Sentado frente a la ventana de la cafetería, Shoto esperaba a su padre. Aún era temprano y le había pedido a Dabi que fuera yendo al parque de atracciones, él se reuniría con ellos en cuanto hablase del tema con su padre. No había vuelta atrás, pero tampoco quería hacerlo. Estaba decidido a dar a conocer al mundo a su hijo aunque eso le costase su reputación como héroe.

Miraba por la ventana con el café humeante frente a él. Había salido un gran día, soleado pero no demasiado caluroso. Un día perfecto para ir al parque de atracciones. Sonrió. Tenía ganas de ir con Dabi y su hijo, así que esperaba que Endeavor no se retrasase demasiado.

Por suerte no lo hizo.

Con el ruido de la silla al moverse frente a él, Shoto desvió la mirada a su padre. Endeavor sonreía. No era un secreto para nadie que Enji adoraba a Shoto y a sus hijos, se sentía el padre más orgulloso de todos.

— ¿Listo para incorporarte mañana? – preguntó su padre con una gran sonrisa llamando a la camarera al levantar su mano. Con un simple gesto indicando el café de Shoto, le dio a entender que también quería uno igual. La camarera asintió al verle y Endeavor volvió a mirar a su hijo.

— Supongo.

— Que poco entusiasmo y eso que estás de vacaciones. De hecho, nunca te he visto pedirme vacaciones.

— Han sido por fuerza mayor.

— ¿En serio? ¿Y puedo preguntar cuál es tu fuerza mayor? – preguntó con cierto toque divertido al creer que sería alguna tontería de su hijo, sin embargo, al ver a Shoto tan serio, él también se puso serio –. ¿Está todo bien? No habrá ocurrido algo malo, ¿no?

— Creo que no es malo, a mí al menos no me lo parece pero... prefería contarte esto en persona a que te enteres por otros medios.

— Tú dirás, Shoto.

— Tienes un nieto. Soy padre – susurró Shoto diciendo aquella verdad lo más claro posible para evitar malos entendidos. Prefería decirlo del tirón como si eso fuera a doler menos de esa manera.

El silencio reinó en la mesa durante unos segundos, momento en que, por suerte para ambos, aparecía la camarera dejando el café de Endeavor encima de la mesa. Shoto fue el único en reaccionar con rapidez agradeciendo a la camarera con educación por su servicio. La joven sonrió y volvió a su trabajo.

— ¿Es...? – intentó preguntar Endeavor aunque las palabras se quedaron atascadas en su garganta.

— De Dabi, sí. Yo tampoco entiendo demasiado del tema pero yo sólo he estado con él. Sé que desde aquel incidente no volvimos a tocar el tema y lamento que sea ahora y en estas circunstancias pero...

— Prefiero saberlo por ti. ¿Él está bien? ¿Cómo se llama mi nieto? – preguntó algo más ilusionado.

— Luka, se llama Luka y sí, Dabi está bien. La verdad es que yo sigo sin entender cómo ha sido posible algo así y creo que él tampoco se esperaba algo semejante. Tiene una teoría de que podría ser por algunas operaciones y experimentos que realizaron en él tras su accidente de niño, antes de unirse a los villanos.

Shoto buscó en el bolsillo de su chaqueta el teléfono y de la carcasa, sacó una fotografía de Luka. Era reciente. La había sacado precisamente para poder explicarle todo esto a su padre. Shoto dejó la fotografía sobre la mesa y la deslizó con un par de dedos hacia él para que pudiera verlo.

La mirada de Endeavor se iluminó por primera vez en todo ese rato. Tomó la fotografía y observó la sonrisa del pequeño. Era idéntico a sus hijos. Tenía las facciones de Touya cuando era niño y el mismo color de cabello que Shoto, era indiscutible que la genética era la de su familia.

— Esto acabará sabiéndose – dijo Shoto con cierta preocupación – y no voy a poder evitar que descubran mi relación con Dabi. Es un villano así que... estoy en un buen lío pero...

