Capítulo 11: Me gustaría Morir.

Luego de ciertos minutos de silencio el asiático volvió a abrir la boca.

—No es posible, debes estar mintiendo...Thomas, si esto es alguna clase de broma, te juro que...

—Es la verdad, Minho...Puedo imaginarme el lio mental que tienes ahora; a Chuck le costó un poco asimilarlo, ni hablar de mí.

—Espera¡—Exclamó el corredor agitando sus manos—¿Le has contado a alguien más acerca de esto?.

—Chuck y tu...al menos en esta época.

—Esto es una locura—Minho se puso de pie y no dejaba de moverse de lado a lado, murmurando cosas para sí mismo.

—Siéntate por favor.

—¿Qué?¡.

—Hazlo y te contaré todo.

El mayor pareció pensárselo dos veces pero a la final le hizo caso, ubicándose hombro con hombro—¿Se puede saber...

—Somos monitoreados por cámaras y algunos micrófonos...debemos tener cuidado con lo que decimos y preferiblemente hablar de esto en zonas oscuras o bajo techo, donde ellos no puedan leernos los labios.

—¿Un hada del futuro te lo dijo?—Preguntó él con sarcasmo.

Thomas exhaló con resignación previo a contarle la verdad sobre sus antecedentes con CRUEL; le narró los retazos de hechos que conocía de esa época, lo poco que sabía de sus vidas antes de que empezarán las pruebas y les borraran los recuerdos. Le contó de la llamarada, de la inmunidad que poseían, está la causa de su encarcelamiento. Le reveló que él mismo diseñó la prisión en la que se encontraban y que en su momento, permitió que sus amigos fuesen enviados allí.

—Lo lamento, Minho. Sé que ahora no hay nada que pueda hacer para compensar lo que les hice...a ti, a Chuck, a Alby...

—A Newt—Completó el asiático con indicios de rencor—Trabajaste para los creadores y dejaste que nos metieran aquí...ahora lo entiendo—Expresó con el rostro arrugado—Por eso sabías sobre el intento de suicidio...debe haber sido muy entretenido verlo desde la pantalla.

—Jamás!—Negó con fuerza—Yo nunca mentiría sobre eso...jamás.

—Y aun así aquí estamos...

—Aun no puedo comprender que era lo que pensaba en esa vida, como me dejé convencer de semejante atrocidad—Admitió verdaderamente arrepentido—Pero llegó el día en que me cansé y decidí detenerlo todo. No pude quedarme quieto más tiempo viéndolos a ustedes sufrir aquí...es por eso que filtré información de CRUEL y les pedí que me trajeran con ustedes.

El asiático se abrazó las rodillas moviendo sus manos inquietamente—¿Ahora esperas que te de las gracias?.

—No—Musitó negando con la cabeza—No puedo esperar tu perdón por las cosas que hice en ese entonces, ni por los errores que cometí en el futuro que ya viví...pero si puedo ofrecerte una salida. Sé que tu mayor deseo es escapar todos juntos sin dejar a nadie atrás...podemos hacerlo Minho, pero necesito tu ayuda...

—¿Pretendes que te ayude luego de lo que has hecho?—Escupió Minho—Perfectamente esta puede ser otra patraña de CRUEL para matarnos a todos.

—¿Cómo lo hice esta noche?—Contratacó Thomas sin llegar a sonar prepotente—¿Cómo lo hice con Newt?.

Minho volteó el rostro, lo cual vio como una señal a su favor.

—Ustedes son mis mejores amigos—Confesó—Puede que te parezca imposible pero así fue y así anhelo que sea —Continuó—Yo daría todo por ustedes...lo haría tantas veces como fuese necesario, sin importar las heridas o el dolor...

El asiático suspiró y le devolvió la mirada sin pronunciar nada todavía.

—No tienes que creer todo lo que te digo ahora, pero por favor...ayúdame a intentarlo de nuevo. Podemos ser libres...

—¿Por qué no se lo dijiste?—Habló el mayor finalmente—Si dices que los tres somos amigos en ese supuesto futuro tuyo, ¿Por qué no le has dicho nada?—Indagó asertivo.

