♡𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓬𝓱𝓸♡

Ihm Hwamin

Me miro en el espejo, preguntándome si este vestido será lo suficientemente bonito. Es un vestido sencillo de algodón que es ceñido en la parte superior y en la cintura hasta llegar a las caderas, donde se ensancha un poco. El dobladillo llega a mis rodillas, todo esto me da más que una silueta. Me hace sentir como una mujer. Es de color rosa suave y es simple. Estoy bastante segura de que lo conseguí en una tienda de segunda mano el verano pasado, pero nunca lo usé. Es el único que tengo así de bonito, y no tengo idea de dónde me va a llevar Jungkook esta noche, así que espero que esté bien.

Se presentó esta mañana con una galleta de chispas de chocolate con una vela en él. Fue tierno e hice que la compartiera conmigo. En la escuela todo pasó demasiado rápido y me dejó con el estómago lleno de mariposas por lo de esta noche, preguntándome qué ha planeado Jungkook. No me dijo nada. Ni siquiera me dio el más mínimo indicio.

Es agradable estar emocionada por tu cumpleaños de nuevo. No he celebrado uno desde que perdí a mi madre, y estoy segura que mi padre se olvidó de él. Se había ido antes que me levantara de la cama esta mañana, y estoy orando porque llegue tarde a casa esta noche. Prefiero que él no sepa que salí. No estoy segura de cómo va a reaccionar de que estoy yendo a otros lugares. Puede que no le importe,pero si lo hace, será malo.

Me permitió hacer algunos trabajos de fin de semana, pero nunca le he pedido permiso para nada más. Nunca he tenido una razón para hacerlo. Ni tampoco había surgido el tema de los chicos. A veces pienso que él quiere que me vaya y sería feliz si no estuviese aquí cuando llegue a casa. Pero luego, cuando le hablé de trabajar por las noches, se molestó y me dijo que no. No lo entiendo, pero supongo que no hay cómo comprender a un alcohólico. Tal vez sólo le gusta que esté por aquí para no estar tan solo, o porque quiere que alguien alivie su dolor.

Sólo espero llegar a casa antes que él. Los viernes suele llegar bastante tarde por la noche.

Buscando en mi mochila, encuentro un pequeño tubo de brillo para labios y me lo pongo. Hace que mis labios se vean más brillantes y más llenos. Paso los dedos por mi cabello, dándome una última mirada. Es lo mejor que pude lograr.

Recojo mi pequeño bolso de la cama y bajo las escaleras para esperar a Jungkook. Me dejó después de la escuela y dijo que estaría de vuelta en una hora. No quería dejarme, tenía ganas de esperar a que me arreglara, pero no quería que entrara. Ni tampoco quería pasar por la posibilidad de que mi padre viniese a casa temprano. Es poco probable que fuera a pasar, pero podría, con la suerte que tengo.

Y después de conocer a los padres de Jungkook, definitivamente no quiero que conozca a mi padre. Son tan jodidamente perfectos y dulces en todos los sentidos.

He olvidado que familias como esa existían todavía. Pude ver lo mucho que todos se aman los unos a los otros. Lo emocionados que estaban por conocerme sólo porque significo algo para su hijo.

Dios, mirar a la madre de Jungkook me hizo extrañar tanto a mi madre. No ayuda en nada que hoy sea mi cumpleaños. Hoy su muerte está pesando con fuerza. Me pregunto qué habría hecho por mí. Estoy segura de que habríamos ido de compras. Un vestido nuevo habría sido obligatorio para mamá. Mis ojos se humedecen cuando pienso en todas las cosas que podríamos haber hecho hoy.

Me trago el nudo en la garganta y me centro en esta noche. Agarro mi abrigo y me pongo las botas, a pesar que no coinciden con mi vestido. No tengo ninguna otra opción, sobre todo con la nieve. Cuando miro por la ventana junto a la puerta veo que Jungkook se acerca por el pasaje hasta la puerta principal. Abro la puerta rápidamente y la cierro y echo llaves detrás de mí para que no me pida entrar. Cuando me doy la vuelta ya está justo detrás de mí.

