O28 | AMISTAD

¿Una madre debería ser la persona con la que te sientas segura? ¿Donde sepas que nada puede dañarte? ¿Donde puedes ser tú sin miedo alguno? Megan siempre se lo preguntaba, cada vez que veía el tipo de relación que alguien cercano a ella tenía con su madre, detestándose por sentir envidia por más que no quisiera. Pero es que, ¿qué pasa cuando esa persona que es tu madre solo ve defectos sin importar cuánto te esfuerces?

Solo había anhelado que por un minuto, esa tarde que supo lo que tanto se esforzó por seguir ocultando, ella pudiera cumplir con su papel de madre. Decirle que todo estaría bien, sin importar nada más, quitándole sus miedos. Pero el tiempo pasaba. Poco más de un mes. Y aun así, no volvió a cruzar palabra con ella, dejando claro su rechazo.

Su padre se comunicaba con ella, buscando saber cómo estaba, y así Megan sabía cómo estaba su madre, enterándose de que quería que empezara terapia. Georgia creía que así podría "curarse".

—¡Estoy agotado! —exclamó, tomando asiento, Taehyung, que anteriormente había ido al baño.

Ambos se encontraban en la cafetería Bon matin, donde solían ir seguido. Aquella tarde, Taehyung había insistido en ir por más que Megan solo quería marcharse a su departamento, pero acabó aceptando y conduciendo.

—Quita esa cara.

La pelinegra, que estaba dándole un sorbo a su batido, lo observó arrugando más el rostro.

—¿Cuál?

—De mierda —respondió apuntándola—. Esa que tienes ahora.

—¡Déjame en paz! —exigió molesta—. Todo me está saliendo tan mal.

—Ni me digas —Al recibir una mala mirada de su parte, sonrió inocente—. ¿Aceptarás lo de la terapia?

—¿Qué se supone que le diga al llegar? ¿"Hola. ¿Estoy aquí porque me gustaría poder curar mi lesbianismo"?

Mmm. No creo que vaya a poder deshomosexualizarte —comentó pensativo—. Además, ¿siguen existiendo ese tipo de terapias?

—Ya lo sé. No pienso ir.

—Solo olvídate de ella. Piensa en que al menos a tu padre no le importa y sigue amándote como antes —Se encogió de hombros—. Puede que con el tiempo tu madre lo asimile y deje esos pensamientos de mierda.

—Ojalá fuera tan fácil —Suspiró—. Pero tampoco quiero seguir provocando más problemas entre ellos.

—No es tu culpa, Meg.

—Claro que lo es. Desde que lo supieron, no están bien.

—¡Pero no es tu culpa! —recalcó alzando un poco la voz—. Es la de tu madre por tener la mente tan cerrada.

—Pero si llegaran a divorciarse, ella me odiaría aún más.

—A pesar de todo, no creo que te odie —opinó haciendo una mueca—. Y si llegara a pasar algo así, sería también su culpa. Es normal que tu padre no pueda aceptar ese rechazo, cuando tú eres su hija, así que deja de culparte —Apoyó la mano en su muñeca, ejerciendo algo de presión, mientras ella lo miraba angustiada—. Quizás hasta algo así podría hacerla reaccionar, que deje la religión a un lado y pueda reflexionar un poco.

Megan bajó la mirada, pensando en aquellas palabras dichas por su mejor amigo. Deseaba que todo pudiera ser más fácil, ya sea para su madre o para ella aceptar su rechazo, así como sonaba cuando Taehyung la aconsejaba, pero aún ni siquiera sabía cómo asimilar que ya no había comunicación de su parte. Algunas veces tenía el impulso de llamarla, pero el solo recordar sus palabras tan hirientes, las que podría seguir recibiendo, hacía que se llenara de temor y dejara su celular a un lado.

El saber que sus padres estaban teniendo problemas por ella, cada vez la preocupaba más, como también lograba que hasta ella misma llegara a odiarse. Por lo tanto, sí había llegado a pensar en lo que su madre dijo, pero su padre no estaba para nada de acuerdo y solo logró molestarlo más, como también que ella al hablar con su mejor amigo se diera cuenta de que no podría ser jamás una opción.

¿Si tan solo dejaba el tiempo pasar, algún día su madre podría llegar a aceptarla?

—Ya, mejor hablemos de otra cosa —pidió frustrada—. ¿Cómo llevas lo de Marie?

