17.
Reaper y Nightmare iban camino a irse. Realmente no era muy tarde, probablemente eran solo las 5 de la tarde.
Reaper planeaba dejar en su casa a Nightmare, dando por terminada esa salida. Al subir a carro comenzó a manejar.
El camino fue silencioso, o así era hasta que el telefono de Reaper comenzó a sonar, planeaba contestar asi que le pidió a Nightmare que contestara y se lo acercara a la vez que le ponia en manos libres, con el volumen alto.
-¿Sí?-Preguntó Reaper viendo al frente.
-¿Así que vas con tu pareja al restaurante pero no me la presentas? Que descaro.-
Reaper conocia esa voz. Era su madre, al parecer se enteró de la salida reciente. Suponia que debian reportar el gasto.
-¿Estás de verdad molesta por eso?-Preguntó Reaper burlón.
-Depende de tu elección.-
-¿Mi qué?-
-Estoy en casa. ¿Lo llevaras, no? Dejame ver quien se ganó a mi muchacho.-
Reaper miró de reojo a Nightmare. Realmente no queria obligarlo. No sabia si era muy pronto, recientemente le pidió salir, no podia simplemente pedirle eso.
-¿Te molestarias si no lo llevo? Ya sabes, es muy tarde...-
-Reaper Renrink. No seas tan imbécil. No me preguntes a mi cuando ya sabes la respuesta, solo te estoy advirtiendo, buen viaje.-
Antes de poder decir algo más, su madre habia cerrado la llamada.
-Así que... Tu madre.-Dijo Nightmare, dejando el telefono a un lado.
-Sí... No te preocupes por ella, es algo intensa.-
-Parece que se llevan bien.-
-Bueno, no es mala persona. Simplemente se preocupa demasiado.-
-Entonces... ¿Iremos a verla?-
-¿Que?... No. O sea, no si no quieres. No quiero obligarte a nada. Puede ser algo impulsiva, sí quieres ir... Iremos.-
-No tengo... Apuro por llegar a casa.-
Reaper recordó eso. Claro, una de las cosas que Nightmare le gustaba de las salidas, era que no debia estar en casa con su familia.
-Bueno, entonces iremos.-Dijo Reaper sonriendo.
-¿Hay algo que... Deba hacer en especial?-
-No, le encantarás, creélo.-
-¿Ella... Está de acuerdo con... Esto?-
-¿"Esto"?-
-Ya sabes... Soy un hombre y...-
-Night, creéme. No te preocupes. Ella lo sabe, no te mirará mal. Nada malo pasará. Solo puede que quiera alimentarte mucho. Le encanta cocinar.-
-¿Ella hizo el ravioli?-
-La receta. El original es mejor.-
Con el ambiente más tranquilo, fueron camino a la casa de Reaper, donde al llegar habia otro carro fuera de la casa. Se bajaron y entraron al lugar, Reaper cerrando la puerta detrás.
Las luces de la casa ya estaban encendidas, y se podia escuchar ruido en la cocina. Saliendo de allí ahora la mujer.
-¡Oh! Miren quienes llegaron.-Dijo la mujer viendoles.
-Hola, madre. El es Nightmare.- Saludó Reaper.
-Un gusto.- Dijo Nightmare. Realmente pensó que podria con los nervios, pero se equivocó.
-Vaya, ¡Pero si solo miralo!- Exclamó la mujer al acercarse a ver a Nightmare mejor.
Nightmare sintió miedo con la mirada contraria, ¿Qué diria? ¿Le dió una mala impresión? Varios pensamientos negativos llegaron a su cabeza, hasta que la mujer volvio a hablar, animada.
-¡Es tan precioso! ¿Cómo este terrón de azúcar terminó con mi desastre de niño?-
-¿De verdad me estas llamando desastre?-Preguntó ofendido Reaper.
-Es broma. Pero enserio, es tan tierno... ¿Estás seguro que viniste por tu propia voluntad y no estás siendo amenazado?- Preguntó la mujer a Nightmare.
-¡Mamá!-
-Ya, ya, me detengo.- La mujer dió una pequeña risa mientras iba camino a la cocina. -Ya se que comieron, pero solo queria hacerle un regalo a Nightmare.-
Volvió a la cocina, mientras Reaper suspiró y se sentó en el sofá con Nightmare.
-No le hagas mucho caso, suele ser así.-Dijo Reaper.
-¿De qué hablas? Parece muy agradable.-
-¡Me dijo desastre!-
-¿Y no lo eres?-
-¿Tú también?-
-Es broma, es broma.-
Ambos rieron. La mujer pudo escucharlos desde la cocina, lo que la hizo sonreir.
Eso era una buena señal, sus preocupaciones fueron en vano. Su pequeño estaba en buenas manos.
Sacó del horno un pequeño pastel, terminó de ponerle cubierta y demás, para despues ponerlo en una caja de regalo. Fue camino entonces a la sala, entregandole el presente a Nightmare.
-Ten. Es solo un pequeño regalo. Reaper me dijo que te gustaba el red velvet. Tiene unas fresas de decoración.- Explicó la mujer, para luego irse a sentar frente a ellos.
-Muchas gracias.-Respondió Nightmare sonriendo.
-Oh, no hay de que. Yo soy la que debe agradecerte, gracias por cuidar de mi hijo.-
-El es quien está cuidando de mi. Es una muy buena persona.-
-Lo es, ¿Verdad? Yo misma lo eduqué.-
-¿Saben que estoy aquí, cierto?-Habló Reaper.
-Bueno, eso era todo lo que queria hacer. No tengo planes para quedarme aqui, mi esposo me espera en casa. Quizás un dia puedan ir allí. Cuidense. Y un placer conocerte, Nightmare.-
-Un gusto también.-
La mujer sonrió mientras se terminó de despedir y se fue.
Reaper miró a Nightmare.
-Supongo que ahora si te puedo llevar a casa.-
-Sí... ¿Sabes? Fue muy agradable.-
-Ella siempre es así. Entonces... ¿Te gustaria ir a verla otra vez algún dia?-
-Sí.-
-Bien, entonces, vamos, hora de ir a casa.-
-¿Podemos ir por la ruta larga?-
-Incluso podemos ir por unos helados, tranquilo.-
Nightmare sonrió y tomó su mano. Sentía que no importaba el destino mientras lo tenga cerca a él.
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