O19 | CONFUSIÓN
La verdad es que sí tenía miedo de que ella pudiera descubrir lo que sentía, que pudiera descifrarlo en su mirada, pero también soñaba con que Megan le decía que lo sabía todo, que lo sabía y quería de la misma manera. Que ambos querían lo mismo. Y por esa razón, quizás por beber, por tenerla en sus brazos despertando tantas sensaciones en él, quería arriesgarse.
—Quizás no es que esté enamorado de ti...—murmuró rozando la nariz contra su cuello, provocando que ella apretara sus hombros al estremecerse—, quizás sólo es que logras excitarme, Baker.
—¿Q-Qué...? —titubeó alejándose unos centímetros haciendo que Jungkook levantara la cabeza y conectara sus miradas, sintiendo su rostro arder, pero al notar su mirada de susto soltó una risotada.
En ese momento, Megan estaba completamente desconcertada, sin comprender cómo Jungkook podía reírse luego de decir algo así. Y es que ni siquiera sabía cómo tomarse aquella confesión, porque si bien estaba aliviada de que no tuviera sentimientos románticos por ella, no sabía qué sentir si le causaba excitación. Jamás había esperado poder provocarle algo así a un hombre, mucho menos a alguien como Jungkook.
¿Era normal causarle algo así a su amigo?
—Tu cara...—intentó hablar entre risas, provocando que frunciera el ceño y se molestara, golpeando su brazo.
—Deja de reírte —ordenó molesta—. ¿Cómo es que te provoco... eso?
—Es broma. Tranquila —asintió tomándola de los hombros mientras notaba cómo sus facciones se relajaban y soltaba un suspiro.
—No juegues conmigo cuando estoy en este estado —suspiró apoyando la frente en su pecho.
—Pero... es mejor que me provoques algo así a que esté enamorado de ti, ¿verdad? —indagó algo nervioso, tomándola nuevamente de los hombros para obligarla a mirarlo.
—Sí...—contestó no muy convencida—. Supongo que sí, pero no es nada creíble.
—¿Por qué? —frunció el ceño.
—Jungkook, mírame bien.
Obedeció rápidamente, mirándola de pies a cabeza, notando la obviedad en su expresión.
—Lo hago, y eres preciosa —aseguró provocando que ella riera avergonzada y se cubriera el rostro.
Jungkook en ese momento odiaba aquella luces de colores y parpadeantes, ya que estaba seguro de que había logrado que se sonrojara, algo que moría de ganas de ver, pero era imposible.
—Ya, Jungkook...
—¿Y qué hay con eso?
—Asher y Elliot siempre me han hecho saber cómo me miran los hombres, y creo que tienen razón porque jamás recibí una declaración, aparte de la de Jaeden, claro —explicó asintiendo—. Así que creo también imposible lo que dijiste en broma que te provocaba.
—Yo no creo que sea así —Megan frunció el ceño, invitándolo a continuar hablando, por lo que él se acercó más al inclinarse hacia adelante y bajando una de las manos a la cintura de ella, notando la curiosidad en su mirada como también ciertos nervios—. ¿Acaso olvidas lo de anoche? ¿Quién crees que lo provocó? Estaba besándote a ti, no a otra persona —recalcó llevando su mano libre a su mentón.
Megan tenía sus ojos abiertos de par en par, mirándolo fijamente como si intentase descifrar si eran mentira o verdad sus palabras, mientras que Jungkook intentaba descifrar si era tan sólo sorpresa lo que se reflejaba en ella o había algo de miedo. Pero claro que prefería pensar que solamente la había sorprendido porque mientras con su pulgar le acariciaba su mentón, la mirada bajó hasta sus labios que estaban entreabiertos y ella humedeció como si lo incitara a volver a probarlos, sin importar para nada lo que sucedió la noche anterior.
—Esta vez no cometeré el mismo error, así que dime si puedo besarte...
—¿E-Es necesario? —su voz salió algo ahogada, demostrando sus nervios.
—Bueno, tenemos algunas miradas sobre nosotros, así que sería raro si no lo hiciera, ¿no? —preguntó con una pequeña sonrisa a la vez que miró por un momento a sus lados para volver a concentrarse en ella, notando que quería comprobarlo, pero al tomarla del mentón, se lo impidió—. Concéntrate en mí. Dime, ¿puedo besarte?
La pelinegra que no apartaba sus ojos de los oscuros y grandes de él, pareciendo hasta hipnotizada, asintió. Jungkook se sorprendió un poco de eso, pero no iba a perder el tiempo, por lo que juntó rápidamente sus labios, besándola con intensidad, pero a la misma vez con cariño. Intentaba recordarse en el lugar que se encontraban, aunque se le hacía algo realmente difícil al ser correspondido por ella, por lo que llevó la mano que anteriormente estaba en su mentón, ahora a su nuca mientras que la de la cintura la llevó a la parte baja de su espalda, apegándola más a él.
