18.
Los dias siguientes, siguieron saliendo juntos muy a menudo luego de clases. Ya Nightmare no tenia que preocuparse en algun punto volver a su casa y pasar horas allí en una habitación encerrado.
Con Reaper se sentia mejor, más libre, feliz.
Un dia de clases como cualquiera, mientras llegaban en la mañana, al pasar por los pasillos se encontraron con Geno en el camino, quien vio a ambos caminando agarrados de las manos.
-Vaya, vaya, vaya, pero si es la super parejita.-Dijo Geno mientras sonreía viendoles.
-Hey, Geno, ¿Qué tal?-Saludó Reaper.
-Veo que por fin decidieron salir juntos, ¿No? Vamos Nightmare, ¿Estás seguro de tu decisión? Ya sabes, Reaper es algo...-
-¿Algo qué?-Preguntó devuelta Reaper, ofendido.
-Estoy seguro. No es tan malo.- Respondió Nightmare.
-¡Dios! ¿Qué clase de lavado de cerebro le hiciste, Reaper?-
-¡No hice nada!-
Geno y Nightmare rieron, viendo la expresion de Reaper, quien, al final se unio a la risa.
Los tres caminaron juntos por los pasillos, poniendose al dia mientras hablaban de cosas sin mucha importancia. Ahora en el camino se toparon con Outer, Science y Lust, quienes saludaron, pero al ver a Geno la tensión se pudo sentir.
-Bueno, yo tengo algo que hacer, los veo luego.- Se excusó Geno, frunciendo el ceño y volviendo a su apariencia de pocos amigos de siempre.
Estaba apunto de irse, hasta que hablaron.
-Lo sentimos. Sabemos que... Hemos dicho muchas cosas malas, también de tí. Nos equivocamos.-Se disculpó Lust, en nombre de todos y más en el de él, quien era la persona que más cosas decia.
Geno le miro de reojo.
-Ellos... Se que fueron algo malos. También conmigo. Pero se disculparon, me contaron algunas cosas y... No son tan malos. Solo se dejaron llevar.-Habló Nightmare.
Geno suspiró. No lo hacia por ellos, solo aceptó las disculpas, y lo hacia por Nightmare, no queria que este se sintiera mal por eso.
-Bien, acepto sus disculpas. Pero igual mi salón queda por otro lado, asi que nos vemos en el receso.-Geno sonrió y se despidió, para luego irse a su salón.
Los otros tres, más aliviados, saludaron a la pareja, ahora todos hablando y riendo.
Y todo iba perfecto, ya estaban por entrar a su salón de clases, Science, Outer y Lust entraron primero, la pareja iba de último, hasta que Nightmare se detuvo al cruzar miradas con Dream, quien habia pasado a un lado.
Reaper notó cuando Nightmare se detuvo, no entendió hasta que vio como los gemelos se veian.
-¿Nightmare?-Llamó Reaper.
-...Oh, sí. Lo siento, yo solo...-
-¿Es Dream lo que te molesta, no?-
-...¿Crees que... Le diga a mi madre o algo parecido? No, quizás solo... Se lo siga a todos sus amigos y se burle...-
-¿De qué? ¿Porque tú si eres amado y el no?- Reaper le sonrió mientras le miraba. -No te preocupes por él, ¿Sí?-
Nightmare le abrazó.
Entonces fueron al salón tomando sus asientos y volviendo a unirse en la conversación.
Al llegar la hora del receso, Reaper volvio a salir para comprarle algo a Nightmare, pero no solo era eso. Estaba buscando a alguien.
Y justo lo encontró, en la mitad del pasillo, recién saliendo de su salón.
-Hey, tú.-Llamó la atención Reaper.
Dream se detuvo, viendo al que le llamaba.
-Oh... Eres tú...-
-Sí. Reaper. Aún te acuerdas.-
-Sí...-
-¿Tienes algún problema?-
-¿Cómo?-
-Dije. Si tienes algún problema.-
-¡No, no! Todo está bien.-
Reaper a diferencia de cuando hablaba con Nightmare hace un momento, su voz se oia seca, sin rastro alguno de querer ser amable o agradable. Incluso amenazante.
-¿Estás seguro? Entonces, ¿Porqué miraste así a Nightmare?-
-Solo... Me pareció slgo curioso.-
-¿Qué cosa?-
-Ustedes... Pues, ya sabes, son...-
-Somos pareja, sí. ¿Algún problema?-
-No...- La voz de Dream se hacia cada vez más baja, queriendo irse rápido de allí.
-Eso pensé. Mira, eres el hermano de mi persona importante. No soy malo, pero, si alguien es malo con él. Seré malo. Así que... Cuidado con lo que haces, pequeño.-
Reaper se fue de allí para ir a la cafeteria y comprar lo que queria.
Mientras Dream aún sentia como le temblaban las piernas. Quizás no le habia dicho algo estrictamente terrible, pero parecia que su misma presencia y pequeña amenaza fue suficiente para que este se piense dos veces antes de hacer algo.
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