El mencionado apretó los ojos, sujetándose el vientre destrozado con sus yemas heladas y faltas de sensibilidad. Imágenes claras de esa detestable noche en The Last City  volvieron a él, arrastrándolo a aquel familiar abismo.

—No he podido—Confesó con la voz quebradiza—Cada vez que me lo pregunta, pienso en lo que sucedió y todo regresa a mí. Cuando pasa, mi deseo de desaparecer y acabar con todo se fortalece...la idea de que vuelva a ocurrir, me destruye y no me permite hundirlo a él conmigo.

Minho se notó confuso al principio, sin embargo el chico era intuitivo y terminó deduciéndolo—No le has dicho nada porque él murió...

No logró contener el llanto por más tiempo. El agujero negro en su pecho volvió, mofándose de la gravedad de su lesión física.

—Lo siento, lo siento—Gimoteó cubriéndose los labios—No importó cuanto quise evitarlo, los metros que lo cargué a rastras, cuantas veces le pedí que aguantara...no pude salvarlo—Su mirada destrozada se mantuvo fija en el suelo—Todo esto, volver al pasado...no sé cómo ocurrió, pero la verdad ya no me interesa saberlo; porque puedo sentirlo, es a eso a lo que me aferré mientras corría suprimiendo el dolor... he regresado para salvarlo...

—Digamos que te creo—El corredor rezongó—Que logro perdonar lo que nos hiciste, que incluso doy el beneficio de la duda a toda esa locura del futuro...¿Puedes sacarnos de aquí?.

—Si—Thomas tragó saliva y habló—Sé cómo hacerlo, que tácticas usaran contra nosotros una vez salgamos...tu y yo ya las vencimos una vez.

Minho se relamió los dientes, mostrándose aun inseguro—De acuerdo...

—¿Me crees?—Murmuró temiendo a la respuesta.

El asiático resopló peinando su cabello—Si te soy sincero...fui creyéndote de a poco desde el principio. Con toda la mierda que hemos tenido que pasar, no hay mucho que pueda sonarme imposible—Admitió—Solo estaba enojado por lo de CRUEL.

—Está bien—Respondió con simpleza—No puedo culparte por eso.

Una vez la ola de cólera paso, en la mente de Minho comenzaron a nacer miles de dudas.

—¿Cuántos lo conseguimos?, ¿Luego de salir de aquí a dónde fuimos?, ¿A qué te refieres con que "filtraste información"?, ¿La llamarada esa, somos los únicos que inmunes?.

—Del laberinto escapamos no más de diez personas—Declaró con pesadez—Este lugar conecta a unas instalaciones avanzadas, fuimos raptados y llevados a otra zona para luego escabullirnos nuevamente en el desierto—Dio respuesta a lo primero—Revelé datos y coordenadas a un contacto en el "Brazo Derecho",  la mayor resistencia a WICKED que hay ahora—Luego le daría mayores detalles—Los elegidos para las pruebas hacemos parte de una nueva generación, la población de la tierra se ha reducido drásticamente, por lo que les fue fácil localizarnos. Hay otros inmunes que se encuentran recluidos en localizaciones distintas.

—¿Qué tan lejos está el santuario?, ¿Realmente es un lugar seguro?.

—Es una isla apartada de todo...la playa es hermosa, blanca y cristalina—Describió visualizando el que había sido su campamento los últimos 6 meses—El sitio perfecto para comenzar una nueva vida...o al menos así es para ti y los demás.

—¿Qué hay contigo?—Cuestionó su compañero.

—Todos sufrimos perdidas trágicas...pero tú de un modo admirable encontraste la fuerza para continuar, inclusive llevándome a cuestas—Rio por lo bajo—Porque a diferencia de ti, ese nunca podrá ser mi hogar...

Minho se compadeció de su semblante decaído y optó por suavizar un poco la conversación—Todos seguramente dimos lo mejor que pudimos por sobrevivir y ser libres...así que lo que sea que haya ocurrido, no tiene sentido echarse toda la culpa cuando lo hicimos juntos.