Megan estaba sorprendida por aquella manera de tomarla, pero al no saber qué hacer con las manos, las pasó por sus costillas, empuñando la camisa negra que llevaba. Intentaba seguir el ritmo de su beso, pero de parte de ella podía transmitirse los nervios, manteniendo la intensidad de Jungkook, aunque hasta podía sentir cómo le temblaban las manos a pesar de empuñar su camisa.
Sentía como el aliento comenzaba a faltarle y él succionaba su labio inferior, por lo que jadeó rompiendo el beso, pero juntando sus frentes mientras sus alientos se mezclaban. Notaba que Jungkook parecía tener la intención de volver a besarla, como si escucharla hubiera encendido algo en él.
—Todo depende de ti —murmuró con la respiración pesada, rozando sus narices—. Tú decides qué es lo que puedo llegar a sentir. Si quieres que me enamore, depende de ti. Si quieres excitarme otra vez, depende tan solo de ti, y debo decir que ya estás cerca de lograrlo, Baker.
Ella sabía que en ese momento estaba advirtiéndole que era peligroso volver a besarse, pero por primera vez nacía un impulso que le hacía querer volver a apegarlo a ella y que la besara con esa intensidad que le hacía cuestionarse absolutamente todo.
—E-Es que me gusta como besas —confesó empuñando con más fuerza su camisa mientras que Jungkook abría los ojos por la sorpresa, notando que ella tenía los suyos ahora cerrados con fuerza y por la expresión de su rostro parecía cuestionarse por lo que estaba diciendo—. ¿Eso... es normal?
—Deja de pensar tanto y bésame.
Megan detestó escuchar eso, pues esperaba que, como siempre, fuera él quien la besara, ya que ella sentía imposible poder dar ese paso por más que ya ni siquiera pudiera recordar cuántas veces se besaron, pero al sentir tantas ganas difíciles de controlar, volvió a empuñar con fuerza su camisa y llegó a rozar sus narices.
Jungkook estaba emocionado y ansioso porque ella fuera quien lo besara, pero, lamentablemente, pareció tan sólo llegar a eso y no atreverse a más. Tuvo la intención de bajar la cabeza al estar decepcionada de sí misma, sintiendo a la vez una pequeña parte aliviarse de no poder, pero el pelinegro no lo permitió en absoluto. Llevó la mano a su mejilla y estampó sus labios con los de ella, robándole el aliento.
La lengua de él recorría su boca, saboreando hasta su lengua mientras ambas manos la tomaban de la cintura sintiendo su piel desnuda y cómo se estremecía, tocándola cómo si quisiera sentir todo de ella porque una ola de emoción y de calor recorría su cuerpo. Megan sentía que con ese beso hasta sus piernas temblaban, tenía que sostenerse porque creía que en cualquier momento se debilitaría por completo entre sus brazos, por lo que pasó los suyos por sus hombros, sorprendiéndose hasta de sí misma cuando inconscientemente las manos se dirigieron a su cabello largo y rizado.
Jungkook jamás creyó sentir sus manos tirando de las hebras oscuras de su cabello, por lo que un leve gemido escapó de sus labios, volviendo el beso más hambriento, incitándola a besarlo con la misma pasión.
—¡Mejor si se consiguen una habitación! ¡¿Verdad?!
Jungkook al sentir cómo palmeaban con fuerza su hombro y luego lo apretaban, rompió de manera abrupta aquel beso intenso, girando a ver a Freddie que se encontraba a su lado con una pequeña sonrisa y llevando en su otra mano una botella de cerveza, por lo que sus facciones se endurecieron y en su mirada podía notarse lo molesto que estaba sintiéndose con su interrupción.
—Lo siento —sonrió inocente—. Es que es incomodo de ver a una pareja en medio de la fiesta a punto de...
—Ya, cállate —ordenó apartando su mano—. No iba a pasar nada de eso.
Dirigió su mirada a Megan, notando cómo se cubría los labios con una mano y bajaba la cabeza, sintiéndose avergonzada por la situación, lo que le llevaba a temer cómo podría llegar a comportarse con él.
—Buena interrupción —intervino Judy—. Megan, ven con nosotras a bailar.
Judy tomó de la mano a Megan para llevarla con ella, pero Jungkook al sentir la desesperación volverse más parte de él, la tomó de la otra.
—Megan, espera...
—Ay, Jungkook, luego la tendrás toda para ti. Tranquilo —bromeó Judy.
Megan giró a verlo, notando la inseguridad en su mirada, por lo que le regaló una sonrisa tranquilizadora, haciéndole así saber que estaban bien.
—Ve a disfrutar —dijo antes de seguir a Judy que tiraba del agarre.