Taehyung apartó su mano mientras llegaba a fruncir de manera ligera sus labios, pareciendo pensativo.

—No lo sé. Esta primera semana sin ella, fue algo...—frunció el ceño, intentando encontrar la palabra correcta—. ¿Extraña? Extraña, pero a la misma vez me sentí aliviado. No sé cómo explicarlo —Suspiró, masajeando su frente—. Me escucho y me siento un hijo de puta.

Su mejor amiga tan solo lo miraba, pensando en qué podría decir que lo ayudara a quitar ese pensamiento.

—No creo que lo seas por sentirte así. Supongo que puede ser normal —opinó encogiéndose de hombros—. Por algo la decisión que tomaron.

El castaño asintió.

—Creo que fue lo mejor, aunque todavía no logro poner en orden mis sentimientos, ¿sabes?

—Solo han pasado unos días. Relájate un poco.

—Lo sé, pero es que sigo sintiéndome muy extraño. En algunos momentos me preocupa el tiempo que decidimos darnos, y en otros me siento aliviado —explicó haciendo una mueca—. ¿Ella se sentirá igual?

Megan se encogió de hombros.

—Quizás. Fue ella la que decidió tocar ese tema, así que... Puede ser.

—La amo —murmuró tímido, llamando su atención—. No quiero terminar definitivamente. Solo espero que el tiempo pase, que ambos nos demos cuenta de que sí seguimos enamorados y volver a estar juntos.

—Pero esta vez deberían dejarse su espacio, ¿no crees?

Asintió rápidamente.

—Tendríamos que cambiar varias cosas para que no vuelva a tornarse monótono y nos asfixiemos otra vez.

—Regresarán —aseguró, siendo ella esta vez la que apoyó la mano en su muñeca, regalándole una media sonrisa.

Por un momento pensó en continuar con esa conversación, pero temía que Taehyung supiera lo que cruzaba por su cabeza y causarle inseguridades que no tenía al respecto. Además, solo era una simple sospecha de su parte y estaba segura de que estaba equivocada respecto a Marie, ya que su amigo confiaba plenamente en ella.

La campana de la puerta sonó al entrar más personas, pero Taehyung se concentró en su té mientras que Megan en su batido, ambos quedándose en un cómodo silencio. Ella estaba perdiéndose de nuevo en sus pensamientos, como sabía que su mejor amigo también, solo que él, lo que sucedía con Marie, hasta que lo vio abrir los ojos a la par al dirigir su atención a la fila de personas que iban a ordenar para llevar.

—¿Qué mi...?

Quería saber qué lo había hecho reaccionar así, pero al voltear a ver lo mismo que él, sintió cómo se estremecía.

Jungkook se encontraba en esa corta fila de tres personas, llevando una mochila, mientras tenía toda su atención en su celular y se mordía el labio inferior, permitiéndole notar que parecía algo ansioso. Hasta masajeaba su nuca con la mano libre, lo que le hacía preguntarse si acaso estaba apurado o qué podría ser lo que lo tuviera de esa manera. Pero lo que más terminó llamando su atención fue darse cuenta de que ahora llevaba su cabello corto.

No apartó la mirada de su celular, hasta que tocó su turno, lo que hizo que reaccionara y sonriera tímido antes de ordenar.

—¡Jungkook! —exclamó luego de un rato y levantándose, Taehyung.

—¡¿Qué haces?! —preguntó entre dientes.

Estaba poniéndose histérica, queriendo poder esconderse al ver cómo, Jungkook, al llevar ahora un vaso de café en una de sus manos, con la intención de marcharse, fijó su mirada en ellos.

—Qué bueno encontrarte aquí —Taehyung palmeó su hombro—. ¿Cómo estás? No contestaste mis mensajes.

—Bueno, ya sabes cómo soy. Se me pasó —respondió fijando su mirada en Megan, que se acercaba nerviosa—. Hola.

—Tu cabello...

Taehyung se golpeó mentalmente, llegando a blanquear los ojos y sentirse frustrado por aquella reacción de su mejor amiga. La tensión era demasiado evidente, tanto así, que hasta él estaba incomodándose, por lo que no podía creerse que fuera lo primero que dijera.

—Sí, olvidé mencionártelo el otro día —habló Taehyung, por lo que el pelinegro frunció el ceño.