—Yo los lideré llevando desastre a cada lugar que pisaba—Confesó con amargura—Y aun así, ese ni siquiera fue mi peor error.

Su mano izquierda fue a parar al hueco de su clavícula rozando la nada.

—Es la quinta vez que haces eso. ¿Te encuentras bien?—Pregunta el mayor un tanto preocupado.

Thomas no pudo evitar sonreír ante ese gesto y con algo de vergüenza se dispuso a explicar—Lo siento, debo parecer un idiota por hacerlo en esta época—El asiático levantó los hombros—Newt me entregó un colgante antes de...en el futuro me he acostumbrado a llevarlo conmigo todo el tiempo.

Su amigo entreabrió los labios preparado para decir algo; no obstante al final decidió guardarse sus propias suposiciones para después.

—¿Cómo sucedió?—Se atrevió a preguntar el corredor, pese a que se negaba rotundamente a aceptar que eso ocurriría—Newt...¿Ellos...ellos lo hicieron?...¿ Pudo ver el santuario?.

—Newt murió hace 6 meses—Thomas agachó la frente, retorciendo con cada pensamiento el puñal incrustado en su corazón—Sucedió la noche en que fuimos a rescatarte luego de que te capturaran. Estábamos tan cerca...solo unos días más y hubiésemos estado los tres en el santuario...Confiamos en la persona equivocada...yo lo hice—Cada silaba pesaba como mil planetas, aquellas que tanto odiaba articular.

—¿Cómo?

—CRUEL nos engañó, no todos en el área nacieron favorecidos contra la llamarada...fue otra de sus desalmadas estrategias.

—¿Cómo?¡—Insistió Minho, exigiendo oír esas palabras.

—Newt no es inmune...—Thomas se sentía diminuto e insignificante con solo recordarlo—No lo sabía...juro que no lo sabía...de otro modo jamás hubiese arriesgado su vida...

Quedó estático consumiéndose en su propia podredumbre, aguardando lo que vendría a continuación.

—Fue infectado—Pronunció el mayor en apenas un siseo—¿Es eso lo que estás diciendo?—Reclamó el mayor—MALDICIÓN¡—Gritó estampando su puño contra el suelo—Malditos sean todos ellos...

—Newt murió por mi culpa.

—¿Tu dejaste que lo infectaran?.

—No...

—¿Entonces cómo demonios fue tu culpa, Shank?.

—Mi sangre era la cura.

El rostro de Minho mutó de incredulidad a rabia.

—La cura se activa en la sangre cuando la persona se ve expuesta a un nivel específico de excitación neuronal, solo provocada por una mezcla altísima de estrés, ansiedad, adrenalina y miedo—Explicó el menor—Me enteré que la había desarrollado en el transcurso de nuestro escape, cuando ya era demasiado tarde...si hubiese tomado otras decisiones él estaría vivo y quizás nosotros...—Lo último quedó sepultado bajo su lengua.

—Es una verdadera mierda lo que dices que pasó...pero si no lo sabías, no fue tu culpa.

—Sigo creyendo que lo es...difícilmente vaya a cambiar de opinión, el Minho del futuro puede dar fe de eso. 

El corredor rodó los ojos—Si existe ese tal "yo del futuro" y le explicaste la situación, no creo que te juzgue por lo que paso, Thomas—Confortó el mayor—Aunque todos querían la cura, nadie sabía si en verdad existía...solo podíamos aferrarnos a lo real, a seguir luchando por nosotros mismos. 

—Murió Minho—Insistió como si esa razón arrinconara cualquier consuelo—Lo sostuve aun cuando su corazón ya no latía, grité su nombre cuando ya no podía oírme...Murió en mis brazos y lo supe...en ese momento entendí que lo había perdido todo...

Podrían lavarle el cerebro una vez más, no obstante él jamás podría olvidar ese rostro destrozado dando su último respiro. Revivir ese instante justificaba cada gota salada que fluía, una tras otra.

El corredor lo observaba de reojo torciendo los labios. No era bueno aconsejando en esa clase de escenarios. Entendía que el chico estaba abatido emocionalmente, pero su lengua solía soltar más de la cuenta, y a eso debía sumarle el hecho de que esto implicaba directamente a su mejor amigo.

