O31 | UNA VERDADERA OPORTUNIDAD

La cocina de Megan estaba envuelta en un ambiente acogedor, bañado por la suave luz amarillenta de las lámparas, que contrastaba con el oscuro crepúsculo que comenzaba a infiltrarse por las ventanas. El aroma a pasta carbonara aún persistía, pero había algo más en el aire: una mezcla de nerviosismo y anhelo que llenaba cada rincón de la habitación.

Megan estaba sentada en el taburete, su postura un tanto rígida mientras su mente divagaba, aún sintiendo el cosquilleo de lo que había ocurrido unas horas antes. Su cabello estaba ligeramente húmedo y desordenado, y su corazón latía desbocado, cada pulsación recordándole la intensidad del momento que habían compartido. A pesar de la calidez del espacio, un frío de inseguridad la invadía. Aquel beso, aquel instante de cercanía, la hacían cuestionarse todo lo que había creído sobre sí misma y sus sentimientos.

Frente a ella, Jungkook estaba de pie junto a la encimera, intentando distraerse con la limpieza de los utensilios de cocina. Sin embargo, su mente no podía escapar de la escena que había tenido lugar anteriormente. Cada vez que pensaba en el abrazo que habían compartido, en la forma en que ella se había entregado a la vulnerabilidad, sentía que su corazón se aceleraba. Había un fuego dentro del pelinegro, un deseo de explorar más, pero también la necesidad de ser cauteloso, de no presionarla.

La luz cálida creaba sombras suaves en sus rostros, enfatizando la expresión de conflicto que ambos llevaban. Jungkook deseaba hablar, pero las palabras se atascaban en su garganta. Sabía que era el momento de enfrentar lo que había pasado, pero la incertidumbre de cómo reaccionaría Megan lo mantenía en un estado de nerviosismo.

—¿Te gustaría que miráramos alguna película o prefieres que hablemos? —preguntó luego de un rato, como si no hubiera ninguna tensión en el aire.

Megan lo miró, sintiendo cómo su corazón latía más rápido. Sabía que era el momento de abordar lo que ambos habían estado eludiendo. Finalmente, respiró hondo y dejó escapar un suspiro entrecortado.

—Jungkook... tenemos que hablar.

La miró con seriedad, dejando de lado la actitud despreocupada. Acercándose un poco, tomó un taburete y se sentó frente a ella, creando una pequeña burbuja de intimidad que solo los dos compartían. La distancia entre ellos pareciendo reducirse a medida que las palabras se preparaban para fluir. Se sintió ansioso y emocionado, preparado para enfrentar la realidad de lo que significaba su conexión. La luz del atardecer les brindaba un halo de intimidad, y Jungkook sabía que era el momento de arriesgarse.

—Claro, ¿quieres comenzar tú? —preguntó, su mirada fija en ella, intentando transmitir apoyo. Megan sintió un nudo en su estómago, pero no podía seguir ocultando sus sentimientos, por lo que asintió—. No quiero que esto se convierta en algo incómodo —se apresuró  a decir, su tono suave, pero lleno de determinación—. Quiero que sepas que lo que pasó fue... especial para mí.

Megan sintió una mezcla de emoción y miedo. La conexión que había sentido en esos momentos la hacía querer explorar más, pero también la llenaba de dudas. ¿Podía dejar de lado su identidad y permitir que esos sentimientos florecieran? Era una lucha interna, y la inseguridad la envolvía

—Es complicado —admitió, su voz todavía temblando un poco—. Nunca me había sentido así antes, y no sé cómo encaja esto en mi vida.

Jungkook se inclinó hacia adelante, su expresión de preocupación se suavizó un poco, como si ya sospechara que había algo más que necesitaba escuchar.

—¿Qué es lo que sientes exactamente? —indagó, sus ojos reflejando una mezcla de curiosidad y cautela. Notó que buscaba las palabras correctas, pero terminó haciendo una mueca—. Necesito saber qué sientes, Megan, porque quiero entenderte, pero no puedo si no me hablas con sinceridad.