—Ya la escuchaste. Ahora ven con nosotros —Freddie pasó el brazo por sus hombros para comenzar a caminar.
(...)
Así los minutos fueron pasando, Jungkook junto a Wyatt, Jaeden, Freddie y Nathan, bebiendo y conversando, el pelinegro divirtiéndose más de lo esperado y sintiendo su corazón brincar emocionado cada vez que miraba a Megan que estaba con Judy, Olivia, Isaac y Mila, bailando mientras bebían. Y es que por momento hacían contacto visual, la veía sonreírle y tenía que controlar el impulso de dirigirse a ella, abrazarla y besarla como si no existiera un mañana.
Ni siquiera recordaba que una hora atrás seguía decidido a intentar superarla, porque ahora su inexperto corazón estaba llenándose de ilusión otra vez.
—Wyatt está bebiendo demasiado, ¿no? —Nathan se inclinó hacia Jungkook para preguntarle.
La vez que jugaron rugby, no había podido interactuar demasiado con él y creía que cómo dijeron Wyatt y Megan, era demasiado callado, pero ahora en la fiesta estaba sorprendido de que estuviera con ellos y pareciera hablarle con confianza. De todas maneras, no le incomodaba para nada, al contrario, estaba agradándole.
—¿Tú crees? —dirigió su mirada a Wyatt que tenía una nueva botella de cerveza.
En ese momento comenzó a preguntarse cuántas llevaba tomando, pues hasta se había echado en el sofá y con expresión de frustración en su rostro.
—Yo creo que no llega a acabarse la que tiene ahora sin vomitar.
Jungkook quiso volver su mirada a Wyatt que estaba a un costado, pero en eso volvió a encontrarse con la de Megan, y al notar su sonrisa, se olvidó por completo del joven mientras las comisuras de sus labios se elevaban también en una. Sentía que estaba incitándolo a acercarse y que cada vez se volvía más difícil controlarse para no hacerlo, porque estaba necesitando su calor corporal, tenerla nuevamente en sus brazos.
—¿Qué miras?
Al escuchar nuevamente la voz de Nathan, salió de su trance y miró a Wyatt que parecía pelear con Jaeden que quería quitarle la botella de cerveza.
—Debe necesitar algo de aire.
—Es una buena idea —asintió, para luego darle un sorbo a su botella de cerveza.
—Concéntrate en algo más. No es sano seguir así, Wyatt —reprochó Freddie.
—¡¿De que hablas?! ¡Déjame beber en paz! —exclamó arrastrando las palabras.
—Ven conmigo, Wyatt —ordenó llamando la atención de los tres.
—¿A dónde?
—Tú ven.
Jungkook lo tomó de ambos brazos, obligándole así a levantarse, lo que hizo que este perdiera por un momento el equilibrio y se diera cuenta de que estaba más ebrio de lo que creía, por lo que terminó pasando uno de los brazos por sus hombros.
—Me lo llevaré a caminar y a tomar un poco de aire —Informó a los demás.
Jungkook salió junto a Wyatt que apoyaba parte de su peso en él, caminando con algo de dificultad mientras sentían la brisa fresca que despeinaba sus cabellos. El pelinegro lo observaba por momentos cómo iba con la cabeza gacha y perdido en sus pensamientos, por lo que se preguntaba qué podía estar pensando.
—¿Qué te tiene así? —preguntó curioso.
—¿Qué? —levantó la cabeza, mirándolo desconcertado.
—¿Es por esa chica que mencionan?
—Estoy bien —aseguró con una pequeña sonrisa falsa.
—No me mientas. Mejor cuéntame la historia —medio sonrió mientras seguían caminando, rodeando la casa—. ¿Hace cuánto estás enamorado?
—Desde los dieciséis —Jungkook frunció el ceño, como si estuviera pensando cuánto tiempo sería—. Llevo seis años perdidamente enamorado de ella.
—¡¿Qué?! —exclamó con sus ojos abiertos a la par.
—Ella es un año mayor, así que tan sólo podía observarla a lo lejos durante el instituto. Isaac y Freddie me molestaron siempre para que me atreviera a acercarme, Isaac quiso ayudarme porque yo no sabía cómo hacerlo y cada vez que lo intentaba era como si me volviera mudo —soltó una ligera risa amarga—. Pero, adivina, ella acabó enamorándose de él que lo mantuvo en secreto por un tiempo.
—Vaya, sí que debió doler y más que quien decía ser tu amigo se quedara con ella.
—Siguió siendo mi amigo hasta antes de que me marchara —explicó sorprendiendo más a Jungkook.
—¿Cómo hiciste? ¿No lo odiabas?
—Fue mi culpa por no tener las suficientes pelotas para hablarle y hacerle saber de mis sentimientos.