—¿Olvidaste? ¿Qué? ¿Hablaron de mí? —interrogó extrañado, logrando que Megan observara molesta a su mejor amigo.

—¿Saben qué? Recordé que tengo que hacer algo, así que es mejor que me vaya —informó nervioso, acercándose a la mesa para tomar su celular.

—P-pero yo te traje...

—¿Y? No es como si no viviera a dos cuadras y por eso me guste venir aquí —refutó con ironía, palmeando su espalda—. Paga por mí y llámame, Meg. Te veo pronto, JK.

Se despidió de ambos, pero antes de cruzar la puerta, volteó, observando con una sonrisa de picardía a Megan, la cual parecía estar intentando mantener la calma y no golpearlo. Pero en eso, fue consciente de que Jungkook la miraba algo desconcertado.

—Oh...—soltó una risilla nerviosa, sintiéndose arder y pensando qué decir, ya que parecía estar esperando una respuesta a su pregunta—, es que le pregunté sobre ti hace unos días.

Aquello hizo que él desviara la mirada mientras medio sonreía, por lo que Megan sintió un cosquilleo en su estómago y más nervios.

Mmm. Lo siento. Si tienes algo que hacer...

—¿Puedo sentarme? —la interrumpió, apuntando la silla donde antes estuvo sentado Taehyung.

—Oh, ¡claro que sí! —exclamó con cierta intensidad que lo sorprendió, por lo que al darse cuenta de eso, se sintió arder de la vergüenza—. Siéntate.

Ambos lo hicieron. Jungkook dejando su mochila a un lado mientras Megan tan solo lograba ponerse más nerviosa al no saber qué decir.

—¿Cómo es...?

—Iba a escribirte —volvió a interrumpirla, pero esta vez ella solo abrió los ojos a la par—. De hecho, estaba pensándolo hasta hace un momento que te vi.

Jungkook desbloqueó el celular, enseñándole que estaba justo en su conversación, pero ella terminó frunciendo el ceño al notar que había borrado los mensajes, restándole importancia al ver luego que la tenía agendada como "Baker".

—¿Baker?

—Bueno, me has dicho que no te gusta que te llame Megan porque parece que estoy molesto contigo —respondió algo nervioso, volviendo a dejar su celular en la mesa.

—Sí, tienes razón —Asintió soltando una risilla—. ¿Y por qué ibas a hablarme?

—Es que junté algo de dinero. Sé que estos primeros pagos no serán muy grandes, pero es que también debo devolverles a Emmaline y Taehyung —explicó haciendo una mueca—. Pero, de todas maneras, cuando termine mi deuda con ellos, prometo que mis pagos serán más grandes, ¿sí?

—Jungkook, relájate. No te frustres por eso, porque tampoco es como si lo necesitara justo ahora —refutó encogiéndose de hombros—. Te diría que puedes tardarte hasta que cumplas con ellos, pero sé que eres cabeza dura, así que lo que puedas está bien por más poco que lo consideres.

—Gracias, supongo.

Se quedaron en completo silencio, siendo conscientes de que eso no ayudaba para nada con la tensión que, al contrario, estaba aumentando. Pero es que Megan no podía dejar de mirarlo, no solo sorprendida de su nuevo corte de cabello, sino también porque no podía creerse tenerlo otra vez frente a ella y que le hablara de lo más bien.

Pues, si de algo era consciente, es de que muchas personas eran temporales, por lo que era algo a lo que debía acostumbrarse, así que comenzó a pensar que Jungkook se trataba de una de ellas. Y por más difícil que se le hacía en un comienzo, lo estaba asimilando con los días que pasaban, perdiendo la esperanza de que pudiera cumplir con su promesa de retomar la amistad, más al pasar un mes.

—¿Cómo has estado? —Jungkook preguntó luego de un rato de silencio.

—Bien. Sí, bien —Asintió, intentando sonar segura.

No iba a decirle todo lo que sucedió acerca de sus padres cuando él salió de su casa en Stowe, ya que apenas estaban volviendo a hablar y no quería que todo se tornara mucho más incómodo. Mientras tanto, Jungkook pasó la lengua por el interior de su mejilla a la vez que desviaba la mirada. Le creía, y se preguntaba cómo es que pudo estarlo, aunque sea esos primeros días. Se sentía demasiado estúpido por ser tan sensible.