— Te entiendo – susurró Endeavor – es tu hijo y supongo que no has podido olvidar a Dabi pese a todo lo que descubriste de él.

— En aquel momento yo no sabía que él era mi hermano. Me enamoré y sé que la gente no entenderá esto. Creí que mi hermano había muerto en aquel incendio. Aun así y aunque no supiera que era mi hermano, sí sabía que era un villano.

— La gente no entenderá algo así, en eso tienes razón. Tu carrera caerá en picado.

— Lo sé.

— ¿Y estás dispuesto a sacrificar todo por lo que tanto has luchado?

— Es mi hijo – sonrió Shoto – y es la persona de la que me enamoré. Sé que no es ético y que puede ser inmoral pero... no puedo evitar amarle.

— Podríamos tratar de cubrir al menos ese hecho.

— ¿Cuál de todos?

— Que es tu hermano – dijo Endeavor – para la gente, él es Dabi, un villano, el reclutador de la Liga de los villanos, nadie sabe que en realidad se trata de Touya Todoroki. Podríamos tratar de camuflar ese hecho y no darlo a conocer. Será malo, sí, la gente puede que no acepte que un héroe como tú se enamorase de un villano, pero al menos, camuflaremos otra parte que te hundiría completamente.

— No puedo quedarme mucho más. He quedado con ellos en el parque de atracciones. Posiblemente me vean por allí y ya has visto a Luka, es muy parecido a mí, la gente se dará cuenta. La noticia correrá como la pólvora en cuanto me vean con él.

— Me gustaría poder conocerle.

Shoto, que ya se había levantado del asiento y estaba poniéndose la chaqueta, se tensó al escuchar aquello. Una parte de él tenía la intuición de que su padre diría algo así, pero Dabi no estaría por la labor de cumplir ese deseo. Por la forma en cómo su hijo frunció el ceño, Endeavor se resolvió su duda a sí mismo.

— Dabi no querrá, ¿no?

— Necesita tiempo, papá. Está muy dolido todavía contigo por ciertas cosas y supongo que no ayuda en absoluto vuestro último encuentro tras mi secuestro.

— Me lo imagino. Estaba preocupado por ti y cometí muchos errores.

— Le comentaré la idea pero no prometo nada.

— Me gustaría mucho poder disculparme con él y tratar de enmendar mis errores. Soy consciente de que es tarde para ello pero no quiero cometer los mismos errores con mi nieto y, desde luego, no me gustaría quedarme al margen de su vida.

— Lo consultaré con él. Ahora tengo que irme. Me están esperando.

— Vale. Te veo mañana en el trabajo. Buscaré una forma de rebajar el bombazo de la noticia cuando salga.

— Gracias, papá.

— Ve y disfruta en el parque de atracciones con ellos – sonrió finalmente Endeavor.

— Gracias. Nos vemos mañana en el trabajo.

***

¡Nervioso! Así era como Dabi se encontraba en esos momentos. A Shoto no parecía importarle en absoluto que la gente estuviera pendiente de él, de hecho, sólo tenía ojos para Luka. Agarrados de la mano, Shoto endulzaba su día comprándole algodón de azúcar y subiendo con él a las atracciones donde podía subir por su altura y edad. Desde luego, la gente no paraba de mirarles y murmurar. Algunos, hasta paraban a Shoto a veces para pedirle un autografo, el cual él firmaba con rapidez, agradecía con una reverencia y volvía a su hijo.

— Relájate – susurró Shoto finalmente hacia un tenso Dabi.

— No puedo relajarme. Todo el mundo nos mira.

— Es normal, es la primera vez que saben que tengo un hijo, les ha pillado por sorpresa.

— Ya... nos vamos a meter en un buen lío.