—No del todo, aparentemente—Sostuvo Minho—Sigues aquí y eso me dice que no te has dado por vencido...Ahora entiendo—Habló acariciándose el mentón—En la iniciación...por eso estabas todo pegajoso y agitado. 

—Volví a esta época esa noche—Confirmó—No podía creer lo que veía. De la nada él estaba allí...simplemente no pude contenerme—Declaró liberadoramente—Por supuesto me comporte como un idiota demente y Newt se enfadó conmigo—Rio silenciosamente ante la memoria—Cuando comenzó a exigirme una explicación, fui incapaz de decirle la verdad...él estaba ahí tan vivo como era posible y sentí pavor ante la posibilidad que de decirselo, Newt desapareciese una vez más.

—Puedo imaginármelo—Minho respiró ruidosamente y cruzó ambos brazos tras su nuca, recostándose contra el muro—Eso clarifica algunas cosas, como el por qué recibiste las puñaladas en su lugar.

—Cuando Chuck me convenció de esta realidad y de lo que podía significar...me prometí que no volvería a perderlo jamás.

Minho ponderaba los pros y contras, los disparates y aspectos lógicos, las posibles acciones y reacciones; y así finalmente tomó una decisión.

—Entonces hagámoslo.

—¿Qué?.

—Escapemos y llevémoslos a todos a nuestro lugar seguro—Asintió el mayor—Ahora que sabemos que serás la cura, no permitiremos que vuelva a suceder...yo no lo permitiré, ¿Entendiste?—Sentenció el corredor—Newt es mi familia y no pienso dejarlo morir, mucho menos de esa manera.

Al azabache le costaba asimilar lo que el otro decía, por mucho que lo deseara.

—Si ese es tu principal motivo entonces basta de lloriqueos y cumple tu promesa, Thomas.

—¿Nos ayudarás?.

—¿No es eso lo que estoy diciendo, cara de Plopus?.

—Sí...es solo que fuiste más razonable que tu versión futura.

El corredor bufó con una expresión risueña—¿Puedes culparlo?.

—Las cosas están complicadas en mi tiempo—Informó—Tenemos un trato y si no le llevo una prueba fehaciente de que esto es cierto, estaré en problemas y probablemente no me permitan regresar.

—Entonces démosle lo que pide—Expresó Minho con fortaleza—No puedo decir que creo todo lo que dices, pero estoy dispuesto a intentarlo; así que tendrás que contarme los detalles sobre cómo funciona exactamente, con eso podremos trazar una buena estrategia—Concluyó el mayor, haciendo una mueca de incredulidad ante sus mismos argumentos—Ya comienzo a sonar como tú.

—Bienvenido al Club, Minho.

—¿Tenemos una palabra clave?—Se burló el chico.

—Por supuesto—Contestó siguiéndole el juego—¿Qué te parece "Jodete"?.

—Me gusta, así cuando necesitemos hablar en privado solo diré: "Ey Thomas, Jodete"

El azabache rio más de lo recomendable dado su estado—Jodete.

—¿Qué sucede, Thomas?, ¿Algo sobre el futuro?.

—Enserio, Jodete.

—¿Así agradeces mi apoyo?—Se quejó con fingida indignación.

—Gracias...Gracias Minho.

—Me salvaste la vida hoy, lo menos que puedo hacer es darte una oportunidad—El corredor sonrió ladino, para enseguida endurecer su expresión—Pero tienes que prometerme algo, sin peros.

—¿Qué?

—Mañana a primera hora le dirás la verdad—Decidió sin dar su brazo a torcer—Él merece saberlo cuanto antes.

—Yo...—Balbuceó tembloroso—Sé que tengo que hacerlo, pero...¿Y si no me cree?...¿Y si me odia por lo que le hice?.

—No digo que se lo vaya a creer así de simple, ni que sea la mejor de las noticias...pero él lo entenderá, sé que lo hará—Dijo confiado—Tengo la impresión que lo conociste lo suficiente como para saber que tengo razón.

