Capítulo Único
—¿Crees que está enojado aún? —cuestionó Erick un tanto preocupado.
—En mi sincera y humilde opinión, sí. —respondió Danelly, la mejor amiga de Erick. Estaba un tanto adormitada ya que a decir verdad, eran las 08:00 am, y se acababa de levantar cuando su visita llegó.
—Eso no es de mucha ayuda pero gracias.
—Es que Erick, si te das cuenta que estabas súper ebrio y literal, te le subiste encima diciéndole que ya no aguantabas las ganas de besarlo y cuando reaccionaste que estabas haciendo eso saliste huyendo a casa, ¿verdad?
—Enserio Dane, no sé porqué lo hice, si a mí no me gusta Joel, no me gustan los chicos.
—Escucha, leí un artículo de un estudio donde decía que las personas ebrias muestran quiénes son en realidad, puede que sea tu caso y no te quieras dar cuenta.
—¿Dónde lo leíste?
—En Facebook, de repente me apareció, pero si está en Intenet ha de ser real. —Dane esto último com un tono de gracia en su voz.
—Aunque, pueda que tengas razón, o saber, mejor ya no hablemos más de esto que me confundes.
—¡Ajá! Te confundo, ves, ya te estás dando cuenta que sí te gustan los chicos.
—No, no, no, ya no hablemos de esto mejor.
—Cómo de que no Erick Brian, ¡que acaso vas a dejar esto así y ya? ¡No piensas hablar con Joel? ¡Quieres perderlo? —la chica estaba empezando a enojarse y esto no era para nada bueno.
—Pero ves que él no quiere hablarme, le he escrito y escrito desde hace 5 días y no me responde, ¿qué más quieres que haga?
—Ve a su casa.
—¿Qué? —habló Erick un tanto confundido.
—Sí, ve a su casa, no lo creo capaz de cerrarte la puerta en la cara.
—¿Y si lo hace?
—Pues vuelves a tocar y dices que es una Pizza. Fácil.
—Ves demasiada caricatura para tu edad, Danelly.
—Y tú eres muy inmaduro para resolver problemas con tu mejor amigo a esta edad, Erick. Si yo hubiera hecho eso con Maggie o alguna otra amiga, desde el siguiente día estaría plantada en su casa y no me iría hasta que habláramos, porque una amistad de tanto tiempo no se va a la basura por una noche pasada de copas, yo sí buscaría una opción más efectiva que simplemente estar revisando el teléfono como estúpido cada 10 segundos esperando que responda un mensaje de hace 5 días, ya que ni siquiera te has tomado la molestia de enviarle más para saber qué rayos le pasa a ese hombre, ya que por lo que vi esa noche a Joel no le molestó que lo quisieras besar, tú dices que sí pero estoy segura que ha de ser por otra cosa, pero si nunca hablas con él nunca lo sabrás.
Hubo silencio por parte de Erick, el ojiverde solo se quedó pensando en lo que Dane le había dicho, al parecer tenía razón, debía hacer algo para evitar perder a Joel. Su mejor amigo y sobretodo el amor de su vida.
Sí, Erick estaba consiente del inmenso amor que tenía hacia Joel, era algo que solamente él y su almohada sabían, el miedo lo inundaba cada vez que pensaba en eso. Ver a Joel cada día y saber que nunca sería para él le dolía, y le dolía mucho.
—Er, disculpa si me pasé pero me enojas, ¿estás bien?
—Está bien, no te preocupes, en todo caso tienes razón, debo ir a ver a Joel, iré ahora mismo.
El ojiverde tomó sus cosas y salió de casa de su amiga, se subió a su moto, se colocó el casco y tomó camino a casa de su amigo, no estaba tan lejos pero amaba ir en moto a todos lados. En cuestión de 5 minutos llegó a casa del rizado y por lo que vió tenían visita, es muy temprano para que tengan visita, pensó, y también es un mal momento para ir a arreglar asuntos de un casi beso homosexual.
Antes de volver a encender la moto para volver a su casa pensó en lo que le había dicho Danelly, fue dura pero tenía razón, no debía dejar pasar más tiempo para arreglar las cosas con Joel, su amigo desde hace 8 años. Aún recuerda que se conocieron a los 10 años en la escuela, cuando Er vino de Cuba y no tenía a nadie conocido, Joel fue el primer amigo que hizo en el país.
—Okay, hora de tocar. —se dijo Erick para él mismo una vez frente a la puerta de la casa de su amigo.
Toc, toc. —se escuchó al otro lado de la puerta.
—Joey, ¿vas a ver quién es? —habló la sra. Patricia, mientras estaba en la sala hablando con su hermana y sobrinos que habían llegado de visita.
—Está bien má, ya voy, compermiso. —dijo poniéndose de pie para salir a ver quién era.
Toc, toc. —tocaron de nuevo.
—¿Quién es? —preguntó Joel.
Para Erick la voz tras la puerta era sumamente conocida, y por primera vez en todo este tiempo de ser amigos, los nervios lo invadieron al saber que estaba hablando con él.
—Soy yo Joel, Erick.
Joel abrió la puerta y sin decir más jaló a Erick al interior de la casa.
—Ven conmigo. — dijo Joel y subieron las escaleras con prisa.
—¡Joel! ¿Quién era? —preguntó la sra. Patricia a su hijo al escuchar pasos apresurados por las escaleras.
—Es Erick má, estaremos aquí arriba. —gritó Joel desde el final de las escaleras y entraron en la habitación del mayor, dejando la puerta abierta.
—Muy bien Erick, tenemos que hablar. —habló Joel sentándose en el borde de su cama.
—Sí Joel, lo sé, por eso he venido. —dijo, y al igual que su amigo, tomó asiento en la cama para quedar frente a frente el uno del otro.