— Papá lo arreglará como pueda y si no lo arregla, pues bueno... es lo que hay. No es como si fuera a quedarme sin trabajo, sólo que no les caeré tan bien como ahora – sonrió Shoto.

— Papá, papá – sonrió Luka estirando de la camisa de Shoto para llamar su atención, lo cual sólo creó más murmullos a su alrededor, aunque para ser honesto, Dabi también observaba algunas sonrisas inocentes de las madres cercanas. La gente parecía más confusa pero alegre en saber que Shoto tenía un hijo que en investigar de dónde había salido o con quién – quiero subir ahí – indicaba Luka un carrusel a un lado del parque tras la tienda de comida rápida.

— Vale, pues vamos para allí – dijo Shoto.

Dabi sonrió al ver a los dos salir corriendo en esa dirección. Parecían dos chiquillos emocionados por estar allí juntos y no podía evitar sentirse feliz de verles así. Quería a su hijo y amaba a Shoto y esa faceta que tenía. Era un gran padre, no se parecía en nada a Endeavor y eso le alegraba. Quizá cometería errores, puede que fallase en algunas cosas, como todos porque nadie nace sabiendo ser padres, pero le ponía ganas y aprendía, pero sobre todo, amaba a su hijo y eso se notaba en todas y cada una de las acciones que realizaba con Luka.

***

En la agencia de Endeavor, los héroes más cercanos al héroe, se habían recluido en la sala de reuniones para escuchar lo que su jefe tenía que contarles y el silencio había reinado tras sus palabras.

Deku miraba a Bakugo en silencio; éste, en cambio, cruzado de brazos sobre su pecho, miraba sin decir palabra alguna como si estuviera pensando alguna solución.

— No será fácil ocultar algo así – comentó Burnin – al fin y al cabo, se trata de su hermano mayor. Los periodistas podrían indagar en su pasado y enlazar los hilos sueltos hasta llegar a su historia.

— Creémosle un pasado falso – sugirió Izuku – tenemos expertos en informática, cambiemos todos sus archivos desde el inicio. Touya falleció en aquel accidente, no hay duda de ello y por mucho que los periodistas indaguen, podemos hacer creer que falleció. Tenemos datos suficientes como para hacerlo creer, ¿o no?

— ¿Y los villanos que le salvaron la vida? – preguntó Bakugo – ellos saben la verdad de Touya, en cualquier momento podrían hacer explotar esa bomba y nos dejaría a todos en evidencia.

— ¿Hay alguna otra sugerencia? Porque esos villanos... no podemos detenerlos a todos y nunca sabremos si queda alguien más que sepa su secreto – comentó Izuku – será un riesgo que correremos siempre a menos que digamos la verdad, pero eso hundirá a Shoto.

— Digamos la verdad – dijo Bakugo – si no podemos mentir, digamos la verdad y adornémoslo con mentiras o actos que hagan a la gente empatizar con lo ocurrido y con Shoto.

— ¿Qué propones? – preguntó Endeavor hacia Bakugo. Éste descruzó los brazos y los apoyó sobre la mesa.

— ¿Se enamoró Shoto de un villano? ¡No! Se enamoró de un infiltrado en la Liga de los villanos – sonrió Bakugo – no negaremos que estuvo con los villanos, sólo... adornemos su estado. ¿Es su hermano? Sí, pero él no lo sabía y Dabi tampoco. Cuando se dieron cuenta, era tarde, ya tienen un hijo en común y están enamorados.

— Es una buena idea – comentó Izuku pensando en ello – podemos adornar toda su historia. El secuestro de Shoto desestabilizó la coartada de Dabi como "infiltrado en los villanos", le salvó, sacrificó su coartada, se enamoraron... mala suerte, luego descubrieron ambos que eran hermanos. Podría colar.

Endeavor pensó en aquellas palabras. Decir la verdad y adornar todo para hacerlo creíble. Era una opción a tener en cuenta y debían pensar detenidamente qué harían cuando la noticia estallase.