La pelinegra sintió el nudo en su estómago hacerse más fuerte, y respiró hondo, buscando las palabras adecuadas.

—Lo que hicimos fue increíble, pero me ha dejado confundida —expresó, dejando escapar un suspiro tembloroso—. Siempre he sabido que soy lesbiana, pero hay algo en ti que desafía eso. Me atraes de una manera que no puedo explicarte.

La miró atentamente, como si cada palabra que salía de sus labios importara. A medida que ella continuaba hablando, su voz se tornó más clara, más decidida. Megan tragó saliva, sabiendo que este momento era crucial. No quería herir sus sentimientos, pero también sabía que la honestidad era fundamental.

—Siento una atracción hacia ti, pero no es como la que normalmente siento por una chica —aclaró, sintiendo que sus palabras la liberaban un poco—. No sé si es tu forma de ser o la energía que irradias, pero supongo que lo que realmente me atrajo de ti es cómo me haces sentir... como si pudiera ser yo misma sin miedo.

La expresión de Jungkook se tornó más seria a medida que escuchaba. Se quedó en silencio por un momento, procesando sus palabras. Finalmente, habló.

—Eso es un comienzo —comentó suavemente—. Podríamos intentar volver a ser algo más. No quiero apresurarte, pero estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para que estés cómoda.

Megan sintió un destello de esperanza, pero también un profundo miedo. Respiró hondo, sintiendo que el momento era delicado y lleno de significado. Sabía que había algo dentro de ella que necesitaba ser expresado, algo que no podía seguir ocultando si querían seguir adelante.

—Jungkook, lo que siento por ti es profundo, y no quiero que me malinterpretes... —comenzó, su voz un poco temblorosa—, pero quiero ser honesta contigo. No siento una atracción sexual hacia tu cuerpo...

Jungkook sintió un ligero nudo en el estómago al escuchar esas palabras. Había anticipado esta conversación y esperaba que Megan pudiera ver más allá de su forma física, que reconociera lo que realmente significaba para ella. Sin embargo, la forma en que lo decía lo hizo sentir vulnerable, como si un pedazo de su corazón estuviera al aire. La realidad de su confesión lo golpeó de inmediato, y sintió una punzada en su ego; la idea de que ella no se sintiera atraída por su cuerpo le provocaba una sensación amarga.

—Es como si lo que me atrae de ti no fuera solo físico, sino la forma en que me haces sentir —explicó, sus ojos fijos en él, buscando su comprensión—. Es la conexión emocional, la forma en que me miras, cómo me tocas... Esa calidez que me provoca algo que no puedo describir del todo. Me encanta lo que haces conmigo, cómo me haces sentir viva y comprendida.

A medida que hablaba, Jungkook comenzó a procesar sus palabras. La intensidad de lo que sentía por ella estaba intrínsecamente ligada a su deseo, y aunque su corazón se sentía un poco herido por lo que había escuchado, había una parte de él que entendía. Megan era especial, y su conexión era única. Sin embargo, en el fondo, una parte de él no podía evitar preguntarse por qué no podía ser suficiente para ella. La idea de que no podía imaginarlo desnudo, mientras él se moría de ganas por estar con ella, le provocaba una sensación de desasosiego.

—Entiendo —Asintió finalmente, tratando de mantener la calma en su voz, aunque en su interior sentía una mezcla de alivio y confusión—. Lo que estás diciendo tiene sentido. Pero, honestamente, yo pensé que también había una atracción física.

Se sintió culpable al ver la expresión en su rostro, la forma en que sus ojos reflejaban un destello de desilusión. No quería herirlo, pero sabía que ser honesta era lo correcto, y más tratándose de Jungkook al recordar que le había demostrado que realmente no soportaba las mentiras ni que le ocultaran algo.

—Lo que tú haces por mí es diferente. Y eso no significa que no me importes, al contrario. Me asusta que no sienta esa atracción sexual —admitió, sintiendo que la sinceridad la acercaba a él—. He sentido cosas por ti que nunca había sentido antes, y eso es nuevo y aterrador.