—Se supone que debes dejar que toque la puerta, nena —dice, sonriéndome—. Iba a presentarme a tu padre antes de llevarte.

—Todavía está en el trabajo —le digo agarrando su mano, queriendo salir de aquí. Pero cuando voy a tirar de él para que venga conmigo, me hace regresar, me envuelve en sus brazos y se inclina para darme un beso. Sus labios se fijan en los míos, y me fundo en él. La noche fría de Busan no tiene ninguna posibilidad contra el calor del cuerpo de Jungkook.

—No trates de no darme mi beso —dice en broma.

—Lo siento —digo sin aliento.

Se podría pensar que ya estaría acostumbrada a sus besos, pero no. Todavía me dejan sin aliento. Me los ha estado dando cada vez que puede. Incluso en el trabajo. A veces pienso que me están pagando sólo por besarle. Siempre me está toqueteando cuando no hay nadie alrededor, y terminamos teniendo una sesión de besos que hacen que sienta todo tipo de cosas. Quiero hacer más.

—Vamos, no quiero llegar tarde. —Antes de que pueda darme la vuelta, me levanta en sus brazos como si no pesara nada, y me río mientras me lleva hacia su Jeep. Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y le sonrío—. Me encanta ese sonido.

Me pone nuevamente de pie y abre la puerta del lado del copiloto, ayudándome a entrar. Se inclina sobre mí, me coloca el cinturón de seguridad, y todo su cuerpo se frota contra el mío. Trato de empujarlo un poco, amando la sensación de sentirlo contra mí. Cuando estoy cerca de él, me siento segura.

Deja de moverse cuando mis senos empujan contra su pecho. Sus ojos se encuentran con los míos, y están más oscuros de lo normal. Lamo mis labios, llevando sus ojos allí. Quiero arrojarme a él. El sonido del cinturón de seguridad al ajustarse rompe el momento, y Jungkook retrocede, pero sigue mirándome.

—Dios, eres hermosa —dice, antes de negar como si no pudiera creer que esté sentada frente a él. Mi cara se calienta con ese simple cumplido. Sus palabras son sencillas, pero exquisitas—. Voy a hacer de este el mejor cumpleaños que has tenido nunca, nena.

Sé que lo hará.

━━━━━ • ஜ • ❈ • ஜ • ━━━━━

Jeon Jungkook

—Sí, tengo los ojos cerrados. —Se ríe.

—¿Prometes no espiar? —pregunto, mirando la venda.

—Lo prometo.

La siento en la silla y me aseguro que todo esté perfecto. Entonces me coloco detrás de ella y le quito la venda, envolviendo mis brazos a su alrededor.

—Feliz cumpleaños, Hwamin.

—Oh, Jungkook. —Se lleva las manos a la boca, y me acerco a su lado para asegurarme que está bien.

Veo lágrimas en sus ojos y miro alrededor para asegurarme que está bien, de repente estoy preocupado porque no me salga bien. La llevé a cenar al restaurante italiano en el centro, ella reía y sonreía todo el tiempo. Le dije que no pidiera postre porque le tenía una sorpresa. Le había dicho a mi madre que era el cumpleaños de Hwamin y le pregunté si podía ayudarme a hacerle una torta. Quería hacerlo yo mismo, pero sabía que tendría preguntas. Le expliqué que quería sorprender a Hwamin, por lo que me dijo que ella y mi padre tendrían una cita esa noche para darnos un poco de espacio. Me pareció que fue muy bueno de su parte, teniendo en cuenta que me iba a dejar en casa, a solas con mi novia. Pero creo que sabe que Hwamin no es simplemente una novia. Que se trata de algo mucho más profundo.

—¿Está bien? —le pregunto mientras se enjuga las lágrimas.