El pelinegro bajó la cabeza mientras se mordía ligeramente el labio inferior, intentando procesar lo que acababa de contarle y su manera de ver la situación. Pues, si se ponía en su lugar, dudaba haber actuado o pensado de tal manera, ya que al ser alguien muy emocional, probablemente, se hubiera sentido tan dolido al punto de no haber sido capaz de continuar con aquella amistad.
—Y aunque llevas tiempo viviendo en otro lugar... ¿Tus sentimientos siguen? —él asintió—. ¿No es cansador para ti seguirla amando sin ser correspondido?
—El desamor cansa, el amor no.
—Bueno, pero ¿no te lastima amarla? —frunció el ceño mientras él asentía.
—¡Ja! Jungkook, ella no me ve, no me sonríe, mucho menos me lastima. No me hace nada —explicó haciendo una mueca—. Y el hecho de que ignore así mi existencia, como también mi amor, hace que la quiera de esta manera.
—No entiendo cómo puedes decir eso. ¿Eres acaso un masoquista o algo así, Wyatt? —cuestionó arrugando el rostro—. ¿A qué puedes referirte con eso?
Wyatt apartó su brazo, volteando a verlo mientras Jungkook era invadido por una gran curiosidad, más al escucharlo soltar una ligera risa mientras pasaba los dedos por su cabello rizado que volvían a caer desordenados.
—A que puedo amarla cuánto yo quiera y sin miedo alguno a perderla, porque es imposible perder a alguien que nunca tuviste ni tienes la posibilidad de tener —respondió con una pequeña sonrisa, aunque en sus ojos se reflejaba el dolor.
—Carajo, ¿por qué de repente siento ganas de llorar? —bromeó intentando reír—. Haces que me duela el corazón...
—Porque tú tampoco eres correspondido.
En ese preciso instante, dejó de reír mientras su semblante se volvía serio y sus miradas se conectaban. No sabía porqué, pero comenzaba a tener miedo de que lo estuviera diciendo de verdad, como si fuera capaz de notar los sentimientos que callaba.
—¿D-De qué hablas?
—¿Cuántas veces debo decir que no soy fácil de engañar y menos si se trata de Megan? —cuestionó molesto—. Cuando tenía dieciséis y mis padres se separaron por un tiempo, mi madre y yo vivimos en la casa de mi tía. Viví con ella por varios años, aunque mis padres regresaron al poco tiempo, Jungkook.
—¿Por qué me dices eso?
—Porque vi la forma en que se besaron —respondió mientras él tragaba con dificultad y desviaba la mirada—. Te vuelves un estúpido cuando la miras. Tus sentimientos por mi prima son muy evidentes, Jungkook.
—Cállate —masculló mientras masajeaba su nuca, sintiendo cómo la tensión iba formándose.
—No hagas el papel de amigo. Es lo peor que puedes hacer. Eso es ser un verdadero masoquista.
—Entonces, ¿qué se supone que haga?
—Ten las pelotas que yo nunca tuve —aconsejó apoyando la mano en su hombro, apretando cómo si intentara también ayudarse a mantener mejor el equilibrio—. Dile lo que sientes.
—¿Y eso de qué me serviría? Tan sólo la alejaría de mí —aseguró frustrado, conectando nuevamente sus miradas—. Aunque tú no lo entiendas, es imposible que pueda corresponderme. Jamás pasará nada de lo que quiero.
—¿Por qué? ¿Por Heather? —preguntó con una pequeña sonrisa.
—W-Wyatt, no...
Jungkook tenía sus ojos abiertos de par en par mientras el miedo lo invadía al pensar que había logrado que él notara los sentimientos de Megan, que se diera cuenta porqué jamás se acercaba a los hombres cómo él dijo una vez. Se estremeció al imaginar cómo todo se arruinaría y que se había ganado el odio de la pelinegra que tenía su corazón.
—Y sigues con lo mismo. Ya te he dicho que he vivido varios años con ella —recalcó frustrado—. ¿Sabes? Siempre noté la manera especial en que la miraba, pero decidí creer que era algo de las mujeres por ser tan sentimentales y esas mierdas. Pero ahora, al conocerte a ti, saber de la farsa, notar cómo sigue mirándola, que es capaz de ignorar a alguien como tú... Mierda, es todo tan evidente —chasqueó la lengua—. Mis sospechas tanto como las de mis tíos... son ciertas.
—Por favor, no digas nada —pidió desesperado, tomándolo del brazo donde tenía su mano apoyada en el hombro, lo que hizo que este perdiera el equilibrio por un momento—. Wyatt, júrame que no dirás nada. Si lo haces...
—¿Por quién me tomas, idiota? Megan y yo compartimos demasiados secretos. Ella me ha ayudado cientos de veces, así que claro que no la traicionaré así —aclaró provocando que Jungkook sintiera cómo le volvía el alma al cuerpo.
