O25 | PROMESA
—¿Megan?
Se sentía incapaz de responder, solo tragó con dificultad mientras mantenía sus ojos cerrados con fuerza, preguntándose qué rayos hacía. Estaba actuando sin pensar, quizás, dejándose llevar por la tentación.
—Megan, ¿qué significa...? —insistió cerrando los ojos con fuerza, intentando no concentrarse en aquel roce.
No quería escucharlo en ese preciso momento, por lo que solo ejerció más presión en el agarre de su muñeca.
—¿No quieres que me aleje?
Estaba confundido, y Megan tragó con dificultad armándose de valor para poder ser capaz de contestar.
—No —respondió con la voz ahogada.
Abrió los ojos a la par ante su respuesta, preguntándose si acaso eso significaba que estaba permitiéndole avanzar, rogando que así fuera porque sus dedos ardían de ganas de poder rozar su piel desnuda.
No sabía qué tan real era, pero se sentía temblar por el miedo a cómo pudiera llegar a reaccionar, ya que iba a arriesgarse, aunque aquella valentía solo se hizo presente por el hecho de que no le permitiera alejarse, provocando más su excitación que estaba nublando sus sentidos. Pues, en otras circunstancias jamás hubiera sido capaz, porque sería más consciente de que no habría marcha atrás y de lo que podría suceder si no lo llegaba a desear de la misma manera. Pero, ahora, sus dedos se introducían por su camiseta, rozando su abdomen sintiéndola estremecer.
Jungkook subía lento e inseguro, intentando poder observar su rostro al inclinarse hacia adelante, todavía sintiéndose temblar mientras sus dedos iban ascendiendo hasta uno de sus pequeños senos. Presionó de manera insegura, pero al no recibir alguna señal de rechazo de su parte, se atrevió a masajearlo. Sus dedos terminaron yendo a su pezón, por lo que Megan cerró los ojos con fuerza ante la sensación extrañamente agradable que la invadió, pues él no estaba encargándose de eso nomas, ya que de forma lenta movía sus caderas, provocando que su erección siguiera rozando aquella zona sensible sobre la delgada tela de su short.
La pelinegra intentaba poder concentrarse lo máximo posible en regular su respiración, logrando solamente que él se atreviera a comenzar a depositar besos en su hombro. Un escalofrío recorría su espina dorsal al sentir los besos húmedos subir por la piel desnuda de su cuello a la vez que él llegaba a pellizcar y tirar de sus pezones.
—¿Hasta qué punto me dejarás avanzar?
Su voz había salido por lo bajo y profunda, su nariz rozaba el lóbulo de su oreja, mientras Megan seguía esforzándose por regular su respiración, volviendo a cerrar los ojos con fuerza al querer negarse ante lo que estaba provocándole. No creía que fuera un buen momento para tantas preguntas como las que le hacía Jungkook.
—¿Megan...?
—Deja las preguntas...—exigió por lo bajo y entre dientes.
—Entiéndeme —murmuró—. No quiero llegar a equivocarme contigo.
Megan sabía que podía sentirse muy inseguro y que era normal, pero si continuaba con sus preguntas solo lograría que pensara aún más en lo que estaba haciendo, como si ya no tuviese suficiente luchando contra sí misma, llenándose de inseguridades. Y es que no quería acabar perdiendo, terminando con todo al darse cuenta de que quizás estaba siendo tan solo un gran error y, con eso, lastimarlo.
—Solo... Continúa.
Jungkook medio sonrió satisfecho, pero al no tener obtener lo que quería, terminó quitando la mano, notando cómo su ceño se fruncía ante el desconcierto. Estaba realmente nervioso, llegando a tragar con dificultad, pero aun así se atrevió a bajarla hasta estar entre sus gruesos muslos.
Pudo sentirla tensarse, incluso por el agarre en la muñeca, ya que seguía sin soltarlo, pero tampoco hacía algo para detenerlo, por lo que continuó con su lujurioso camino.
Los largos dedos siguieron subiendo inseguros por su tibia piel hasta llegar a la zona sensible que se encontraba ardiendo, por lo que rozó aquella tela sintiendo lo caliente que estaba.