Él asintió, intentando procesar la complejidad de la situación. En su mente, había tenido una imagen clara de su deseo hacia ella, un anhelo que sintió al tocarla, al besarla. Y a pesar de eso, ahora se daba cuenta de que su percepción estaba condicionada por su propia necesidad de ser querido y deseado. La idea de que ella no sentía el mismo deseo hacia su cuerpo lo dejaba un poco descolocado.

—Eso es válido —Su voz, aunque suave, tenía un tono firme—. Lo que sientes es real y no quiero que te sientas presionada. Solo me gustaría que pudiéramos encontrar un equilibrio.

Lo miró con intensidad, sintiendo una mezcla de gratitud y miedo. Aunque había una parte de ella que deseaba explorar lo que había entre ellos, la idea de que Jungkook pudiera no obtener lo que quería de su relación la llenaba de preocupación.

—Es que siempre he sentido una atracción natural hacia el cuerpo femenino, es algo a lo que estoy acostumbrada. Pero... —hizo una pausa, como si evaluara cada palabra antes de decirla— tampoco quiero que pienses que no te deseo. Eres increíblemente atractivo, y a veces, cuando estamos juntos, hay momentos en los que me siento completamente atrapada en lo que somos.

La emoción en su voz hizo que Jungkook sintiera un nuevo destello de esperanza. Quizás había una forma de navegar esta nueva dinámica. Aunque, el eco de sus palabras aún resonaba en su mente. Quería que ella lo deseara de la misma manera que él la deseaba a ella.

—¿Tú crees que... eso significa que nunca podrías sentir atracción sexual hacia mí? —preguntó, su voz un poco más seria.

Megan se sintió atrapada entre el deseo de abrirse a él y el temor de perderse en sus propias inseguridades.

—No lo sé. Tal vez... tal vez sea algo que podría suceder, o tal vez nunca lo sea —respondió, sintiendo que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. La confusión se apoderaba de ella, haciéndola sentir como si estuviera en un abismo sin fondo—. He luchado tanto con esto, y no quiero que termines decepcionado... o que yo termine decepcionándome a mí misma.

La vulnerabilidad en su voz era notable, un eco de su lucha interna. La atracción que sentía por él era nueva y desconcertante, y cada palabra parecía llevar el peso de sus dudas.

Tomó una respiración profunda, su mirada fija en Megan mientras sus pensamientos se organizaban en su mente. Sabía que tenía que ser honesto, no solo sobre sus sentimientos, sino también sobre sus deseos y esperanzas para el futuro.

—Megan... Necesito saber si existe la posibilidad de que me des una verdadera oportunidad —Se acercó un poco más, su mirada fija en ella, como si intentara atravesar las murallas que había levantado—. Quiero ser más que solo alguien que te hace sentir bien. Quiero ser esa persona en tu vida con la que puedas ser tú misma, sin máscaras ni mentiras de por medio.

Mientras hablaba, se pasó una mano por el cabello, un gesto nervioso que revelaba su vulnerabilidad. Y la intensidad de sus palabras hizo que ella sintiera una oleada de emociones. Sabía lo que él significaba para ella, pero también era consciente de las barreras que aún existían. Sin embargo, su sinceridad la animó a explorar la posibilidad.

—No es que no quiera darte una oportunidad —aclaró, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza—. Es solo que tengo miedo. Tengo miedo de que pase lo mismo que en Stowe, cuando, por un error mío, casi te pierdo. No quiero volver a enfrentar esa situación.

Jungkook asintió, comprendiendo la dificultad de su posición. Había estado pensando en lo mismo y sabía que no podía ignorar la angustia que sentía.

