Trece | ¿Tengo una abuela?
Adam
Estaba en la cocina con un vaso de agua en la mano y en la otra una pastilla, me dolía un poco la cabeza luego de la fiesta, me quedé unos minutos mirando hacia la ventana, mi madre estaba en el suelo arreglando su jardín, se veía muy feliz haciéndolo.
La mayoría de mis bolsos ya estaba listo, era algo apresurado pero mi madre se había encargado de que todo estuviera listo, lo único que no sabía era de mi parada secreta a Nueva York.
––¿Que estás tramando Adam? –– preguntó mi madre
Sonreí y dejé el vaso de lado.
––¿Por qué lo dices? No estoy planeando nada.
––Te conozco hijo y tienes esa mirada, algo que estás pensando en hacer, ¿Qué es lo que planeas?
Mientras mi madre hablaba conmigo, Jake fue abrir la puerta, al parecer alguien estaba en el timbre. La miré unos segundos, quizás no sería una buena idea contarle pero quería hablarlo con alguien.
––Quiero ir a Nueva York a ver a Diana.
Mi madre se quedó unos segundos en silencio, me dio una media sonrisa y se apoyó en la pared.
––No creo que sea una buena idea Adam –– respondió.
Pasé mis manos por mi cara y di un largo suspiro.
––Lo sé mamá, pero quiero verla antes de irme a Londres –– respondí.
Ella se acercó y tomó mis manos dándome una sonrisa.
––Ella necesita ese tiempo para poder soltar todo lo malo que tiene, es un proceso bastante difícil.
Quizás mi madre tenía razón, pero solamente quería verla. No le hacía daño a nadie, ¿verdad?
––Tienes razón mamá.
La besé en la mejilla y ella sonrió, fui a mi habitación a mirar por última vez los recuerdos que iba a tener aquí. Mi hermano apareció en el umbral de mi habitación.
––Nos llegó esto –– me entregó un sobre, era algo bastante extraño.
––¿No te dijeron de dónde venía?
Negó y se sentó conmigo abrirla, pero antes que pudiera verla, Jake comenzó a gritar de emoción al ver la suya.
––¡Es de Didi! ¡Se acordó de mí! –– decía mientras admiraba la carta.
Me acerqué a ver su carta, Jake admiraba cada detalle que le daban, pero se quedó bastante serio al ver lo que contenía la suya.
––No puedo aceptarlo Adam, es mucho.
––¿Qué es?
––Me envío una tarjeta de regalo de la tienda de trenes, puedo gastar lo que yo quiera –– decía asombrado y triste.
Miré su carta, salían los datos de Jake, la tienda que él siempre había querido comprar, nunca pudimos comprarle algo de allí, ya que era bastante caro, pero Jake nunca reclamó nada, es feliz con lo que tiene.
––Jake, debes leer la carta –– respondí tratando de animarlo.
––Está bien.
Abrió la carta y la comenzó a leer.
Mi pequeño Jake
Espero que hayas disfrutado tu día, te lo mereces, te mereces todo lo bueno en esta vida.
Mi regalo para ti es esa tarjeta, quizás no la vas aceptar al principio, pero no es necesario gastarlo todo, compra lo que tú quieras, es tu dinero.
Te extraño pequeñín, nos veremos muy pronto.
Saludos para tu madre y tu hermano.
Te quiero
Diana.
Mi hermano parecía estar feliz, volvió a leer la carta y ver su tarjeta donde salían sus datos.
––¡Tendré mi tren! ¡No puedo creerlo! Le iré a escribir una respuesta.
Mi hermano salió corriendo hacia su habitación, me quedé mirando la segunda carta, tenía mucho miedo de lo que podría contener, así que la dejé encima de mi mueble unos segundos.
Mi teléfono me interrumpió, era un número desconocido, quizás eran de esas llamadas de spam que nadie quería oír, estuve a unos segundos de rechazarla pero algo me decía que debía responder.
––¿Aló? ¿Quién es?
––Hola, soy Gabriel –– respondió la voz –– Tu hermano.
Me apoyé en la pared, tratando de procesar que era él.
––Hola, ¿Cómo estás? –– respondí mientras negaba, no tenía idea que hablarle.
Podía oír que estaba nervioso, al igual que yo.
––Bien, gracias –– respondió –– Recién salí de la sesión, quería saber si podríamos hablar, Diana me dio tu número, espero que no haya sido un problema entre ustedes.
Solté el aire que tenía retenido.
––No hay problema, ¿De qué querías hablar, Gabriel?
Me senté en la orilla de mi cama, mientras que lo oía hablar.
––Me gustaría conocerte, sé que estamos lejos claramente –– decía mientras balbuceaba –– Quisiera verte, mamá dice que te pareces a mí.
Sonreí mientras me imaginaba todo eso, mi familia trataba de saber de mí, me gustaba la idea de que todo esto estuviera resultando pero de alguna forma me daba miedo conocerlos.