Tuvo que reprimir la sonrisa traviesa al darse cuenta de eso, pero es que ahora era cuando más confirmaba aquellas palabras que soltó al ambos estar bajo el puente donde confesaron sus sentimientos. Y había entendido perfectamente a lo que se refería al decir lo que causaba en ella. Jungkook lograba despertar la excitación en Megan, y ahora ya no era vergüenza lo que sentía por saberlo, porque eso aumentaba más la de él, si es que era posible en ese momento.
Dos de sus dedos comenzaron a frotarse sobre la tela, pero sintió cómo Megan apretaba el agarre llegando a enterrar las uñas en su muñeca, haciéndole detener.
—J-Jungkook...—Su voz salió ahogada.
Sabía que estaba bastante insegura, por lo que necesitaba brindarle calma de alguna manera antes de que todo acabara en ese momento.
—Tranquila. Solo te haré sentir bien —aseguró con suavidad, acercando los labios a su oreja—. No avanzaré más que esto si no me lo permites.
Cuando el agarre en su muñeca, que probablemente debía encontrarse enrojecida por la fuerza de Megan, iba aflojándose, fue suficiente para que comprendiera que estaba permitiéndole continuar, por lo que de nuevo comenzó a frotar dos de sus dedos, una y otra vez de manera casi cautelosa.
En eso podía escucharla tragar con fuerza, como se esforzaba por contener sus pesados suspiros, lo que no estaba gustándole para nada, que fue la razón por la que se atrevió a dejar de pellizcar sus pezones y bajar la mano, creyendo que ya no podría seguir reprimiéndose.
—Deja de contenerte —pidió rozando los labios contra el lóbulo de su oreja—. Puedo sentir que esto te gusta.
Y así, aunque Megan tenía sus ojos cerrados y sus labios presionados con fuerza, fue que no pudo más. Había vuelto a tomar con fuerza la muñeca de Jungkook ahogándose con su nombre en la garganta.
Soltó un gemido mientras él continuaba frotando con sus dos dedos, pudiendo sentir lo hinchado que se encontraba su clítoris. Pero, escucharla así, había hecho que tampoco pudiera seguir conteniendo el impulso que lo invadió desde un primer momento.
La había tomado de la cintura y en un rápido movimiento la hizo colocarse a horcajadas sobre él. Podía ver su cabello ondulado y desordenado, sus ojos abiertos a la par, sus mejillas sonrosadas. Sabía que en ese momento debía estar sorprendida como también asustada, pero es que escucharla de esa manera había logrado que ya no pudiera pensar más con claridad y también necesitara liberarse un poco.
—¿Q-qué...?
Las palabras no salían de su garganta ante los nervios intensos, solo llevó las manos a sus anchos hombros teniendo la intención de apartarse, pero Jungkook tomó una de sus muñecas mientras seguía manteniendo la otra en la parte baja de su espalda, provocando que ella lo mirase con más temor, por lo que rápido decidió hablar.
—Solo vamos a hacernos sentir bien los dos —explicó acercándola más a él, permitiendo que volviera a rozar su erección—. Sobre la ropa, ¿sí?
Se esforzaba por intentar sonar tranquilo para desaparecer un poco el miedo de ella, pero la realidad es que sentía que en ese momento iba a matarlo de deseo. Tenía que hacer algo rápido porque creía que su erección podía ser capaz de romper la tela de sus bóxers.
—Solo un poco, Megan.
Su voz había salido casi rogante, apegándola más a su cuerpo mientras ella volvía a colocar la mano sobre su hombro, queriendo poder ignorar las voces en su cabeza, ya que podía sentir un cosquilleo en su vientre y sabía demasiado bien el significado.
—Jungkook...
Enterraba los dedos en su piel desnuda y tibia, llegando a clavar sus uñas, pero es que estaba demasiado insegura y tenía temor de lo que pudiera pasar.
—Se sentirá bien. Lo prometo —aseguró ejerciendo más presión en el agarre de su cintura—. Solo muévete un poco conmigo.