—Lo sé —murmuró, su voz llena de empatía mientras se acercaba un poco más, inclinándose hacia ella con cautela, como si no quisiera invadir su espacio—. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Quiero que exploremos esto juntos, sin presiones ni expectativas —Sus dedos rozaron suavemente los suyos sobre la mesa antes de retirarse con nerviosismo—. Si eso significa salir a citas, estoy más que dispuesto a hacerlo —Medio sonrió, un gesto tímido que iluminó su rostro por un momento, mientras la miraba directo a los ojos—. Recuerdo aquella promesa que nos hicimos en el parque de diversiones: si seguimos solteros a los veintiséis, nos daríamos una oportunidad. Bueno, aquí estamos. Aunque aún nos faltan unos años para esa edad, me encantaría que comenzáramos a hacer realidad esa promesa —confesó mientras inclinaba ligeramente la cabeza, observando su reacción—, empezando por las citas y viendo a dónde nos lleva.

El recuerdo de aquella conversación le hizo sonreír, y Megan sintió una mezcla de nostalgia y esperanza. Aquella promesa había sido un faro en medio de la confusión que había estado sintiendo, y ahora se sentía más real que nunca.

—Esa promesa... —murmuró, sintiendo el peso de sus palabras—. Nunca pensé que realmente llegaría este momento. Pero aquí estamos, y me asusta, pero al mismo tiempo, me emociona.

Se inclinó un poco hacia ella, su expresión más intensa y esperanzadora.

—Entonces, ¿podrías considerarlo? —Sus ojos buscaban los de ella con una sinceridad que la hizo sentir vulnerable—. Solo quiero que me des una verdadera oportunidad de demostrarte que puedo ser lo que necesitas.

Ella se mordió el labio, sintiendo un torbellino de emociones.

—No estoy segura de lo que siento por tu cuerpo, pero lo que siento por ti como persona no puedo ocultarlo —Sonrió mientras sus mejillas ardían—. Tal vez podría intentar abrirme a la idea de salir contigo, ver a dónde nos lleva esto. Pero, Jungkook, no quiero que esperes más de lo que puedo dar en este momento. Deberás ser muy paciente conmigo.

El pelinegro sintió un alivio inmenso al escuchar su respuesta. Aunque sabía que el camino sería complicado, había un destello de esperanza que le decía que estaban en la dirección correcta.

—Eso es más de lo que podría haber esperado —aseguró, una sonrisa cálida iluminando su rostro—. Solo quiero estar a tu lado y verte florecer en este proceso. Prometo ser paciente y darte el espacio que necesites.

Megan asintió, sintiendo que esa conversación había abierto un nuevo capítulo en su relación.

—Pero tengo que decirte que tengo miedo de que lo que hemos construido se rompa —agregó, sintiendo el peso de sus palabras—. No quiero que nuestra amistad se vea afectada si esto no funciona. Me aterra perderte de nuevo

—Megan... —murmuró, acercándose un poco más—, no me habrías perdido. Mi promesa de que nuestra amistad siempre se mantendrá, incluso si esto no sale bien, es real. Lo que sentimos el uno por el otro es valioso, y quiero que sepas que independientemente de lo que pase, siempre estaré aquí para ti.

El tono sincero de Jungkook la tranquilizó un poco, y sintió que había una verdad en sus palabras que podía aferrarse. La vulnerabilidad la envolvía, como una manta cálida en una fría noche de invierno. Era un momento frágil, pero lleno de promesas. Sin embargo, una parte de ella no podía evitar la sombra de la inseguridad.

—Jungkook, tengo que ser aún más honesta... —continuó, sus manos nerviosas jugando con la tela de su blusa, mientras él la miraba sorprendido de que aún le quedara más por confesar—. Tengo miedo. Miedo de hacer las cosas mal, porque... nunca he estado realmente en una relación. Todo esto va a ser muy nuevo para mí.

La sorpresa cruzó el rostro de Jungkook, y su mirada se suavizó al escucharla.

—¿En serio? —Su tono estaba lleno de curiosidad—. Pero te he visto con otras chicas, como con Thea en el bar y aquí en tu departamento. Pensé que eran novias.

Megan se sonrojó, sintiéndose demasiado expuesta.

—No, no éramos novias —aclaró rápidamente, el corazón latiéndole fuerte—. Solo tuvimos algo de dos días, o incluso menos. Ni siquiera me acuerdo bien...

La miró, impactado, tratando de procesar la información.

—¿Dos días? —repitió, sintiendo una mezcla de sorpresa y una punzada en su pecho—. Pensé que había algo más.