––No tengo problema en verte Gabriel, sólo que sería mejor en persona, ¿No crees? Hace un mes conocí a mis padres, supe que tenía una abuela, eso es una noticia difícil de asimilar.
Soltó una risa y sin poder verlo fue como escucharme a mí.
––En unos días viajaré a Londres, pero haré una parada en Nueva York, ¿Qué te parece si nos juntamos en algún lugar?
––Me gustaría mucho, gracias Adam –– respondió entusiasmado.
––No hay problema amigo –– respondí –– Me gustaría que esto quedara entre nosotros.
––¿No quieres que Diana sepa? No hay problema, puedo guardar un secreto.
Sonreí y solté aire un poco menos nervioso.
––Nos vemos pronto Gabriel, un gusto poder hablar contigo.
––Lo mismo digo Adam –– respondió –– Adiós hermano.
––Adiós hermano.
Y colgamos, me quedé mirando la llamada unos segundos, antes de que Jake llegará a mi vida siempre quise tener un hermano, siempre quise tener algo para compartirlo, me daba mucha alegría y nervios conocerlos a todos por completo.
De pronto, me llegó otro mensaje. Celine quería juntarse conmigo, tenía que hablar conmigo, le envié un mensaje que saldría en unos minutos, al bajar al primer piso mi madre estaba con Jake mirando la televisión, cuando me vieron ella me dio una cálida sonrisa.
––¿A dónde vas? Es muy temprano para que salgas.
Miré el reloj, eran las doce y media.
––Celine quiere juntarse, no creo que me demore mucho mamá –– respondí.
Ella asintió y volvió a mirar la televisión, Jake estaba mostrándole una de las películas de héroes, si antes no entendía ahora menos.
––¿Viste el regalo que le envío Diana a tu hermano?
Asentí y me senté a su lado.
––Si, lo vimos juntos –– respondí.
––Mamá, ¿Cuándo podemos ir a comprar el tren? –– preguntó Jake a mi madre.
––Pequeño, debes comprar por internet y te llega a la casa –– respondí –– Cuando vuelva, podemos verlo.
Me despedí de mi hermano y besé a mi madre en la mejilla.
***
Había llegado al lugar un poco temprano, así que agarré mi teléfono y marqué su número sin pensarlo.
––¿Adam? ¿Está todo bien? –– respondió ella.
––Hola, todo está bien, ¿Cómo estás tú? –– pregunté.
Encendí un cigarro, mientras que ella me contaba sus días.
––He tenido unos días bajos, pero nada se compara con los buenos días que he tenido - respondió feliz.
Cerré mis ojos y la podía ver perfectamente sonriendo.
––Me alegro por ti, es algo que vas a lograr de a poco.
––Si, gracias por el apoyo Adam –– respondió dando un suspiro –– ¿Por qué me llamaste?
Volví a fumar y di un largo suspiro.
––Estoy esperando a que lleguen mis padres, he estado hablando con ellos últimamente.
––¿Cómo ha sido todo eso? –– preguntó.
––Un poco loco la verdad –– solté –– Pero de a poco voy a poder conectarme con ellos, aparte hoy hablé con Gabriel.
––Si, espero que no haya sido un problema haberle dado tu número –– respondió.
––No Diana, no te preocupes –– añadí –– Debo colgar, acaban de llegar.
Ella dio un suspiro.
––Todo irá bien, no te preocupes.
––Sí, lo sé. Solo estoy un poco nervioso. Conocer a la familia, sabes.
Estábamos sentados en un restaurante, de pronto la puerta se abrió y entraron sus padres, detrás Gabriel y una señora un poco mayor. Adam se incorporó y se volvió tenso.
––No te preocupes, todo irá bien –– respondió.
––Gracias Diana, nos vemos pronto –– respondí y me despedí.
––Nos vemos Adam.
Entramos a un local, era más bien un restaurante, muy diferente a los que conocía. Celine me sonrió cuando llegó a dónde estaba, detrás de ella venía Jonathan y una señora bastante adulta.
––Hola, disculpa la demora. Tuvimos un problema con el auto –– aclaró Celine.
––Bienvenidos –– dije mirando a todos.
La señora fue la última en sentarse, no miraba a nadie. Se acomodó sin decir nada hasta que nos miró.
––Tu debes ser mi nieto, tienes los mismos ojos que Jonathan –– añadió la señora mirándome.
––Sí, soy Adam –– respondí.
––¡Adam! Que hermoso nombre, ¿Te lo pusieron tus padres?
––Sí, mi mamá –– dije mirando a todos, todo esto era muy confuso - Claire es mi madre.
––Entiendo la confusión niño, pasé lo mismo que tú anoche. ¡Otro nieto! Pensé que era una broma, ya tengo suficiente con Gabriel –– se reía con ganas –– ¿Y tienes novia? –– decía mirándome.
––Mamá, no estamos aquí para hablar de ella, estamos por muestro hijo –– respondió Jonathan.