Podía escuchar su voz casi salir rogante mientras buscaba la fricción, por lo que tragando con fuerza, ya sin soportar más las sensaciones que estaba provocándole, se removió. Jungkook quiso observarla, pero Megan no se lo permitió al aferrarse a su cuerpo con fuerza, restregándose en su erección y mordiendo su labio para poder callarse.
Megan sentía lo duro que se encontraba en ese momento, cómo Jungkook bajaba las manos metiéndolas en su short, llegando a hacerla jadear ante la sorpresa por cómo enterraba los dedos en sus nalgas, presionándola más contra él en un dulce suplicio que los hizo gemir a ambos.
—¿Se siente bien para ti?
No era capaz de responder a su pregunta, solo se aferraba con más fuerza a él, restregándose torpemente, llegando a detestar el hecho de que se sintiera tan bien al punto de no ser siquiera escuchar las voces en su cabeza que le reclamaban, ganando la lucha.
—Megan...—jadeó volviendo a enterrar los dedos en sus nalgas, presionando con más fuerza.
—Cállate, por favor...
—Si quieres que me calle, entonces, bésame.
Jungkook no lo pensaba dos veces, buscaba la forma de sacar provecho de la situación, pero acabó sorprendido al sentir cómo lo tomó con brusquedad de la mandíbula para estampar sus labios.
Realmente parecía que sí quería que se callara, pero no le desagradaba para nada al hacerlo con un beso.
Sus labios eran tan cálidos y suaves como siempre, manteniendo la inseguridad, por lo que Jungkook terminó pidiendo paso a su cavidad, siendo su lengua acogida de forma agresiva. Eso llegó a sorprenderle demasiado, pero pensaba que era debido a la excitación como a la frustración de que no se callara, por lo que tuvo que contener la sonrisa mientras aumentaba sus movimientos.
La forma en la que se restregaban con más rapidez estaba enloqueciéndolo por más que intentaba concentrarse en otra cosa para no perder la cabeza por completo, a la vez que sus lenguas se castigaban una a la otra. Él terminó por romper el beso, observando su rostro sonrosado, sus labios hinchados y enrojecidos, por lo que gruñó intentando contener el impulso de hacerla voltear, arrancarle la ropa y enterrarse, escuchándola pedirle más.
¿Cuánto más podía contenerse si ni siquiera su imaginación lo ayudaba?
Megan al no soportar ver su rostro sonrosado, sus labios húmedos, cómo la observaba con lujuria, volvió a juntar sus labios. Él comenzó a simular embestidas enterrando los dedos para ayudarla con los movimientos, aumentando el ritmo, lo que hizo que ella cerrara los ojos con fuerza haciendo un sonido involuntario con la garganta al sentirlo tan bien.
En todo su vaivén de caderas, sin poder evitar gemir, gruñir, Jungkook deseando poder estar dentro de ella, imaginándolo, perdido en el extasis, acabó rompiendo el beso mientras inclinaba su cabeza hacia atrás soltando un gemido liberador.
Megan lo observó sorprendida al haber detenido también los movimientos, dándose cuenta, segundos después, cuando él intentaba regular su respiración, de la humedad de los bóxers de él que estaba traspasándose.
—¿J-Jungkook?
Tenía la cabeza gacha mientras parecía intentar recuperar el aliento.
—¿Tú te...?
Al encontrarse con sus grandes ojos oscuros y notar cómo su rostro se enrojecía, terminó callando. Era demasiado evidente lo avergonzado que estaba, pero es que su imaginación no le había ayudado para nada al estar tan excitado y tenerla de esa manera.
—D-déjame ayudarte —pidió llevando una de las manos al elástico de su short, pero ella asustada lo tomó de la muñeca para detenerlo.
—No...
—No quiero ser el único...—murmuró todavía con su rostro enrojecido, permitiéndole saber a qué se refería.
Megan parecía ahora ser la que estaba avergonzada, pues hasta sus mejillas estaban sonrosadas y ni siquiera era capaz de mirarlo.
—Si no quieres, me detendré.