—Gracias...
—Pero, de igual manera, creo que deberías confesarte.
—¿Cómo puedes seguir con eso cuando sabes que claramente es imposible que me vea de esa manera? —cuestionó frustrado—. ¡No tengo una vagina entre mis piernas, Wyatt!
—Ni mucho menos eres delicado como una mujer —hizo una mueca de desagrado—. Escucha, por los años que viví junto a ella y lo mucho que la conozco, puedo decirte que ella jamás estuvo así con algún hombre, ni siquiera cuando salió con Jaeden.
—Taehyung...
—A Taehyung no lo besó jamás. Es su mejor amigo. Carajo, es que puedo notar que te mira distinto, ¡hasta se atreve a besarte de esa manera!
—No me ilusiones, por favor —pidió negando con la cabeza, deseando poder ignorar sus palabras.
—Yo creo que Megan...
—¿Que yo qué?
Aquella voz femenina provocó que ambos abrieran los ojos a la par y se sobresaltaran al punto de que Jungkook apartara rápidamente su brazo, provocando que Wyatt perdiera el equilibrio por completo y cayera de espaldas en el césped. El pelinegro miraba asustado a Megan, acercándose a ella, pero al notar cómo bajaba la mirada mientras soltaba una risotada, y pudo escuchar un quejido, volteó a ver al castaño en el suelo, sorprendiéndose.
—Mierda, ¡¿Estás bien, Wyatt?!
Jungkook observó cómo Freddie que había acompañado a Megan, corría hacia donde estaba Wyatt, intentando ayudarlo a levantarse, pero este parecía haber perdido por completo las fuerzas y tenía sus ojos cerrados mientras soltaba quejidos.
—¡Ya, Wyatt, dejate ayudar!
—¡Si sigues haciéndome así voy a vomitarte, maldito imbécil!
Megan reía cubriéndose los labios al ver cómo Freddie llegaba tan sólo a hacerlo sentar y Wyatt volvía a echarse hacia atrás. Jungkook reprimió la risa y volvió su concentración en la fémina, la cual conectó sus miradas dejando de reír.
—¿Qué hablaban de mí? —examinó mientras él se tensaba y se acercaba más, sintiendo su rostro arder.
—Nada importante —contestó notando cómo ella lo miraba cínica, sin creerle nada en absoluto—. Sólo me contó que vivieron juntos unos años.
—Oh, sí, eso es verdad —asintió con una sonrisa—. ¿También te contó cómo se escapaba y yo tenía que cubrirlo?
—En eso estaba —mintió soltando una ligera risa.
—Chicos, creo que es mejor llevarlo a casa —informó llamando la atención de ambos, Freddie.
—¡¿Ahora?! ¡Pero si todavía falta para que esto acabe! —exclamó frustrada—. ¿Está muy mal?
Megan se acercó algo preocupada, pero al ver cómo Wyatt había volteado y se encontraba vomitando, hizo una mueca de disgusto.
—Sí, es mejor marcharnos.
—Pero estás divirtiéndote —comentó Jungkook.
—Cierto, pero no puedo dejar a mi primo...
—Hagamos algo.
—¿Qué cosa? —indagó curiosa.
—Yo llevaré a Wyatt de regreso y tú te quedas aquí divirtiéndote otro rato.
—Pero cuando vuelvas, seguro ya estarán marchándose...
—No importa. Disfrutaré contigo los pocos minutos —respondió con una pequeña sonrisa, provocando la de ella que acabó abriendo los ojos a la par.
—¡Jungkook, estás olvidándote del detalle más importante! ¡Ni siquiera conoces este lugar! ¡¿Cómo piensas ubicarte, idiota?!
—Tengo el GPS...
—Yo puedo ir contigo —intervino Freddie, el cual estaba en cuclillas a un lado de Wyatt.
—Dos GPS —sonrió satisfecho.
—No lo sé...
—Acepta —ordenó tomando su mano.
Megan lo miraba no muy convencida, pues no le parecía nada bien que por el hecho de ella estar divirtiéndose, Jungkook fuera dejar a su primo, a pesar de que Freddie lo acompañaría para asegurarse de que no se perdería en el camino. Pero este la miraba con una pequeña sonrisa, animándola a que aceptara.
Al escuchar un quejido, ambos voltearon a ver cómo Freddie cargaba en su hombro a Wyatt que parecía estar más inconsciente que consciente.
—Vámonos antes de que me vomite la espalda.
—Te veo en menos de una hora —se apresuró a decir, acercándose rápidamente a ella, sin darle el tiempo a reaccionar cuando juntó sus labios en un pequeño beso.