—Es perfecto. —Me da una sonrisa acuosa y se inclina hacia adelante, dándome un suave beso en los labios.

—Lo hice yo mismo. Pastel de vainilla con glaseado de vainilla. No tuve mucha ayuda.

Se ríe y me da otro beso.

—Rápido, pide un deseo —digo, mirando las velas encendidas.

—Ya se hizo realidad —dice sin apartar los ojos de mí.

—Entonces vamos a pedir juntos otros nuevos. —La tomo de la mano y se gira hacia la torta, cierra los ojos y sopla las velas.

Después se vuelve hacia mí y me da otro beso, esta vez es más largo y más profundo. Desliza su lengua en mi boca y gimo con su toque. Envuelvo mis brazos alrededor de su cintura y la levanto, me siento en su silla y la coloco en mi regazo. Nos besamos así durante un tiempo, pero finalmente no se satisface solamente con besos. Mueve su boca a mi cuello y frota mi pecho y mis brazos con manos ansiosas. Tengo una mano en su espalda baja y otra sobre su muslo desnudo. Su vestido se ha subido ligeramente, pero no he movido mi mano. La deseo tanto, pero no quiero hacer nada para lo que no esté lista.

Su boca en mi cuello hace que cada parte de mi cuerpo se tense mientras mi polla late debajo de su culo. Me masturbé antes de salir de la casa, pensando en ella y en lo inocente que se veía hoy. Pensé que sería suficiente para aguantar toda la noche, pero debí haber sabido que un solo toque suyo borraría todas mis buenas intenciones.

—Jungkook, ¿me muestras tu habitación? —Sus palabras son suaves y amortiguadas contra mi cuello, pero las escucho tan claro como si las hubiera gritado.

Inhalo, con la respiración temblorosa mientras trato de pensar en una razón para no hacerlo.

—No creo que sea una buena idea, nena.

Se inclina hacia atrás y me mira a través de sus pestañas, y Cristo, quiero darle lo que quiere. Sus ojos están rogando, y puedo sentir su necesidad tan fuertemente como siento el pulso en mi polla.

—Por favor —susurra.

Coloco un mechón de cabello detrás de su oreja y trato de ser la voz de la razón.

—Hwamin, deseo tanto llevarte a mi habitación, que podría tirarte sobre mi hombro y cargarte. —Sonríe ante mi respuesta, y se me hace aún más difícil rechazarla—. Pero si te llevo hasta allí, podríamos dejarnos llevar. Y aún no estoy listo para eso.

Toca mi mejilla y me da un beso suave.

—Quiero que lo hagas. No tenemos que hacer todo. Pero quiero que me abraces. Es mi cumpleaños.

Mierda. No puedo decir que no a eso. No quiero decir que no a eso, pero realmente debería decir que no.

—¿Hwamin?

—Sólo un poco —dice, moviéndose en mi regazo, y no soy lo suficientemente fuerte como para decir que no otra vez.

La pongo de pie y me levanto, tratando de moverme detrás de ella para poder disimular mi polla. Echa un vistazo abajo y se sonroja, pero no es como si yo pudiera evitarlo. Tomo su mano, la llevo por el pasillo y por las escaleras. Mi habitación está al final del pasillo al lado de un cuarto extra con un sofá y televisión. Cuando llego a mi puerta, la abro y doy un paso al costado para que pueda entrar. Cierro detrás de nosotros y me quedo allí mientras ella mira a su alrededor.

Mi habitación es grande, pero no está muy decorada. Tengo un escritorio con algunos libros y documentos sobre él. Un estante en la esquina con algunos de mis trofeos. Luego está la cama tamaño matrimonial en medio. Va hacia la cama y se sienta en el extremo, sonriéndome. Me quedo congelado en el lugar hasta que estira su mano hacia mí y me acerco.

Cierro los ojos con fuerza y luego los abro. Me arrodillo frente a ella, así nuestros ojos están al mismo nivel.