—No, nada serio —Negó con la cabeza, sintiendo que la verdad la liberaba y a la vez la sumía en la confusión—. Me sentía perdida en ese momento. La verdad es que me asusta pensar en una relación real.

—Así que realmente no ha habido nadie con quien hayas tenido un noviazgo antes de esto. Eso hace que lo que estamos comenzando ahora sea aún más especial, considerando todo lo que has sentido.

—No —musitó, sintiéndose vulnerable al revelarlo—. Y eso me asusta, porque no sé cómo funcionaría.

Jungkook se inclinó hacia ella, su voz suave y cálida.

—No tienes que preocuparte. No espero que seas perfecta. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, para que lo descubramos juntos.

—Eso me hace sentir más tranquila...

Lo miró, sintiendo el peso de su promesa, y una chispa de esperanza se encendió en su pecho. Pero la conversación no había terminado. Jungkook se aclaró la garganta, el tono de su voz se volvió más sincero, casi tímido.

—Megan, quiero que me hagas un pequeño lugarcito en tu vida —Se acercó un poco más, su mirada intensa reflejando una mezcla de ternura y deseo—. Prometo no ser una carga; solo quiero estar cerca de ti, sentirte —Mientras hablaba, su voz se volvió suave, casi un susurro—. Contar tus pestañas mientras duermes, observar esa sonrisa que me vuelve loco —Se detuvo un momento, dejando que sus palabras flotaran en el aire, y luego continuó—: Quiero ser contigo o de ti... 

Su mano buscó la suya, un gesto simple, pero lleno de significado, como si ya estuviera deseando estar a su lado en cada instante. Al escuchar las palabras de Jungkook, Megan sintió cómo el mundo a su alrededor se difuminaba, como si nada más existiera en ese momento aparte de ellos dos. Su corazón, que ya latía rápido, parecía haber encontrado un nuevo ritmo, uno irregular, dictado por el torrente de emociones que la invadía. Las palabras "quiero ser contigo o de ti" resonaban en su mente, repetidas como un eco que no podía silenciar. Era una declaración que la envolvía en una cálida confusión, una mezcla de deseo y miedo.

La imagen de Jungkook contando sus pestañas mientras dormía la llenó de una vulnerabilidad que no estaba acostumbrada a sentir. Esa cercanía, esa intimidad que él le ofrecía, la desarmaba. Sentía como si hubiera un abismo entre lo que ella creía conocer de sí misma y lo que estaba descubriendo en ese preciso instante. Era el tipo de conexión que siempre había deseado, pero ahora que estaba frente a ella, sentía miedo a que la desbordara, por lo que no sabía si tenía el valor de aceptarla.

El cosquilleo en su estómago crecía, una sensación de vértigo, como si estuviera al borde de un precipicio emocional. ¿Podía permitir que alguien la viera tan de cerca, tan completamente? Pero había algo en la forma en que Jungkook lo decía, con esa mezcla de ternura y deseo, que le hacía pensar que tal vez sí. Tal vez estaba lista para que alguien fuera "con" ella o "de" ella. Aunque el miedo seguía ahí, la promesa de lo que podría ser era aún más fuerte.

—Eso suena un poco... posesivo, ¿no? —Soltó una ligera risa nerviosa, sonrojándose—. Como si fueras a ser mi esclavo o algo así.

Jungkook sonrió, su mirada intensa y divertida.

—No es esclavitud —aclaró, acercándose tanto que casi sus narices se rozaban—. Es pertenencia. Y no puedo evitar desear ser completamente tuyo, Baker.

El aire se volvió denso con la tensión que surgía entre ellos, y Megan sintió un torbellino de emociones, la calidez de su confesión envolviéndola. Podía sentir el latido de su corazón resonando en sus oídos, y por un momento, todo lo que existía en el mundo era Jungkook y la conexión que compartían.

—¿Pertenencia? —repitió, su voz casi un susurro, sintiéndose cautivada y confundida a la vez—. Eso suena muy intenso.