Megan lo observó con sus ojos abiertos a la par, teniendo la intención de decir algo a pesar de que seguía sorprendida por esa acción, pero Jungkook volteó apresurándose a seguir a Freddie que caminaba cargando a Wyatt. En ese momento no sabía si estaba más sorprendida por aquel beso que le había dado o por el hecho de que fuera capaz de pensar más en cómo ella disfrutaba de la noche, y llevar a Wyatt de regreso.
Sentía una gran confusión en ese preciso instante, pero una pequeña sonrisa comenzó a dibujarse en su rostro al no ser capaz de reprimirla, hasta que escuchó una voz masculina a sus espaldas, por lo que volteó encontrándose con Jaeden.
(...)
Megan estaba sentada en el sofá junto a Jaeden mientras bebían tranquilos. Ella se arrepentía por completo de no haberle insistido a Jungkook, ya que ahora Judy estaba bailando con Elliot, al igual que Olivia con Isaac, mientras que Mila y Nathan acababan de marcharse por estar cansados. Por momentos conversaba con Jaeden, el cual ya parecía estar cansado, pero la verdad era que prefería estar en su cama y molestar a Jungkook hasta que dejara abrazarse y así dormir plácidamente. Pero a la misma vez el pensarlo provocaba que sintiera una inquietud instalarse en su pecho, pues la llevaba a recordar los besos, la forma en que los disfrutó, como también el último que le dio antes de marcharse.
Su celular vibró en uno de los bolsillos de sus shorts, por lo que lo tomó rápidamente para desbloquearlo.
Jungkook
Tus padres están durmiendo y por
suerte no nos escucharon.
Wyatt ya está durmiendo en su cama.
Megan
Te espero.
Jungkook
¿Ya me extrañas?
Megan
Como no tienes idea.
Jungkook
Voy en camino.
No me extrañes demasiado.
Megan no pudo evitar soltar una risilla mientras volvía a bloquear su celular, hasta que los pensamientos llegaron al igual que aquella inquietud.
¿Por qué estaba sintiendo aquella confusión?
Debía ser el alcohol. No podía pensar en algo más que no fuera en eso o el sentirse tan cómoda junto a Jungkook. No había nada más que eso.
—¿Era Jungkook?
Al escuchar esa pregunta, giró su cabeza a ver a Jaeden.
—Sí. Dice que vienen en camino.
—Qué bien. Ya estoy algo cansado. Necesito dormir.
—Yo igual.
—¿Y cómo va todo con él? Más que bien, ¿verdad? —indagó con una sonrisa de picardía que provocó que ella arrugara el rostro por la confusión.
—¿Por qué lo dices?
—Los vi besarse. No tienes una idea de cómo he estado muriendo de ganas de poder besar de esa manera esta noche a Freddie, pero eso no es posible —comentó haciendo una mueca—. Él sigue sintiendo demasiado miedo por el que dirán. Y yo tampoco quiero ponerlo en esa posición o tener que soportar a estos idiotas.
Megan tan sólo bajó la cabeza mientras mordía su labio inferior, pensando en que, de cierta manera, comprendía demasiado a lo que se refería. Pues, su miedo no eran sus amigos porque los verdaderos eran los que estaban con ella en Filadelfia. Su verdadero miedo era el qué dirían sus padres si supieran lo que llevaba callando por años.
—Jungkook es tan lindo contigo.
Al escuchar nuevamente su voz, salió de sus pensamientos concentrándose nuevamente en su amigo.
—Sí, lo es —asintió con una pequeña sonrisa.
—¿Qué le hiciste a ese hombre? —preguntó divertido y ella frunció el ceño—. No ha dejado de mirarte en toda la noche. Lo tienes demasiado enamorado Megan. Me produce tanta ternura...
Intentaba procesar lo que acababa de decirle, pero de su garganta no parecían salir las palabras mientras la inquietud tan sólo aumentaba.
—Yo no...
—¡Vámonos, carajo! —ordenó una voz masculina.
—¡Asher, espera!
Megan dirigió rápidamente su mirada hacia el frente, notando cómo Asher salía rápidamente de la casa siendo seguido por Elliot.
—¿Qué carajos...? ¡Elliot! —Judy observó como seguía a Asher, dejándola allí.
Megan vio como todos los demás miraban atónitos la situación, hasta que Heather comenzó a subir rápidamente las escaleras mientras rompía en llanto.
—¡Heather!
Judy no dudó ni un momento en seguirla mientras los demás tomaban sus pertenencias sabiendo que había llegado la hora de marcharse, pues todo parecía haberse arruinado por completo.
—¿Qué carajos sucedió? —preguntó desconcertado y levantándose, Jaeden.
—No lo sé, pero iré a ver a Heather.
—Megan...
Ella lo ignoró por completo, dirigiéndose a las escaleras para subirlas rápidamente. No comprendía para nada lo que pudo haber sucedido entre ellos, pero necesitaba estar ahí para ella al no soportar saber que estaba llorando.