—¿Y tú? —preguntó volviendo a llamar su atención.

Jungkook soltó un suspiro, comenzando a jugar con el borde de la servilleta, lo que hizo que ella frunciera el ceño al notar sus nervios.

—He sentido miedo.

—¿Miedo? ¿Por qué?

—De que con el pasar de los días, ya no te importara ni siquiera la amistad, que no llegaras a pensarme ni un poco, que no te interesara saber absolutamente nada sobre mí —respondió angustiado y algo nervioso—. Como también miedo de que pudiera suceder algo entre tú y Heather, y pensaras que en verdad aceptarme fue un error. No lo sé —Suspiró masajeando su nuca con una de las manos, sin soltar con la otra la servilleta—. Creo que he sobrepensado demasiado, pero en verdad tenía o tengo miedo de perderte por completo.

—¡¿Qué cosas dices?! Yo pienso siempre en ti y hasta tenía miedo de que ni siquiera quisieras conservar una amistad por mi error, Jungkook —confesó llevando la mano a su brazo, mientras él la observaba sorprendido—. Además, lo de Heather es estúpido. Ella jamás se fijó, ni va a fijarse en mí de esa manera, por más que lo intenté todo para que pudiera suceder —Chasqueó la lengua—. De todos modos, es muy difícil, casi imposible que alguien pueda hacerlo.

—No digas eso. Al contrario, es fácil enamorarse de ti, Baker —aseguró con una media sonrisa—. Verás que cuando menos te lo esperes, llegará esa mujer que lo haga, así como yo lo hice, aunque conmigo nunca hayas tenido la intención de que algo así pase.

Megan bajó la cabeza, sintiendo su rostro arder mientras se esforzaba por poder reprimir la sonrisa, ya que la intensa mirada de Jungkook estaba puesta en ella, a pesar de que tenía sus mejillas sonrosadas ante la confesión que hizo.

—Sé que muy probablemente no debería, pero me gustaría saber algo —mencionó, apartando la mano.

—¿De qué se trata?

—Si ya no estás molesto conmigo —respondió haciendo una mueca—. Si puedes cumplir con tu promesa.

—¿Acaso no me has escuchado? He tenido miedo de perderte.

—Entonces, ¿eso significa que podemos retomar la amistad? —preguntó ilusionada—. ¿Ya no te sientes molesto ni decepcionado conmigo?

—Aposté a todo eso porque sentía tanto por ti, y lo sabes, así que como te dije la última vez, eso me llevó a forzar las cosas, que tú sintieras que lo mejor era ocultarlo para no lastimarme. Es mejor dejar todo eso atrás —habló con un intento de sonrisa—. No quiero seguir con esta estúpida distancia que no me hace bien. Retomemos la amistad.

—Oh, Dios, qué alivio escuchar eso —murmuró pasando las manos por el rostro, sin poder reprimir la sonrisa—. Amigos otra vez.

Megan, conservando la gran sonrisa, estiró su mano. Jungkook la observó por un momento, pero acabó tomándola, intentando devolverle la sonrisa.

—Yo...—Jungkook volvió a hablar, apartando la mano e inclinándose para tomar la mochila— Debo estudiar para un examen que tengo en unos días.

—Oh, está bien.

—En verdad, gracias por haberme prestado el dinero —mencionó entregándole un sobre blanco, que ella miró algo sorprendida, a pesar de que ya antes le había dicho que tenía una pequeña parte del pago.

—Tampoco es que no hayas tenido que ayudarme a cambio.

—Ya, lamento si lo arruiné al final.

—Relájate. Tú mismo dijiste que dejemos atrás lo que sucedió.

—Cierto.

Jungkook tomó una profunda bocanada de aire, levantándose mientras tomaba una de las correas de la mochila, por lo que Megan también se levantó, acercándose tímida al sentir su mirada.

—Bueno. Supongo que nos veremos un día de estos.

—Claro. Espero verte una de estas noches en el club.

—Allí estaré.

Sonrió, teniendo la intención de acercarse más, pero Jungkook tan solo llevó la mano a su hombro, llegando a acariciarle para luego pasar por su lado y comenzar a caminar hacia la salida, dejándola algo decepcionada al haber creído que esta vez le daría un abrazo. Uno que, de alguna manera, sentía que necesitaba y solo de su parte.



















(...)



