—Lo es —confirmó, su mirada penetrante nunca alejándose de la de ella—. Pero es porque lo que siento por ti es real. Quiero ser parte de tu vida, no solo en las sombras, sino a tu lado, disfrutando de cada pequeño momento.

La sinceridad en su voz hizo que un escalofrío recorriera su columna vertebral. Era como si cada palabra lo acercara más a su corazón, desarmando las barreras que había construido.

Ella sonrió, sintiendo que había un nuevo nivel de confianza entre ellos.

—Está bien —murmuró, sintiendo una oleada de valor—. Intentaré darte ese lugarcito, y tal vez incluso te permita entrar un poco más.

Al escucharla, sonrió, el brillo en sus ojos iluminando la habitación.

—Eso es todo lo que puedo pedir —respondió, su voz cargada de emoción.

Jungkook respiró hondo, su expresión volviéndose más seria mientras profundizaba en sus sentimientos.

—Solo espero que seas sincera conmigo. Si en algún momento sientes que esto se está volviendo abrumador, por favor, dímelo. No quiero que te sientas atrapada ni que mis sentimientos te presionen de ninguna manera.

Lo miró a los ojos, sintiendo el peso de sus palabras. Sabía que había mucho en juego, y la honestidad era crucial.

—Lo prometo —Asintió, su voz suave, pero firme—. Si alguna vez me siento abrumada, te lo diré. Quiero que esto funcione, pero también necesito ser honesta contigo y conmigo misma.

Una sonrisa de alivio se dibujó en los labios de Jungkook al escuchar su promesa. Era un paso importante en su camino, y sabía que la comunicación abierta sería vital para construir la relación que ambos deseaban.

—Gracias —Su voz era cálida—. Solo quiero que vivamos un día a la vez. No hay prisa, deseo disfrutar de cada momento que compartimos juntos.

Megan asintió, sintiendo que sus palabras resonaban en su corazón. Había una tranquilidad en la idea de avanzar lentamente, de permitir que la relación se desarrollara naturalmente sin la presión de expectativas inmediatas.

—Estoy de acuerdo —respondió, una pequeña sonrisa surgiendo en su rostro—. Un día a la vez suena perfecto.

Ambos sonrieron, la conexión entre ellos fortaleciéndose con cada intercambio honesto. En la calidez de la cocina, se sintieron más cercanos que nunca, listos para explorar lo que significaba ser uno para el otro.

Jungkook sintió que el ambiente a su alrededor se cargaba de una energía suave y romántica. Mientras sus corazones latían al unísono, se inclinó un poco más hacia Megan, acercando su rostro al de ella. Parecía atrapada por la intensidad de sus grandes ojos oscuros, hasta sintió que su respiración se entrecortaba. Había algo hipnótico en su mirada; era como si pudiera ver cada rincón de su alma, cada emoción que había estado guardando.

El tiempo pareció detenerse, y todo lo que importaba era el momento compartido entre ellos. La calidez de la cocina se volvió un refugio acogedor mientras Jungkook se acercaba más. Ella podía sentir su cercanía, la suave fragancia de su piel y el ligero roce de su cabello desordenado.

—¿Puedo besarte?

Las palabras flotaron en el aire entre ellos, llenas de vulnerabilidad y deseo. Megan sintió que su corazón latía con fuerza, y en ese instante, todas sus inseguridades parecieron desvanecerse. Observó sus labios, el color rosado que contrastaba con la piel clara de Jungkook. Eran delgados, aunque el inferior era un poco más grueso, con dos piercings de metal brillante en el costado que capturaban la luz de manera hipnótica. Cada vez que hablaba, sus labios se movían con una suavidad que hacía difícil apartar la mirada.

Las palabras quedaron suspendidas entre ellos, cargadas de una mezcla de vulnerabilidad y un deseo que parecía crecer en cada segundo. Megan sintió cómo su corazón martilleaba en su pecho, el eco de ese atrevimiento resonando en sus oídos. Sus inseguridades, aquellas que siempre la habían acechado, se desvanecieron en ese instante. Solo existía ese momento, esos labios que la invitaban.

