu familia.
— Jamás le haría daño a Shoto.
— Más te vale, porque si lo haces, créeme que no descansaré hasta encontrarte para que pagues por todo ello. No voy a quitarte ojo de encima, así que más vale que te ciñas al guión.
— He matado a gente inocente – dijo Dabi entonces viendo que ya no quedaba nadie en la casa excepto ellos dos.
— ¿Crees que no lo sé?
— Sé que lo sabes, pero no te haces una idea de la cantidad. Esto no pasará inadvertido. En cuanto hagamos ese comunicado de prensa, en cuanto los villanos con los que he trabajado me vean y se enteren de esto, saldrán a expresar lo que ellos saben.
— Es su palabra contra la nuestra. ¿O tienen pruebas de lo que dices? Porque si es así, dilo ahora para que podamos crear una defensa.
— No creo que tengan pruebas – dijo Dabi – pero... aunque sea palabra contra palabra, se crea una duda razonable y tú mejor que nadie deberías saber que esas dudas que se generan es lo que mata a los héroes. La gente desconfía.
— Bueno... desconfiarán de ti, me parece un precio justo para todo lo que has hecho ya que voy a librarte de prisión, que es donde deberías estar.
— La imagen de Shoto caerá.
— La imagen de Shoto ya está en duda, así que o intentamos arreglarla con esto o simplemente... la gente seguirá teniendo esa duda que tú dices. Y prefiero que duden de ti que de él – aclaró con total honestidad Bakugo.
Dabi sonrió con arrogancia al escucharle. Evidentemente como villano, Bakugo no era santo de su devoción, le parecía un héroe arrogante y algo altanero pero... reconocía que apreciaba a su hermanito y que lo protegía a capa y espada, lo cual le hacía merecedor de su respeto. Él también quería proteger a Shoto costase lo que costase, así que eso les convertía en aliados por ahora.
— Dame eso entonces. Lo estudiaré todo para antes de la rueda de prensa. Supongo que los dos queremos proteger a Shoto. él no es como el resto de la familia – comentó Dabi casi en un susurro.
— Quizá porque él tiene corazón y es capaz de perdonar lo que sucedió – se quejó Bakugo – voy a estar vigilándote.
***
Mirando la rueda de prensa de emergencia que habían preparado los héroes para aclarar todo el escándalo del hijo de Dabi, Tomura sonrió al ver las noticias. Su plan por ahora iba bastante bien pero debía esperar un poco más a que todos ellos bajasen las defensas.
— Parece que todo va según el plan – sonrió el villano a su lado.
— Sí. Meter a Dabi de infiltrado en esa casa nos da mucho acceso a la familia Todoroki – comentó Tomura con una sonrisa.
— ¿Es el momento de atacar a Endeavor?
— No, todavía no. Creo que siguen algo recelosos de Dabi, dejemos un poco más de tiempo para que se habitúen a él, que crean que es de los suyos y entonces, atacaremos.
Tomura permanecía atento a las noticias. Quería saber exactamente qué es lo que iban a decir de Dabi, del que fue su mejor reclutador, del mayor asesino que estuvo entre sus filas. Dabi siempre tuvo una vena macabra en su interior... aunque cambió al conocer mejor a su hermanito. Tanto odio que le tenía y había acabado enamorado de él. Eso podía ser un problema a futuro, pero por ahora, le ayudaba con su plan de derrotar a los héroes y empezaría por Endeavor y toda su agencia.
¡Héroe infiltrado! Así fue como catalogaron a Dabi y allí estaba, frente a las cámaras soltando mentiras de cómo se había infiltrado durante largos años en la Liga de los villanos, cómo se hizo con la confianza de todos y además... salvando a Shoto en aquel secuestro que tuvo hace años evitando contar que fue su propia idea el secuestrarlo. Tomura sonrió. Era un gran mentiroso, el mejor de todos y más si encima los héroes hilaban una red de seguridad bajo sus pies dándole las coartadas y excusas que necesitaba para salir airoso de cualquier situación que se le plantease en ese mismo instante.