—Hwamin, quiero ser claro acerca de lo que va a pasar, para que no haya confusiones y no lleguemos demasiado lejos. Si en cualquier momento deseas parar, me lo dices y podemos volver abajo y comer la torta. Nada va a pasar si cambias de opinión.

Asiente y me sonríe, dejando escapar un suspiro nervioso.

—Si quieres que lo haga, puedo abrazarte en la cama y besarnos un poco. Pero eso es todo. ¿De acuerdo?

—Está bien. —Se sonroja pero asiente y se acuesta en la cama.

Me arrastro sobre ella y bajo lentamente. Envuelvo un brazo alrededor de su cintura mientras me apoyo en el otro. Acaricia mi pecho. Puedo sentir el calor de su cuerpo fundiéndose con el mío, y mi respiración se hace más profunda. Mi pulso se ralentiza pero de alguna manera se siente más fuerte, latiendo entre mis piernas. Mi polla dolorido presiona contra su vientre, y sus piernas se abren debajo de mí.

—Hwamin —le digo en advertencia, pero maldición, se siente tan bien.

Todavía tenemos la ropa puesta, pero hay un ardiente calor que irradia de ambos mientras las partes inferiores de nuestros cuerpos se alinean. Mueve sus caderas debajo de mí, como si tratara de encontrar una posición más cómoda, y gimo mientras jadea por la presión.

Me froto un poco contra ella, tratando de aliviar el dolor, pero lo único que logro es desearla más.

—Nunca he hecho esto —dice con voz entrecortada.

—Yo tampoco, nena. —Esta vez me froto un poco más fuerte contra ella y sujeta mi camisa en sus puños.

Sus ojos se cierran mientras me balanceo sobre ella. Y lo sigo haciendo porque parece que le gusta. Abre más sus piernas y mueve sus caderas al ritmo de las mías, y muy pronto empujo encima de ella como si estuviéramos follando.

—Oh Dios —gimo, sintiendo que voy a correrme en mi jeans. Me inclino, tomando su boca en un beso desordenado, mientras nos rozamos.

Todo se siente tan bien, el estar montándola, los besos.

—Jungkook. Algo está sucediendo. —Me mira con los ojos muy abiertos, y quiero parar, pero sé lo que va a pasar.

—Es un orgasmo, nena. Sólo deja que te frote un poco más. —Mantengo quietas sus caderas cuando bajo la mirada y veo su coño cubierto con las bragas. Su vestido se enrolló hacia arriba hace mucho tiempo, dejando al descubierto su frágil cubierta de algodón blanco para mí. Veo que su entrepierna está empapada—. Mierda.

Recorro la cumbre de tela formada por mi polla sobre la mancha de su humedad, adelante y atrás, presionando cada vez más. Sus ojos están cerrados completamente y está tratando de alcanzarlo. Presiono un poco más duro y me froto hacia arriba en una larga caricia. Es todo lo que necesita, y se corre debajo de mí, gritando mi nombre y aferrándose.

La vista es más de lo que un hombre puede aguantar y suelto chorros de esperma dentro de mis jeans. Me muevo contra ella suavemente, dejando salir cada ola de esperma, sin retenerla más. Está espeso y pegajoso dentro de mi bóxer, pero no me importa. Trato de ralentizar mi corazón y recuperar el aliento, mientras nos sujetamos el uno al otro.

Después de un segundo, siento que me da besos suaves y que empieza a moverse debajo de mí otra vez.

—¿Podemos hacerlo de nuevo? —pregunta con timidez, el rubor se torna más rojo en sus mejillas.

—Sí, bebé. Podemos hacerlo cuantas veces quieras.

Froto con fuerza mi cumbre todavía dura contra sus bragas mojadas y pretendo que estoy haciéndole el amor. Hago que se corra tres veces más antes de finalmente sacarla de la cama, diciéndole que tenemos que comer un poco de pastel o mi madre se molestará porque no lo hemos tocado.

━━━━━ • ஜ • ❈ • ஜ • ━━━━━

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top