Tan solo fue capaz de asentir, aun sin atreverse a mirarlo, por lo que Jungkook medio sonrió a la vez que introducía su mano en su short y bragas, pasando el dedo del medio por sus pliegues sintiendo la humedad.
Megan había bajado la cabeza al sentirse arder, no soportar la vergüenza de que Jungkook supiera lo que provocaba en ella, algo que pensaba que era demasiado incorrecto. Al haberse inclinado hacia adelante sosteniéndose de sus hombros mientras se mordía el labio inferior, él darse cuenta de eso, repartía besos por su mandíbula, jugando con los dedos en su feminidad siendo tan tortuosamente lento para ella que de manera inconsciente comenzó a mover sus caderas.
Se mordía el labio con más fuerza para no maldecirlo, pero él al verlo y pensar que podría llegar a lastimarse, decidió besarla robándole un jadeo. No dudó en corresponder su beso, acariciando su lengua con la suya, pero acabó gimiendo al ser sorprendida por los dedos del medio y anular de Jungkook que debido a la lubricación se deslizaron fácilmente por su interior, haciéndola retorcer.
Los largos dedos de Jungkook eran hábiles, llegando a curvarlos lo suficiente para dar en el punto adecuado, convirtiéndola pronto en un lío de gemidos ya sin vergüenza alguna, pues hasta estaba olvidando cómo respirar al estar tan perdida en el placer y se restregaba en su mano.
Megan soltó un gemido liberador, retorciéndose, llegando a empuñar el cabello de Jungkook que gruñó al ser obligado a inclinar su cabeza hacia atrás por la fuerza ejercida, sintiendo cómo sus dedos eran apretados al haber alcanzado el orgasmo.
Sacó sus dedos húmedos por su orgasmo, llamando la atención de Megan que intentaba regular su respiración, pero acabó siendo sorprendida cuando Jungkook pareció siquiera pensarlo al llevar los dedos a su boca, introduciéndolos para saborearlos. La observó sin pudor alguno, sacando lentamente sus dedos con un hilillo de saliva colgando de su labio inferior.
Algunos mechones de cabello cubrían parte del rostro sonrosado de ella que lo miraba con sus ojos abiertos a la par y boquiabierta con su pecho subiendo y bajando con violencia. El miembro de Jungkook estaba reaccionando otra vez ante esa imagen que se le estaba haciendo demasiada caliente, dándose cuenta de que necesitaba mucho más de ella.
Llevó una de las manos a su nuca juntando de forma brusca sus labios, provocando que hiciera un sonido involuntario con la garganta al sentir cómo su lengua invadía desesperadamente su boca. Se aferraba a sus fuertes brazos intentando seguir los movimientos de su lengua, pero acabó gimiendo agudo por cómo le succionaba el labio inferior, apegándola más a su cuerpo para que pudiera sentir cómo había vuelto a ponerlo duro.
—Siente cómo me tienes otra vez —murmuró entre besos, presionándola contra él mientras ella enterraba los dedos en sus brazos, sintiéndose demasiado sofocada—. Puedes confirmar que no miento cuando digo todo lo que provocas en mí.
—J-Jungkook...
Había querido hablar por más que estuviera esforzándose por pensar con claridad, pero de nuevo succionó su labio inferior.
—Dime qué hago con esta excitación que has vuelto a provocarme, Baker.
Volvió a juntar sus labios mientras bajaba las manos por su trasero para presionarla con más fuerza, pero ella logró hacer la fuerza necesaria para que al romper el beso quedara varios centímetros alejados. Pudo ver que como ella tenía su rostro enrojecido, pero es que su mirada era tan intensa que su vergüenza volvía a estar presente y no era capaz de mirarlo.
—N-no...
A pesar de que no lo miraba, asintió.
—¿Quieres dejarlo hasta aquí?
Megan asintió repetidamente manteniendo la cabeza gacha.
Jungkook soltó una risilla por lo bajo, volviendo a llevar la mano a su nuca para acercarla, dejando un beso en su cabeza, para luego llevar la mano a su mejilla, a pesar de que ella seguía sin ser capaz de mirarlo.