Al caminar por el pasillo, pudo ver cómo Judy se encontraba tocando la puerta una y otra vez, pareciendo demasiado frustrada.
—¡Por favor, abre la puerta! —insistió tocando la puerta, hasta que al sentir una presencia, giró a ver a Megan—. No abrirá...
Megan pasó por completo de ella, acercándose a la puerta para darle unos toques.
—¡¿Heather?! ¡Soy yo...!
Para la sorpresa de ambas, la puerta se abrió rápidamente, y Megan al ver cómo Heather tenía su maquillaje corrido, como también sus mejillas empapadas de lágrimas, sintió su corazón encogerse. Quiso decir algo al respecto, pero fue tomada del brazo y obligada a entrar, por lo que Judy se indignó por completo cuando quiso acercarse para también entrar y la puerta fue cerrada en su rostro.
—¡Heather...!
—¡Por favor, déjame sola con Meggy! —exclamó casi arrastrando las palabras.
Megan abrió los ojos a la par al escucharla, pero comenzó a preguntarse si acaso había hablado de esa manera por el llanto o porque se encontraba algo ebria. De todas maneras, tampoco pudo pensar demasiado cuando sintió cómo ella se abalanzó a sus brazos, rodeándole la cintura con los suyos y escondiendo el rostro en el hueco de su cuello.
—¡Es un idiota, Meggy! —sollozó aferrándose con más fuerza a ella.
Todavía intentaba procesar todo lo que estaba sucediendo esa noche, pero aun así pasó los brazos alrededor de su cuerpo, acariciando su espalda.
—Todo va a estar bien —murmuró intentando tranquilizarla—. Luego van a poder hablar y...
—¡No! —la interrumpió molesta, separándose de manera abrupta.
Megan estaba atónita por su reacción, ni siquiera podía pensar en alguna vez que la haya visto de esa manera tan histérica, sin preocuparse en absoluto por cómo pudieran verla los demás y hasta ella por más que fueran mejores amigas y se tuvieran demasiada confianza. Heather siempre se preocupaba demasiado por esas cosas.
—¡Lo he llamado, pero me ignora por completo! ¡Me dejó aquí y así, sin importarle nada! —gritó dejándose caer al suelo, apoyando la espalda en la cama mientras sollozaba—. ¡No sé qué hacer!
No muy convencida y tragando con dificultad, se sentó a su lado. No sabía en absoluto qué podría hacer para lograr calmarla aunque sea un poco, por lo que tan sólo pudo apoyar la mano en la suya que estaba sobre su muslo desnudo por la falda negra que llevaba.
Heather la observó permitiendo que viera sus ojos enrojecidos, su maquillaje corrido y cómo las lágrimas no paraban de brotar mientras su nariz y mejillas se encontraban sonrosadas debido al llanto. Estaba detestando de gran manera a Asher luego de no haberle prestado nada de atención durante esa noche. Pero es que no soportaba tener que ver a Heather de esa manera por su culpa.
«Yo jamás me hubiera marchado, dejándote de esta manera» no pudo evitar pensar mientras sentía cómo Heather apretaba el agarre.
La rubia volvió a soltar un pequeño sollozo mientras sus miradas se conectaban, lo que hizo que Megan sintiera cómo se le dificultaba respirar al ser consciente de la tensión que estaba formándose, quizás por su culpa... como aquella vez.
Megan recordaba la última vez que la había visto años atrás, justo en su baile de graduación. Hacía apenas una semana habia terminado su corta relación con Jaeden, pero como habían quedado en ir juntos y seguían manteniéndose como amigos, fue con él.
Estaba demasiado estresada y molesta consigo misma por jamás haber logrado que sus sentimientos hacia Jaeden evolucionaran, por no haber sentido absolutamente nada cuando decidió perder su virginidad con él, creyendo que si lo hacía, se daría cuenta de que tan sólo había sido una pequeña confusión lo de sentirse atraída hacia las mujeres. Pero tan sólo fue un error el haberse exigido estar en una relación y entregarse a alguien a quien le tenía cariño, porque todo había empeorado para ella.
Quiso faltar a aquella fiesta, pero claro que su madre no lo había permitido y fue obligada junto a Jaeden. Al ver a Heather sintió cómo sus latidos se aceleraban, cómo su corazón como siempre enloquecía brincando emocionado al volver a verla, cómo volvía a comportarse idiota. Pero eso fue disminuyendo con el pasar de las horas, beber y bailar, alejándose de Jaeden que estaba con sus amigos y tan sólo concentrándose en la rubia.