—Gally dijo que Newt y yo no somos amigos aquí y si hablo de más...puede que nunca lo seamos—Contó con melancolía—Dijo que no puedo aspirar a que me trate igual, ya que para él soy un simple novato problemático...

—¿Y crees que es mejor no decir nada en absoluto?—Razonó el asiático—Ademas parece que Gally sigue siendo un imbécil sin importar la época. No dejes que se te meta en la cabeza, Thomas.

—Pero...

—Hablé con él hace un par de días y te puedo asegurar que eso no es cierto—Afirmó el corredor—Newt es Newt...olvida lo demás y confía en él así como en ti mismo.

—No sé si pueda soportar el que me desprecie...

—Lo importante es salvarlo, siempre tenlo presente—Reiteró Minho—Luego podrán dialogar y arreglar las cosas, confesarte o lo que sea.

—Sí, tienes ra...—Susurró el azabache, súbitamente ensanchando los ojos—Ey¡, yo no...

—Calma Shank—Masculló entretenido el mayor—Solo quería ver tu reacción.

Thomas le dio un suave codazo y de a poco le correspondió la carcajada.

La luna se desplazó lentamente mientras los dos muchachos platicaban de cosas, resolvían inquietudes y de vez en vez, bromeaban por tonterías. 

Thomas ratificó con eso que tuvo completa razón al aventarse al laberinto esa tarde. La amistad de Minho lo valía.

***********

Mentiría si dijese que durmió algo esa noche. Quemó las horas enteras con la mirada perdida en las estrellas, que con el transcurso del tiempo fueron dándole paso a un nuevo día.

Con los sonidos mañaneros rodeándolo y los fuertes rayos del sol golpeándole la piel, se resignó a que había llegado el momento de afrontar la horrible realidad, esa a la que tanto pavor le tenía.

Sus desgarradas esperanzas le instaban a salir corriendo en dirección a aquellas murallas donde algunos de sus compañeros ya aguardaban, nuevamente rogando que la maldición del laberinto no se cumpliera. Por otro lado sin Alby, Minho y Ben, Newt se convirtió en el claréano de mayor antigüedad con vida en el área, tiempo y experiencia suficiente como para ya conocer bien el daño que causaba tener fe.

—Ey, Newt¡.

Escuchó el rubio, varios metros abajo.

—¿Estas despierto?—Exclamó Sartén—Las puertas ya van a abrirse...pensé que tal vez querías estar junto a los demás—El moreno no sabía que más decir, él mismo había contemplado de primera mano cómo el segundo al mando reaccionó la tarde anterior.

Newt suspiró con pesadez y se dispuso a descender por la escalera de madera. Cuando sus pies tocaron el piso, chocó su frente contra la superficie rasposa, cerrando los ojos y tratando de calmar su corazón abrumado—Salgamos de esto de una vez—Habló dando pasos hacía el amurallado.

—Newt—Le llamó el cocinero quién le seguía—Pase lo que pase nos tienes a nosotros...estamos en esto juntos.

—Gracias sartén—Respondió casi inaudible. 

Llegar a la entrada le tomó menos tiempo del que deseó. Mordía sus labios por la ansiedad y los nervios, esos que eran alimentados por su mayor deseo, no otro que el ver esos tres rostros una vez las paredes se abrieran.

—Gracias por venir, Newt—Dijo Chuck afectuosamente.

El menor cargaba varias bolsas que parecían llevar provisiones de algún tipo. Cualquiera podía decir que Chuck estaba convencido y preparado para el regreso de los infortunados Larchos. El único que demostraba tener verdadera confianza en que volverían.

Ver su completa ignorancia sobre la sucia perra traidora que era la "esperanza" en esa vida que les había correspondido, le enfureció más de lo que creyó. Los sentimientos distorsionados e incoherentes de la noche anterior, no cambiarían en nada la realidad: Ellos murieron, ni siquiera serían capaces de encontrar sus cadáveres para darles una justa sepultura.

No le contestó a Chuck, no pudo ni quería hacerlo. 