—Está bien, bonita —murmuró con suavidad y una sonrisa mientras acariciaba su mejilla con el pulgar—. ¿Te sientes bien?
—Sí —musitó.
Podía sentir su mirada, pero no ver cómo la miraba con dulzura aún continuando con sus cariñosas caricias.
—¿Vamos a bañarnos?
—V-ve tú primero.
Se apartó manteniendo la cabeza gacha, escuchando cómo volvía a soltar otra risilla a la vez que asentía.
—Está bien.
Una vez que la pelinegra pudo escuchar el sonido de la ducha, estando sola en la habitación, soltó todo el aire que no sabía que había contenido, llevando las manos a sus ojos para cubrirlos con las palmas, esforzándose por mantener la calma.
(...)
—¿Están seguros de que no quieren acompañarnos? —preguntó Georgia, como si no fuera la quinta vez que la escuchaban.
—Tía, por Dios...
Wyatt se tomaba el puente de la nariz mientras soltaba un suspiro de frustración, lo que hizo la situación más divertida para Jungkook que intentaba reprimir la risa a la vez que Megan que estaba a su lado miraba agotada a su madre.
—Ya dije...
—Nos gustaría, pero todavía tenemos que empacar —interrumpió pasando uno de los brazos por la espalda de Megan, dándole un pequeño apretón en el hombro para así hacerle notar que estaba perdiendo la paciencia y él quería ayudarla—. Pero los esperaremos aquí para despedirnos.
—Eso espero —apuntó con el semblante serio—. No se vayan a escapar.
—No. Quédese tranquila, suegra.
Jungkook sonrió de manera tranquilizadora mientras que Megan lo observaba sorprendida, Georgia sonreía divertida, y a Wyatt lo conocía tanto que podía notar que estaba reprimiéndose para no decir algo que no correspondía por la presencia de su tía.
—Está bien. Espero hacer bien en confiar en ustedes y que no vayan a decepcionar a Robert.
—Ya, vamos de una vez, tía —ordenó tomándola del brazo—. Dejémoslos solos.
—¿Qué...?
—Vamos, vamos...
Wyatt apresuraba a Georgia a salir de la casa mientras Jungkook los observaba divertido, riendo, y Megan se llevaba la mano al rostro por la frustración.
—Es imposible no querer a Wyatt...
—Es insoportable —murmuró apartándose—. Me encargaré de empacar. Ya sé que a ti no te gusta.
Frunciendo el ceño volteó a ver cómo se dirigía a paso rápido hacia las escaleras, notando cómo hasta empuñaba con fuerza las manos, lo que hizo que comenzara a pensar en cómo había actuado desde lo sucedido durante la mañana. Fue demasiado notable que desde ese momento donde Megan lo sorprendió al dejarse llevar, no era capaz de mirarlo a la cara y por momentos se ruborizaba, más cuando se acercaba demasiado o le hablaba, provocando que hasta su voz pareciera temblarle.
Pensaba en que eso era bastante normal, ya que podría estar experimentando algo nuevo, aunque claro él no sabía cuánto, pero suponía que algo de experiencia tenía por Jaeden. Y es que, de todas maneras, sentía no podía comparar ambas situaciones, porque se sentía afortunado de ser quién la hiciera confundir y vivir nuevas sensaciones, dejándose llevar por estas.
Solo soltó una risilla, pensando en que se le hacía demasiado tierna, que estaban intercambiando papeles, por lo que iba a esforzarse para ser lo suficientemente paciente e ir a su tiempo. Decidió darle su tiempo a solas porque no quería alterarla más, ya que él también sintió aquella tensión que se formó cuando Georgia cerró la puerta tras sus espaldas. Mientras tanto, decidió encargarse de preparar café para ambos, esperando que lo ayudara para no agotarse más en el camino a Filadelfia.
