Al acabar las clases, Reaper salió con Nightmare, tal cual como le habia dicho antes.

Primero lo acompañó a su casa, dejando que fuera a cambiarse. Luego de eso fueron a la de Reaper.

-Así que... Aquí es donde vives.-Dijo Nightmare viendo la casa desde fuera.

-Así es.-Dijo Reaper mientras abría la puerta, haciendose a un lado para dejar pasar a su invitado.

La casa era una amplia de un solo piso, con cada parte de esta bien dividida. Nightmare entró viendo el lugar, sus decoraciones y colores de los muebles eran monocromáticos, entre blanco y negro.

-¿Vives solo?-Preguntó Nightmare, mientras tomaba asiento en un sofa y Reaper cerraba la puerta tras entrar.

-Algo así. Mi madre suele venir de visita muy a menudo. Mi padre no, la verdad solo se entera de todo por mi madre.-

-Así que en resumen sí.-

-Sí, las decoraciones fueron ideas suya.-

-Tiene buen gusto.-

-Sí a ti te gusta, me es suficiente.-

-Es lindo.-

-Bueno, ¿Te puedo ofrecer algo?-

-Oh, no, estoy bien.-

-Entonces esperame aquí, ya regreso.-

Reaper entró a una habitación, al parecer era su cuarto. Le daba cierta curiosidad a Nightmare como sería, pero claro, por alguna razón se sentia nervioso ante esa idea.

Esperó en el sofá a que regresara Reaper, quien no tardo demasiado como pensaba, ya estando cambiado de ropa, como nuevo.

-¿Vamos?-Dijo Reaper sonriendo mientras caminaba a la puerta y la abria.

-Vamos.- Respondió Nightmare, saliendo primero de la casa.

Reaper salió despues, cerrando la puerta de su casa. Cuando Nightmare pensó en que irian caminando, Reaper le llamó la atención, a la vez que abria la puerta de un carro, del lado de copiloto.

-¿...Es tuyo?- Preguntó Nightmare.

-Digamos.- Respondió sonriendo Reaper.

Nightmare seguía con sus dudas, pero entró al carro, a lo que Reaper le cerró la puerta para despues subir también de conductor. Encendió el motor a la vez que el aire acondicionado del vehiculo.

-No sabia que manejabas...-

-Yo tampoco.-

-¿Qué?- Probablemente seria una buena broma si no fuera por el hecho de que este comenzó a manejar y estaban en ese auto.

-Ya, tranquilo. No lo robé, es de mi madre, le pedí que me lo prestara para impresionarte.-

-¿Y la licencia?-

-Vamos, ¿De verdad crees que soy de los que tiene problemas legales?-

-Algo así...-

-Obviamente tengo una. Tranquilo, es todo totalmente legal.-

-Oh... Gracias a dios.-

-¡Venga! ¿Tan mala idea sobre mi tenias?-

-No realmente, pero...-

-Bien, bien, entiendo tu punto.-

-Y... ¿A dónde iremos?-

-Espera y verás.-

El viaje no fue tan largo, solo un poco pesado por el trafico, pero llegaron al lugar. Se trataba de un restaurante. Reaper estacionó el auto y ambos fueron a tomar asiento en uno de los tantos lugares del local.

Nightmare veía el sitio con curiosidad.

-¿Te gusta?- Preguntó Reaper.

-Sí. ¿Has venido antes?-

-No mucho realmente. Pero siento que hoy es de esos dias especiales.

-¿Especiales?...-

Antes de recibir respuesta de Reaper, un oportuno mesero llegó a saludar formalmente.

-Bienvenidos al restaurante, distinguidos jovenes, los atenderé esta noche, tengan.- El mesero entregó dos menús, uno para cada uno.

-Pide lo que quieras.-Dijo Reaper mirando a Nightmare. -Te invito a ver los postres.-

-No soy mucho de dulces...-

-No todo es dulce.-

-Bien...-

El mesero seguía allí, esperando una respuesta de ambos sobre su pedido. Reaper notaba como Nightmare sentía cierta presión o incomodidad con este presente, por lo que comenzo a mirar de manera amenazante a este. El mesero sintió esa mirada, y temiendo por su vida decidió retirarse educadamente.