Heather parecía querer indagar en su relación con Jaeden, la cual ella le había dicho que acabó, pero su amiga no parecía creer para nada que era porque tenía pensado marcharse a estudiar, ya que decía que si era la razón, en primer lugar, no debería haber iniciado la relación. Y eso era algo que Megan quería gritarle de que tenía toda la razón, que tan sólo lo hizo para darse cuenta de que siempre estuvo confundida, que sus sentimientos hacia ella eran sólo de cariño por la amistad que tenían, que no lograba enloquecerla de todas las maneras posibles. Pero no podía. No era capaz cuando temía que se alejara de ella.
El alcohol parecía estar haciendo efecto al punto de pensar con dificultad y hacérsele cada vez más difícil controlar los impulsos que la invadían al bailar con la rubia, quizás, porque era la primera vez que bebía hasta embriagarse. Por esa razón decidió ir al baño, ignorando a Heather, ya que lo menos que quería era tenerla cerca al sentirse de esa manera, pero luego de mojarse el rostro y la nuca intentando volver en sí, escuchó la puerta abrirse. Eso llamó por completo su atención y, cuando volteó, Heather se acercaba a ella con una sonrisa divertida.
«No me digas que estás ebria»
«Quizás un poco»
«Oh, Dios, te ves tan linda así, sonrojada» confesó pellizcando su mejilla, por lo que Megan apartó bruscamente su mano, sorprendiéndola.
«Déjame» ordenó molesta, pasando por su lado con la intención de salir, haciendo que Heather sintiera aun más confusión por su actuar.
«¿Qué rayos te sucede? Últimamente no dejas de actuar extraña. Intento entenderte, pero es imposible, Megan»
Al no recibir una respuesta de su parte por más que se había detenido, tan sólo logró molestarla más.
«Se supone que dentro de poco ya no vamos a poder vernos todo el tiempo, pero parece ni siquiera importarte, porque si así fuera, intentarías pasar tiempo conmigo»
«Sólo déjalo, Heather»
«¡No! ¡Yo quiero entenderte y no creer en las estupideces que dicen...!»
Megan, cansada de escucharla, de tener que esforzarse por mantenerse callada, volteó acercándose peligrosamente a ella, sorprendiéndola por completo cuando impactó sus labios con los de ella.
«Quizás deberías dejar de intentarlo y comenzar a creer en esas estupideces»
Esas habían sido las últimas palabras de Megan, antes de dejar a Heather allí, atónita, mientras que ella al marcharse comenzaba a ponerse histérica al ser cada vez más consciente de lo que había sido capaz de hacer. Desde entonces se escondió de la rubia, ignorándola cuando la buscaba en su casa, ignorando hasta sus llamadas y mensajes, para luego al marcharse antes del tiempo acordado, eliminándola hasta de sus redes sociales.
Ahora volvía a la realidad, sintiendo cómo sus latidos se aceleraban y el calor comenzaba a invadirla. Aun así, necesitaba concentrarse en cómo estaba sintiéndose Heather, pasando el dedo índice por su mentón para limpiar una lágrima que estaba a punto de caer.
«Yo sería un mejor novio que él, Heather»
No podía soportar verla así, saber que era capaz de dejarla sola y en llanto, cuando ella daría lo que fuera por ocupar su lugar. Megan no podía comprender la cabeza de Asher, ni tampoco la de Heather al aceptar hasta sus acciones más estúpidas. Pues, si tan sólo pudiera verla de esa manera, ella se dedicaría a cuidar su corazón.
—¿Meggy...?
—No me gusta verte llorar por ese imbécil —confesó limpiando con el pulgar la lágrima que brotaba por su mejilla.
—Entonces, haz algo al respecto.
—¿Qué...?
Megan al notar cómo parecía sonrojarse más, la forma en que su mirada bajó a sus labios, comenzó a comprender a lo que se refería. No podía estar imaginándolo. Esta vez no había confusión alguna. Estaban claras sus intenciones, por lo que sintiendo cómo sus latidos se aceleraban, llevó su otra mano al rostro de ella, para luego estampar sus labios, siendo correspondida y olvidándose completamente de todo a su alrededor.
¡Hola!
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Será que Megan está comenzando a sentir algo más que amistad por Jungkook? ¿Qué creen que pase con Heather y Megan después de ese beso? ¿Y con Jungkook y Megan? ¿Creen que él lo llegue a saber?
Por cierto, tengo un canal de WhatsApp donde voy a informarles sobre las actualizaciones de esta historia, así como también probablemente dejarles algún que otro pequeño spoiler y van a poder votar sobre cuál historia les interesaría que fuera la siguiente en publicar ahora que están finalizando las que tengo en emisión. Si les interesa seguirlo, pueden entrar a mi perfil y apretar el link de la descripción donde les va a salir también el grupo que tengo junto a algunos lectores por si quieren entrar jujuu
Esta vez no me olvidé de dedicarte el capítulo, boggdanovic, ya merezco que me pagues JAJSJAJA te adoro, Ann ♡
Espero que les haya gustado este nuevo capitulo, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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