––¡No hables así! Todo esto es culpa tuya Jonathan –– volvió hablar ella.
––Adam, estamos aquí en una especie de reunión familiar, por así decirlo. Queremos conocerte –– aclaró la señora.
––Si claro, ¿Que quieren saber? –– dije mirándola.
––¿Cómo son tus padres? –– preguntó.
––Mi madre es una buena mujer, tengo un hermano de ocho años. Y eso es todo - añadí mientras seguía con mi cigarro.
––¿Y tú padre? Si no es mucho preguntar –– preguntó otra vez.
––Mi padre no vive con nosotros hace cuatro meses, no estoy seguro –– respondí.
––Entiendo hijo –– decía Jonathan.
––Es Adam, mi nombre es Adam –– respondí un poco molesto.
Apreté mi mano por debajo de la mesa para tratar de calmarme.
––¿Puedo preguntar algo? –– pregunté para tratar de olvidar el enfado que estaba a punto de tener.
––Si claro, lo que quieras –– decía Celine.
––¿Por qué no me contactaron antes? Digo, tuvieron casi veinte años para hacerlo.
––Porque fuimos drogadictos, no teníamos tiempo para nada más que la droga - respondió Celine avergonzada.
––¿Y qué hay de Gabriel? - insistí.
––Lo tuvimos al año siguiente, pero tu abuela lo crío. Prácticamente es su hijo más que nuestro.
––¿Dónde está el ahora? –– pregunté.
La mujer tosió un momento y volvió a estar seria.
––Está en terapia, quizás pronto se puedan conocer –– respondió dándome una sonrisa.
––¿Porque ahora? –– aclaré mirándolos.
––Porque ahora estamos mejor y queremos arreglar todo esto y ser una familia –– respondió Jonathan.
––Una familia.... –– solté una risa –– Debieron pensar eso antes. ¿Sabían que supe que era adoptado cuando era un niño?
––Lo siento Adam, no podíamos tenerte allí mientras no nos podíamos cuidar de nosotros –– volvió a responder Celine, era la única que tenía tristeza.
––¿Que quieren ahora de mí?
––Ser tu familia, queremos ser tus padres –– respondió Jonathan.
––Algo tarde para eso, ¿No creen?
––Mira, no pretendo ser pesado contigo. Pero esa no es tu decisión, queremos acercarnos a ti y así será –– aclaró Jonathan.
Solté una risa, pasé mis manos por el cabello y crucé mis brazos.
––¿Enserio? ¿Así quieres empezar? –– lo miré serio.
––Si.
––Pues mala manera Jonathan –– respondí recalcando su nombre.
––Soy tu padre –– respondió volviéndose serio.
––No, tú no eres mi padre –– respondí enojado mientras lo miraba –– No vengas con esa mierda ahora, tu puedes ser el que hizo todo el tema con ella, pero no eres mi padre y si sigues así no lo serás.
––Veo que sacó tu genio –– decía la abuela –– Adam, perdona lo insolente de mi hijo, pero quiero pedirte perdón por todo esto. Es difícil aceptar que tienes esto, lo llamaremos "familia suplente" por qué eso somos, no somos la original. Tu madre Claire estuvo contigo durante veinte años. Queremos acercarnos a ti para conocerte, no para alejarnos más.
––Yo pienso que la conversación ya se ha acabado.
Me levanté del lugar y salí de allí enojado, Celine venía detrás de mí.
––Adam, espérame - oí la desesperación en su voz.
––¿Que?
––Perdón, no quería que todo esto fuera tan así. No pretendía nada de esto, solo quería hablar contigo y conocerte. Si no tienes problema podemos hablar los tres y con la abuela –– respondió dándome una suave sonrisa –– Ella tiene muchas ganas de conocerte.
Sonreí nervioso.
––Sabes, nunca tuve la oportunidad de preguntarle su nombre –– respondí.
––Es Grace.
––Gracias Celine, por todo esto. Te llamaré cuando nos podamos juntar –– le respondí dándole un abrazo.
De pronto, escuché que venía otra voz hacia mi.
––¡Adam! Espera a tu abuela, quiero hablarte de algo.
––¿Qué sucede? –– me volví hacia ella.
––Quiero decirte que me alegro verte, a pesar de todo esto que ocurrió. Fue un gusto conocerte –– respondió.
––Gracias Grace.
––Puedes llamarme abuela, si quieres claro - podía ver que estaba emocionada por eso.
––Nos vemos.... Abuela.
Pude ver una sonrisa en ella y en Celine, todo esto podría funcionar, estaba seguro que iba a estar todo muy bien.
***
¡Hola!
¿Que les ha parecido los capítulos de la vista de Adam?
Quiero agradecer por el cariño que ha recibido la primera parte, de verdad que no me creo que llegó a 3k 🥺
¡Muchas gracias!
Les dejo el capítulo 13 disponible + la nueva portada.
Nos vemos en el próximo capítulo y
¡Feliz año nuevo! ✨
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top