Era una noche de sábado, por lo que Taehyung propuso ir al bar. Esta vez, Megan aceptó, ya que ahora sabía que Jungkook podía verla y retomaron su amistad. Hasta sentía una pequeña emoción al saber que lo vería, y podrían hablar como siempre, por lo que se había apresurado a arreglarse. Y una vez que llegaron, no podía borrar la sonrisa del rostro, esperando el momento en que se vieran, ignorando la conversación que tenía su grupo de amigos.

Cameron y Jonathan se habían encontrado con unos amigos, por lo que se alejaron, dejando a Taehyung y Megan que bebían sentados en los taburetes frente a la barra. Ella observaba cómo Jungkook, que estaba a unos metros, preparaba un trago mientras conversaba con dos jóvenes.

—Míralo. Con los demás conversa tranquilo y hasta se ríe como si nada —mencionó indignada, Megan.

Chasqueó la lengua, decidiendo acabar su vaso de un gran sorbo.

—¿Cuál es la sorpresa? Jungkook siempre ha sido demasiado extrovertido.

—Pero a nosotros no se nos acerca.

—¿Para qué quieres lo haga?

—Para conversar, yo qué sé —se encogió de hombros—. Dijo que ya volvimos a ser amigos, pero no se ha acercado ni a saludarme.

Su indignación aumentaba al ver cómo reía de algo que le decían mientras llenaba sus vasos.

—Oh, ya sé —llamó su atención, por lo que giró a verlo con el ceño fruncido—. Tú estás celosa.

—¡¿Celosa?! —alzó la voz mientras arrugaba el rostro—. ¡¿Por qué lo estaría?!

—Porque no deja de hablar y sonreír todo seductor con esas chicas tan lindas, mientras que a ti ni te voltea a ver.

Megan lo observó aún más indignada, notando cómo Taehyung parecía divertirse con la situación. Volvió su atención a Jungkook, el cual limpiaba sus manos con el paño, asintiendo a lo que una de ellas decía, conservando la sonrisa, lo que hizo que fuera consciente de aquella punzada en su estómago. Esas mismas sensaciones que la invadieron las veces que había visto a Heather con alguien más, lo que hizo que terminase tensándose y decidiera dejar de mirarlo, masajeando su nuca.

No podían ser celos. Necesitaba alguna otra explicación.

Solo sabes hablar estupideces, Taehyung.

Ajá.

—Ya, cállate.

—Te gusta Jungkook —aseguró provocando que diera un respingo.

—Cállate.

—Lo veo en tus ojos, así como lo veo en los de él que le sigues gustando.

—Pero si acabas de decirme que ni siquiera voltea a verme —replicó molesta—. Decídete, idiota.

—Solo está tratando de ignorarte, pero en la cafetería noté que sigue todo idiota por ti.

—Ya, solo somos amigos.

—Oh, vamos. La amistad entre el hombre y la mujer no existe...

—Pero nosotros dos...

—Al menos que uno de los dos considere al otro horrible, una mala persona, o, como en nuestro caso, que tú hasta ayer eras demasiado lesbiana, además de que te considero insoportable —explicó con una sonrisa inocente al ver que parecía tan solo lograr que se indignara más—. Sin ofender.

—¡Solo cállate de una vez, idiota!

—¿Por qué pelean?

Megan, al escuchar esa voz, dio un respingo, mirando hacia el frente donde se encontraba Jungkook. Su cabello oscuro estaba echado hacia atrás y dividido, pero algunos mechones desordenados empezaban a caer por su frente, resaltando así sus grandes ojos oscuros que los observaba con curiosidad. Llevaba las mangas de su camisa blanca dobladas hasta sus antebrazos, enseñando su brazo tatuado, el cual apoyó en la barra.

—S-solo por las estupideces que dice Taehyung.

—Oye, ¿qué tanto hablabas con esas chicas? —preguntó curioso.

—Nada. Solo estaban contándome una anécdota.

Ajá, anécdota —Asintió sin creerle—. Demasiado divertida, ¿no crees, Megan?

Taehyung observó a su mejor amiga, esperando que lo apoyara, pero ella solo arrugó el rostro por el desconcierto.

—¿Ahora entiendes? —Se dirigió a Jungkook, el cual negó con la cabeza mientras soltaba una risilla.

—Por supuesto.