La verdad era que estaba bastante emocionado de volver —a comparación de antes que pensaba que con Megan todo acabaría y solo tendría que dar vuelta la página—, principalmente porque vería a su familia, como también a sus amigos con los que se envió algún que otro mensaje y hasta les informó que volvería y quería verlos. Estaba algo ansioso por poder hablarle a su madre sobre Megan, pero había también una espinita ahí, y es que no podía evitar pensar en Keira, y cómo su madre podría tomárselo al hacer tan poco tiempo desde que su relación terminó con la pelirroja que tanto adoraba su madre y hermano. Pero trataba de convencerse de que lo entendería porque al menos fue capaz de decirle que no se sentía enamorado como para continuar, pues la opinión de su madre para él era demasiado importante.
Quería más que nada que su madre pudiera ver con sus ojos la mujer magnífica que él veía.
Y así como estaba esa emoción por volver, no podía evitar sentir algo de nostalgia, ya que estaba acostumbrándose a aquella familia, y sabía que especialmente echaría de menos a Robert. Pues, de alguna manera le había hecho sentir aquel cariño paterno que siempre anhelo volver a tener. Pero conservaba la esperanza de regresar después de un tiempo, y claro que ya sin mentiras para que pudiera sentirse cómodo por completo.
Una vez que tenía las tazas con café, decidió dirigirse con cuidado y tranquilo hacia la habitación de Megan.
Al llegar, como la puerta estaba abierta, pudo verla cerrando una de las maletas, mientras que ella al levantar la mirada y encontrarse con la suya no pudo evitar tensarse sintiendo su estómago resolverse, por lo que la bajó al instante.
—Déjame ayudarte.
Se acercó la mesa de noche para dejar las tazas, pero una vez que volteó con la intención de acercarse a ayudarla, pudo ver cómo depositaba la maleta en el suelo.
—Oh...
—No es pesada. Tampoco es que hayas traído tanto.
—Bueno, es cierto —Hizo una mueca mientras rascaba su nuca—. Es que tampoco creí que nos quedaríamos tantos días.
—Ni yo.
Megan levantó su maleta para depositarla en la cama y abrirla con la intención de colocar sus pertenencias, siendo observada por Jungkook.
—Hice... Hice café.
Tomó una de las tazas, acercándose a Megan que aceptó tomarla, siendo él consciente de cómo parecía evitar el contacto tanto físico como visual.
«No sobrepienses. No sobrepienses. No sobrepienses...» Jungkook se repetía una y otra vez.
Pero es que no podía evitarlo por más que hacía unos minutos atrás su comportamiento le provocaba una dulce sonrisa, teniendo que reprimir el impulso de abrazarla.
—¿Estás bien? —Se atrevió a preguntar, su voz saliendo con un ligero temblor.
La fémina se sorprendió por un momento ante su pregunta, pero giró a verlo.
—Sí —respondió intentando sonreír, saliéndole más una mueca torcida que él pudo notar, provocando más su inseguridad.
—¿Estamos bien?
Asintió y él cerró los ojos por un momento mientras suspiraba, ya que no podía creerle para nada.
—Ya te has arrepentido, ¿no es así?
Ante esa pregunta, ella giró a verlo, notando cómo se encontraba cabizbaja, lo que hizo que de cierta manera se olvidara por completo de lo que estaba molestándole.
—No, no, no es así —aclaró acercándose, llamando su atención.
—Es muy evidente la forma en la que me evitas...
—Agh... No es por eso que piensas.
—¿Entonces?
Jungkook bajó la mirada a la mano donde llevaba la taza, tomándola para dejarla en la mesa de noche por temor a que pudiera llegar a quemarse al no estar atenta, mientras que ella llevaba la mano a la nuca, masajeándose al sentirse tan tensa.
—¿Puedes decirme?
Megan parecía algo frustrada, queriendo evitar hablar de eso, pero el darse cuenta de que él parecía rogante, que necesitaba una buena respuesta para calmar las inseguridades que pudieron invadirlo, suspiró.
—Es que jamás me esperé que me pasara algo así —respondió aún con la mano en su nuca—. Y no dejo de pensar en... Lo de la mañana.
—¿Estuvo mal para ti? ¿Te arrepientes?
—¡No! —exclamó mientras él se sorprendía por su intensidad—. L-la verdad es que pensé que solo era una confusión, que no podías despertar eso en mí, pero se sintió muy bien, entonces... Es eso. No logro entenderlo.