-Les daré su tiempo para pensar, vuelvo en un momento.-Dijo el mesero retirandose.

-¿No sabes que pedir?-Preguntó Reaper.

-Hay muchas cosas...-

-Las Pastas aquí son las mejores.-

-Entonces... Ravioli.-

-Buena elección, ¿Para tomar?-

-Agua, solamente.-

-Vamos, estas en un restaurante.-

-No me llama la atención muchas cosas, soy más de agua.-

-Entiendo, agua mineral.-

-Agua normal.-

-Bien. Agua de manantial.-

-Reaper.-

El llamado sonrió, molestarlo se estaba haciendo también un pasatiempo.

-Entendido.-

Le hizo señas al mesero, cosa que entendió y regreso para anotar el pedido, dos platos de ravioli y dos vasos de agua. Se fue despues de eso.

Mientras esperaban seguian hablando de diferentes cosas, de la escuela, los profesores, incluso luego de que llegó la comida tambien hablaban y reian.

Ciertamente disfrutaban la compañia de cada quien.

Al acabar, sus platos fueron retirados, y un pequeño flan luego llegó, cosa que habia pedido Reaper también antes, especialmente para Nightmare, quien se lo comió sin poder negarlo.

-¿Y bien? ¿Te gustó venir?-Preguntó Reaper.

-Sí. Pero... No entiendo, todo esto... ¿Que diferencia habia con los demás dias?-

-Oh, bueno... Queria que fuera especial.-

-¿Porqué?-

-Quería decirte algo. Sabes... Desde antes te habia dicho que eras muy especial para mi, diferente, importante. Exactamente por eso a veces tengo miedo de hablar de más y perderte, porque no quiero eso. Porque... Te amo. No amistad, quiero... Que seamos algo más, tenerte para mi, Nightmare.-

Nightmare tenia que procesar esas palabras que ahora escuchaba. Se le estaba declarando, la persona con la que más adora estar, quien no le dejó solo, su persona especial, que siempre le hacia ponerse nervioso o incluso quedarse mudo.

Eso era a lo que se referia Lust, amor. Sus sentimientos que estaban revueltos. ¿Lo amaba? Lo hacia, o eso pensaba, no estaba seguro, pero, de algo sí estaba seguro, tenia miedo de dejarlo ir.

-Yo... También te amo.-

Respondió, algo que le salió de repente, no recordaba haber pensado decir eso. Como si algo dentro de el, parecía saber perfectamente lo que sentía y pensaba.

La felicidad de Reaper en ese momento era inmensa, y parecia muy complacido.

-Dios... Me estaba preocupando por nada, de verdad... De verdad te intereso.- Reaper parecia sobrellevado por sus sentimientos, desbordandose de felicidad.

-¿Te preocupaba tanto?...-

-Demasiado. Entonces... ¿Sí serías mi novio, Nightmare?-

-Sí...-

Reaper sonrió y lo tomó de las manos.

-Gracias.- Susurró Reaper mientras le veia.

Antes de poder seguir hablando más, llegó el mesero para cobrar el dinero.

-Aquí tiene la cuenta.-Dijo mientras la ponia en la mesa.

-Yo puedo pagar.-Dijo Nightmare.

-Oh, no es necesario, no puedo hacerte eso.-Respondió Reaper.

-Pero--

-Tenga.- Reaper sacó del bolsillo de su pantalon su identificación.

El mesero no entendió hasta que leyó su nombre y le observó bien.

-¡Lo siento! Yo... De verdad lo siento, señor Renrink. No le reconocí.- Se disculpó rapidamente el mesero, retirando la factura de la mesa. -Tenga buena noche.- Fue lo último que dijo para irse.

Nightmare miró extrañado a Reaper.

-¿Hay algo... Que no me contaste?-

-Oh, sí. No es importante. Simplemente el lugar es de mi familia.-

-...¿Qué?-

-Vamos, no te asustes. No soy un hijo de millonarios, simplemente tenemos este restaurante y una heladeria, es todo. No vivo en una mansión, ni tengo guardaespaldas o soy mafioso.-

-Confiaré en tu palabra.-

Reaper sonrió. Se levantó y le extendió la mano.

-¿Vamos, Nightmare?-

-Sí.-