—Ya que estás aquí, ¿me darías un shot?

Él medio se sorprendió, mirando a Taehyung que negaba con la cabeza, lo cual le desconcertó, pero pensó que quizás debería obedecerle, hasta que al volver la mirada a ella, notó su sonrisa, lo cual le hizo suspirar al no ser capaz de negarse.

Jungkook había volteado para tomar una de las botellas que estaban en el estante, lo que hizo que la sonrisa de Megan se ensanchara al ver cómo le servía el shot.

—¿Tú quieres? —se dirigió a Taehyung, que terminó aceptando.

El pelinegro continuó con su trabajo, haciendo que Megan se sintiera bastante frustrada consigo misma por desear que estuviera más tiempo con ellos, dándole atención como hacía tanto no sucedía por el distanciamiento. Eso la había llevado a que actuara impulsivamente, llegando a beber más de lo que debería, algo a lo que antes estaban acostumbrados sus amigos.

—¡Megan! —exclamó despeinando su cabello, Cameron, el cual estaba a un lado de su novio, Jonathan, que reía al notar que su amiga parecía no estar tan bien—. ¿Ya bebió de más?

—¡Claro que no! Estoy bien.

—Bien ebria —Taehyung comentó antes de acabar su shot.

Megan solo le dedicó una mala mirada.

—Bueno, nosotros ya nos vamos porque quedamos en ir a la mañana a la casa de mis suegros —informó Jonathan.

Cameron le dio un pequeño abrazo por la espalda a Megan, la cual medio sonrió, para luego despedirse de Jonathan. Cuando ellos se iban, observó a Jungkook conversar con un compañero de trabajo, hasta que notó su mirada, lo cual hizo que diera un respingo al haber sido descubierta, por lo que decidió levantar su vaso como si en realidad lo mirase por querer otro shot.

—¡Ya no bebas más, idiota! —reprochó molesto—. Luego tengo que ser yo el que cargue contigo.

—Así como yo he cargado contigo.

—Pero...

—Cállate —masculló al ver que se acercaba Jungkook.

—Ya llevas demasiado, ¿no crees? —preguntó tomando la botella que había dejado abajo en el mostrador.

—Y tú ya deberías estar acostumbrado, ¿no crees?

Había decidido no decirle nada, aunque no le gustase que siguiera bebiendo al notar que estaba haciéndole efecto el alcohol, pero aun así le sirvió para continuar con su trabajo, dedicándole una última mirada antes de alejarse, lo que no notó para nada la fémina.

Los minutos siguieron pasando, mientras que ella acabó el shot, apoyando los brazos en la barra al sentirse cada vez más agotada, sin notar para nada cómo su mejor amigo no soltaba el celular.

—Carajo, ¿quién es ese idiota? —preguntó molesto.

—¿De qué hablas?

Megan apoyó la cabeza en los brazos, cerrando los ojos al estar algo mareada.

—¡Míralo!

Al notar el brillo, abrió con dificultad los ojos, encontrándose con la pantalla del celular de Taehyung, lo que hizo que arrugara el rostro. Por más que intentase, no lograba visualizar con claridad la fotografía que le mostraba.

—Ah, está bien...

—¡¿Que está bien?! —alzó la voz, mostrándose histérico—. ¡¿Marie sube una historia con un idiota y tú dices eso?!

—Y-ya, mejor cállate —ordenó con algo de dificultad—. No me siento muy bien.

—¡Claro que no! Bebes como idiota y luego terminas así viéndote como la mierda —Chasqueó la lengua, observando nuevamente la fotografía—. ¿Quién carajos eres tú? Ni siquiera eres tan guapo...

—¡¿Por qué siempre me dices cosas tan horribles?! —preguntó lloriqueando.

—Ah, no me digas que vas a ponerte sensible. Mejor duérmete.

—¡Siempre eres así! —continuó lloriqueando—. Jungkook me decía que me veía bonita.

Megan continuaba con su lloriqueo mientras que Taehyung la ignoraba, intentando saber de quién podría tratarse aquel pelirrojo que salía en una historia junto a su exnovia, al no tener cabeza para nada más a causa de los celos, por lo que llegó a escribirle.

—Oh, Dios, ¡¿qué me pasa?! —preguntó mirando a su alrededor, intentando sostenerse de la barra—. ¡Solo quiero llorar!