Cuando el crujido se hizo presente, no consiguió mentirse más a si mismo: Su cabeza era un torbellino repleto de tantas palabras, emociones, dudas e inseguridades.Todo razonamiento negativo se evaporó, desatando por fin lo que su corazón anhelaba con vehemente necesidad.

—Vuelvan...vuelvan, por favor—Susurró con la voz tan débil como su determinación. 

Con un golpe estridente los muros se detuvieron, revelando ante sus titilantes ojos nada más que el pasaje vació y unas cuantas huellas rojizas esparcidas por el suelo.

"Muerte...es a lo único que podemos añorar alguna vez". Divagó el rubio aplastando sus labios entre sí.

Ya se lo esperaba, fue allí conociendo perfectamente el desenlace de aquella historia; no obstante, Newt sintió su corazón fragmentarse en tantos pedazos, cada uno más descuartizado y gélido que el anterior.

No lloró, no aun.

Pasaron 1, 3 y 5 minutos en los que nadie dijo nada, en los que los muchachos fueron retirándose con decepción y tristeza en sus rostros. Cuando la mayoría se marchó quedaron allí solo Chuck, Winston, Sartén, Jeff y él.

10 minutos donde cada parte de su cuerpo se congeló asimilando lo que sería su vida de ahora en adelante: Un horizonte gris sin ilusiones, sin comentarios burlescos ni risas, sin sensaciones confusas ni estremecimientos inesperados.

Solo restaba el vacío de palabras nunca dichas y caricias jamás entregadas.

Winston se atrevió a cortar el silencio—Creo que deberíamos...

—Espera. Solo unos minutos más—Objetó el churco—Ellos...

—Para—Los interrumpió el rubio—Es suficiente—Habló más para sí mismo—Nunca debiste creer—Soltó con mayor desconsuelo del que planeó—Te lo dije, Chuck...ellos no volverán...

—Newt, aguarda—Rogó el menor con los ojos aguados—Él lo prometió¡ 

 —DETENTE¡—Gritó sin soportar su  optimismo ni un segundo más—ESTA MUERTO¡...todos lo están...

La pantalla de indiferencia se derrumbó por completo con las miradas cayendo sobre él. Con más presión y condescendencia de la que pudo soportar, se alejó corriendo tan rápido como su inútil cojera se lo permitió.

Llegó eventualmente hasta su cuidado jardín. Cogió la pala que solía usar a menudo, la enterró en la siembra con brusquedad y arremetió contra la tierra una y otra vez, destrozando la labor de semanas.

Cuando el arranque terminó y sus brazos cedieron exhaustos, cayendo a cada uno de sus costados, el rubio sucumbió sobre sus rodillas y dejó a los gimoteos desbocarse sin cohibiciones de ningún tipo. Se cubrió el rostro mojado con una de sus manos y permaneció allí, hundiéndose en el desconsolador llanto.

—Lo lamento—Una voz gruesa intervino—Sabes que realmente lo hago, Newt.

—No quiero oírlo—Balbuceó el rubio, apretando los dientes y levantando sus ojos enrojecidos en dirección al constructor—Mucho menos de ti...

Le había prometido a Minho nunca volver a atentar contra su propia vida y no pensaba incumplir esa promesa que tanto había significado para el asiático.

Aun así...

—Déjame solo—Sollozó.

—Nos recuperaremos, siempre lo hemos hecho.

—No entiendes—Musitó Newt—Que me gustaría morir ahora...

__________________________________________________________

Where were you when I was lonesome
Locked away in this freezing cold
Someone flying, only stolen,
I can't tell, this night's so old,

I don't want to swim the ocean,
I don't want to fight the tide,
I don't want to swim forever,
When it's cold I'd like to die.

What was that, my sweet sweet nothing
I can't hear you through the fog
If I holler let me go
If I falter let me know

I don't want to swim the ocean,
I don't want to fight the tide,
I don't want to swim forever,
When it's cold I'd like to die.

I don't want to swim forever,
I don't want to fight the tide,
I don't want to swim the ocean,
When it's cold I'd like to die.

Canción: Moby – "When It's Cold I'd Like to Die"




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top