—¿Qué rayos te pasa conmigo? —preguntó serio.
—¿A qué te refieres Joey?
—A qué te refieres será, si lo sabes muy bien.
—Espera Joey que no estoy entendiendo.
—La mañana siguiente de la fiesta te escribí para ver cómo seguías, me respondiste todo cortante y luego te estuviste conectanto y me respondiste hasta el siguiente día. Si ya tienes otro mejor amigo solo dímelo y lo entenderé.
—Osea, ¿estabas enojado por eso y no por lo otro?
—¿Qué otro? ¿El beso que casi me das? No seas ridículo Erick, para nada, son cosas que pasan cuando te pasas de tomar. Yo preocupado por tí, saliste corriendo del lugar y me dejas con las preocupación durante casi una semana, eso no se hace.
—Ay, amigo perdón pero me dio pena contigo después de lo que hice esa noche, por eso no te respondí, ¿me disculpas?
—Pues claro que te disculpo Erick. — sonrió. —Ven acá que ya me haces mucha falta. — Jaló nuevamente a Erick contra él, envolviéndolo entre sus brazos en un muy cálido abrazo. Podrían estar así toda una eternidad.
—También me hacías mucha falta amigo. —habló Erick, la felicidad se le notaba en cada palabra.
—Obvio lo sé, ¿quién soy yo pues?
—Ya vas a empezar, cuéntame que has hecho estos días Joey.
—Pues pensar y pensar.
—¿Pensar en qué?
—En porqué no me hablabas, ja, ja.
—Es que ya te dije nene, que pena contigo.
—Er, dime algo.
—¿Si Joey, qué pasó?
—¿Me besarías?
—¿Qué? —cuestionó confundido y nervioso.
—Sí Erick, ¿me besarías?
—¿Por qué preguntas eso Joel?
—Porque me gustas Erick, y ese día me quedé decepcionado que salieras corriendo, por un momento creí lo que leí en un artículo de Internet, que las personas bajo efectos de alcohol demuestran sus verdaderos pensamientos, y por un momento creí que también te gustaba.
Al decir esto último una corriente de miedo mezclado con adrenalina invadió el cuerpo del rizado, estaba dando todo por el todo con esa confesión, logró vencer los nervios que últimamente se apoderaban de él al estar cerca de su amigo, ya no pudo esperar más y ahora solo está a la espera de conocer la opinión del ojiverde, aceptación o rechazo, no sabía lo que iba a pasar y aún así se arriesgó.
—¿Estás hablando enserio Joel?
—Nunca antes había hablado tan enserio, Er.
—Eso es lo mejor que he escuchado en mi vida.
—¿Qu...
A Joel no le dio tiempo de terminar su pregunta, ya que de una manera muy rápida y hábil Erick terminó acostándolo boca arriba en su cama y acorralándolo con sus brazos, ya una vez en esa posición, lo besó.
—También me gustas Joel, y mucho.
Esas fueron las palabras que cada uno deseó escuchar por mucho tiempo, era un amor correspondido, y eso los hacía felices.
Un segundo beso se presentó entre este par de amigos enamorados, a diferencia del primero que fue suave y tierno, este venía cargado de lujuria y deseo, cuánto tiempo habrán esperado para que esto, que alguna vez fue un sueño para ambos, se volviera realidad, una muy bella y atractiva realidad.
—¡Ya está que le gané una apuesta a mi mamá! —habló Israel bien emocionado desde la puerta.
Sí, Israel había observado toda la escena con los máximos detalles.
A como pudo Joel se levantó como rayo y corrió a la puerta.
—¡Ven acá, Israel! —gritó pero fue en vano, el curioso hermano ya estaba bajando las escaleras.
—Bueno, ya qué. —resopló y cerró la puerta con seguro. —De todas formas se tenían que enterar. —habló despreocupado acostándose de nuevo en la cama junto al ojiverde —Mi madre te ama como un hijo, estará feliz cuando le cuente todo esto, claro, si tú quieres.
—Pues por mí bien, aunque creo que Israel ya se adelantó. —dijo el menor con un tono de humor en su voz.
—Pero ya, hablamos de esto después, ¿continuamos? Te prometo que ya no habrán interrupciones. —la sonrisa en el rostro de Joel expresaba todo el amor y deseo que sentía por su amigo, ahora, amor correspondido.
Y sin decir más los dos enamorados continuaron besándose, liberando todo el amor y deseo que se tenían guardados, entre caricias, besos, abrazos y frases cursis, pasaron un buen rato hasta que sin darse cuenta llegó la hora del almuerzo.
—Ven Er, quédate a comer, conozco a mamá y sé que te lo pedirá también.
—Me parece genial Joey. Pero antes, ¿te das cuenta que sin ese casi beso probablemente nada de esto estaría sucediendo?
—Sí Er, ese fue el casi beso que lo cambió todo. Gracias por embriagarte esa noche y querer besarme, fue una gran desición.
Dicho esto, ambos chicos salieron de la habitación y con las manos entrelazadas bajaron hacia la sala para ver si ya estaba lista la comida, vaya sorpresa se dieron al darse cuenta que al llegar todos los ahí presentes voltearon listos y emocionados por saber qué había pasado.
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1800 palabras bebés, me siento genial.
Créanme que di lo mejor de mí para esta historia.
Y pues, no sé si la leerán o la van a ignorar (como ignoran todo lo que escribo, ahre la que reclama), pero si la leen, espero les guste mucho muchote, hay votan y comentan. *Guiño guiño.
Si les gustaría que subiera más historias háganmelo saber aquí.
#Datazo. Amo mucho muchote a los #Joericks. Los primeros geis que leí al entrar a Wattpad.
En fin.
Con todo mi amor y buenas vibras. 🌹❤
—Gabbb.
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