Intentaba llamar la atención de su mejor amigo, pero él solo la ignoraba al seguir concentrado en su celular, por lo que acabó volviendo a apoyar la cabeza en sus brazos, sintiéndose cada vez más exhausta. Así pasaron unos pocos minutos hasta que Taehyung volviera a hablar.

—Ah, Megan, vámonos —ordenó volteando a verla al dejar el celular, girando a verla al no recibir respuesta—. ¡Megan! ¡Vamos, no me digas que te has dormido!

Taehyung sacudía su brazo, pero al casi lograr que se cayera, intentó sostenerla con fuerza.

—Mierda, mierda...—masculló intentando mantenerla en el taburete—. Cuando más te necesito, mira cómo estás.

—Hey, ¿Megan está bien? —al escuchar esa voz, volteó encontrándose con Jungkook que llevaba una mochila y se acercaba pareciendo algo preocupado.

—Sí, solo se durmió.

—Oh, está bien —medio sonrió pareciendo algo aliviado—. Ya están por cerrar, así que deberían irse.

Taehyung abrió los ojos a a la par, observando a su alrededor, sorprendido al notar que ya no quedaban muchas personas.

—¿Puedes ayudarme con ella, por favor? —preguntó haciendo una mueca—. Estoy en una situación muy importante, y que esté así no me ayuda para nada. Necesito salir ahora.

—¿Qué quieres que haga y en qué situación estás? —indagó curioso, alzando una ceja.

—Cargarla —respondió con una sonrisa—. Necesito ir a conversar con Marie.

—Pero ¿ustedes no se tomaron un tiempo?

—Sí, bueno, pero pasó que...—Suspiró frustrado, decidiendo callarse—. ¿Puedes ayudarme de una vez? Necesito salir porque debe estar esperándome y no puedo cargar con mi mejor amiga ebria justo ahora.

Al notar su frustración, suspiró mientras asentía, acercándose a Megan. La observó por un momento, preguntándose por qué debía en su mayoría de veces terminar de esa manera. Pero aun así, teniendo la llave de su coche en una de las manos, la cargó en sus brazos, escuchándola soltar un quejido mientras apoyaba la cabeza en su hombro.

—Vamos.

—Gracias, JK.

El castaño apresuró su paso, buscando las llaves del coche en el bolsillo de su pantalón, pero en eso, al salir, se sorprendió al ver a Marie acercarse.

—Taehyung...

—Espérame un momento —pidió apresurando su paso para acercarse a su exnovia.

—¡Pero rápido!

Jungkook observó cómo Taehyung y Marie se alejaban unos cuantos metros, mostrándose demasiado serios, como si estuvieran molestos entre sí, lo que hizo que sintiera cierta curiosidad. Quería poner atención y saber qué podría suceder, pero el estar cargando con Megan, escucharla soltar quejidos que le hacían saber que estaba incómoda y no podía descansar como quería, no se lo permitía.

—Mierda, apresúrate, Taehyung.

Estaba comenzando a perder la paciencia, más por el hecho de que llevaba rato cargando con Megan, la cual balbuceó llamando de nuevo su atención, a pesar de que no logró entenderle.

—Tranquila, ya podrás descansar.

Suspirando, dirigió su mirada nuevamente a Marie y Taehyung, dándose cuenta de que el rato que dijo que tardaría, no sería solamente eso. Estaban discutiendo y hasta quienes pasaban los volteaba a ver, por lo que se sintió cada vez más frustrado.

—¡Taehyung! —alzó la voz con la intención de acercarse, pero volvió a escucharla balbucear como soltar otro quejido—. Lo siento. Lo siento —murmuró arrepentido—. Mierda, ¿qué hago? ¿Por qué debo meterme en estas situaciones?

Estaba comenzando a desesperarse, más por el hecho de que comenzaba a cansarse de cargarla. Bajó la mirada, observando cómo su rostro estaba cubierto por su cabello y continuaba durmiendo, a pesar de mostrarse tan incómoda.

—Al carajo, te llevaré yo.

Decidido, volteó para comenzar a caminar hacia su coche. Al estar en frente, con la llave que tenía en una de las manos le quitó el seguro, y mientras la escuchaba quejarse, abrio la puerta del coche para colocarla en el asiento. Megan se recostó sintiéndose más cómoda, por lo que él cerró la puerta para subirse del lado del piloto, sacando su celular para enviarle un mensaje a Taehyung, informándole que él se encargaría de llevar a Megan a su departamento porque no quería interrumpirlo, ni que ella tuviera que esperar en el coche cuando se encontraba discutiendo con Marie.

