19.
Al terminar las clases, Reaper hablaba con Nightmare, al cual acompañaba como siempre a su camino a casa.
Pero esta vez, con una idea.
-No lo sé, Reaper...-Dijo Nightmare, inseguro.
-Vamos. No estoy seguro si Dream se atreva a algo, pero, de cualquier manera, quiero ser yo quien le diga a tu madre sobre esto.-
-Eres muy noble por decir eso, pero no es tan fácil...-
-Entiendo que tu madre sea algo cerrada, pero... Vamos, si sale mal, te puedes escapar conmigo.-
-¿Qué?...-
-Escapar conmigo. Empacas y te mudas a mi casa.-
-Pero... -
-¿No te gusta la idea?-
-...Sí, suena bien.-
-Suena bien, pero no sería lo correcto, Night. Es solo si las cosas salen terribles, pero no puedes escapar de tus problemas siempre.-
-Lo sé...-
-Entonces, tomaré la responsabilidad de mis palabras.-
-Gracias, Reaper.-
-No tienes que agradecer, yo soy el que siente que te debe toda una vida y más.-
Nightmare sonrió. Una sonrisa que Reaper amaba, por supuesto que sí, su favorita. Saber que podia ayudarlo era lo mejor para él.
El camino fue como normalmente tardaba, pero se sintió más calmado que de costumbre, quizás por lo que vendria a continuación.
Al llegar a las puertas de la casa de Nightmare, ambos respiraron hondo, como si fueran a entrar a un sangriento campo de batalla. Aún tomados de la mano, su mayor apoyo.
Nightmare abrió la puerta, entrando con Reaper, quien cerró la puerta despues.
En la sala se encontraba su madre, tal cual como esperaba, siempre estaba en casa temprano.
-¿Nightmare?...-Habló la mujer.
-Yo... Hoy traje a alguien.- Explico este.
-Eso ví. ¿Un compañero vino a ayudarte a hacer tarea?-
-No. El... Es mi pareja.-
La mujer se quedó en silencio un momento, lo que hizo a Nightmare dudar demasiado y hasta temblar, cosa que Reaper notó al tenerlo agarrado de la mano.
-Soy Reaper Renrink, es un gusto conocerla. Vine para hablar con usted.-
Nightmare miró a Reaper, ¿Qué se supone que estaba haciendo? Eso no estaba en el plan.
-Entiendo...-
-Nighty, ¿Podrías dejarme hablar con ella un momento a solas?-
-Yo... Sí, eso haré.-
Nightmare tenia muchas dudas y miedos, pero Reaper le susurró un "Confía en mi". Lo que le hizo calmarse un poco. Fue camino a subir las escaleras a su habitación.
Pero fue mentira, se quedó cerca escondido para escuchar.
-Por favor, toma asiento aquí.-Dijo la mujer, señalando el sofá frente a ella.
Reaper hizo caso, haciendo lo pedido.
-Verá... Voy muy enserio con él. Es importante para mi, lo amo.-
-Lo sé.-
-Así que haré lo que sea si me dice que-- Espere, ¿Qué?- Reaper pensó que seria más dificil que eso.
-Es obvio lo mucho que te importa, entraste aquí y decidiste hablar conmigo de frente. Vas tan enserio, que incluso Nightmare te presentó a mí. Nunca... Me presentó a nadie.-
-Oh...-
-A decir verdad, te reconosco, habias venido antes un dia. Nightmare... Se habia cerrado a todos. Hasta para mi, me era imposible acercarme. Todo gracias a mis errores como madre. Quiero cambiar eso.-
-¿Entonces... Puedo salir con él?-
-Tienen mi bendición. Pero más que eso, quiero agradecerte. Se lo importante que debe ser para él poder confiar en alguien... Me alegra que tu estes alli para él. Así que... Por favor, no lo dejes solo. Yo ya lo hice, y me arrepiento todos los dias.-
Reaper supuso que por todas las reacciones de Nightmare al mencionar el tema de su familia o su madre, pensaba que seria algo terrible, pero no parecia ser así, fue un gran malentendido, lleno de errores.
-Eso haré. Planeo cuidarlo y hacerlo sonreir todos los dias de su vida.-
-Muchas gracias.-
La mujer parecía aliviada, aunque en su rostro seguía habiendo tristeza. Quizás el dolor de una madre por el distanciamiento de su hijo. Gracias a errores pasados.
Ahora el ambiente parecia mejor, menos pesado que antes.
Mientras, Nightmare habia escuchado todo, habia comenzado a llorar, queriendo detenerse, pero se habia dejado llevar tanto sus emociones al escuchar que habia terminado asi, limpiandose lagrimas que volvian a brotar.
-Hoy saldremos otra vez, por cierto, me encargaré de que no vuelva tarde.-Comentó Reaper.
-Confío en que está en buenas manos.-
Reaper sonrió y se levanto, llamando a Nightmare.
-¡Night! Ya nos vamos.-
Nightmare se limpió otra vez las lagrimas y rapidamente fue con Reaper.
Estaban en la puerta apunto de salir, Reaper se despidió. Y como siempre, Nightmare se iba a ir sin decir nada.
Pero, solo por ese dia, se detuvo y volvió a verla.
-¡Adiós, mamá! Vuelvo más tarde.-
Luego se fue con Reaper, habiendo cerrado la puerta antes.
Por su parte, la Sra.Joku solo pudo sentir como su corazón se estrujó, dejando escapar lagrimas, no era tristeza, era diferente.
Era lo que provocaba el solo ser llamada madre por quien pensó habia perdido.
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