—Se sintió muy bien para ti —repitió mientras las comisuras de sus labios se elevaban en una pequeña sonrisa de satisfacción.
—¡Jungkook, cállate! ¡No repitas lo que digo! —reprochó molesta, cubriéndole los labios con la mano—. ¡Solo haces que me dé más vergüenza!
La tomó de la muñeca, ejerciendo la presión necesaria para poder apartarle la mano, sorprendiéndole cuando luego llevo las suyas a la cintura de ella, apegándola a su cuerpo. Jungkook podía notar cómo su rostro estaba enrojeciéndose y sus ojos estaban abiertos a la par, lo que le hizo ensanchar la sonrisa y que ella avergonzada bajara la cabeza.
—Quiero hacerte sentir bien siempre, y no solo de esa manera —mencionó mientras ella se atrevía a mirarlo—. Prometo que haré todo lo necesario para lograrlo, porque me gustas a pesar del miedo que siento por lo que conlleva el amor.
Aquellas palabras eran sinceras, y estaba seguro de que por más que se esforzara en demostrarle cómo parecía cada día aumentar lo que sentía, Megan jamás sería capaz de dimensionar la cantidad de sentimientos que hacía colisionar en él. Pues, en ella había encontrado lo que jamás buscó, lo que nunca pensó necesitar, y ahora la excepción a todo aquello que juró nunca hacer para proteger su corazón.
—Jungkook...—murmuró bajando la mirada al sentir su rostro arder.
—Nunca podría hacer nada que te lastime.
—Ni yo quiero hacerlo —aseguró aferrándose a sus brazos.
Al conectar sus miradas, Jungkook podía notar el miedo en sus ojos como si estuviera segura de que, aunque no quisiera, había muchas probabilidades de que pasara. Y él sabía que así era.
—Solo prométeme algo.
—¿Qué?
—Que nunca vas a ocultarme algo o mentirme —Megan lo observaba con el ceño fruncido—. Quiero que seas sincera en todo momento, ¿sí?
Y es que, por más que quiso evitarlo en su momento, las preguntas que se hizo sobre Heather y Megan, ahora parecían estar creándole más inseguridades, por lo que necesitaba saber qué pudo pasar. Necesitaba quitarse todas las dudas, como también confirmar que podía confiar en ella, aunque por dentro rogaba que no fuera nada de lo que pudo pasar por su cabeza. Necesitaba pensar que a partir de ahora la historia de ellas terminó, y que podría comenzar una nueva historia con Megan, en la cual Heather ya no sería parte.
—Está bien.
—Entonces... ¿No hay nada que quieras decirme? —Indagó alzando una ceja mientras Megan no podía evitar tensarse ante su intensa mirada.
¡Buenas!
¿Qué les pareció el capítulo? A pesar de que el principio no pudo ser tan intenso como ustedes podrían haber querido, ya que no quería que fuera algo forzado, ¿les gustó? ¿Se esperaban que Megan se dejara llevar? ¿Creen que ahora ella le confiese a Jungkook lo que pasó con Heather? Y si fuera así, ¿cómo creen que se lo tomaría Jungkook?
Sé que hay muchos lectores que no me siguen en Instagram que es donde informé sobre esto (pueden encontrarme como __cocainepink), igual quiero aclararlo, y es que yo les había dicho que este capítulo iba a tener mucha intensidad, pero estoy intentando hacerlos de hasta 4500 palabras porque ya me toma bastante tiempo escribir los extensos, además que quiero poder darles más capítulos, y este fin de semana quería poder actualizar todas las historias, lo cual por suerte he podido cumplir, por lo tanto al haber sido tan extensa la primera parte de este capítulo hizo que no pudiera llegar a entrar todo lo demás que falta, así que decidí dividirlo jeje
Odetth_ ¡Feliz cumpleaños, hermosa! Espero que estés pasando un bonito día junto a tus personas especiales, y que haya logrado gustarte este capítulo. Te adoroo ♡
Espero que les haya gustado este nuevo capítulo, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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