Ella levantó la mirada, pasando de su boca a sus ojos oscuros, tan llenos de emoción como de anhelo, y supo que la decisión ya estaba tomada.

—Sí —Su voz salió suave, casi un susurro—. Sí, por favor.

Fue suficiente para que Jungkook sonriera, su rostro iluminándose con una mezcla de alegría y deseo. Se acercó aún más, sus labios casi tocándose, compartiendo un instante de anticipación cargado de ternura. La distancia se acortó hasta que finalmente sus labios se encontraron en un beso suave, cálido y lleno de promesas.

Megan cerró los ojos, dejándose llevar por la suavidad de su toque. Era un beso delicado, como si cada uno estuviera explorando al otro por primera vez. Las emociones burbujeaban dentro de ella; la confusión, el miedo y el deseo se mezclaban en una danza armoniosa. Sentía que, con cada segundo que pasaban juntos, sus corazones se entrelazaban un poco más.

Jungkook, por su parte, se sintió como si estuviera flotando. El beso era todo lo que había deseado, una conexión que iba más allá de las palabras. Deseaba que este momento durara para siempre, sintiendo que, finalmente, estaban en el camino correcto.

Cuando se separaron, ambos permanecieron con los ojos cerrados por un breve instante, sonriendo al recordar la dulzura del contacto. Sus frentes aún estaban casi tocándose, y en la penumbra de la cocina, la atmósfera se sentía mágica, como si el tiempo se hubiera detenido solo para ellos.

—Eso fue... —comenzó Jungkook, su voz un poco temblorosa, lleno de felicidad—. ¿Lo sientes también?

—Sí —musitó, abriendo lentamente los ojos y encontrándose con su mirada intensa—. Lo siento.

La conexión entre ellos se hizo visible, como si hubieran sellado una promesa en ese instante. Ambos sabían que estaban en el umbral de algo nuevo y hermoso, y la calidez de sus corazones les decía que estaban listos para enfrentar lo que viniera, juntos.

Jungkook se separó un poco, observando cómo la expresión de Megan reflejaba una mezcla de nerviosismo y emoción. Había algo notable en el aire que lo hacía sentir seguro de que esto funcionaría. La forma en que la miraba, como si realmente la deseara, le hacía creer que estaban en el camino correcto.

—Estoy seguro de que esto va a funcionar. Nunca he sentido algo así, Baker.

Megan sintió que su corazón latía desbocado. No podía creerse que podría estar empezando su primera relación, y mucho menos que fuera con un hombre. La idea de estar con Jungkook la llenaba de emoción y ansiedad a la vez. Por un lado, sentía que todo lo que estaba experimentando era increíble, pero por otro, existía un temor latente en su interior. Nunca había sido deseada de esta manera, y la intensidad de su amor la hacía sentir vulnerable. Sin embargo, al mirarlo a los ojos, podía ver el amor y la sinceridad que había en él.

—Esto es inesperado para mí —admitió, con un ligero temblor en su voz—. Nunca imaginé que sentiría esto, especialmente por un hombre.

—Eso es lo que lo hace especial —Sonrió ampliamente—. Estamos creando algo único.

Sonrió, sintiendo un calor en su pecho al escuchar esas palabras. Había una parte de ella que quería dejarse llevar, pero la inseguridad seguía presente. ¿Podría ser capaz de manejar una relación real?

Mientras compartían esa burbuja de intimidad, Jungkook de repente se acordó de la realidad. Miró su reloj y se mordió el labio, sintiendo que el momento estaba a punto de terminar.

—Oh, debo marcharme —anunció, con un toque de resignación en su voz. La realidad de que ambos tenían clases en universidades diferentes al día siguiente hizo que Megan saliera de su trance.

—¿Ya? —preguntó, sintiendo que el tiempo había pasado volando.

Jungkook hizo una mueca de desagrado, levantando las manos como si fuera a rendirse.

—Sí, lo sé, es una pena que me saquen de aquí. Te veía tan perdida en mí que pensaba que podríamos hacer esto toda la noche.