Así condujo por minutos en completo silencio, mirándola por momentos para saber que seguía bien. Una vez que llegaron, la cargó nuevamente, frustrado al ver las escaleras que tendría que subir, aunque agradecía que fuera el segundo piso.

Una vez que estuvo frente a la puerta, exhausto, observó agotado a Megan.

—Lo siento —musitó tomando la decisión de dejarla sentada a un lado de la puerta.

Le quitó el bolso, buscando en este las llaves, pero al escuchar un estruendo, abrió los ojos a la par, observando cómo la fémina se había caído de lado, soltando un quejido seguido de un lloriqueo al golpearse la cabeza.

—Mierda, qué estúpido —masculló molesto consigo mismo por no haber estado más atento.

Rápido se apresuró a abrir la puerta, tomando las llaves para así poder acercarse otra vez a Megan, cargándola junto a su bolso.

—¿J-Jungkook? —la escuchó decir, por lo que detuvo el paso, bajando la mirada. Su rostro estaba cubierto por su cabello.

—Sí, soy yo.

—Te extraño...—musitó aferrándose a su chaqueta, lo que hizo que él se sorprendiera.

—Ya, te golpeaste la cabeza por mi culpa. Tranquila. Ahora podrás descansar.

No podía creerle esa confesión, además de que ya estaban bien y Megan continuó balbuceando sin sentido. Cerró la puerta empujándola con el pie, dirigiéndose luego a la habitación de la fémina, pero al entrar, abrió los ojos a la par al ver el peluche grande de conejo que estaba en la cama.

¿Kook?

A pesar de que lo había detestado por ratos en el parque de diversiones, ya que Megan lo había colocado en medio de ambos, no pudo evitar sonreír al verlo.

—Sí cumpliste con tu palabra —murmuró conservando la sonrisa—. Bien, ya puedes descansar tranquila.

Jungkook la recostó en la cama a un lado del peluche, colocando la rodilla sobre el colchón para ser más cuidadoso con ella, ya que seguía sintiendo culpa por el golpe en la entrada de su departamento. Pero en eso, sintió cómo lo tomaba con fuerza del brazo, y en un descuido, terminó sobre ella.

—Quédate...

—No, no. Descansa.

Jungkook se había hecho rápido a un lado, queriendo levantarse, pero sintió cómo volvía a tirar de su brazo mientras lloriqueaba. Quiso forcejear, pero en un movimiento rápido, sin saber de dónde sacaba fuerza al estar tan mal, terminó apoyando la cabeza en su pecho, aferrándose con fuerza a su cuerpo, como esas veces que durmieron juntos.

—Q-quédate conmigo.

La había escuchado murmurar con algo de dificultad, y suspirando con frustración, llevando una de las manos a su frente para masajearla, terminó por darse por vencido. Pensaba en que estaba muy mal como para saber lo que estaba haciendo. Por lo tanto, solo se quedaría hasta que notara que estuviera descansando para poder marcharse y así ahorrarle la vergüenza cuando despertase.

No podía evitar pensar en cuánto había extrañado estar así con ella, porque por más tiempo que se hubiera tomado y cuánto esfuerzo por superarla, se daba cuenta de que fue en vano. No podía dejar de pensar en ella, ni siquiera cuando dormía, ya que era como si su imagen danzara en sus sueños, como un eco suave y tierno.

¡Buenas! Al fin tocó actualización antes de tiempo, todo gracias a boggdanovic, aunque fue porque le envié un audio y mencioné mi intención de actualizar este fin de semana, así que si no lo hacía me iba a funar en el tablero JAJSJS Ahora sí te dediqué un buen capítulo, no boggdanovic? No como el primero que fue el de Megan y Heather, eso significa que ya me caes mejor JAJSJSJS te adoro ♡

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Se esperaban que ya Jungkook decidiera retomar la amistad? ¿Será que Megan sí está celosa? ¿Qué creen que pase ahora entre ellos?

Espero que les haya gustado el capítulo, si es así no se olviden de votar y comentar porque ahora se vienen tremendos capítulos jujuu

¡Nos leemos pronto!

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