— Cuántas mentiras – exclamó el compañero al lado de Tomura.
— Sí, pero los héroes saben la verdad. Además, cuanto más entren en el juego de Dabi, más camino nos dejan a nosotros para recorrer. Mientras estén centrados en él y en limpiar su imagen de villano, no nos persiguen a nosotros y eso nos da mucho margen para derrotarles y poder hacerme finalmente con el One for All – miró Tomura a Deku que estaba en pantalla tras Dabi y algún otro héroe. Sólo estaba allí por si acaso ocurría algo.
Hablaban del hijo de Dabi, de que era de Shoto evidentemente, de eso no cabía la menor duda. También hicieron referencia a parte de su pasado cuando el incendio, que se le dio por desaparecido, que sobrevivió a duras penas y fue recogido por los villanos, allí fue cuando inició todo "el plan" de infiltrarse para los héroes. ¡Mentiras y más mentiras! Incluso el que ninguno de los dos supiera que era su hermano cuando se acostaron. Tomura no pudo aguantar la risa en aquello.
Que Shoto no supiera que era su hermano era evidente, siempre le dijeron que estaba muerto, no podía saber de ninguna de las formas que era su hermano. Los muertos no revivían, pero... ¿Dabi? Shoto no es que fuera un chico al que no reconocieras. Endeavor lo había vendido desde niño en todas las pantallas de televisión como su hijo, así que Dabi debía saberlo a ciencia cierta, sin embargo, él lo negó una y otra vez frente a las preguntas que le realizaban al respecto. Excusas pobres como que no veía la televisión, que no reconocía ya a su hermano o hermanos y que su padre siempre se mantuvo como el único contacto en su infiltración.
***
¡No podía evitarle! Durante la rueda de prensa, siendo la primera vez que Dabi saldría en televisión frente a todo el país, se dio cuenta de que no podía evitar a Endeavor. Él estaría allí y así fue. Ya no era que no pudiera evitarle, es que debía estar con él y fingir que su relación familiar era buena y estable. No le gustaba todo aquello, pero por Shoto y por su hijo no le quedaba más remedio que realizar aquella pantomima que le habían pedido. Era su única vía de escape de la cárcel y tener una oportunidad de vivir junto a Shoto y su hijo. Debía ceñirse al guión y si alguna pregunta se iba de sus líneas preparadas, los héroes responderían por él.
Fuera de cámaras, Endeavor caminó delante de él en silencio y algo cabizbajo. Parecía desear girarse hacia él, entablar una conversación o arreglar viejas rencillas, pero se mantenía a cierta distancia. Posiblemente porque Shoto le pidió que se mantuviera al margen hasta que él estuviera listo.
— Sé que quieres conocer a tu nieto – dijo finalmente Dabi en aquel solitario pasillo donde ambos se encontraron – Shoto me lo contó.
Endeavor se giró hacia Dabi por primera vez en todo aquel tiempo.
— Sí. Me gustaría mucho conocerle – expresó, sin embargo, su mirada seguía cabizbaja – y querría... disculparme contigo por todo lo que sucedió en el pasado.
— Una disculpa no cambia nada del pasado.
— Intento enmendar los errores.
— Ya... y puede que te funcione con Shoto, pero yo no tengo su corazón ni su bondad. Me gustaría verte completamente destruido como tú destruiste nuestra familia.
En silencio, Endeavor entendió la ira que su hijo mayor cargaba en su interior. Ni siquiera sabía qué decirle o expresarle. Nada habría sido suficiente para él.
— Pero... supongo que podemos pasar por tu casa, conoces a tu nieto, si prometes no entrometerte en su entrenamiento, y cenar en familia. Pero lo hago por Shoto, quiero que quede muy claro – dijo finalmente Dabi.
— Me encantaría que vinierais a cenar. A toda la familia le gustaría.
— Ya... díselo a Shoto. Quedad vosotros e iremos el día que os venga bien. Supongo que ahora habrá que fingir un tiempo frente a la prensa que somos una gran familia unida – se quejó ligeramente Dabi.
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