El comentario de Jungkook la hizo arder por dentro, pero no de deseo, sino de vergüenza. Sintió un calor repentino subiendo por su cuello, tiñendo sus mejillas de un rojo intenso. Sabía que tenía razón, que se había perdido en él, en cada línea de su rostro y en la forma en que su voz la envolvía. Bajó la mirada, incapaz de sostener la intensidad de los ojos de Jungkook, y apretó los labios en un intento fallido de ocultar su incomodidad.

Sus dedos se crisparon en el borde de la mesa mientras una risa nerviosa escapaba de su garganta, pero no podía negar lo que él había visto. El simple hecho de haber sido tan transparente la hacía sentirse vulnerable, expuesta, como si todo lo que trataba de ocultar estuviera al alcance de Jungkook, que era tan atento.

—Voy a escribirte, así podremos seguir hablando.

—Eso suena genial —respondió, sintiendo que, a pesar de los nervios, había una emoción que la impulsaba hacia adelante.

Al notar que el momento de la despedida se acercaba mientras caminaban hacia la puerta, y que Megan parecía nerviosa por cómo hacerlo, se inclinó hacia la pelinegra, su rostro más cerca del de ella.

—¿Está bien para ti despedirte con un beso? —preguntó suavemente, su voz llena de ternura.

Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar sus palabras. La cercanía de él le hacía sentir que el mundo se detenía por un instante, y asintió lentamente, su corazón latiendo con fuerza.

Con delicadeza, Jungkook acercó su rostro al de ella y, al final, sus labios se encontraron en un beso suave y lleno de promesas. Era un beso que hablaba de lo que habían compartido esa tarde y noche y de lo que aún estaba por venir. Al separarse, sus miradas se encontraron, y ella pudo ver la sinceridad en sus ojos.

—Te veo pronto, Baker —murmuró, tratando de sonar casual, pero el brillo en sus ojos revelaba la verdad de sus sentimientos.

Mientras se dirigía hacia la puerta, una sensación de calidez y deseo permanecía en el aire. Sabía que estaban en el camino de algo hermoso, y aunque los nervios seguían presentes, también lo hacía la esperanza de que su relación floreciera, inesperada y emocionante.

Con cada paso que daba hacia la puerta, Jungkook se volvió una última vez, lanzándole una mirada que prometía más momentos como este, más risas, más sonrisas. Era un comienzo, un capítulo que apenas empezaban a escribir juntos. Aunque había incertidumbre en el futuro, la luz de sus corazones les decía que lo enfrentarían juntos, un día a la vez. Este era el momento de darse una verdadera oportunidad.

¡Hola!

¡AL FIN NUESTROS PROTAGONISTAS ESTÁN JUNTOS! ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Les gustó la conversación que tuvieron? ¿Ya quieren leer la primera cita?

Ahora quiero informarles que al fin he podido salir del bloqueo de esta historia, ya que está el hecho de que me cuesta bastante escribir estas tramas más centradas en el romance, quienes han leído más historias mías saben que estoy acostumbrada a escribir tramas un poco "oscuras" por así decirlo JAJAJ pero ahora estoy super inspirada con esta historia y avanzando rápido, por lo tanto, quiero empezar a actualizarles todos los sábados y hasta algunos fin de semanas darles dos actualizaciones, ¿qué opinan? Solo espero leer muchos comentarios en los capítulos para así lograr motivarme, ya saben que amo leerlos, además a partir de ahora se vienen capítulos más extensos jujuu

Y por cierto, como dije que estoy avanzando también quiero decirles que faltan como unos 15 capítulos para el final, hasta puede que un poquito más, ya que como dije, sí logré inspirarme para alargarla. De todas maneras se lo estaré informando por Instagram (__cocainepink), como también seguiré dándole cada tanto pequeños spoilers como les di de un diálogo de este capítulo
Espero que disfruten de los capítulos que se vienen, y no se preocupen que esta vez no van a durar solo 1 capítulo juntos Megan y JK JAJAJAJA

Espero que les haya gustado el nuevo capítulo, si es así no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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